viernes, 27 de febrero de 2009

Daredevil: Historia de un hombre sin miedo: Parte XCVIII: Guionistas sin miedo V.

Última parte de la serie de post dedicados a hablar de los guionistas más relevantes del hombre sin miedo, habiendo ya realizado un repaso por la serie regular del personaje y sus anuales, vamos ahora con los guionistas más destacados del personaje en las diversas series limitadas dedicadas al mismo.



David Lapham: Autor de la miniserie de seis números Daredevil vs Punisher de la que se encargaría del guion, los lápices y las tintas, el comic, bastante entretenido tuvo la mala suerte en España de ser lanzado a la vez que se iniciaba la etapa de Ed Brubaker en la colección regular del personaje, etapa que se iniciaba con una saga que relataba mejor en dos viñetas la relación entre DD y Punisher que Lapham en 6 números.

Lapham, es sin duda uno de los autores independientes más destacados del comic americano, su serie autoeditada, Balas Perdidas, es uno de los clásicos más relevantes del circuito independiente, un autentico homenaje al género negro y a uno de sus mayores influencias: Frank Miller; más allá del circuito impediente, Lapham, a veces como guionista, a veces como autor completo ha colaborado en las principales editoriales americanos, realizando trabajos para personajes como Batman, Lobezno, Daredevil o Spiderman, siendo actualmente el autor de la serie de Vertigo Young Lairs.

Su dibujo de marcada influencia milleriana y como tal caracterizado por una gran capacidad narrativa un buen dominio de los juegos de luces y sombras y un cierto tono feista, se adapta como un guante a su estilo como guionista, muy sombrío y reflexivo y por lo tanto muy dado a historias cotidianas a la par que sórdidas, donde se refleja lo peor y lo mejor de la humanidad.



David Hine: Sería el guionista de una de las miniseries de mayor calidad de la historia del hombre sin miedo, Marvel Knights: Daredevil Redemption, una miniserie de seis números con lápices de Michael Gaydos, que supuso un autentico desafío moral para el personaje y que fue uno de los mejores comics publicados por Marvel durante 2005.

Guionista británico y autor de alguno de los comics más interesantes producidos en el ámbito comercial americano de los últimos tiempos, Hine se ha ganado un merecido prestigio gracias a su trabajo en colecciones como Distrito-Mutopia X, El Vastago de M y su secuela Guerra Sileciosa, los 198 y sobre todo el ya mencionado Daredevil: Redención, todos ellos comics interesantes y de calidad que han hecho de Hine un autor a seguir, más allá de Marvel (donde también ha realizado trabajos menores como Civil War: X-Men o diversos What if?), cabria destacar su etapa en el Spawn de Todd MacFarlane, colaboraciones en DC como sus números para The Brave and the Bold, o sus primeros trabajos en el Reino Unido para la mítica revista 2000AD o el no menos mítico Juez Dredd.



Zeb Wells: Guionista de la interesante miniserie, Daredevil: Battlin`Jack Murdock, donde a lo largo de cuatro números y con la ayuda del dibujante italiano Carmine Di Giandomenico (que también colaboro en el argumento de la obra) se ocuparía de los últimos días de vida de una de las figuras más importantes en la vida de Matt Murdock: su padre, “Batallador” Jack Murdock.

Guionista de nuevo cuño y con una carrera apenas si iniciada, el trabajo de Wells en el mundo del comic ha quedado contenido casi de manera exclusiva en Marvel, donde ha además de ser uno de los guionistas enrolados en el “Nuevo Día” spidermaniano, ha realizado trabajos como las miniseries Civil War: Jóvenes Vengadores/Runaways, Doctor Octopus: Año Uno, o Veneno: Dark Origin, además de ser el guionista del tercer volumen de los Nuevos Guerreros, y colaborar en varios proyectos relacionados con Spiderman.



Paul Jenkins: Autor de los guiones de la mediocre Marvel Knights:Daredevil/Spiderman, miniserie de cuatro números que con portadas de Alex Ross y lápices de Phil Winslade, paso totalmente desapercibida en la trayectoria de ambos personajes.

Guionista de origen británico, Jenkins obtuvo cierto prestigio en el mercado americano tras su larga etapa en la serie de Vertigo Hellblazer, tras su paso por el sello para adultos de DC empezaría su larga colaboración con Marvel primero de forma modesta en series como Werewolfe By Night, que se enclavaba en el intento editorial de resucitar algunos conceptos presentados en los 70, y luego ya de manera mucho más relevante en la maxiserie de 12 números para el sello Marvel Knights, Inhumanos, donde con los lápices de Jae Lee, redefinió a la legendaria creación de Lee y Kirby; su labor, que le valdría diversos premios de la industria, lo situaron en primera fila para convertirse en un guionista hot, algo que sin embargo no confirmo en sus siguientes trabajos, primer en una miniserie del Vigía (de nuevo con Jae Lee), personaje que en un complejo ejercicio de retrocontinuidad trato de transformar en el primer superhéroe de la historia del Universo Marvel (y que de no ser por su amigo B.M. Bendis, hubiera caído en el olvido), y luego en el mega éxito Lobezno: Origen, un comic que con dibujos de Andy Kubert contaba por fin uno de los secretos mejor guardados del Universo Marvel: el origen de Lobezno, la miniserie aunque exitosa desde un punto de vista comercial, no dejo de ser un comic mediocre que quedo muy lejos del que para muchos es el verdadero origen de Lobezno, el Arma X de Barry Windsor Smith.

Tras estos trabajos sus sucesivos proyectos en Spiderman (se encargo de dos etapas en la serie The Spectacular Spider-man), el Vigia (con otra miniserie con lápices de Romita Jr.), Hulk (donde con todo, firmo una interesante etapa) o las diversas Front Line (que en teoría muestran el punto de vista de “la calle” ante los grandes acontecimientos del Universo Marvel), no han hecho sino mostrar un guionista más bien mediocre, con algunas buenas ideas, pero que no es ni la sombra de lo que de él se esperaba, aún así tiene sus joyitas, sobre todo cuando hace comics intimistas lejos de un tono marcadamente superhéroico como Generación M, donde crearía a la periodista Sally Floyd.

Más allá de Marvel su nombre ha estado ligado a Image siendo el responsable del relanzamiento de The Darkness o autor de miniseries como Sidekick.



Jeph Loeb: Junto a su habitual acompañante Tim Sale, Loeb sería el guionista de Marvel Knights: Daredevil Yellow, miniserie de seis números enclavada dentro de la revisión que ambos autores realizaron (y realizan, vaya) del pasado de alguno de los personajes claves del Universo Marvel, en el caso de Daredevil, Loeb ignora las aportaciones de Frank Miller, y retomando el primigenio traje amarillo del personaje, revisita las primeras historias del mismo, en un ejercicio cargado de nostalgia y bellamente dibujado, que no consigue evitar sin embargo, la falta de calidad de esas primeras historias.

Uno de los guionistas más importantes del comic book actual, su presencia, acompañado siempre de dibujantes estrella suele ser sinónimo de bombazo de ventas. Discutido por su trabajo, excesivamente espectacular y carente de cualquier tipo de profundidad, Loeb sabe venderse como pocos y es capaz de contentar a los dibujantes más espectaculares del medio guionizado para ellos justo lo que les apetece dibujar, en su trayectoria, que se inicio de manera modesta en series como Cable para Marvel, destacan largas etapas en Superman (colaborando sobre todo con Ed McGuinness) o Superman/Batman(con McGuinness, Michael Turner o Carlos Pacheco), el mega éxito junto a Jim Lee, Batman: Silencio, el también exitoso Fallen Son: Capitán América, su comercial etapa en Hulk (de nuevo con McGuinnes), o su labor en el universo ultímate de Marvel con miniseries como Ultimates 3 (con Joe Madureria) o Ultimatum (con David Finch).

