jueves, 27 de marzo de 2008

Frank Miller, un balance personal.

Bueno después de más de 40 post reseñando, si no toda, si la practica totalidad de su trayectoria, y a falta de que se publique en España su tan polémico All star Batman & Robin, de que el año que viene se estrene su primera película como director en solitario (Spirit) y de que finalmente se haga realidad el no menos polémico proyecto de Batman vs Al Qaeda (Batman: Holly Terror), es hora de hacer un balance personal, muy personal de un autor que ha marcado un antes y un después en este maravilloso medio de expresión.

Creo que ya lo he contado alguna vez, el primer comic que leí en mi vida de Daredevil era uno del volumen I de Forum (no recuerdo el número), en el que en una portada totalmente en blanco Daredevil gritaba de dolor, la portada ya de por si me impacto, simple pero poderosa, en una época en al que no coleccionaba nada si que un mes compraba un Los Vengadores y otro Spiderman casi siempre guiado por la portada, aquel comic cayo rápidamente en mis manos, su lectura resulto no menos impactante que su portada, un Daredevil con los sentidos hiperdesarrollados tenía que aislarse del mudo y combatir sus demonios internos para lograr salir adelante, el comic me impacto, y aunque en aquella época no me fijaba en los autores, el tebeo quedo grabado a fuego en mi mente.

Pasaron los años, y tras varis intentos fallidos por fin me decidí a empezar una colección y dejar de saltar de un tebeo a otro sin rumbo fijo, ¿la colección?, Daredevil, ¿el motivo?, aquel viejo tebeo ya perdido en mi desván sin fondo que tantos comics ha devorado, pero nunca olvidado en mi cabeza, era el volumen II del personaje el de Nocenti y Romita Jr, y aunque el tebeo de por si estaba muy (pero que muy) bien, en los correos no se paraba de hablar de un tal Frank Miller, que si Frank Miller por aquí, que si Elektra por allí, que si es el mejor del mundo.... y yo pensaba "¿quién coño es Frank Miller?”, de nuevo por los correos (o por un anuncio, ahora no me acuerdo) me entere de que su gran obra maestra con el personaje, algo llamado Born Again, se había publicado de forma cutre como complemento de Spiderman, revise la vieja e incompleta colección de Spiderman de un colega, y recordé un complemento de Daredevil que resultaba ser mejor, infinitamente mejor que la colección que complementaba, “así que este es Frank Miller, joder que crack, pero ¿quién coño es Elektra?”.

De nuevo, paso el tiempo y me entere de la recopilación de la etapa de Miller en el formato Obras Maestras, ya llevaba varis tomos cuando me cosque (a Astorga solo llegaba la grapa, y apenas un tomo ocasional), y como loco me lance a por los tomos en cuestión, “a ver si es tan bueno como dicen”, y lo era, vaya que si lo era, era incluso mejor, hasta ese momento un comic no me había atrapado tanto, hasta ese momento no me había emocionado tanto, Frank Miller era DIOS, ¡¡¡y además aquel mítico comic que tanto me había gustado de chaval era suyo!!!, y ¡¡¡ni siquiera era de los mejores de su etapa!!!, estaba impresionado, Miller era el puto amo, Elektra molaba la ostia, y Daredevil era el mejor personaje de todos los tiempos, (con el paso del tiempo mis opiniones obre la grandeza de Miller, DD y demás se han suavizado, aunque en esencia sigo pensando lo mismo).

De nuevo un salto en el tiempo, estoy en la universidad, tengo más pelas (no muchas) y acabo de volver a los comics tras un par de años alejado del asunto, voy a la librería y veo Batman: El Regreso del Señor de la Noche, de Frank Miller, “coño”, pienso, “este deber ser el comic que decían en los artículos de DD que era la pera”, lo pillo, y de nuevo me atrapa, de principio a fin, es un comic magnifico, genial, tengo que comprar más cosas de Miller, me acerco a Sin City, y auque en principio obras como Ese cobarde Bastardo, me hacen pensar que estoy ante un genio infalible, la lectura de La Gran Masacre o Valores Familiares me muestran que Miller es humano y que también puede hacer comics mediocres, aún así sigo comprando y recopilando, Ronin, 300, Martha Washington, Bad Boy etc, etc,

Con el paso del tiempo, y la perspectiva que este aporta, uno se da cuenta que Miller es un autor de obsesiones, que siempre trata los mismos temas, (sacrificio, individualidad, el héroe o antihéroe como fuera moral, rechazo de las figuras de autoridad etc), pero que siempre consigue hacerlo de forma distinta, siempre consigue sorprenderte, uno se da cuenta también que Miller es un autor que apela al corazón, sus mejores obras son aquellas que te agarran del cuello desde el principio y no te dejan ni respirar, no son obras cerebrales, son obras llenas de pasión de fuerza, de garra, casi como un puñetazo en el estomago, comparándolo con gente como Alan Moore, mientras este apela a la cabeza Miller lo hace casi a tu misma alma, tal vez no sea el mejor autor completo del comic americano, tal ves si, no lo se, y no me importa demasiado, Miller es grande por que es capaz de emocionarte, es capaz de con la historia en apariencia más simple agarrante y no soltarte hasta que acaba, en definitiva Miller es grande, muy grande, e incluso sus defectos (que los tiene y muchos) no hacen si no que engrandecer todavía más su figura, ya que se complementan a la perfección con sus innegables virtudes, esperemos que el cine lo retenga poco tiempo, y de nuevo lo veamos en el tablero de dibujo, produciendo comics tan polémicos como interesantes, tan discutidos como geniales, en definitiva esperemos que Frank Miller siga siendo Frank Miller, pero sea como sea, muchas gracias Frank, muchas gracias de todo corazón.

martes, 25 de marzo de 2008

Loveless, entre el western crepuscular y la decadencia de posguerra.

Con dos tomos publicados en nuestro país que recopilan los 12 primeros números americanos, Loveless se tarta de la nueva serie que para Vertigo ha creado Brian Azarello acompañado en este caso por Marcelo Frusin a los lápices.

La guerra de secesión a acabado, y Wes Custer soldado del ejercito confederado regresa a casa con muchas deudas que cobrar y mucha venganza que repartir, el panorama tras la guerra es desolador, los gente ha perdido gran parte de sus propiedades que han ido a parar a manos del ejercito federal, los antaño esclavos ahora supuestamente “liberados” siguen sin encontrar su camino tras tantos años de sufrimiento, la gente del sur ha perdido a gran parte de sus hijos en una guerra fraticida de la que han salido claramente perdedores, la depresión y la decadencia se extiendan por el otrora orgulloso sur, y Custer, tras vivir los horrores de la guerra, regresa a casa con oscuros secretos que proteger e importantes asuntos que resolver, contando para ello con la ayuda de su no menos enigmática esposa Ruth, presuntamente muerta y que ahora desde las sombras ayuda a su marido a trazar sus planes de retribución.

A grandes rasgos esto es lo que nos podemos encontrar en Loveless, una suerte de western crepuscular con la guerra civil de fondo y con una ciudad llena de secretos y mentiras; como viene siendo un rasgo habitual en Azzarello, Loveless, destaca más por su ambientación, su cuidada recreación de una posguerra tan dura y cruel como fue la que siguió al fin de la última guerra librada dentro de los EEUU, por sus brillantes diálogos, y por sus sólidos personajes que por el trasfondo de la historia, trasfondo que en ocasiones se vuelve confuso y difícil de seguir, a lo que no ayuda tampoco el dibujo y no por que Marcelo Frusin no sea buen dibujante, que aunque esta claro que no es Eduardo Risso (100 Balas) si hace un gran trabajo, si no por que el continuo uso de flashback no esta bien marcado, haciendo que muchas veces uno no sepa si este en el presente del comic o en su pasado, contribuyendo a aumentar esa sensación de confusión

Lovelees
se torna de esta manera, en un interesante relato de un Sur desangrado, herido casi de muerte en un relato que salvado las lógicas distancias recuerda a William Faulkner, este relato, desolador y triste se ve complementado por una estética de western al más puro estilo de Sergio Leone, imitación sin duda buscada y hasta cierto punto de vista conseguido, en un comic plagado de tipos (y tipas) duras hasta la medula, de gatillo rápido y fácil con diálogos contundentes plagados de frases demoledoras, Azzarello traza en el que el sexo, el amor, el desamor y la venganza forma parte consustancial del mismo, y en el que como señalaba antes destaca más la brillantez de la ambientación, la solidez de sus antiheroicos personajes y la fuerza del entorno que la trama en si, que en muchas ocasiones además de confusa, llega a carecer de interés, lo que en gran parte se debe a la morosidad con que esta avanza, habiendo pasado ya 12 números en los que la trama central apenas si se ha movido un ápice.

