viernes, 12 de febrero de 2010

Crisis Final, la batalla definitiva.

Compleja, densa y exigente, la lectura y relectura de Crisis Final se antoja como un reto para el lector, un reto complicado además por el torpedeo editorial al que la obra se ha vio sometida tanto aquí como en los USA, ahora que ya ha pasado tiempo suficiente de su final, y después de un par de relecturas, llega la hora de hacer un pequeño balance de la obra.

“Ha habido una batalla en los cielos, y la hemos ganado”

-Darkseid

La inesperada aparición del cadáver del Nuevo Dios, Orión desencadena los acontecimientos, un deicidio no es algo que se vea todos los días, algo ha pasado, algo grave, y la cosa se complica cuando Superman y Batman desaparecen mientras Hal Jordan es acusado del asesinato de Orión, el Cuarto Mundo ha llegado a su fin, pero Darkseid ha conseguido escapar, y ahora es él y solo él quien configurara el destino del Quinto Mundo, la batalla definitiva entre el Bien y el Mal ha comenzado...y parece que el mal ya ha ganado.

Este es el sugerente planteamiento que se esconde detrás de Crisis Final, la madre de todas las Crisis con la que Grant Morrison pretende configura la cara del nuevo Universo DC, una obra excesiva, estimulante y difícil que exige del lector algo más que una lectura placida, le exige pensar, Morrison considera a sus lectores personas inteligentes, y como tal les trata; partiendo para ello del no menos estimulante, grandilocuente y en definitiva genial, Cuarto Mundo de Jack Kirby, concepto que Morrison lleva donde nadie se atrevió nunca antes.

El principio de Crisis Final resulta ya de lo más atrayente, y es que al poco de empezar la Ecuación Antivida, en manos de Darkseid y sus súbditos (todas meras emanaciones suyas, y hasta ahora escondidos en cuerpos humanos) se ha expandido por todo el planeta, y pronto llegara más allá, mucho más allá, hasta infectar a todo el multiverso (concepto este del que Morrison saca partido como pocos han hecho antes), lo héroes están vencidos, la resistencia se antoja inútil, el paradigma moral ha cambiado, ayudar a los débiles, proteger a los inocentes es ahora el delito, y ya no hay nada por lo que luchar ni sitio donde esconderse.

Crisis Final resulta una lectura arrolladora y envolvente, su estructura circular (acaba como empieza), lo arriesgada (creo que algo así solo se ha visto en el comic de superhéroes en Watchmen, no existe el tiempo, todo sucede a la vez) de la narrativa de su séptimo y último número, el planteamiento conceptual de Superman Beyond, con Superman como fuerza absoluta y pura del concepto mismo del Bien, hacen que no estemos ante un crossover al uso, no se trata de una mera amenaza ante la que los héroes se unen/se pegan entre ellos para al final salir victoriosos, no, Crisis Final es otra cosa, y eso al final le termina perjudicando.

El grado de exigencia de una obra como esta en un mercado donde lo que triunfa son el Ultimátum de Loeb o el Dark Reign de Bendis, obras que independientemente de su (escasa) calidad no hacen más que contar lo mismo de siempre solo que a mayor escala, ha terminado por condicionar una percepción negativa de un comic nada acomodaticio.

Cierto es que a esta percepción ha contribuido el propio Morrison, caótico y excesivo como siempre, el soltar ideas a diestro y siniestro y dejar múltiples cabos sueltos es tanto marca de la casa como homenaje a Kirby padre de todo esto, sin embargo esto no hace si no que “sacar” al lector de la obra en no pocas ocasiones, el tener entre manos una situación limite, sin conseguir apenas sacarle partido épico es culpa del propio Morrison, de nadie más (más que nunca esta obra es responsabilidad casi exclusivamente de su guionista, como si de un comic de Vertigo se tratase), el adentrase en el corazón del Universo DC y querer jugar con sus juguetes más preciados, implica el riesgo de que la editorial quiera meter mano, Morrison debería saberlo, lleva mucho en esto, por otro lado sin duda lo ambicioso de su planteamiento, el subtexto que tiene la obra tal vez hubiese requerido de algo más de espacio, los nueve números (los de Superman Beyond son parte inequívoca de la obra) parecen quedarse escasos para todo lo que Morrison tiene que contar.