Tal vez sus trabajos más destacados, sea sus colaboraciones con Tim Sale, donde al éxito comercial ha conseguido unir la calidad de los proyectos emprendidos en común, así de un primerizo pero interesante Investigadores de los Desconocido, pasamos a un mediocre Lobezno/Gambito: Victimas, y seguimos con los excelentes, Batman: El largo Halloween, Batman: Victoria Oscura, Catwoman: Si vas a Roma(bueno este no tan excelente), Superman Las cuatro estaciones, y de nuevo en Marvel, Spiderman: Blue, Daredevil: Yellow, Hulk: Gray o Capitán América: White.

Más allá de su trabajo como guionista de comics, habría que destacar su faceta como productor y guionista televisivo, donde colabora o ha colabora en series como Smallville, Lost o Héroes.



Joe Quesada: Aunque su labor como dibujante y editor es sin duda mucho más relevante ya que se ocuparía de los lápices de los Marvel Knights: Daredevil volumen II números 1-11 y 13-14, y sería primero junto a Jimmy Palmiotti, luego en solitario el editor del sello Marvel Knights para pasar luego a ser editor en jefe de la propia Marvel, puesto que sigue ocupando hoy en día, lo cierto es que Quesada también ha realizado sus pinitos como guionista, siendo su trabajo en Daredevil uno de los más destacado en este aspecto, así de nuevo junto a Palmiotti se ocuparía los guiones del interesante Marvel Knights: Daredevil volumen II 12, un fill in sin pretensiones, pero bien realizado, además de ser el guionista de la lamentable Marvel Knights: Daredevil Father (de la que también se ocuparía del dibujo, con un Daredevil excesivamente musculado), una historia que revisita el origen del personaje solo para envilecerlo sin necesidad.

Su larga trayectoria en el mundo del comic empezó en los 90 época en la que destaco por su vistoso estilo que aportaba algo diferente a la “jimleezacion” de la época, tras trabajar para editoriales independientes como Valiant (Ninjak o Manowar), enseguida llamo la atención de las grandes editoriales USA colaborando en Marvel con Peter David en Factor X, o cocreando para DC el polémico Azrael en la miniserie Sword of Azrael, tras estos trabajos y junto a su buen amigo Jimmy Palmiotti creó la editorial Event Comics que en sus apenas cuatro años de vida (1994-1998) “independiente”, crearía colecciones Ash o Painkiller Jane, tras esto llegaría el acuerdo con Marvel para convertirse en editor de la línea Marvel Knights y ya en el 2000 iniciar su larga, polémica y fructífera (al menos desde el punto de vista comercial), etapa como editor en jefe de la casa.

martes, 24 de febrero de 2009

Lo mejor del 2008: el Capitán América de Ed Brubaker y Steve Epting.

Siguiendo con el repaso a mi particular top ten de los mejores comics publicados en 2008, le toca ahora el turno al Capitán América, que pese a injerencias editoriales y a ser parte central de Universo Marvel actual, sigue siendo uno de los mejores comics que a día de hoy ofrece la antaño Casa de la Ideas.

La última vez que hablamos por aquí del Capitán América de Brubaker y Epting apenas si habían transcurrido 14 números de su etapa, Bucky acaba de volver y la conspiración que lleva como telón de fondo todo este tiempo apenas si se había mostrado, decíamos entonces que Bru estaba firmando una etapa sobresaliente en el personaje y que la colección era de lo mejorcito que se podía leer en Marvel por aquel entonces.

Desde ese momento han pasado más de dos años y la colección lejos de decaer no ha hecho si no que aumentar en interés, Brubaker conocedor de sus virtudes, y consciente del que el Capi es un personaje muy dado a múltiples interpretaciones, opto desde el principio por dar a la serie un tono de espionaje recuperando villanos clásicos y obviando dentro de lo que cabe el marcado tono político (o más bien trasladándolo al UM y no siendo tan fiel a lo que pasaba en la realidad USA del momento) de la etapa previa a su llegada.

En estas condiciones, Bru fue poco a poco poniendo las piezas sobre el tablero y así las figuras de Cráneo Rojo y Alexander Lukin se tornaron pronto en los responsables de una compleja conspiración que ni siquiera la Civil War pudo frenar; y es que en medio de sus planes (que incluyeron la recuperación de personajes clásicos como el Dr. Fausto, Arnim Zola, Calavera o la hija de Cráneo Rojo, así como un cada vez mayor protagonismo de secundario como Sharon Carter, el Halcón y por supuesto Bucky), Brubaker se topo con el Capi como líder de uno de los dos bandos en disputa durante la guerra civil marvelita, un guerra civil que además termino con la muerte del Capi, algo que por lo menos (y a diferencia del desenmascaramiento de Spiderman), Bru pudo contar a su manera en el Capitán América 25 USA (el número 26 de la edición española).

La muerte del protagonista suele ser sinónimo de problemas, a no ser claro que seas Ed Brubaker, así el guionista integro a la perfección las consecuencias de Civil War, y durante prácticamente 9 meses piloto una colección llamada Capitán América, sin que este existiese en realidad, Bru supo conjugar la muerte del Capi con los planes de Cráneo y Lukin, que seguían campando a sus anchas sin que los héroes (enfrentados entre ellos y conmocionados por la muerte del Capi) hicieran nada para evitarlo, jugó también con las ansias de venganza de Bucky que culpaba a Tony “Iron Man” Stark (líder del otro bando durante la Civil War, y personaje magníficamente tratado por Bru como secundario durante estos meses), de la muerte de Capi, haciendo que el lector deseara con fuerza su enfrentamiento, un enfrentamiento que aunque se hizo esperar, mereció la pena, gracias sobre todo al trabajo de Epting y que culmino con la llegada de un nuevo y remozado Capitán América, cuya identidad, aunque no pillara por sorpresa a nadie, enlaza de nuevo con la tradición de legado (tan deceita ella) y tan del gusto de Bru, que no olvidemos empezó en este mundillo superhéroico en DC.

La colección continua hoy en día, si cabe con más interés que antes, habida cuenta de que cada vez están más claros los planes de Cráneo y Lukin (y los medios que usan para conseguirlos), todo ello aderezado con el nuevo estatus de Sharon Carter y la reacción del Universo Marvel ante el nuevo Capitán América, en fin una colección magnifica, que pese ha adolecer en ocasiones de una cierta morosidad narrativa, continua siendo un ejemplo de cómo hacer funcionar una grapa mensual con plenas garantías, y más hoy en día en que la grapa ha perdido gran parte de su gracia ante la ineficacia de muchos de los actuales guionistas estrella.

Mencionar por último la labor de Steve Epting, un trabajo que queda un tanto eclipsado ante la fuerza e interés del relato trasmitido por Bru, pero que resulto primoroso y hace que el aspecto visual de la colección sea magnifico, tal vez lo peor sea su incapacidad para realizar todos los números, pero Epting ha demostrado que cuando se encarga de una colección mensual sin descanso, su calidad disminuye bastante, por lo que tal vez sea preferible tenerle a este nivel aunque necesite ayuda en algún número que otro, y más si sus sustitutos-ayudantes, tiene la calidad de Mike Perkins o Butch Guice, que ayudados por el colorista mantiene un tono similar al de Epting haciendo que sus ausencias no se noten en demasía.

En fin sin lugar a dudas la mejor colección regular que tanto de Marvel como de DC podemos leer hoy en España.

lunes, 23 de febrero de 2009

¿Intrusismo profesional?

El otro día gracias a este post de ELHDLT me entere de esta polémica generada en ADLO, la polémica en si aunque llena de puntos de interés acabo degenerando hacía cosas casi personales, así que la verdad es que me da un poco igual, sin embargo si me resulta interesante este comentario Jónatan S.: “Porque -y sé que habrá a quien esto le sorprenda- se puede RECHAZAR el colaborar con una editorial. Sobre todo si creemos en la necesidad de una industria de profesionales y no de arribistas de cualquier otra disciplina. De lo contrario seguiremos durante años teniendo como articulista más importante a un experto en óptica.”, comentario que paso casi desapercibido (salvo para Álvaro Pons y poco más), pero que me parece que tocas un punto clave en el mundo del comic en España.