En definitiva, una obra que pese a sus importantes aciertos, resulta un tanto decepcionante, lo que es una autentica lastima, por que en Loveless uno puede adivinar casi todos los elementos necesario para convertirse en uno de las grandes obras de un sello editorial plagado de comics de inmensa calidad, sin embargo, Loveless se queda en ese medio camino de quiero y no puedo, que si bien hacen que la obra sea un lectura interesante, no termine de convertirse en el clásico que sin duda podría llegar a ser; en fin Pda anuncia su tercer tomo para finales de este año, y siempre queda la esperanza de que la cosa avance un poco, pero sea como sea, y al menos de momento, lo cierto es que Vertigo más allá de Fábulas, y habiendo concluido ya Y, el último hombre, y estando apunto de hacerlo 100 Balas no parece encontrar un claro relevo a estas serie que tanto prestigio y calidad han aportado a un sello, que a falta del éxito comercial se ha tratado de distinguir por la calidad de sus comics.

viernes, 21 de marzo de 2008

Daredevil: Historia de un hombre sin miedo. Parte LXVII: Elektra de Greg Rucka.

A lo la largo de 16 números se prolonga la etapa del polémico guionista americano, etapa que contó además con hasta cuatro dibujantes distintos, y que supuso un loable aunque fracasado intento por hacer evolucionar a un personaje incapaz de despegarse de la alargada sombra de su creador.

Greg Rucka
es un autor polémico, alabado por su trabajos en obras Queen and Country, Detective Comics o Gotham Central, su labor en Wonder Woman, Wolverine o Omac Projet han puesto en el disparadero a un guionista que apuntaba a gran estrella y se ha quedado a medio camino, siendo como es uno de los máximos exponentes del llamado decompressive storytelling, su labor en obras más cercanas al género negro (su punto fuerte) que al superheroico en comics como los ya mencionados Detective Comics o Gotham Central le llevaron a Marvel, donde se encargaría de diversos proyectos relacionados con la Viuda Negra y con Elektra (de la que por un tiempo llego a ser casi único escriba, ya que fue autor tanto de la serie regular del personaje, como de su primera miniserie en versión Ultimate amen del relato ilustrado Elektra: The Redeemer), tras esto pasaría a ocuparse de Lobezno donde firmaría una de las etapas más lamentables de su historia con comics tan lentos que hacían que Bendis pareciera Carl Lewis, fue entonces cuando su prestigio empezó a decaer, a lo que contribuyo definitivamente su regreso en exclusiva a DC donde firmaría etapas muy mediocres en Superman, o en Wonder Woman, en la actualidad finalizado su contrato en exclusiva con DC se dispone a colaborar con Brubaker (con quien ya lo hiciera en su etapa en el murciélago y en la excelente Gotham Central), en una saga para la colección regular de Daredevil.

Su etapa en Elektra se prologo a lo largo de 16 número (del 7 con fecha de portada de marzo de 2002 al 22 con fecha de portada de junio de 2003), en ella contaría con hasta cuatro dibujantes el primero de los cuales, Chuck Austen que venía de la etapa anterior se ocuparía solo de los dos primeros números hasta tener que abandonar la colección debido a su apretada agenda con sus continuos encargos como guionista, el segundo dibujante sería el brasileño Joe Benett (Jaque Mate) el cual se ocuparía del dibujo de cuatro números en este etapa (9-10 y 16-17), su estilo muy influenciado por el de Mike Deonato Jr. aunque carente en gran medida de su espectacularidad, pecaba de cierta torpeza narrativa y de parquedad en los fondos, aunque al menos permitió volver a ver a una Elektra hermosa lejos del oscuro y triste trazo de Austen, tras Bennet llegaría el que podríamos llamar “dibujante regular” de la etapa, ya que se ocupo de 8 de los 16 números de la misma (11-15, 18 y 21-22), se trata de Carlo Pagulayan dibujante de origen filipino que en la actualidad ha trabajado en la exitosa Planet Hulk, y que cuenta con estilo bastante influido por en de Jim Lee, aunque con la suficiente personalidad propia como para hacerlo distinguible de por si, un buen dibujante y sólido narrador, que sin duda es el mejor de toda la etapa, el cuarto y último dibujante que colaboraría en esta etapa sería el argentino Carlos Meglia, con un estilo a lo Humberto Ramos pero exagerado, su mezcla entre caricatura y amerimanga, muy apropiado para otro tipo de series supuso un contraste excesivo con lo que se venía haciendo en Elektra, y sobre todo quedo desastroso para el tipo de historia que estaba contando Rucka, no es que Meglia sea mal dibujante, que no lo es, si no que se estilo no era el adecuado para este comic, claro que eso no es culpa suya si no de quien le dio el encargo, por suerte su colaboración se limito a dos números (18-19) y el desaguisado no fue tan grande como pudo haber sido.

Entrando ya en el análisis de la etapa en si, esta se estructura en torno a tres grades ciclos arguméntales, aunque en realidad los dos últimos forman parte de la misma historia, la primera saga que se desarrollara a lo largo de los tres primeros números supone una primera toma de contacto de Rucka con el personaje, y elige partir de las bases que ya tenía, así mientras Elektra es perseguida por la Interpool, recibe el encargo de una misteriosa mujer para capturar a cuatro hombres que hace ya muchos años por acción u omisión participaron en su violación, una historia de venganza y retribución, en la que Elektra apenas juega el papel de desencadenante de un asunto en la que ella poco tiene que ver, de nuevo estamos ante un personaje frió y lejano, muy parejo al retrato que Bendis hizo del mismo, y que intenta aproximarse al personaje (sin demasiado éxito) que en un primer momento concibiera Miller.

Tras este arco, pareciera que la etapa de Rucka iba a tomar el camino fácil y centrase en diferentes encargos que la asesina fuera recibiendo, sin embargo la situación disto mucho de ser esta, y es que ya desde su segundo arco argumental se vio que Rucka iba por otros derroteros, el siguiente número, bajo el explicito titulo de “En paro”, muestran a una Elektra desesperada antes su falta de trabajo, lleva meses sin encontrar un nuevo encargo, y decidida a conocer el motivo acude directamente a los “proveedores” de trabajo, para descubrir que mientras que unos intentan matarla directamente, otros le señalan que después de llamar la atención de SHIELD y de la Interpool, contratarla se ha vuelto demasiado arriesgada, así a lo largo de los siguientes números asistimos una cada vez mayor degeneración de Elektra, incapaz de encontrar trabajo y cada vez más desesperada, su adicción a la violencia le llevan a provocar todo tipo de peleas simplemente para satisfacer sus ansias de sangre, cuando su situación es limite y parece que ya no tiene más salidas, aparece en escena Jeremy Locke, el cual afirma liderar una coalición de cuatro personas que en el pasado han sido perjudicadas de un forma u otra por Elektra (en el caso de Locke, su esposa fue asesinada, como “daño colateral” en uno de los encargos de Elektra) y que tras varios años invirtiendo mucho tiempo y dinero han conseguido aislarla e imposibilitar sus opciones laborales, Locke a diferencia de sus compañeros no quiera matar a Elektra, quiere ponerla ante el espejo demostrarla quien es en realidad, que se vea como el monstruo asesino que es realmente, que piense en lo que significa matar a una persona, ante esto Elektra solo tiene dos opciones o suicidarse, o tratar de buscar otro camino. “has tenido dos vidas, en las dos has sido una asesina, tal sea hora de ser otra cosa”, con esta frase Locke muestra las intenciones de Rucka para con el personaje.