En fin, que si bien es cierto que Crisis Final tiene muchos defectos que impiden que se convierta en lo que por momentos roza (una autentica Obra Maestra), no es menos cierto que sus virtudes y su arriesgada apuesta hacen que sea el comic comercial integrado en la continuidad de los Universos Marvel o DC más estimulante, interesante y atractivo de toda la década, solo por su final, por esa clara apuesta por la luminosidad, por el regreso a las raíces, por el Quinto Mundo merece este calificativo, cierto es que su final, con los hombres tornados en Dioses (¿qué significa esto exactamente?) y con el triunfo total del Bien sobre el Mal deja poco espacio para seguir adelante con el Universo DC (¿qué historias se podrían contar partiendo de esa base?, seria interesante verlo), por lo que entiendo que por pura necesidad sus consecuencias más directas serán ignoradas (como en Born Again con Daredevil), pero espero que su mensaje, esa apuesta por la luz, por que los héroes sean héroes y actúen como tales (mismo mensaje que en el All Star Superman) si termine calando, ya va siendo hora.

14 comentarios:

guevillos dijo...

Coooooñooo, iba a soltar un laconico, "paso de esta mierda", pero joder tan bien la has puesto que me ha llamado la atención y puede que le de una oportunidad, eso si, como mucho bajado, que segun tengo entendido la edición de planeta es un timo con mayusculas.

Jero Piñeiro dijo...

A mí me estaba pareciendo la polla con cebolla hasta que entró en escena el "Superman Beyond 3-D" y lo puso todo patas arriba. Durante 6 números me prometieron una historia épica de héroes Dc contra Darkseid en la lucha final por el destino del universo y al final me encontré con un nuevo chorreo mental de Morrison (guionista que me fascina, por otro lado) que se pierde por los cerros de Úbeda (o del multiverso y los monitores vampiro, que no sé qué carajo tenían que ver con la trama principal). Desde luego, es uno de los tebeos de súper-héroes más estimulantes y con más y mejores ideas de los últimos tiempos (y además no es un what if o un all-star o un ultimate, sino que está plenamente establecido en la continuidad oficial), pero el final le baja tantísimos enteros que mi percepción global es bastante decepcionante. Además, los dibujantes que suplen a J.G.Jones no son capaces de mantener el tipo (y eso que Mahnke me gustó mucho en "Frankenstein").

Con lo que me había molado eso de "es un hecho poco conocido que la muerte no viaja más rápido que la luz"...

fer1980 dijo...

Guevillos, la edición de Pda aparte de carísima, tengo la sensación de que es esta mal editada, ya que los especiales no van donde tiene que ir, en fin un horror.

Jero, bueno es cierto que en Beyond la cosa ya se dispersa bastante y lo de Monitores no viene más que a complicar todo, pero lo cierto es que me gusta mucho el Superman de Morrison, me gusta el papel que juega en la Crisis y sobre todo me gusta ese séptimo número que me parece realmente magnifico.

Lord_Pengallan dijo...

Guevillos leetelo que merece la pena.
Los monitores salen porque tienen que morir. Ese es el objetivo de Morrison en todo esto, cargarse a los monitores. Cargarse las cadenas porque la especie debe manar.
La verdad es que después de las relecturas es cuando uno se da cuenta de lo que ha hecho Morrison. De lo bueno que es CF. Porque todo tiene continuidad, es decir, él va a seguir lo de Batman (va a hacer que por 1º vez compre Batman), lo de las diferentes tierras, etc. Si en DC lo dejan, que es difícil, lo que se avecina puede ser tremendo.
Conmigo CF ha funcionado, ha hecho que me interese mucho el futuro de DC, siempre y cuando continuen lo de Morrison claro esta. Lástima PDA.

Quemero dijo...