No quisiera meterme en un jardín pero el tema me resulta interesante, por qué ¿cuántos críticos profesionales del mundo del comic ahí en España?, no demasiados verdad, a ver, haberlos haylos, claro está pero no creo que contemos con una red amplia de críticos precisamente y más cuando como revista especializada en comics tenemos Dolmen y poco más, muchos dirán que no es necesario, y es que la de critico es una de las profesiones más denostadas en nuestro país, muchas veces con razón, cierto es, pero no es menos cierto que la existencia de un potente entramado critico en torno a una determinada disciplina suele ser sinónimo de la salud de esta, y en España contamos con pocos (aunque excelentes) críticos, dedicados en exclusiva o casi (en una u otra vertiente) al mundo del comic y expresiones artísticas similares, lo cual tal vez sea síntoma de que no todo va tan bien como pensamos.

Partiendo de esta base, lo cierto es que parece que los blogs han tomado casi desde el principio un papel que nunca debió ser el suyo, el papel de crítico profesional, un blog que en esencia es la opinión más o menos documentada de un tío sobre un determinado comic o movimiento editorial nunca puede desarrollar las funciones o la labor que se debe desarrollar desde la critica profesional, primero y por razones obvias por que no es profesional, segundo y no menos importante, porque dejando aparte los conocimientos (muchos o pocos eso es igual), del blogero en cuestión, para él esto nunca es su afición, vivida con más o menos intensidad, pero afición al fin y al cabo, por lo que dotar a un determinado blog de un peso e influencia que no tiene solo termina generando las polémicas estériles a las que por desgracia cada cierto tiempo estamos abonados en la blogosfera.

Lo más curioso del tema es que las propias editoriales han fomentado este asunto, porque si bien por un lado y cuando les conviene no paran de decir “internet no es relevante, solo representa a un ínfimo porcentaje de nuestros lectores”, por otro no dudan en recurrir a ese “ínfimo porcentaje” para realizar artículos en muchos de sus comics, y aquí es donde empiezan las polémicas, “que si tu estas vendido a la Norma de Panini de Agostini por que le hiciste no se qué articulo”, “que si yo soy siempre soy igual de honesto colabore con quien colabore”, etc, etc, etc, el tema tiene su miga no crean ustedes, y tal vez se solucionaría si los artículos fueran escritos por profesionales que no trataran de vender su “imparcialidad” en sus propias webs.

En fin el tema es peliagudo y de difícil solución, volvemos de nuevo a la escasez de críticos, y añadimos ahora la ilusión que la peña pueda tener por ver un artículo suyo en tal o cual comic, sin embargo si queremos contribuir a la solución del problema tal vez (y solo tal vez) lo mejor sería rechazar este tipo de colaboraciones de cara a fomentar en las editoriales la búsqueda de profesionales de esto, puede ser una solución drástica, incluso una chorrada (supongo que sería más fácil quedarse sin artículos, que el que las editoriales buscaran y pagarán siempre profesionales), pero pienso que sería la forma de evitar suspicacias y hacer las cosas bien de verdad.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Alan Moore, el cine, los comics y las adaptaciones.

La adaptación al cine de Watchmen está generando una agria pero interesante polémica sobre todo a raíz de la declaraciones de Alan Moore, contrario no solo a esta adaptación, si no al concepto mismo de adaptación.

Sin entrar en el caso particular de Watchmen (obra de muy compleja adaptación por lo que tiene de exploración del medio y su lenguaje), lo cierto es que de las palabras de Moore (recogidas por Bruce en su cada vez más interesantes blog), se desprende un cierto resentimiento hacía la industria del cine tras la mala experiencia de la ¿adaptación? de La liga de los hombres extraordinarios, algo por otra parte, completamente lógico visto lo visto; sin embargo su rechazo frontal a cualquier tipo de adaptación es cuando menos llamativo y choca con una realidad de décadas de historia, y es que, aunque ahora esté de moda, lo cierto es que el comic (al igual que la narrativa), ha sido desde siempre una fuente de inspiración para otros medios incluido por supuesto el cine.

Lo más llamativo de estas palabras es que siguiendo su lógica de nunca hubiéramos podido ver en la gran pantalla obras como Lo que el viento se llevo, Mistic River o El resplandor, todas ellas adaptaciones de novelas previas, y todas ellas en su contexto y a su manera películas claves para el cine, ¿o es que el comic ha de ser distintos a los libros?, ¿cual el problema de adaptar al cine un comic?, bueno bajo mi punto de vista la cosa es tan simple como lo que sigue: el comic como cualquier medio de expresión es perfectamente válido para inspirar o ser adaptado por otro medio de expresión, en este caso el cine, al igual que el comic ha adaptado o se ha inspirado en otros medios de expresión, como por ejemplo el cine; dicho esto creo que realmente el quid de la cuestión esta como en todo en la calidad, si de una adaptación de un comic obtenemos joyas como Camino a la Perdición, Ghot World o 300 pues bienvenidas sean las adaptaciones, independientemente de su fidelidad al original, o de su inferioridad con respecto a este (el libro siempre es mejor que al película, en este caso el comic siempre es mejor que la película) estamos ante buenas películas (siempre en mi opinión, claro), que es realmente lo que importa, si de una adaptación del comic al cine obtenemos películas de la calaña de La liga de los hombres extraordinarios, The Spirit o Catwoman, pues bueno, son malas películas y una pérdida de tiempo, pero no restan un ápice de calidad a las obras en las que están basadas, así que ¿qué más da?, una mala película más, ni que no las hubiera con guiones originales hombre.

En fin tal vez lo peor de una mala película basada en un comic sea que el gran público piense que ese comic sea así de malo y no se acerque a él, claro que ese argumento también tiene su reverso, de una buena película basada en un comic puede que el gran público piense que ese comic sea así de bueno y se acerque a él, en cualquier caso, si tenemos en cuenta que la inmensa mayoría de ese gran público no se acercaría al comic si no fuera por la película, sea esta buena o mala, seguro que alguien se pilla el comic, aunque solo sea por curiosidad, por lo que en principio no veo que tenga nada de negativo…a no ser claro que el mundo del cine condicione al del comic y le impida seguir su propio camino, algo que, por mucho que pueda pasar en Marvel o DC, no es algo que pueda pasar en el comic como medio, así que repito, bajo mi punto de vista las adaptaciones del comic al cine no tiene casi nada de malo, y si mucho de bueno, por lo que no termino de entender el rechazo frontal de Moore al concepto mismo de adaptación.

martes, 17 de febrero de 2009

Daredevil: Historia de un hombre sin miedo: Parte XCVII: Guionistas sin miedo IV.

Seguimos con la serie de post dedicados a los guionistas del hombre sin miedo, en este caso el turno es para los guionistas más relevantes del volumen II del personaje.



Kevin Smith: Guionista de los Marvel Knights: Daredevil volumen II números 1 a 8, convirtió a Daredevil en la estrella del recién lanzado sello Marvel Knights y lo puso por primera vez en años en el top ten de los comics más vendidos en los USA, su etapa, corta pero intensa, supuso la muerte de Karen Page, secundario clave en la colección, lo que le valió bastantes criticas en su momento.