Desde su regreso de la tumba Elektra ha intentado se una heroína, ha intentando ayudar a los demás, para finalmente volver a la casilla de salida, tornándose de nuevo en despiadada asesina a sueldo, Rucka consciente de que los intentos por cambiar al personaje se habían realizado sin partir de una base sólida, y consciente también de que los intentos por repetir la Elektra de Miller habían acabado en mera y triste imitación, trata de hacer suyo al personaje, haciéndole cambiar, haciéndole evolucionar, trata de poner a Elektra ante el espejo, demostrarla quien es, para sacar de todo ello un personaje distinto, la frase “has tenido dos vidas, en las dos has sido una asesina, tal sea hora de ser otra cosa”, resume a la perfección lo que Rucka quiere hacer, la idea es buena (aunque no fueron pocos los que montaron en cólera diciendo que lo que Rucka hacía traicionaba la “esencia” del personaje y cosas así, como si la esencia del personaje no hubiera sido traicionada y destrozada una y otra vez que regreso de la tumba), el modo de plantearla también, el desarrollo....desgraciadamente no lo será tanto, veamos por que.

Tras estar al limite del suicidio, tras verse a si misma ante el espejo y tener que apartar la mirada, Elektra parece que encuentra de nuevo la luz gracias a la figura de Drake, sensei que muestra a Elektra que si bien no es posible redimirse por todo el mal causado, si es posible cambiar, Drake con un pasado casi gemelo al de Elektra (paso por la Casta fue rechazada por el odio que anidaba en su corazón, fue a la Mano para intentar acabar con ellos desde dentro y demostrar así su valía, solo para acabar al borde de la destrucción), representa para esta la posibilidad de hacer algo mejor con su vida, posibilidad que parece truncarse cuando la Mano regresa, por enésima vez para recupera a una Elektra que consideran suya, Elektra vestida del blanco puro con el que acabo en la etapa Miller, se ve forzada de nuevo a recurrir al violencia, siendo responsable de la muerte de Locke.

De esta forma concluye la etapa de Rucka con un final que un tanto negativo, Elektra no es capaz de escapar de la violencia que la rodea por mucho que lo intente, además su acción final que le hace sacrificar a Locke para acabar con los ninjas de la Mano, de esta forma Rucka deja las cosas bastante fáciles a su sucesor, que puede optar o bien por desarrollar lo contado por Rucka intentando si no la redención, si al menos el cambio, o bien ante el fracaso de Elektra en su intento por cambiar, puede optar por que esta asuma quien es, deje de cuestionarse lo que hace y simplemente retome su vida tal y como estaba antes de que Locke entrara en ella, este segundo, sería el camino elegido por Robert Rodi, sustituto de Rucka en la colección.

Haciendo una breve reflexión sobre la etapa de Rucka, decía antes que su idea y el modo de plantarla eran buenos, no así su desarrollo, y es que recurrir a un personaje como Drake solo puede ser calificado de tramposo, un personaje que cuenta con casi el mismo pasado que Elektra para buscar su redención es un camino fácil, demasiado cómodo, por otro lado el recurrir por enésima vez a la Mano, además en el mismo contexto (“Elektra es nuestra”), no deja de ser ciertamente repetitivo, y de nuevo un recurso demasiado sencillo, aun y así lo cierto es que Rucka tuvo el acierto de dejar un final lo suficiente abierto como para dejar paso a otras interpretaciones, lo que evitaba los siempre molestos problemas de continuidad como los que existieron (y existen) entra la primera serie regular del personaje y esta segunda, en definitiva una etapa, con buenas ideas, y no mal resulta, pero con desarrollo claramente deficiente, lo cual resulta más penoso ante lo interesante y valiente del planteamiento de Rucka, una lastima, ya que esta fue tal vez la oportunidad más grande que tuvo el personaje de salir de la sombra de Miller, y de poder encontrar otro camino.

jueves, 20 de marzo de 2008

Trasmetropolitan, periodismo extremo.

Terminada hace años por Norma, su nefasta política de precios hizo que esta, tal vez la colección Vertigo más interesante de las que sigo en la actualidad, me pasara desapercibida, ahora con un precio mucho más razonable y con 30 números USA publicados (la mitad de la colección) es momento de hacer un repaso.

Warren Ellis es uno de los guionistas más interesantes que en estos momentos uno puede encontrar en el panorama del comic americano, sin embargo su irregularidad que le lleva a hacer obras que rozan la maestría (Planetary) con obras malas con avaricia (la trilogía Ultimate de Galactus), hacen que uno no sepa muy bien a que atenerse ante una nueva obra de este autor, sin embargo todo apuntaba a que este Transmetropolitan iba a ser uno de sus mejores trabajos, y es que ya el planteamiento resultaba enormemente atractivo,Spider Jerusalén, el protagonista del comic, se trataba de un experiodista, polémico y exitoso, cínico y cabrón (como casi todo personaje de marca Ellis, Spider tiene un algo de Constantine), que después de cinco años retirado del mundanal ruido, se veía obligado por contrato a regresar a la ciudad para escribir toda una serie de artículos y un libro, algo que no iba a hacer de buen grado, pero ya que tenía que hacerlo, iba a hacerlo bien.

A semejante planteamiento ya de por si cargado de interés se une el contexto en el que se mueve la historia, ambientada en una gran metropolis de un indeterminado futuro, plagado de interesantes y en ocasiones absurdos avances tecnológicos (otras de las marcas de la casa de Ellis, gran fan de la ciencia ficción), el comic parte de las investigaciones que Spider para escribir sus artículos, este elemento que será el hilo conductor de la serie, sirve a Ellis (a través de Spider) para no dejar títere con cabeza en una sociedad, que pese a estar en un futuro, es muy, pero que muy parecida a la nuestra.

Los políticos, las policía, la televisión, las minorías, las mayorías o los simples viandantes, todos son posibles victimas del ácido estilo de un Spider, malhablado, cínico, violento, faltón y adicto a todo tipo de sustancias estupefacientes, (vamos un tipo al que amar), tras todo esto, tratado en ocasiones con un humor negrísimo, se esconde un brutal y certera critica a una sociedad excesivamente autocomplaciente, además de un encendido elogio a lo que debería ser el periodismo de verdad, un periodismo atrevido, valiente, un periodismo trabajado, basado en pruebas no en especulaciones o intereses ocultos, un periodismo dispuesto a acabar con todo y con todos si es necesario, sin pelos en la lengua y sin casarse con nadie, un periodismo que ya se encuentra en vías de extinción (si no esta extinto ya, aquí hemos tenido con motivo de las recientes elecciones un lamentable espectáculo al respecto, con periodistas que antes siquiera de que hablaran ya sabías lo que iban a decir sobre tal o cual candidato), un periodismo de investigación dispuesto asumir con todas las consecuencias lo que encuentre, sin esconder aquello que le pueda interesar, en definitiva una forma de entender a la prensa que desgraciadamente esta cada vez más lejos de la realidad.

Trasmetropolitan
es pues ante todo un reflejo solo ligeramente distorsionado de nuestra propia realidad, y Spider Jerusalén (pese a ser un grandísimo cabrón, o tal vez precisamente gracias a ello) se convierte en algo así como el último garante de la verdad, el defensor del ser humano en una sociedad cada vez más deshumanizada, en la última luz al final de un cruel, oscuro y largo túnel.

No quisiera finalizar esta breve reseña sin mencionar la labor de Darrick Robertson a los lápices, y es que si por algo se ha caracterizado el dibujo de las serie Vertigo y más con guionista ingleses de por medio, ha sido por una clara, (a veces uno piensa que incluso buscada) mediocridad, no es el caso de Transmetropolitan y es que si el guión luce a gran altura (tanta que no dudaría afirmar que este el mejor trabajo que jamás ha realizado Ellis), el trabajo de Robertson no le va a la zaga, su labor que mezcla un acentuado realismo con una muy conseguida expresividad, se ve mejorado por una más que notable narrativa que permite a uno sumergirse con gran facilidad en el (desgraciadamente) no tan imaginario mundo creado por Ellis.