Final Crisis es algo a lo que uno no está para nada acostumbrado (ese tratamiento en el centro del mainstream) y que por ello mismo, te choca un poco de entrada, pero creo que por eso Morrison hace los primeros numeros más "sencillos" como para uno se vaya acostumbrando al ritmo, para llegar al vertiginoso (y por momentos caotico) final. En esa vorágine de hechos, situaciones y frentes abiertos al mismo tiempo capaz hace falta una pausa (pero esas pausas que permiten aumentar la velocidad de la jugada, esas pausas que permiten sacarse un hombre de encima y meter un pase en profundidad para dejar al delantero sólo frente al portero).
Sin dudas es una serie que explota al límite el medio del cómic como un arte separado del resto, con una identidad, con su propio lenguaje y ritmo; NO estamos frente a un evento que puede ser trasladado al cine ni que está organizado como una season de una serie.
Es un evento que a la luz de la época y en comparación con los otros grandes crossovers del momento queda excelentemente bien parada. Personalmente es insorportable lo lenta, sosa, aburrida que resulta Blackest Night si uno la lee a continuación de FinalCrisis.

fer1980 dijo...

Lord, tienes razón en lo de los Monitores, claro, pero si es cierto que la cosa se lía bastante más a partir de ese punto, aún así, Crisis Final es grande, de eso no hay duda.

Quemero totalmente de acuerdo, sobre lo de Blackest Night todavía no lo he leído, lo hare cuando salga por aqui, supongo que será mucho más convencional, pero espero que sea entretenida.

Paco Hernández dijo...

pues lo siento pero no, cuando me tngo que leer un comics tantas veces para leerlo como que no me llama la atención, creo que no lo peor es "tragarse" una historia tan densa como esta para luego... nada, vale, no hay batman, pero y que... es lo único que más o menos cambia, no veo que aporte nada, me decepcionó bastante

fer1980 dijo...

¿Qué no cambia nada?, estamos hablando de un cambio radical en la dialéctica entre el bien y el mal, con la victoria casi absoluta de lo primero sobre lo segundo, que se aplique o no esto es otra cosa, pero ¿qué no cambia nada?, va a ser que si, que si cambia, de hecho cambia todo.

Spirit dijo...

Saludos;

No comparto tu entusiasta valoración.Creo que la obra es, sinceramente, ilegible. Parece que estés en una fiesta y hayas entrado a mitad de la misma, debido a los cross overs, especiales, miniseries, etc...que la anteceden, complementan y demás. Pero es que, además, muchos de ellos son contradictorios con la propia obra (leerse la MUERTE DE LOS NUEVOS DIOSES, de Jim Starling, y luego CRISIS FINAL, por ejemplo, es un ejercicio mental que te deja lelo, son tantas las contradicciones).

Aparte de eso, creo que una obra que es difícil de comprender viene motivada por la incompetencia del guionista. Wachtmen es compleja, tiene muchos niveles, pero te cuenta una historia que se puede seguir. Crisis final no. Te cuenta destellos de cosas y ya te las apañarás.

En fin; para mí una decepción y la edición de Planeta, directamente, de juzgado de guardia.

Aprovecho para felicitarte por el blog.

Un abrazo

fer1980 dijo...

Bueno a mi desde luego no me resulto ilegible, me gusto mucho de principio a fin y aunque a veces es algo confuso, nada que un poco de esfuerzo no pueda solventar.

Lord_Pengallan dijo...

Yo no le veo el problema a que haya que reeleerlo. No es por eso por lo que compramos comics? No sé, yo desde luego no compro un cómic sólo para leerlo una vez. Y qué mayor recompensa que el descubrir cosas nuevas en cada relectura.

fer1980 dijo...

Totalmente de acuerdo, Lord, nada que añadir.

Jero Piñeiro dijo...

La he releído entera (sólo la serie madre y el Superman Beyond) este fin de semana para poder hacer mi propia reseña, y sigo reincidiendo en lo mismo: buen principio, grandes ideas, buen nudo, más grandes ideas, Superman Beyond-frena-que-nos-la-pegamos y luego final atropellado lleno de malas ideas... Pero no me parece para nada ilegible, sólo de estructura más o menos compleja (que son cosas distintas, la segunda no necesariamente negativa).

fer1980 dijo...

Si, yo las veces que la he releido ha sido solo la mini y el Beyond, coincido contigo en que el final puede ser algo atropellado y confuso (aunque el septimo número me parece sublime), pero no creo que haya malas ideas, o al menos yo no las veo.