Cineasta de cierto éxito y ídolo de un sinfín de frikis, sus películas, llenas de guiños al mundo del comic (en especial Mallrats), mostraban a las claras la figura de un director, actor y guionista aficionado hasta la medula al comic de superhéroes, sería precisamente esta afición lo que llevaría a Joe Quesada y Jimmy Palmiotti, a la sazón recién nombrados editores del sello Marvel Knights, a proponerle como escriba para Daredevil, Smith, gran aficionado al personaje, se mostró reacio al principio, por miedo a meter la pata, pero pronto fue convencido realizado una corta saga que supuso un éxito rotundo, afianzo la llegada de guionistas de otros medidos al género, y convirtió a Smith en guionista estrella y superventas, tal y como demostraría en su etapa de quince números en el Green Arrow deceita, etapa que también copo el top de Diamond comics y que supuso la vuelta a la vida de Oliver Queen, tras esto regreso a Marvel, en lo que se esperaba fuera un retorno triunfal, ya que incluso se llego a barajar la posibilidad de que fuera el guionista de Amazing Spiderman, sin embargo su falta de seriedad, que le llevaron a tardar casi tres años en completar la miniserie de seis números, Spiderman/Gata Negra: El mal que hacen los hombres, y a dejar inconclusa la miniserie Daredevil: Target, que se suponía iba a ser el reencuentro en DD y Bullseye, después de que este matara a Karen, y de la que solo escribió un número, llevaron a un claro enfriamiento de sus relaciones con la Casa de la Ideas.

Tras estar ocupado en sus últimos proyectos cinematográficos, donde su fracaso a la hora de hacer una comedia romántica más o menos clásica (Jersey Girl), le obligo a recular y volver al humor gamberro con Clerks 2, Smith ha vuelto al mundo del comic con un nuevo proyecto para DC centrado en la figura de Batman.

Señalar por último que también en el mundo del comic, y antes de su llegada a Daredevil, Smith fue el guionista de diversos proyectos centrados en personajes de su particular mundo cinematográfico, como Bluntman and Chronic, comics de Clercks o de Jay y Bob el silencioso.



David Mack: Guionista de los MK: Daredevil volumen II, 9-11, 13-15, y 51-55, se encargaría también del dibujo de estos últimos así como de la primera saga guionizada por Brian Michael Bendis para el cuernecitos en los MK: Daredevil volumen II 16-19, creador de Eco, y autor de múltiples portadas, cabría destacar que los MK: Daredevil volumen II 51-55, estaban en un principio planeados como serie limitada de Eco, pero al final se opto por incluirla en la colección regular para dar descaso al dúo Bendis/Maleev, de ahí que el protagonismo de Daredevil en la saga sea más bien escaso.

Autor de la independiente Kabuki, colección de irregular aparición primero en Image y hoy en sello Icon de Marvel, Mack, se convirtió en sucesor de Smith en DD, en una etapa caracterizada por la búsqueda de Quesada (Palmiotti cada vez estaba más relegado) de nuevos talentos ajenos a Marvel, y que normalmente no trabajarían para la editorial; más allá de su trabajo en ya reseñado en Daredevil, Mack ha realizado algún que otro número de los Nuevos Vengadores de su amigo B. M. Bendis, y multitud de portadas, destacando en este aspecto las de la serie Alias.

Dibujante de estilo pictórico y de influencia muy variadas, Mack no destaca tanto por su sentido de la narración, a veces (solo a veces) un tanto caótico, como por la plasticidad y vistosidad de su trabajo, que en ocasiones recuerda al de Dave McKean, su faceta como guionista, aún interesante, es, desde luego mucho menos atractiva.



Brian Michael Bendis: Autor de los MK: Daredevil volumen II números 16-19, 26-50, 56-81, y de la serie limitada de tres números Daredevil: Ninja (donde entro en contacto por primera vez con el personaje), Bendis es el escriba que más números ha realizado del personaje, con un total de 54 números; su etapa que desde un principio bebió mucho del Daredevil de Miller y tomo conceptos del de Chichester, (dotándolos eso si de mucha más profundidad e interés), es sin duda una de las más destacadas en la historia del personaje, tanto por su duración como por su calidad, calidad que le supuso varios premios de la industria.

Guionista estrella de la Marvel actual de la que sin duda es uno de sus principales directores, es curioso observar como la trayectoria de este guionista, le llevo desde bordar el género negro en obras independientes como Jinx, Torso, o Goldfish (en algunas ejercería incluso de dibujante, faceta hoy casi olvidada), a convertirse en alma mater de todo un universo de ficción superhéroico.

Si miramos atrás, sería en Image (editorial para la que también realizaría la interesante Powers, hoy bajo el sello Icon en Marvel) donde Bendis realmente se daría a conocer, con su trabajo para el Sam and Twicth, la extraña pareja de detectives del Spawn de Todd McFarlane, a partir de ahí llegaría la llamada de Quesada siguiendo el patrón de búsqueda de talentos fuera de Marvel, y el resto es historia.

Tras un debut más bien discreto en Daredevil (tanto en su primera saga, como en el Daredevil: Ninja), Bendis junto tres éxitos casi simultáneos, su etapa al frente del cuernecitos, Ultimate Spiderman y Alias, colección esta última que probablemente constituya su mejor trabajo para las Casa de las Ideas, a partir de ahí y ya convertido en una estrella, Bendis configuraría en Universo Marvel actual desde la lamentable Vengadores Desunidos, a la que siguieron, Dinastia de M, Civil War (de la que sería uno de sus arquitectos) e Invasión Secreta, cada una con sus múltiples consecuencias.

Guionista muy discutido, al principio sobre todo por sus errores de bulto en el tema de la continuidad, después por su criticado pero exitoso trabajo al frente de los Vengadores, y siempre por ser un adalid del un estilo de narración descomprimida, que alarga las tramas hasta el infinito y que hace que al lectura de un comic individual sepa a muy poco, ante las pocas cosas que allí se narran, Bendis sigue a día de hoy como referente clave del Universo Marvel, y la cosa no tiene ninguna pinta de cambiar.



Bob Gale: Autor de los MK: Daredevil volumen II números 20-25, su etapa retoma en cierta medida el espíritu de la de Kesel, esto es el Daredevil alegre y desenfadado previo a la llegada de Miller, un saga fresca y entretenida que siempre viene bien.

Afamado guionista de cine (es el coautor de los guiones de la trilogía de Regreso al Futuro), Gale es también un gran aficionado a los comics, sobre todo en su vertiente más clásica, precisamente en esta faceta de su carrera, además de su trabajo en Daredevil, destacaran sus contribuciones a Batman durante la Tierra de Nadie, o a Spiderman con el Brand New Day.



Ed Brubaker: Autor de la colección desde el Daredevil volumen II número 82 (la serie dejo de estar enclavada en el sello Marvel Knights con el fin de la etapa Bendis), su etapa continua hoy en día, marcada en un principio por las tramas no cerradas por Bendis, tras tomar su propio camino, Bru se ha centrado sobre todo en recuperar y actualizar personajes clásicos.

Tal vez el guionista más interesante de la Marvel actual, Brubaker se inicio en el comic independiente, donde pronto llamo la atención de DC, para la que además de escribir interesantes proyectos en el sello Vertigo como Deadenders o La Escena del Crimen, protagonizaría junto a Greg Rucka, una de la etapas más interesantes del Batman desde el Año Uno de Frank Miller, además y de nuevo con Rucka rozaría la perfección en la serie Gotham Central, centrada en los policías de la ciudad del murciélago.

Diferentes desavenencias con DC le llevarían a Marvel donde desde el principio fue tratado como una estrella, y donde está protagonizando una memorable etapa en el Capitán América, además de escribir también comics como el ya mencionado Daredevil o La Patrulla X.

Sin embargo su trabajo más destacado lo encontramos cuando se centra en sus propias historias, como es el caso de la magnífica Sleeper para Wildstorn, donde el género negro, se mezcla con los superhéroes, o Criminal para Icon, donde su particular querencia por le género negro es expresada sin ningún tipo de matiz, a todo esto habría que añadir proyectos relacionados con Authority de nuevo en Wildstorn.

Lo mejor de 2008: Batman Año 100.