En definitiva Trasmetropolitan se sitúa sin lugar a dudas junto a las grandes del sello, un comic diferente y necesario y un claro ejemplo del enorme potencial del medio para contra todo tipo de historias y servir de vehículo para todo tipo de discursos, sin duda la lectura más placentera que he podido tener en los últimos tiempos, más que recomendable, Trasmetropolitan se antoja como casi imprescindible.

martes, 18 de marzo de 2008

El Arte de Sin City, 300: El libro de la película y Sin City: El libro de la película, tres librillos más de Frank Miller por aquello del completísimo

A punto ya de acabar el repaso que por la vida, obra y milagros de Frank Miller se ha venido haciendo en este blog durante los últimos meses, queda si acaso reseñar estos tres libros publicados por Norma a lo largo de los últimos años.

Frank Miller es un gran narrador, uno de los mejores (si no el mejor) que pululan en el actual mercado americano, y uno de los más grandes de la historia, sin embargo su dibujo...su dibujo es mucho más discutido, a mi personalmente me gusta, sobre todo por su evolución, Miller siempre esta cambiando, buscando nuevas soluciones para contar aquello que quiere contar, a veces acierta (Ronin) a veces falla (Silent Night), pero siempre innova siempre arriesga, siempre esta dispuesto a no estancarse.

Sin City en particular es una obra ante todo visual, tanto que podrías llegar a entender perfectamente muchas de las historias sin tan siquiera leer una sola palabra, Miller maneja el juego de luces y sombras como pocos lo han hecho, y convierto las escasas apariciones del color en una herramienta narrativa de primer orden, su dibujo, minimalista y en ocasiones feista, esta cargado de fuerza y de simbolismo, sus mujeres son curvas que se insinúan entre las sombras, sus “héroes” son poderosas figuras que se mueven entre claroscuros, su ciudad es poco más que un telón de fondo en el que apenas con cuatro rayas podemos ver como funciona.

Teniendo en cuenta todo esto ¿qué nos encontramos en El Arte de Sin City?, pues ante todo un tomo de lujo con lomo forrado, tapas duras, cubiertas en relieve, papel de alta calidad, y un tamaño superior al habitual, todo ello para mostrar, como bien indica su nombre el arte de Sin City en todo su esplendor, ¿el problema?, pues que salvo, algunos bocetos y un par de pin ups sacados de la colección de trading cards de Sin City, todo lo que incluye el tomo son páginas de Sin City ya vistas en los tebeos, eso si a mayor tamaño, por lo que en realidad es bastante cuestionable pagar los casi 30 euros que valen el libro por poco menos de 100 páginas de material no inédito, para fanáticos de Miller, o para quien (como en mi caso) acumule 30 euros en descuentos en su librería y se quiera dar un capricho.

El siguiente libro que nos ocupa también versa sobre Sin City, aunque en este caso sobre la película, de nuevo por 30 euros y en este caso con cerca de 300 páginas, nos encontramos en Sin City: El libro de la película, todo un análisis de lo que supuso la película, de cómo se hizo, declaraciones de los autores, el guión original de las misma, vestuarios, declaraciones de los actores, así como multitud de fotografías, material todo el interesante sin duda, pero que de nuevo hace cuestionarse si realmente merece la pena pagar tanto dinero por algo que al fin y al cabo ya puedes ver en la película, eso hay declaraciones interesantes, y el libro es de fácil y ágil lectura, a lo mejor un año de estos (cuando Pda afloje) termino comprándolo y todo.

El último libro que queda por reseñar presenta características muy similares por no decir idénticas al anterior, se trata en este caso de 300: El libro de la película, concebido en el mismo formato apaisado que 300 el comic, el libro cuenta con algo más de 120 páginas por poco menos de 20 euros, y en este caso al igual que en el anterior, nos encontramos con interesante análisis sobre el como se hizo la película, un libro plagado de declaraciones y de fotografías (al igual que el propio comic, y como no podía ser de otra manera, tanto el libro como la película son ante todo muy visuales), el mayor interés del libro radica en ver de primero mano como la poderosa imaginería de la película fue tomando forma...el problema claro esta, estriba es que esto no es nada que no puedas tener ya en los extras de la edición en DVD de la peli, por lo que de nuevo la comprar del libro se antoja cuando menos como cuestionable.

En definitiva tres libros que aunque tiene elementos de intereses, apenas si aportan nada salvo complementar un poco la trayectoria del Frank Miller, si tuviera que elegir comprar uno solo de los tres probablemente me quedaría con Sin City: El libro de la película, por aquello de las declaraciones y tal, pero la verdad es que ninguno es imprescindible ni siquiera para incondicionales del autor.



PD: Que mejor que para celebrar mi entrada 300 en el blog (jo, quien me lo iba a decir), que escribir aunque sea un poco, sobre 300 (xd).

viernes, 14 de marzo de 2008

Y, el último hombre

Siguiendo con el repaso de las series Vertigo que estoy comprando en la actualidad, le toca el turno ahora a Y, el último hombre serie creada por Brian K. Vaughan y Pia Guerra y que en los USA acaba de finalizar en su número 60.

Un extraño apocalipsis ha acabado con todo espécimen masculino sobre la Tierra, solo Yorrick Brown y su mono Ampersand han conseguido seguir con vida, tras tan simple a la par que atractivo planteamiento se inicia Y, el último hombre con guiones del siempre interesante Brian K. Vaughan (“padre” de obras de tanta calidad como Runaways o ExMachina) y dibujos simples (como siempre o casi siempre, la “estrella” en Vertigo es el guionista) pero efectivos de Pia Guerra.

Cuando uno se “enfrenta” a la lectura de un comic que parte del planteamiento del que parte Y, puede esperarse muchas cosas, una historia de terror, en plan Muertos Vivientes, en la que la reflexión acerca de la humanidad y su comportamiento ante una catástrofe de tal calibre sean el hilo conductor de la trama, puede esperar también una historia de aventuras, un único hombre en un mundo totalmente distinto al que conocía hace apenas un día y que emprende una búsqueda en torno a la causa y posible solución del problema, incluso una historia política, una historia que muestre como se organiza la humanidad tras una catástrofe así, y lo cierto es que en Y encontramos todo esto a la vez y mucho más, lo que hace que en ocasiones nos encontremos ante el típico dicho de “quien mucho abarca poco aprieta” y es que si por algo destaca gran parte de la obra de Vaughan (la más por así decirlo, comprometidas, obras como Los leones de Bagdad, Ex Machina, o este Y, el último hombre), es por partir de interesante y atrevidos planteamientos que se ven en muchas ocasiones diluidos por una actitud un tanto timorata del autor, un autor que plantea demasiadas cosas, no solo sin resolverlas (lo cual estaría bien, ya que permite al lector ser él, el que defina su propia elección sin tratar de adoctrinarle), si no sin apenas profundizar en ellas; esto es especialmente cierto en este obra, donde Vaughan, apenas si profundiza en las repercusiones de lo acontecido, centrándose sobre todo en los personajes y en su evolución, esto que en si mismo no es malo, ya que Vaughan construye de forma sólida a todos los personajes de la obra, usando para ello su ya conocida habilidad para los diálogos, faceta esta en la que ha mostrado ser un maestro, presenta el problema de que el potente escenario creado para la obra apenas si es usado como telón de fondo lo cual puede ser sin duda una decepción para muchos lectores que esperan otra cosa de un comic así.

Obviando esto y aceptando las reglas que Vaughan ofrece, lo cierto es que Y, se trata de un comic perfectamente construido, en el que incluso parecen adivinarse ciertos tintes autobiográficos en los sucesos que acaecen a lo largo de la trayectoria de Yorrick Brown,la obra a medido camino entre una Road Movie (permanentemente viajando de una parte a otra, primero de los USA, luego del mundo) y una historia de amor y búsqueda personal (Yorrick aprenderá durante el viaje a conocerse a si mismo como jamás pensó que lo haría), consigue que los personajes te interesen, aprendes a apreciarlos, a verlos crecer mientras creen buscar una solución a una situación que les desborda por todos lados.