Seguimos con el repaso a lo mejor del 2008, con esta pequeña joya a cargo de Paul Pope, un comic que vuelve a demostrar el potencial de Batman para atraer autores ajenos en principio al mundo superhéroico.

El poder de atracción que ejerce Batman para autores que normalmente no trabajarían en el género superheroico es innegable, el hecho de que a lo largo de sus 70 años de historia haya tenido multitud de interpretaciones, y que todas sean, no solo validas, si no que hayan sido absorbidas sin ningún problema por el personaje, hace que este sea muy atractivo para todo tipo de artistas con talento y ganas de experimentar con uno de los mayores iconos del comic americano, esto ha llevado al surgimiento de todo tipo de atractivas propuestas (todas , eso sí, fuera de la continuidad oficial del personaje) que ya sea en forma de antología (Batman: Black and White), ya sea en forma de “Otros Mundos” (Luz de Gas, Batman y Drácula, o incluso DK) ha permitido ver a un variado e interesante grupo de artistas dar su visión sobre el hombre murciélago, con un alto grado de libertad creativa.

En este contexto cabría situar este Batman: Año 100 de Paul Pope, uno de los artistas independientes más interesantes del comic americano actual; la obra aunque no es el primer acercamiento de Pope al personaje, si es su trabajo más ambicioso, tanto en forma como en fondo sobre el mismo; la idea central de Pope parte de situar a Batman 100 años después de su nacimiento oficial, esto es en el año 2039, y retomar su figura como leyenda urbana en un mundo dictatorial muy cercano a la ya tantas veces vista anti utopía orwelliana; así si bien desde un punto de vista “literario”, la obra es interesante y bien escrita lo cierto es que es un comic bastante convencional, con una visión del personaje muy, muy cercana a la ya mostrada por Miller, y que plantea una trama que suena a ya leída: un misterioso asesinato, la irrupción de Batman al que todos creían más un mito que otra cosa (y cuya identidad, es decir si es o no el mismo Batman que el de 1939, es uno de los elementos clave de la obra), una peligrosa conspiración gubernamental y un Batman a medio camino entre lo terrorífico y lo detectivesco, en fin una buena historia sobre el personaje, pero en definitiva algo que sus seguidores ya nos conocemos casi de memoria.

Pero si esto es así, ¿dónde radica le excelencia de la obra que la sitúa sin duda entre lo mejor del 2008?, pues ni más ni menos que en el espectáculo narrativo que el comic desprende por los cuatro costados, Pope, con una narración firme y elegante, planifica la obra al milímetro, estudia al personaje y lo representa como una fuerza terrorífica pocas veces vista antes, la planificación de la pagina, a veces convencional, a veces rupturista, alcanza cotas maravillosas desde casi el principio, con una persecución de Batman a cargo de la policía en la que casi sentimos el sudor y el cansancio del personaje, amén de un combate excepcionalmente coreografiado, la expresividad de los rostros que lo dicen todo sin necesidad de palabras (el hartazgo de Gordon, la firmeza moral de Batman, el terror de sus rivales….), todo esto y más hacen de Batman Año 100 un autentico ejemplo de cómo funciona el lenguaje del comic, y tornan la obra en una de las más interesantes del año pasado.

Para finalizar si acaso mencionar la edición de Planeta, que sorprendentemente opta por recopilar la miniserie original de cuatro números en un solo tomo de tapa blanda (y no es una crítica, todo lo contrario), en un producto que con multitud de extras (bocetos, preguntas del autor a los editores, propuestas e incluso, a modo de complemento, una historia corta titulada Berlín Batman, sobre un hipotético Batman alemán surgido en pleno auge del nazismo, una historia en la que Pope no brilla a su mejor altura, todo sea dicho), parecía destinado a la tapa dura, no ha sido y en los tiempos que corren creo que es motivo de alegría, en fin una edición solida, a un precio relativamente interesante (16, 95 por 240 páginas, eso si no todas de comic) que merece la pena ante la inmensa calidad del producto que contiene.

lunes, 16 de febrero de 2009

Big Culo Day 2.0: el culo sin miedo.


Un año más regresa la sin par iniciativa blogeril del bueno de Jotace, para que los bloggers comiqueros de todo el mundo mundial estemos más unidos que nunca, yo queriendo aportar mi granito de arena al asunto, y consonancia con el tema central del blog (nuestro sin par cuernecitos), os dejo una llamativa a la par que curiosa (je, je) imagen de uno de los personajes más interesantes que jamás ha apasado por las páginas del hombre sin miedo.

martes, 10 de febrero de 2009

Vertigo hoy, el relevo ha llegado.

Durante muchos años el sello Vertigo ha tenido un prestigio tal que la sola presencia de su sello parecía ser sinónimo de calidad, esto que ha servido para ocultar autenticas medianías, tenía mucho de verdad ante la inmensa calidad de su principales estandartes (muchos de los cuales fueron incorporados al sello “retroactivamente”, todo hay que decirlo), sin embargo a día de hoy las cosas no parecen tan claras.

Con el fin de Y, the last man y de 100 Balas (a lo que solo le queda un número en los USA), la ya veterana Fábulas (y su spin off, Jack), pareció durante un tiempo quedarse casi en solitario como símbolo de la otrora grandeza de un sello que últimamente parecía venido a menos, las interesantes propuestas de Lovelees y America Virgin, ambas en manos de autores consagrados (Azarrello en el primer caso, Seagle en el segundo), parecían tornarse en los nuevos estandartes de un sello acostumbrado a grandes hits que simbolizaran su calidad, sin embargo por diferentes motivos ambas resultaron un relativo fracaso creativo, y un rotundo fracaso comercial, dejando a Vertigo sin series nuevas que realmente resultasen llamativas.

A la hora de buscar una explicación la cosa se torna compleja, aunque si es verdad es que parecía notarse una cierta falta de relevo creativo, así mientras Gaiman, Moore, Ennis, Ellis o incluso Morrison, parecen ocupados en otras cosas, sus sucesores naturales, o bien no han encontrado el camino tras su éxito inicial (Azzarello, un guionista como la copa de un pino, que antes o después volverá a demostrarlo) o bien parecen haberse perdido en un aire de excesiva pretenciosidad (Seagle) o incluso se han centrado en otras cosas más lucrativas (Vaughan con su colaboración en Lost); y es que para un sello que tradicionalmente ha vivido tanto de los guionistas (llegando a descuidar, en ocasiones de manera lamentable, la vertiente artística de sus comics), el no encontrarlos suponía una tragedia no disimulable con humo o golpes de efectos, como pueda suceder en los casos de los Universos Marvel o DC.

Sin embargo este oscuro panorama no significa que todo este perdido, ya que en el horizonte asoman un par de obras que tiene toda la pinta de convertirse en un clásico, y que parecen confirmar que el relevo ya está aquí, primero Scalped, de Jason Aaron y R.M. Guerra, del que ya hemos visto dos tomos en España, un comic ambientado en una reserva india, donde el más puro género negro se mezcla con las tradiciones y el futuro de una raza orgullosa de sí misma pero herida de muerte desde hace ya demasiados años, un comic magnifico tanto en guion como en dibujo que encuentra su réplica en DMZ de Brian Wood y Ricardo Burchielli, que con tres tomos publicados en España ya parece ser (con permiso de Fabulas) el nuevo símbolo del sello, se trata de un comic ambientado en unos Estados Unidos sumidos en su segunda guerra civil, y en la que un periodista queda atrapado en plena zona de nadie, situada en el corazón de Manhattan, desde donde tratara de informar sobre la vida real de la gente atrapada en fuego cruzado, y que solo tratan de vivir sus vidas como pueden; un comic con un ritmo magnifico, que cuenta además con agiles diálogos y enrevesadas situaciones que no hacen sí que aumentar el interés por las siguientes entregas de la colección, además Wood es el guionista también de Northlanders, comic que todavía no ha llegado a nuestro país pero que viene avalado por excelentes críticas, haciendo que Wood junto a Willingham sea el autor más importante del sello a día de hoy.

En fin, que en el Vértigo actual tenemos, cinco series cargadas de interés (al menos a priori), a saber: Fabulas y su spin off, Jack de las Fabulas, Scalped, DMZ y Northlanders, lo que unido a la siempre interesante Hellblazer, y alguna que otra sorpresa (a ver qué tal ese House of Mystery de Willingham), da un panorama mucho más halagüeño que el de hace apenas un par de años, donde solo destacaban veteranas como Y, 100 Balas o Fabulas.

lunes, 9 de febrero de 2009

Moore/Miller: Dos caminos para revolucionar un género.

Cuando uno piensa en la década de los 80, al menos en lo que al comic de superhéroes respecta, encuentra dos grandes autores que revolucionaron el género, que le hicieron dar un paso adelante, que consiguieron que este fuera definitivamente visto como adulto, Alan Moore y Frank Miller; no deja de ser curioso sin embargo, que dos autores tan distintos alcanzaran tal grado de influencia.

Watchmen y The Dark Knight Returns (DK de ahora en adelante) son las dos obras maestras que sirven como punta de lanza de la influencia de Moore y Miller, no son sus únicas obras maestras, a lo mejor ni siquiera sus mejores comics, pero lo que sí está claro es que son los símbolos de toda una época…y no podían ser más distintos entre sí.

Dejando aparte lo obvio (que no por ello menso relevante), esto es que Miller es un autor completo que controla casi siempre todos los aspectos de su obra, mientras que Moore se apoya siempre en unos dibujantes más o menos brillantes para plasmar sus ideas (en este caso un muy brillante Dave Gibbons); las diferencias entre Moore y Miller quedan claramente simbolizadas en sus dos obras más conocidas.

Watchmen es muchas cosas, su complejidad estructural sobrepasa con creces los limites de este post y da para escribir varios libros (como veremos este mes con dos textos uno de Rafa Marín otro de Dave Gibbons), sin embargo simplificando un poco (no queda otra), Watchmen supone (entre otras cosas) una deconstrucción del héroe, para mostrarnos paso a paso cuales son los elementos que le hacen funcionar y demostrarnos así la imposibilidad de su presencia en un contexto netamente realista, a no ser claro, que estemos ante gente de dudosa estabilidad mental, bajo este prisma Watchmen nos muestra cómo podría ser la presencia de justicieros en un mundo si no como el nuestro si muy parecido, y como estos influyen y son influidos por la sociedad, en este caso resulta paradigmático el papel del Dr. Manhattan, único superhombre del comic, y cuya sola presencia modifica tanto el equilibrio de poder entre las superpotencias como actos tan cotidianos como el obtener energía para un coche, solo como paunte un pco al margen del tema central; resulta aquí curioso comparar al Dr. Manhattan con Miracleman (ortra de las grandes de Moore), ambos, situados en un entorno extremadamente realista, se elevan por encima de una humanidad a la que claramente trascienden, pero mientras el segundo trata de crear una utopía y llevar al mundo a un lugar mejor (contando o no con la aprobación de sus habitantes), el primero decide alejarse, incapaz de integrarse en un mundo que ya no ve como suyo y que nada le tiene que aportar.

En fin, que en muchas ocasiones la grandeza de Watchmen está en los detalles, esos pequeños detalles que dan razón de ser al cuento de piratas, o que permiten concebir realmente la influencia de Manhattan, así Watchmen es una obra de compleja lectura, con múltiples capas, que es casi imposible de abarcar en única lectura y que requiere mucha reflexión y esfuerzo por parte del lector, algo que salvo excepciones es bastante común a toda la obra de Moore.

DK sin embargo es algo totalmente distinto, mucho más primaria, tanto estéticamente como en discurso, DK no pretende situar a los superhéroes en un contexto realista y a partir de ahí desarrollar una compleja estructura de múltiples capas, no, DK busca recuperar al héroe mítico, busca recuperar la sensación del héroe como una fuerza de la naturaleza incontenible que más allá del bien y del mal persigue aquello que es justo, para ello Miller toma también elementos realistas, pero los retuerce para que se adapten a su discurso, así, DK aparece como una obra mucho más visceral, mucho más potente, y también menos reflexiva, pero que consigue agarrarte por el cuello desde el principio y no soltarte hasta que has acabado la última página con una sensación de “¡joder vaya pasada!”, al igual que Watchmen, DK agradece sucesivas relecturas, pero a diferencia de aquel no tanto para buscar nuevos matices, si no para conseguir de nuevos esas sensaciones fuertes que solo aquellas obras que te golpean en lo más hondo pueden conseguir, por decirlo de alguna forma, Watchmen sería el Padrino, DK, Uno de los Nuestros.

¿Cuál es mejor?, bueno no veo la necesidad de elegir, pero sí de sensaciones se trata, si de emoción hablamos, si buscamos iconicidad en estado puro, DK me llego mucho más de lo que jamás lo hizo Watchmen…comic que sin embargo es infinitamente más complejo, exigente y ambicioso.

domingo, 8 de febrero de 2009

Daredevil: Historia de un hombre sin miedo: Parte XCVI: Guionistas sin miedo III.

Tercera parte de la serie de post dedicados a los guionistas del hombre sin miedo, en este caso con los últimos escribas del volumen I del personaje.

Gregory Wright: Autor de los Daredevil volumen I números 328, y 332-337 (que en principio debían ser números de transición en espera del regreso de Chichester), Wright será más relevante en la historia del personaje por haber sido el guionista de la mayoría del los anuales del volumen I del mismo, y es que los anuales 6 a 10 en lo que a sus historia principales se refiere (así como a gran parte de las secundarias), llevarían los guiones de Wright, lo que teniendo en cuenta que de los cuatro primeros anuales solo dos tuvieron historias inéditas, da como resultado que Wright fue el guionista de 5 de los 9 anuales que tuvo el personaje con historias inéditas en su volumen I.

Más conocido por su faceta de colorista (con multitud de trabajos tanto en Marvel como en DC), que no en la de guionista, Wright en este segundo campo tiene como referencia fundamental su trabajo en Daredevil, un trabajo mediocre pero cumplidor que apenas se ve complementado por su labor con personajes como Deathlock, Nick Furia o Marta Plateada (de la que escribiría los 35 números de su serie regular); en fin un oscuro guionista de los 90 que sin embargo ha demostrado ser un buen colorista.



Jean Marc DeMatteis: Guionista de los Daredevil volumen I números 344-350, fue el responsable del relanzamiento del personaje durante la Marevolutión en una saga que con ecos de Born Again y retomando tramas de El Hombre Sin Miedo, permito dejar “limpio” al personaje de cara a sus sucesores.

Autor de dilatada trayectoria profesional su nombre esta ligado sobre todo a dos colecciones, Spiderman, donde además de ser el autor (junto a Mike Zeck) de esa maravilla que es La Última Cacería de Kraven, sería responsable de los pocos momentos interesantes que el personaje vivió en ls 90, y JLA/JLE/JLI, donde junto a Keith Giffen y un sin fin de dibujantes creo un clásico inmortal del comic de superhéroes en el que además de reírse de lo divino y de lo humano demostró como hacer un comic de grupo con personajes secundarios y tener éxito en el empeño.

Más allá de esto, De Matties ha sido también responsable de una larga e interesante etapa en el Capitán América, de nuevo junto a Mike Zeck, además de trabajar en multitud de personajes tanto para Marvel como para DC (Doctor Extraño, El Espectro, Mr. Milagro, etc), además de realizar diversos proyectos para Vertigo (Seekers into the Mysstery) o Epic (Moonshadow).