En lo que al dibujo se refiere, como suele ser habitual en Vertigo (con muy notables excepciones, claro esta), se trata de un trabajo más funcional que vistoso, donde Pia Guerra cumple con lo que se le pide y narra bien, aunque lo cierto es que su labor resulta de todo menos vistosa o llamativa, Y, no se trata del típico comic que comprarías tras echarle un vistazo superficial.

En cuanto a la edición es España, lo cierto es que en estos momentos va ya por el número 48 USA (por lo que deben quedar dos a lo sumo tres tomos para acabar), y cuenta con varias ediciones, su primeros números, (hasta el 31), se pueden encontrar en una colección de 15 números en formato prestigio, que Pda acaba de cerrar hace no mucho, a partir de ahí han salido tres tomos (Chica con chica 32-36 USA, Muñecas de Papel 37-42 USA y Dragones en el Kimono 43-48 USA), aunque también se puede optar por dejar la colección de prestigios en su número 9 (18 USA), y comprar los otros dos tomos que publico Pda en su momento (Palabra Clave 18-23 USA, y El anillo de la Verdad 24-31 USA), una última opción sería comprar los tomos que en su día saco Norma (1-17 USA) y luego pasar directamente a los tomos de Pda.

En definitiva una serie recomendable si aceptas que probamente no vas a encontrar lo que esperas en un principio y que sobre todo engancha por sus espectaculares continuaras, aspecto este en el que Vaughan demuestra tanto aquí como en otras obras ser uno de los mejores.

jueves, 13 de marzo de 2008

Daredevil: Historia de un hombre sin miedo. Parte LXVI: Elektra de Brian Michael Bendis y Chuck Austen.

Segunda serie regular del personaje, en este caso cambiando radicalmente el enfoque y con algo (no mucho) más de éxito comercial, a lo que sin duda contribuyo las llamativas portadas de Greg Horn, portadas distintas, muy distintas al interior.

Iniciada a mediados del 2001 (concretamente el número 1 tiene fecha de portada de septiembre de ese año) la serie se prolongaría a lo largo de 35 números contando con varios dibujantes (destacando por números dibujados Chuck Austen, Carlo Pagulayan y Sean Chen) y tres guionistas BM Bendis (Daredevil, Alias), Greg Rucka (Detective Comics, Gotham Central) y Robert Rodi (Loki, Identity Disc), enmarcada en la línea editorial Marvel Knights y con el sello de “recomendado para lectores adultos” (algo estúpido e innecesario y más viendo el contenido de la serie, por cierto ese sello también se uso en España, lo que genero bastante polémica en su día); así esta nueva serie regular de Elektra, parecía ignorar casi por completo todo lo escrito sobre el personaje desde que fuera tratado por Miller y planteaba su figura como la de una asesina mercenaria de elite, vamos como si nada hubiera pasado desde su tortuoso regreso.

Con este planteamiento y a lo largo de 6 número el equipo creativo formado por Bendis a los guiones, y Austen a los lápices se hicieron cargo de las nuevas andanzas de la asesina griega, del guionista poco se puede decir que no se haya dicho ya, si acaso señalar que su presencia en esta serie se justifica sobre todo por el intento de atraer la atención sobre un personaje que no hace tanto había fracasado en lo que a sus andanzas en solitario se refiere, algo que conseguiría ya que Elektra se situaría en sus primeros números entre las colecciones más vendidas, aunque eso duraría poco y la colección a nivel de ventas se desinflaría rápidamente; sobre el dibujante, más conocido por su polémica (tan llena de aciertos como de errores) labor como guionista al frente de colecciones tan importantes como Uncanny X-Men, Superman, Avengers o la JLA, su faceta como dibujante a pasado en general más desapercibida, siendo casi abandonada por el autor...algo que sin duda es de agradecer, ya que Austen cuenta entre sus “meritos” en este campo el haber sido, si no el único, si de los pocos dibujantes capaz de dibujar fea a Elektra, un dibujo oscuro, con figuras humanas poco creíbles, una pésima coreografía de los combates etc son alguna de las “virtudes” de un autor que si bien como guionista tiene sus aciertos, como dibujante, al menos en esta obra, no parece tenerlos.

Centrados en el argumento de estos seis números, los cinco primeros componen una saga, que muestra todas la caracterizas básicas de Bendis, lentitud, cabezas parlantes con buenos aunque excesivos diálogos, y una trama con diversos frentes, y que se muestra bastante pegada a la realidad de la época (o al menos a la visón de la misma por gran parte de la sociedad americana), el argumento centra pasa por la petición de SHIELD a Elektra para que intervenga en Irak (si en Irak, no en Irakistan o Irikinagua, no se trata en este caso de un país inventado, si no Irak en si), recupere un cofre que contiene la Llave de Escorpio (objeto mítico y muy poderos en el Universo Marvel, ligado desde siempre a Nick Furia), y de paso mate al dictador iraqui (bautizado para la ocasión como Saddam Abed Dasam , tampoco llegaban tan lejos las cosas) el cual además era aliado incondicional de la organización terrorista Hydra (al igual que desde la administración americana se aseguraba por entonces que Saddam Hussein era aliado de Al Qaeda).

De esta forma tenemos montada una trama en al que elementos del mundo real (Irak) se mezclaban con elementos del mundo Marvel (la Llave Escorpio) a la par que nos mostraba la relativamente nueva actitud de Nick Furia (“no voy a permitir que el papeleo y el politiqueo me impidan hacer lo que hay que hacer”), actitud que luego sería clave para entender la Secret War que años después escribiría el propio Bendis, con Furia como personaje clave, todo ello unificado con una Elektra, a la que Bendis trataba de dar un toque milleriano, mostrandola fría y lejana, parca en palabras y hábil en acciones y manipulaciones (en seguida se percata de que el agente enviado por Furia para contactar con ella en un Señuelo Dotado de Vida parecido a Matt Murdock con el objetivo de buscar su empatía), loable intención que solo consigue a medias.

La historia que cuenta además con un intenso combate entre Elektra y el Samurai de Plata (contratado por Hydra para detenerla), combate muy mal coreografiado por Austen, se torna entretenida y curiosa, aunque los intentos de Bendis por imitar a Miller (tanto en la actitud de Elektra, como en el uso de elementos como la televisión como hilos conductores de la acción), quedan en solo eso, en meros intentos por captar la esencia de un personaje tal vez demasiado “de autor”.

Se abre aquí un debate interesante ¿es mejor tratar de imitar a Miller y buscar hacer SU Elektra con las dificultades que ello implica, o es mejor cambiar al personaje y hacerlo más manejable?, este segundo intento se vio en la primera serie regular del personaje, mientras que el primero se intentó en esta segunda, la verdad es que ninguno de los dos tuvo demasiado éxito, por lo que la respuesta se antoja compleja.

Sea como sea, en estos primeros cinco números encontramos un interesante guiño al oscuro pasado del personaje, cuando Elektra con la Llave de Escorpio en su poder, decide no entregársela ni a SHIELD ni por supuesto a Hydra, y dársela al policía que accidentalmente asesino a su padre hace tantos años ya, ¿el motivo?, debido al vinculo y la deuda que les une, Elektra piensa que es al única persona en al que puede confiar.

Tras esto llega el sexto y último número de Bendis, enmarcado en el llamado mes mudo de Marvel (idea de Quesada por la cual todas las colecciones Marvel de ese mes serían mudas, es decir sin textos de apoyo o diálogos, contándo la historia solo mediante los dibujos), el comic que destaca sobre todo por la bella y explicita portada (que se convirtió en símbolo del mes en cuestión y que ilustra este post), se mezcla con la trama que por entonces ocurría en Daredevil (también bajo guiones del propio Bendis), y se centra en la llegada de Elektra a New York para avisar a Matt de que han puesto precio a su cabeza. Elektra se enfrenta y vence a una asesina que iba por Matt y descubre que este todavía la recuerda y en cierto sentido tal vez la anhela, un comic interesante que se complementa con lectura de la historia del mes mudo de Daredevil.