En los últimos años ha retomado su colaboración con Giffen en series como Defensores (para Marvel), o Héroe al Cuadrado y spinoff de esta como la Brigada Planetaria para la independiente Boom Studios.

Guionista muy dado a la profundidad psicológica y el estudio de las motivaciones de los personajes, ha demostrado en sus colaboraciones con Giffen que la seriedad y profundidad de muchos de sus trabajos no esta reñida con el humor, del que también ha sido un maestro gracias a sus ágiles diálogos.



Karl Kesel: Guionizo al personaje durante apenas once números (353-357, 359-364, del volumen I de Daredevil), pero fue más que suficiente para dejar muestra de su buen hacer, devolviendo al personaje una luz hace tiempo perdida y retomando un poco la alegría del Daredevil preMiller, sin por ello renunciar a su esencia, un soplo de aire fresco que sin duda le vino bien al personaje.

Tal vez más conocido por sus trabajos como entintador (faceta en la que ha trabajado en multitud de series) que no como guionista, lo cierto es que Kesel ha demostrado su buen hacer también en esta faceta tanto en DC (especialmente en DC) como en Marvel; guionista de corte clásico su trabajo más destacado es sin duda la creación de Conner “Superboy” Kent, un personaje que llegaría a gozar de gran importancia en DC hasta su muerte con motivo de las Crisis Infinitas, más allá de esto cabría destacar su labor en Harley Quinn junto a Terry Dodson o en el crossover La Noche Final junto al dibujante Stuart Inmonen, uno de los más interesantes que la editorial tuvo en los 90, en Marvel además de en Daredevil o en colecciones de Universo 2099, su trabajo más interesante es el llevado a cabo en diversos fill-in para Los 4 Fantásticos, donde ha realizado un trabajo en ocasiones muy superior al de los equipos regulares, y que le postula como sempiterno aspirante al puesto de guionista de la serie, su trabajo más reciente son los Marvel Apes, una limited con dibujos del español Ramón F. Bach en torno a un Universo Marvel animalizado.



Joe Kelly: Guionista de los Daredevil volumen I, –1, 358, y 365-376, así como del especial Daredevil vs Masacre, que a todos los efectos se puede considerar el anual 11 del personaje, Kelly continuo en cierta medida el espíritu que Kesel infundió en la colección, sin renunciar por ello a su propio camino, explorando más la faceta profesional de Murdock, además de dotar de un origen cuando menos discutible (por no decir que totalmente innecesario) a María Tifoidea.

Guionista prodigio ya que su meteórica carrera le llevo en apenas unos años de escribir una colección secundaria como Masacre (previo paso por diversas colecciones del Universo 2099), a regir los destinos de los X-Men primero y de Superman y la JLA después, sería precisamente su excelente trabajo en el mercenario bocazas (junto con un por entonces también primerizo Ed McGuiness), el que lanzaría a la fama, pasando primero a Daredevil, y luego a los X-Men, colección en la que desembarco cargado de ideas e ilusión, y en la que apenas aguanto un año frente a las continuas injerencias editoriales, tras esto pasaría a DC donde se ocuparía de una larga etapa tanto en Superman como en la JLA además de realizar diversos trabajos para Superboy, Supergirl o Green Lantern.

Su humor socarrón, su buena capacidad para los diálogos, y su habilidad para elaborar tramas interesantes parecían tornar a Kelly en una autentica superestrella de los comics, algo que pareció confirmarse con sus diferentes encargos, sin embargo el paso del tiempo ha demostrado que si bien Kelly es sin duda un competente guionista, su incapacidad para acabar de manera satisfactoria sus buenos planteamientos, y el excesivo clasicismo que se desprende en la mayoría de su trabajo, han hecho del un guionista interesante pero lejos del potencial que se le atisbaba.



Scott Lobdell: Realizo los guiones de los Daredevil volumen I números 376-379, donde sorprendentemente llevo a cabo un trabajo sólido y entretenido que guarda cierto parecido con el éxitoso Sleeper de Ed Brubaker y Sean Philips, un trabajo competente si...lastima que no fuese una historia de Daredevil, si no de un tío con disfraz raro que no recuerda su identidad.

Con Scott Lobdell estamos sin duda ante uno de los más polémicos guionistas de los 90, primero como mero dialoguista, después como guionista completo, Lobdell sería el encargado de suceder a Claremont como referencia clave de los mutantes en los 90, pese a algún que otro acierto, y a que la situación vivida por la franquicia durante gran parte de esa década fue responsabilidad editorial, mas que del autor, lo cierto es que Lobdell encarna lo peor del comic de superhéroes de los 90: tramas llenas de potencial desperdiciadas sin sentido, personajes actuando de manera incoherente, historias aburridas en las que no pasaba nada de nada, crossover gratuitos y sin sentido... así Lobdell es considerado por muchos como el peor guionista de la historia de los X-Men; sin llegar a tanto (no se pueden olvidar sus aciertos en sagas como la Era de Apocalipsis o sobre todo con la creación de Generación X, sin duda su mejor trabajo en la franquicia mutante), lo cierto es que el recuerdo que dejo Lobdell no puede ser calificado de positivo.

Más allá de su trabajo en los mutantes Lobdell, colaboro con Jim Lee en el Iron Man de Heroes Reborn, junto a Alan Davis guionizo los tres primeros números de los 4F del Heroes Return, además de colaborar en varias series de Image destacando el crossover de los Wild C.A.T.S con los X-Men, su labor día de hoy esta más centrada en su faceta de productor y guionistas televisivo, lo que le mantienen alejado del mundo de los comics.

viernes, 6 de febrero de 2009

Lo mejor del 2008: El inmortal Puño de Hierro.

Inicio con esta la serie de post dedicados a escribir un poco sobre los comics incluidos en mi top ten del 2008 y que todavía no cuentan con reseña en el blog.

Con dos volúmenes publicados ya en nuestro país (que incluyen los 10 primeros números y el primer anual de la colección), El inmortal Puño de Hierro se ha tornado en uno de los títulos más interesantes de la Marvel actual, una colección que no huye de sus raíces ni pretende ser lo que no es, y que cumple con creces la función principal de este tipo de comics: entretener.

Creado en plena moda de las artes marciales en los 70, Danny Rand el Puño de Hierro, vivió sus gloriosos 15 minutos de fama de la mano de unos primerizos Claremont y Byrne, que con ganas de comerse el mundo realizaron una serie de comics que son hoy un clásico del género, sin embargo los dos autores se marcharon en busca de metas mayores, y Danny sin caer nunca en el olvido, fue poco a poco decayendo pasando de ser un personaje fresco e interesante en el Universo Marvel, a ser casi un secundario de secundarios, su asociación con Lucke Cage, sus continuas miniseries, o su inclusión en grupos como Héroes de Alquiler (una colección magnifica, pero de muy escaso recorrido comercial), no terminaban por situar al bueno de Danny en un primer plano que por potencial, sin duda merecía, incluso cuando Bendis, guionista estrella de la editorial, recupero a su amigo Lucke Cage, Danny apenas si fue su sombra, teniendo poco protagonismo, y siendo en no pocas ocasiones muy mal tratado.

La situación cambio con la llegada de Ed Brubaker a Daredevil, guionista inteligente y capaz (sin duda el más interesante con el que cuenta Marvel hoy en día) y formado en esto de los superhéroes en la DC y su antigua tradición del legado de los héroes; Brubaker no tardo en darse cuenta del tremendo potencial del personaje, así en su interesante y prometedora primera saga en el hombre sin miedo, Brubaker hizo que Daredevil patrullara las calles de la Cocina del Infierno mientras Murdock estaba en la cárcel, ¿cómo era esto posible?; uno no sabe muy bien si fue por deseo del guionista o por la imposición editorial de tener un Daredevil en la Civil War sin interrumpir la trama que venía desarrollando Brubaker (heredada, por cierto, directamente de Bendis), pero lo cierto es que ese Daredevil resulto ser Danny Rand, disfrazado de demonio cumpliendo el contrato de un misterioso personaje.