En definitiva una etapa corta, pero que sirve para sentar las bases de la nueva etapa del personaje, una etapa que como era muy común en la Marvel de la época, parece ignorar y casi contradecir todo aquello del pasado que no interesa y que de nuevo nos presenta a Elektra como una implacable asesina a sueldo.

miércoles, 12 de marzo de 2008

Héroe al Cuadrado de Keith Giffen, Jean Marc DeMaties y Joe Abraham.

¿Es posible mezclar los superhéroes con una comedia del palo los hermanos Farrelly y además hacerlo dignamente?, difícil respuesta, sin embargo si había alguien capacitado para intentarlo estos eran sin duda Keith Giffen y Jean Marc DeMatties, y es que ¿quién mejor que los responsables de convertir a la JLA en una comedia de situación y no solo salir vivos del intento, si no además conseguir crear un clásico atemporal?

Te llamas Milo, te encanta el cine y planeas convertirte en el nuevo Orson Weells, el problema es que eres un vago y un ególatra que solo piensa en si mismo y que pese a tener una novia que no te mereces (Stephie, capaz de aguatar tus diversas infidelidades, tu vagancia y tu egolatría y aún así seguir amándote y apoyándote) no eres capaz de valorar lo que ya posees pasándote la vida soñando con un destino por el que, sin embargo no estas dispuesto a luchar en absoluto, un día en mitad de tu desordenado y paupérrimo apartamento aparece como de la nada un musculado y colorido personaje, que vestido con el traje de tu personaje de comic favorito (el Capitán Valor), afirma ser tu versión de un universo alternativo, universo que para más inri ha sido destruido por su archivillana, Calígine que no es otra que la versión alternativa de Stephie tu novia en este mundo, y la suya en el suyo en un pasado que ya queda demasiado atrás.

Con este sugerente planteamiento se iniciaba Héroe al Cuadrado el nuevo proyecto del dúo Giffen-DeMatties, la obra, que llegó a su fin hace ya varios meses con el tercer tomo publicado por Norma, supone ante todo una hábil mezcla entre lo más característico del genero de superhéroes (mundos alternativos, frases grandilocuentes, héroes ingenuos e intachables, malvados villanos con una oscura y extraña relación con el héroe etc) con la mejor tradición de la comedia romántica (chico ama a chica, chico mete la pata, chico ha de recuperar el amor de su vida), todo mezclado con el habitual tono satírico del dúo Giffen-DeMatties (situaciones sacadas de contexto, diálogos absurdos a la par que brillantes, el origen del superhéroe acaecido en un baño público, etc) y amplificado por la excepcional labor del semidesconocido Joe Abraham el cual mezcla sabiamente su estilo caricaturesco y expresivo con una formidable capacidad narrativa.

Muchos son los temas de interés que uno puede encontrar en Héroe al Cuadrado, desde una perspectiva puramente superheroica (el héroe contra el villano, aunque con multitud de matices que hacen que las cosas no sean tan sencillas), pasando por una alegre comedia con diálogos chispeantes y situaciones tan absurdas como cómicas, sin embargo el elemento fundamental que hace que este comic sea especial es la peculiar relación entre sus cuatro protagonistas centrales, Stephie enamorada perdidamente de Milo por el enorme potencial que atisba en su interior, ve alcanzado gran parte de ese potencial en el Capitán Valor, figura que en cierta medida ejemplifica todo lo que Milo puede llegar a ser y no es en gran parte por su propia desidia, esto provoca que Milo se muestre permanentemente receloso ante Valor, del que continuamente se esta riendo en gran parte como mecanismo de defensa ante su propia inseguridad, por su parte Calígine, convertida en un monstruo deshumanizado por las acciones de Valor (lo que pone realmente en cuestión su posición como héroe) ve en Milo el chico del que se enamoro, ve una segunda oportunidad, y aunque ella misma se niegue a creerlo, en el fondo de su ser sabe que la redención es posible, Valor por otra parte aparece como una figura de cartón piedra un héroe incapaz de asumir sus errores (negando tener nada ver con la maldad de Calígine, aunque en el fondo se sabe responsable de ello) que cree tener siempre razón y que solo será consciente de sus errores cuando sin dudarlo vuelve a recurrir a la violencia (como siempre hace) cuando se ve amenazado, sin pararse a pensar en la repercusiones de sus acciones en un mundo que no tiene nada que ver con el suyo, teniendo como resultado la destrucción de gran parte de la ciudad y la muerte de personas que solo pasaban por allí (“esto…nunca ocurre así en mi mundo”, espeta un cariacontecido Valor al observar la destrucción que ha causado).

En definitiva Héroe al Cuadrado es ante todo un “cuadrado” amoroso, donde la búsqueda de la redención y de la propia identidad se tornan en temas fundamentales de una obra que se ve suavizada por los chispeantes e ingeniosos diálogos y lo absurdo de muchas situaciones que provocan desde la sonrisa cómplice hasta la sonora carcajada, tal vez no sea una obra completamente redonda (situaciones como la de la visita al psiquiatra por parte de los dos Milos daban mucho más de si), pero si se trata de un comic entretenido, autocontenido, muy bien dibujado y sobre todo con múltiples temas que invitan a la reflexión, no es el mejor trabajo de Giffen y DeMatties pero desde luego merece la pena echarle un vistazo.

En cuanto a la edición de Norma....bueno la verdad es que siguiendo las palabras de Lord, abundan demasiado las “ofertas” peligrosas, y es que los 3x2 (paga 3 llévate 2) o los 4x3, (paga 4 y llévate 3), abundan es demasía en una edición en formato prestigio que incluye algún extra interesante pero que en todo caso es demasiado cara.

martes, 11 de marzo de 2008

Frank Miller, en primera persona.

Publicado por Dolmen Editorial a la altura del 2005, Frank Miller: En primera persona, se trata de un libro de apenas 150 páginas de declaraciones de Frank Miller recopiladas por el entonces articulista David Hernando.

El libro que cuenta también con un checklist alfabético y cronológico de la obra de Miller así como un glosario de personas (con una breve referencia a todas las personas de las que habla Miller en el libro) queda reducido a apenas 125 páginas de declaraciones adornadas de imágenes y fotografías, con lo que no se puede decir que las declaraciones expresadas den para mucho en lo que al aspecto más cuantitativo se refiere.

Desde un punto de vista cualitativo, sin embargo el libro si recoge aspectos de interés, destacando en especial sus declaraciones sobre su primera etapa en Daredevil que ocupan una parte muy relevante del libro, empieza señalando, que Daredevil no era uno de sus personajes favoritos, en realidad él quería dibujar a Spiderman, sin embargo cuando en la paginas de Spectacular Spiderman dibujo a DD por primera vez se “enamoro” del potencial visual del personaje y enterado de que Gene Colan había pedido irse al estar algo cansado, postulo su candidatura para sustituirle algo que conseguiría, desde un primer momento y más cuando se hizo con el control creativo total de la serie, Miller decidió centrar por completo la vida de Daredevil en New York, convirtiendo la ciudad en un personaje más, decidió también, en la medida de lo posible, aislar a DD del resto del Universo Marvel, construyendo su propio “dareverso”donde poder campar a sus anchas, poco a poco fue haciendo suyo al personaje, desde un primer momento lo comprendió a la perfección y partiendo de tesis muy parecidas a las expresadas aq por Ismael hace no mucho, Miller vio a DD como una válvula de escape para Murdock, bajo este prisma (que no termino de compartir del todo) considera que este es el producto de los deseos de su padre (“se medico o abogado, no un fracasado que solo usa los puños como tu padre”), mientras que DD es realmente lo que al él le gusta hacer, resulta curioso en este aspecto ver las declaraciones de Miller y compararlas con el resultado final de su etapa, y es que Miller señala que para él DD es un personaje optimista, que disfruta con lo que hace, que es feliz, y si es cierto, así arranca el personaje en la etapa Miller, al final de la misma (de su primera etapa, vamos), DD se habrá oscurecido enormemente, no será feliz, y desde luego no estará nada seguro de lo que hace, todo un viaje en el que Elektra jugara un papel fundamental.