La trama de quien estaba detrás de todo se resolvió en Daredevil, pero la presencia de Rand en sus páginas volvió a ponerlo a vista de todos y listo para el lanzamiento de una nueva colección, que además sería apoyada con la inclusión del personaje en al exitosa Nuevos Vengadores, donde de nuevo Bendis demuestra no saber qué hacer con él (si al menos Danny fuera el único…), dejando esto aparte, la nueva colección tendría como responsables creativos al propio Brubaker y a Matt Fraction (valor en alza en la Marvel de Quesada, aunque confieso que todavía no he llegado a averiguar el porqué) en las labores literarias, y al español David Aja en la parte artística, y tenía como planteamiento inicial un peregrino “artes marciales y pasta a raudales”, por aquello del que el amigo Rand tiene más duros que Beckham y Ronaldinho juntos, gracias a un imperio empresarial heredado de su padre.

La idea inicial, un tanto desconcertante a priori pronto demostró tener algo más detrás, y es que como decíamos antes Brubaker se formo en esto de los superhéroes en DC, y si tenemos en cuenta que Rand es el heredero de una fuerza milenaria procedente de la mítica ciudad perdida de K'un-L'un a la que solo se puede acceder una vez cada mucho tiempo, ¿por qué no introducir el concepto de legado en el personaje?, ¿por qué no hacer que Rand solo sea el último de una orgullosa casta de Puños de Hierro, que se ganaron por derecho propio ese poder?, una idea simple a la par que genial que se convierte en el motor de todo lo que hemos leído hasta ahora, y que dota de un transfondo mítico al personaje, que no solo no contradice nada de lo anterior, si no que lo enriquece y lo hace más interesante.

Así el primer tomo se centra en la llegada de Orson Randall al vida de Danny, Orson es su antecesor como Puño de Hierro, lo cual plantea la duda de cómo es que Danny tiene el poder del puño si su antecesor no está muerto, planteado el conflicto, Orson le contara a Danny la verdad sobre sus orígenes y le advertirá sobre la existencia de una conspiración que acabo con la vida de su padre, Wendell Rand y que ahora va a por él, todo esto coincide además con el retorno de K'un-L'un, a la que Danny abra de representar en un torneo de artes marciales, argumento este que se desarrolla en el segundo tomo, a esto habría que sumar otra conspiración, en este caso para hacerse con el control de la empresa de Danny, así las cosas, El Inmortal Puño de Hierro aparece como un comic enormemente entretenido, muy bien escrito y excepcionalmente dibujado por un David Aja (que por desgracia no dibuja, ni de lejos todos los números), que con un gran dominio del juego de luces y sombras y con una asombrosa composición de página, consigue un comic muy bien narrado y de un aspecto visual impecable.

En fin en apenas diez números, se han abierto multitud de frentes, se ha reescrito y enriquecido de forma coherente el pasado del personaje, y se ha generado una compleja trama de conspiraciones (algo tan del gusto de Brubaker) que a falta de su resolución, no podían resultar más interesantes, todo ello mezclado con espectaculares combates de artes marciales, magníficamente coreografiados por un inspiradísimo David Aja, como matiz señalar si acaso que la edición de Panini es cuando menos innecesaria, un comic sin más pretensión que el entretenimiento (algo que consigue con creces) de aire marcadamente pulp, y de vocación claramente comercial, no necesita una edición de lujo que encarece el producto hasta extremos casi insostenibles, este tipo de ediciones se deberían reservar para reeditar obras maestras del género, no un comic nuevo editado por primera vez en España, y que probablemente vea limitado su potencial por una edición desmesuradamente cara, para nada acorde con el espíritu de su contenido.

miércoles, 4 de febrero de 2009

La maldición del coleccionista, o la imposibilidad de evolución en los Universos Marvel y DC

Hace uno días en el siempre interesante blog UTCON se genero un debate en torno a Spiderman, sus ventas tras OMD y el coleccionismo, el tema me parece lo suficientemente interesante para dedicarle un post.

Creo que casi todos podríamos coincidir en que los Universos Marvel o DC son bastante endogámicos en sí mismo, la continuidad, la falta de libertad creativa y el peso de décadas de historia hacen que estos universos de ficción lleven por lo general muchos años atascados en su propio mundillo casi incapaces de salir de él salvo en proyectos puntuales o con autores concretos, esto no hace que sean inaccesibles ni mucho menos, pero sí que en ocasiones sean algo alienantes y difíciles de seguir, lo curioso es que los tímidos (o no tan tímidos) intentos de revolución o de cambio chocan frontalmente con unos aficionados que en el fondo lo que quieren es leer “comics de superhéroes de toda la vida”.

Esto está claro que estanca la evolución de dos mundos que no podrán pasar nunca (de seguir así ) de un determinado punto, Batman siempre vencerá al Joker, y Spiderman siempre tendrá veintantos, aun así y pese a esta clara rémora, la cierto es que todavía se pueden encontrar en Marvel o DC comics muy interesantes que cuando menos cumplen su función principal, entretener, función esta que desde siempre ha sido menospreciada por parte de algunos sectores que consideran que cualquier forma de expresión artística ha de dar algo más que mero entretenimiento, y si bien es cierto que el comic como cualquier otra forma de expresión tiene múltiples obras que van más allá del mero entretenimiento, no lo es menos aquellos comics que buscan solo esto no tienen en si nada de malo, todo lo contario, me parece incluso una intención loable, el problema viene cuando ese entretenimiento se busca mediante la reiteración de las mismos métodos una y otra vez de forma machacona, porque ¿cuántos años puede una formula repetirse sin agotarse?, en Marvel y DC es obvio que piensan que hasta el infinito y más allá, y OMD es un claro ejemplo ya que en el fondo es un “back to basic”, concebido si, desde la desvergüenza y la falta del respeto con el lector, pero al fin y al cabo un mero y rutinario “retorno a las esencias”, tan habitual en ambos universos.

Entrando un poco en el fondo del asunto ¿quién tiene la culpa de esto?, ¿la editorial inmovilista e incapaz de probar cosas nuevas, o los lectores coleccionistas que pase lo que pase van a comprar tal o cual comic impedientemente de su calidad?, retomando el caso de Spiderman, antes de OMD era una colección que contaban con más de cienmil lectores mensuales, ahora rara vez pasa de sesentamil, es innegable que mucha gente ha abandonado el barco, pero también lo es que más o menos la mitad de los que había antes se han quedado, estamos por lo tanto ante los irreductibles, los que pase lo que pase compraran el comic, ¿son ellos responsables, o al menos corresponsables de la situación?.

El tema es más complicado de lo que parece, porque si bien es cierto que la editorial siempre juega con la baza del coleccionismo siendo consciente de que pase lo que pase un número x de personas siempre comprara sus comics, también debería saber que mantener una industria en torno a estos irreductibles, es poco menos que un suicidio comercial, por lo que personalmente tiendo a pensar que pese a todo, la culpa del estancamiento de muchos elementos en Marvel o DC pasa primero y sobre todo por el inmovilismo editorial, sigue por la presión de parte del fandom que realmente no quiere cambios y termina en unos autores que en no pocas ocasiones no están a la altura de las expectativas y que cuando lo están, o se marchan a contar sus propias historia, (paso totalmente lógico), o ven su trayectoria cortada por la necedad editorial, volviendo así al primer paso.

En fin, realmente pienso que nuestra responsabilidad como coleccionistas es importante, pero limitada, porque si al final el tema es que estamos dispuestos a comprar tal o cual comic (en mi caso Daredevil y la Patrulla X) independientemente de su calidad, es responsabilidad de la editorial que su calidad sea lo suficientemente alta como para que no se sostenga solo con la ventas de los irreductibles, ya que de ser así, al final incluso nosotros caeremos.