Y de Elektra habla también Miller en el libro, señala que creo al personaje por que le hacía falta para contar una historia, que no pretendía nada especial para el mismo, afirma que no podía imaginar la popularidad que este alcanzaría, y señala que su muerte estaba pensada desde un principio, para él su “resurrección” en una concesión a la esperanza, para un personaje que pese a ser tan extremo (o precisamente por ello) se había ganado un lugar en el corazón de los lectores, y por que no decirlo de su creador; un creador que no duda también en hablar de lo que para él son las características básicas de Daredevil, lo que le diferencia de Spiderman o de Batman, para el Daredevil, es un personaje puramente idealista, odia al crimen, no a los criminales, cree en el sistema legal, cree en las segundas oportunidades, esto ya de por si le diferencia de un Batman que según lo veía Miller entonces (una visión que cambiaría con el tiempo, como se observa en las declaraciones que más adelante hace sobre Batman) era un Punisher limitado, odiaba a los criminales y estaba más interesado en detenerlos que en socorrer a las victimas, sobre las diferencias con Spiderman, señala que DD no esta todo el día quejándose de todo, y que el no se siente culpable de todo lo que pasa en el mundo.

A lo largo del libro Miller volverá a hablar de Daredevil y de Elektra, así señala que en principio la novela gráfica Daredevil: Love and War estaba pensada inicialmente para aparecer como un par de números de la serie regular, pero que cuando vieron el trabajo de Sienkiewicz, se dieron cuenta que aquello merecía un tratamiento especial, señala también en su siguiente colaboración con este, en Elektra Asesina la obra se convirtió en un autentico toma y daca entre ambos autores de lo que acabo saliendo lo mejor que ambos podían dar en esos momentos, habla también, aunque poco , muy poco de Born Again, donde tras señalar que la obra era algo así como su acto final con el personaje, su intención era que el Daredevil que saliera del comic fuera un personaje mucho más fuerte, más limpio, en definitiva mejor, algo que sin duda consiguió, también se muestra escueto al referirse a El hombre sin Miedo su “Año uno” con el diablo, donde trabajo con Romita Jr. siguiendo el método Marvel, algo más si se explaya en el caso de Elektra Lives Again, la que considera una historia de amor de pesadilla, una historia casi de terror, y en la que quería dejar claro a Matt, a la editorial y a los lectores que Elektra estaba muerta, algo que claro esta no consiguió.

Más allá de Daredevil, el libro establece un interesante repaso por toda su trayectoria, desde Batman, donde señala que sin con DK muchos decían que había llevado a cabo un deconstrucción del superhombre, con DK2, lo que pretendía era llevar a cabo un reconstrucción del mismo, pasando por Hard Boiled, (Darrow no necesita un guionista, en realidad lo que escribí en un principio, poco tenía que ver con lo que finalmente dibujo, aunque el resultado fuera así probablemente más interesante”), Sin City (“era el comic que soñaba con hacer desde que entre en el mundo del comic”), o su paso por Hollywood y sus recelos ante la película de Sin City, recelos eliminados al tener un control casi total sobre la obra al ser co-director.

Sin embargo si algo se hecha en falta en el libro son la múltiples declaraciones de Miller sobre los derechos de autor, la censura o sobre la resurrección de Elektra, si hay apartados dedicados a algunos de estos aspectos, pero son muy escasos y poco “jugosos”, destacar si acaso sus reflexiones sobre el 11-S y el impacto que causo en la obra que escribía por entonces (DK2) cuyo final se vio alterado por tales sucesos, (“y ahí tenía a Batman usando el terror para acabar con los malos, era algo que no podía seguir así”), se trata en general de un libro más centrado en las declaraciones del autor sobre su obra, que no en sus ideas sobre otros aspectos que rodean el medio, ideas controvertidas e interesantes de las que encontramos amplio reflejo en el libro Eisner/Miller, libro que combinado con este permite una visión de conjunto del autor y de su obra, o al menos de cómo la ve él mismo.

En definitiva un libro muy interesante que junto con el ya mencionado de Eisner/Miller ayuda a comprender en toda su extensión la figura de un hombre clave en la historia del medio, tan polémico como admirado, en fin un libro interesante para todo aquel que quiera profundizar en la figura de Frank Miller.

miércoles, 5 de marzo de 2008

Hellblazer de Jaime Delano.

Hace ya unos meses que concluyo la larga etapa de Jaime Delano al frente de la que ha sido la sempiterna colección emblema del sello Vertigo, una etapa tan larga como irregular y que ha ido claramente de más a menos.

Creado por Alan Moore durante su excelente etapa al frente de la Cosa del Pantano, John Constantine parecía nacido para triunfar, cínico, seguro de si mismo, dotado de un carisma natural, con un pasado oscuro (haciendo siempre referencia a algo que paso en Newcastle hace tiempo y que todavía le marcaba)y desconocido que le atormentaba permanente, y con su larga gabardina y un cigarro como símbolos más reconocibles, Constantine se trataba de un mago más inteligente que poderoso que como no podía ser de otra forma y con esos ingredientes en liza, enseguida se gano el respeto y admiración de todos los lectores, de hecho su importancia en el Universo DC fue creciendo con el paso del tiempo (jugo un papel relevante en las Crisis en Tierras Infinitas) y cada una de sus apariciones eran recibidas con expectación e interés

Con semejantes ingredientes el personaje no tardo en gozar de serie propia, serie al frente de la cual, y al no poder contra con el propio Moore (de quien se dice que colaboro en los primeros argumentos de la misma), el elegido fue Jaime Delano, autor también de origen británico que contó inicialmente con John Ridgway a los lápices.

La duda que se planteaba inicialmente versaba en torno al potencial del personaje para convertirse en principal y es que si bien como personaje secundario su carisma y su fuerza se adueñaban pronto de la escena y se convertía en un elemento clave de la historia, convertirlo en personaje principal, podía traer consigo que ese aura de misterio, de cinismo, de estar de vuelta de todo se perdiera, las dudas sin embargo se despejaron en los primeros números de una colección que apuntaba muy alto; Delano que prefirió centrarse más en el aspecto “mundano” del personaje pero sin dejar atrás del todo su vertiente mágica, convirtió a Constantine en algo así como el reflejo del Reino Unido de la época, un época marcada por un thatcherismo salvaje por el cual la nación que otrora había sido exponente del Estado del Bienestar veía como este se deshacía poco a poco sin que nadie pudiera o quisiera evitarlo, un Reino Unido antes paradigma de la revolución industrial, ahora foco central de sus miserias, con una situación económica atroz para las clases más desfavorecidas y con un paro galopante en la antaño prosperas ciudades industriales, Delano, (como gran parte de la generación que protagonizo la famosa oleada británica del comic americano) refleja sus profundas convicciones progresistas y su desencanto y pesimismo para el futuro (también muy común en la época) en una colección por la que desfila todo tipo de “fauna”, mundana y mágica, desde hinchas radicales del fútbol, pasando por veteranos del la guerra del Vietnam (en una corta incursión de Constantine por los USA), y acabando por toda clase de demonios que medran (que no causan, la culpa de lo que pasa es del hombre, no de los demonios) a costa del sufrimiento humano, la situación política, el racismo latente en la sociedad occidental, el temor al SIDA y el desprecio y lo diferente, todo esto y más tienen cabida en unos primeros números donde Delano se muestra ágil e inteligente, aunque algo más flojo en la vertiente mágica, siendo su trabajo mucho más destacado cuando se centra en aspectos sociales o políticos que cuando la magia asoma al primer plano.

Este prometedor inicio, muy pronto se empezó a torcer , y es que haciendo un símil ciclista Delano se mostró más como corredor explosivo que de fondo, y a medida que pasaban los números la serie pareció perder el rumbo, no sabría fijar un número concreto a partir del cual el asunto empezara a torcerse, puede que fuera a partir de la relevación del asunto de Newcastle, un elemento clave en el personaje y que Delano revelo de forma torpe y carente de interés restando gran parte de la magia y el carisma que el aire atormentado y lo enigmático de tal acontecimiento daban a Constantine, puede que fuera más adelante, pero lo cierto es que poco a poco, Constantine, fue perdiendo su cinismo, su misma carisma, paso de ser un personaje poderoso, inteligente, lleno de recursos y de vuelta de todo, a ser un personaje mediocre, patético, casi llorón, un personaje en el que cuanto más escarbaba Delano en su pasado más daño le hacía, a esto habría que añadir que si como decíamos antes, Delano se mostró especialmente hábil reflejando temas sociales y políticos siendo notablemente más torpe en los aspectos más mágicos, a medida que avanzaba su etapa al frente de la colección eran estos aspectos mágicos los que iban tomando protagonismo sin que Delano pareciera nunca mostrarse a gusto o dominar con suficiente claridad estos temas, su etapa que ya se hacía larga concluyó al fin el número 40, y lo más triste que se puede decir de ella es que los breves interludios escritos por gente como Morrison o Gaiman, se mostraron como superiores, muy superiores a una etapa que empezó muy bien y acabo muy mal, una etapa además salpicada por un enorme número de dibujantes distintos y que como viene siendo sello de identidad de muchos de los autores británicos de Vertigo, destacaron más por su mediocridad y feismo que por otra cosa.

De esta forma y concluida la labor de Delano, uno no podía si no seguir pensando en el enorme potencial de Constantine como secundario y su aparente debilidad como personaje principal, en el horizonte esperaba Garth Ennis, etapa que publica en la actualidad Pda y que de momento (como Delano al principio), pinta bien, muy bien en realidad.

martes, 4 de marzo de 2008

Daredevil: Historia de un hombre sin miedo. Parte LXV: Elektra de Larry Hama y Mike Deonato Jr.

Siguiendo con la primera serie regular de Elektra, tras la marcha de Milligan ha pastos menos verdes (pero más rentables desde un punto de vista creativo) en el sello Vertigo, la colección aguanto todavía 6 números más, Deonato siguió al frente de los lápices, mientras que Larry Hama que ya había trabajado con el personaje en su larga etapa en Lobezno se hacía cargo de los guiones.

La etapa de Larry Hama en la colección se inicio en el número 14 (enero de 1998) de la misma para culminar en el 19 (junio de 1998) y último, Hama que se había hecho un nombre en la industria como reputado guionista de acción, cuenta entre sus trabajos etapas de mayor o menor interés en series tan dispares como G.I Joe (siendo el principal escriba de la misma en su etapa marvelita) o Batman, pero sobre todo entre su obra destaca su larguísima etapa al frente de uno de los personajes emblemáticos de Marvel, Lobezno (colección en la que permaneció durante más de 80 números), seria precisamente en esta colección donde Hama escribiría sus primeras líneas acerca de Elektra, allí (en concreto en los números 100-106 de fecha de portada de abril a octubre de 1996) traería de vuelta a un fantasmagórico Stick que pediría a Elektra que ayudara a Logan a volver a recuperar su humanidad, un Logan a punto de caer en su lado más animal, contra el que se había pasado toda su vida luchando ante el dolor y la rabia causada por el la perdida del esqueleto de adamantium a manos de Magneto(X-Men 25 de octubre de 1993).

Teniendo en cuenta todo lo dicho y manteniendo la uniformidad gráfica gracias a la permanencia de Deonato, Hama empieza fuerte, muy fuerte, haciendo saltar por los aires (casi literalmente) el nuevo status de Elektra, así en su primer número, Elektra asiste impotente a la voladura de su apartamento por parte de una Mano que siempre se cobra sus deudas, y que considera que Elektra les debe mucho primero por abandonarles luego por resucitarla, así la Mano representada por Kuroyama, la Montaña Negra (una autentica montaña de músculos muy en plan noventero), vence a Elektra y tortura y asesina ante sus ojos a su protegida Nina, marchándose después eso si recordándole que volverán antes o después a completar el trabajo.

Este número marca a las claras lo que será la etapa de Hama, acción por un tubo, muchos ninjas y combates y casi total ausencia de secundarios, no sabremos nada más de Lau o de Konrad, Mc apenas si saldrá una páginas y acabara hospitalizado por un ataque de la Mano que busca dañar a Elektra, y en cuanto a Nina su destino será....complicado; tras el brutal ataque de la Mano, Elektra con la ayuda de Logan primero, y de Yukio o Sang-Chi después, acude a Japón para atacar a la Mano en su propia esencia solo para acabar de vuelta en New York para tratar de detener a una asesina que se esta haciendo pasar por ella; cuando regresa descubre que la asesina no es si no Nina, resucitada y lobotomizada por la Mano que se enfrente a Elektra solo para arrepentirse en el último momento y ayudarla a derrotar a Kuroyama, Elektra decide entonces llevar a Nina ante la Casta para completar su rehabilitación, solo para descubrir demasiado tarde que Nina fingía (¿cómo coño consiguió engañar a la Casta?) y que desde dentro y abriendo las puertas de la sagrada montaña a la Mano, ayuda a destruir por completo a la Casta, de paso la Mano ha seguido matando en New York y dejando pruebas que inculpas a Elektra, una Elektra que también se vera acosada por la mafia por ordenes de Kingpin, de esta forma, en tan solo seis números el status de Elektra ha dado por completo la vuelta, acosada por la policía, por la mafia y por la Mano, con su pupila y amiga en manos de sus peores enemigos, y con muchos de sus aliados muertos gravemente heridos, Elektra acaba el último número con un solemne, “¡¡NO!!, ¡aún no he caído!, ¡voy a restaurar mi reputación!, ¡voy a restaurar la Casta!, ¡voy a recuperar a Nina!, ¡¡¡ y todo esto los JURO!!!”.

Hoy que se cumplen casi diez años de aquella declaración, y habiendo contado con Elektra con otra serie regular, varias miniseries, algún one-shot, y diversas apariciones especiales, nadie en Marvel ha parecido acordarse de ello, nada se ha vuelto saber de Nina, nada se ha vuelto a saber de sus intentos por restaurar la Casta (es más ahora Elektra es líder de la Mano), y nada se ha vuelto a saber de su perdida reputación (a no ser que entendamos por tal su reputación como asesina despiadada, que esa si que ha sido restaurada, aunque no se por que, no creo que en el momento de pronunciar esa frase, Elektra se refiriera a esa reputación), en un caso que (salvando las distancias), recuerda al último número de la primera colección de Estela Plateada, cuando este juraba vengarse de la humanidad por el trato dispensado hacía él, argumento este que estuvo colgado sin que nadie se ocupara de él durante casi 20 años.

No conviene terminar si hacer referencia a otra de la muchas incongruencias que esta serie trajo consigo, y es que el número 18 de la colección (Mayo de 1998), Hama a través de un flashback nos narra de nuevo el nacimiento de Elektra, y aunque si bien es cierto que todos coinciden en que este se produjo tras la muerte de su madre, los autores no parecen ponerse de acuerdo en como acaeció esta, si en Elektra: Raíz del Mal, Chichester estableció que la madre de Elektra murió asesinada a manos de su hijo Orestes harto de las continuas infidelidades de esta para con su padre (enfatizando así la tragedia griega que envuelve la vida de Elektra), Hama nos presenta a la madre de Elektra como un heroína que lucho contra la ocupación nazi y que murió a manos de un terrorista que nada tenía que ver con su familia, dos orígenes distintos y contradictorias para un personaje que pese a que más allá de Miller apenas si tenía comics protagonizados por ella y que sin embargo ya acarreaba profundos errores de continuidad.

Acabado así ,de esta forma tan particular, una colección casi condenada al fracaso desde el principio ante la nula comprensión que del personaje tuvieron sus autores, una colección en la que Milligan intento crear todo un plantel de secundarios que ayudara a “domesticar” aún más a Elektra, y donde Hama opto por un status mucho más activo que apenas si tuvo tiempo para desarrollar, todo ello aderezado por el dibujo de un Deonato Jr. no especialmente brillante, que hacen que esta colección no sea apenas más que una mera anécdota en la trayectoria de un personaje tan interesante como difícil de tratar.