sábado, 28 de enero de 2017

El mundo necesita Campeones: el nuevo supergrupo Marvel.

Este es el texto que envié al concurso de Mavel Age y que me sirvió para ganar el tomo del Marvel Héroes de La Cosa. Siendo sincero he de decir que me importan bastante poco estos Campeones, colección que no compro, pero bueno había que “venderla” así que aquí muestro mi vertiente más “mercenaria”. No quedo mal del todo pese a los recortes que tuve que hacer para que no se me fuera la extensión de las manos.

Al contrario que en la Distinguida Competencia, no se puede decir que el concepto de “legado” este en la raíz del Universo Marvel, en realidad entre los muchos aspectos revolucionarios que tuvo el surgimiento de este universo de ficción esta todo lo contrario. A Stan Lee no le gustaba la figura del “sidekick”, el compañero juvenil del héroe que es uno de los pilares clave sobre los que se asienta la noción de legado. La idea del compañero juvenil no solo fue desterrada por Lee de la naciente Marvel si no que, junto a Steve Ditko, transformo el que bien podía ser prototipo de ese clase de personaje en una de la figuras claves de la editorial. Hablamos por supuesto de Spiderman.

Como tantas cosas en los últimos años esta idea también ha sufrido un giro importante dentro de la actual política de Marvel y el concepto de legado ha sido paulatinamente abrazado. Uno de los pilares claves de este cambio vino del ya defenestrado Universo Ultimate y tuvo de nuevo como protagonista central a Spiderman. Concebido por el arquitecto fundamental de la Marvel actual, Brian Michael Bendis y la dibujante Sara Pichelli, Miles Morales vino a asumir el legado dejado por el Peter Parker definitivo tras la muerte de este. Pese a la polémica inicial, la creación de Morales ha demostrado ser todo un acierto tanto por el buen hacer de su equipo creativo como y sobre todo por terminar de abrir la puerta a una Marvel mucho más diversa e integradora. Tras los acontecimientos de Secret Wars, Miles pasa a integrarse en el Universo Marvel tradicional y de paso en Los Vengadores, donde debía ser uno de los jóvenes destinados a asumir el legado de los héroes más poderosos de la Tierra.

Junto a Miles, Los Vengadores también integraron en sus filas a otra joven, Ms. Marvel, Kamala Khan que parecía como este destinada a liderar el grupo en el futuro. En Kamala, una adolescente paquistaní-americana con poderes inhumanos, encontramos también dos de los aspectos clave que definieron a Miles: por un lado la necesidad de diversificar el origen racial o incluso religioso de la nueva oleada de héroes Marvel, en base a buscar lo que siempre ha intentado ser la editorial, un reflejo tamizado por la fantasía de la sociedad en la que vive, y por otro lado la idea de legado, y es que Kamala, fan absoluta de los superhéroes admira por encima de todos a Carol Danvers y esta dispuesta a demostrar que es digna de seguir sus pasos.

El tercer miembro joven de esta nueva hornada de vengadores es Nova, en este caso Sam Alexander. De carácter impulsivo y temerario en Sam encontramos tal vez la idea más clara de legado, no solo por la figura de su padre, también miembro del Cuerpo Nova si no por lo que representa simbolizar al Cuerpo en si y sobre todo suceder al gran Richard Rider muerto en sacrificio heroico para salvar el Universo. Tener ese peso detrás y las inseguridades propias de la edad hacen de Sam el personaje tal vez menos maduro de los tres.

Más allá de este trío vengador también el actual Hulk, Amadeus Cho sabe lo que significa asumir un legado y el peso que lleva consigo. Admirador profundo de Hulk, al que siempre vio como un héroe, Cho no dudo en asumir como propio al monstruo que llevaba años atormentado a Bruce Banner para poder salvarle la vida. Al contrario que este, Cho asumió a Hulk con la alegría propia de su juventud, estando plenamente convencido de que podría controlar el legado de fuerza y odio que implica el gigante verde. La realidad por desgracia es muy tozuda y no hace casos de las buenas intenciones.

Un caso muy distinto es el del joven Scott Summers, recuperado del pasado junto al resto de los X-Men originales, el legado con el que ha tenido que lidiar el joven Scott ha sido cunado menos complejo. Y es que precisamente su llegada se justifico por parte de La Bestia como medida de choque para reconducir el supuestamente errático comportamiento del Scott de presente. Desde su llegada el joven Summers ha tratado de encontrar su propio camino y sobre todo de diferenciarse de aquel en el que supuestamente esta destinado a convertirse.

En lo que a Viv Visión respecta la información que tenemos del personaje es bastante menor, aunque de nuevo la idea de legado es central en su configuración. Androide artificial creado por La Visión para tener una familia “real” su papel como hija modelo pronto se verá puesto en duda por el rechazo de la humanidad y las dificultades de adaptación ante un mundo que ni la comprende ella ni ella termina de comprender. El angst adolescente elevado a la enésima potencia en un personaje artificial que lucha por encontrar su propio camino.

Así las cosas la llegada de Civil War II lo ha cambiado todo. Ser vengadores era el sueño de Miles, Kamala y Sam, pero ¿pueden realmente asumir el legado de unos héroes incapaces de resolver sus discrepancias sin recurrir a la violencia?, ¿puede acaso aceptar Amadeus Cho las decisiones que han tomado los supuestos lideres de la comunidad heroica sin rebelarse antes ellos?, ¿puede el joven Cíclope seguir con sus compañeros X-Men y no combatir lo que le depara el futuro?, ¿puede Viv encontrar su camino, separarse de su padre y elegir su futuro?

Las respuestas parecen encontrarse en Campeones una serie en la que de la mano de Mark Waid y Humberto Ramos, los más jóvenes héroes del Universo Marvel se unen para encontrar su propio destino en el incierto futuro que se antoja tras los traumáticos sucesos de la segunda guerra civil superheroica. Lo hacen asumiendo una vez más un legado, en ese caso el de unos de los grupos más extraños de la historia del Universo Marvel, el de Los Campeones grupo afincando en Los Ángeles que en los 70 no termino de encontrar su sitio en la Casa de las Ideas. Algo me dice que estos Campeones 2.0 van a tener mucha más suerte que sus predecesores.

sábado, 21 de enero de 2017

Mis series de 2016.

Gran parte de mi tiempo de ocio, probablemente más incluso que para el cine o la lectura se me va en la series de las que ahora con Netflix (y desde hace poco con HBO) consumo incluso más que antes. Este año encontramos grandes series que hacen difícil una reducción a un top cinco pero ahí esta la gracia del asunto.


5.- Marco Polo 2ª temporada: Protagonista de una inesperado cancelación, la segunda temporada sumo a la múltiples virtudes de la primera (excelente ambientación, grandes personajes, tramas realmente potentes) la corrección de sus mayores errores (morosidad narrativa sobre todo) dando así lugar a excelente temporada que además abría muchas puertas de cara a una tercera que ya no veremos. Temas como la lucha entre la modernidad y la tradición, las intrigas palaciegas o dilemas éticos de diferente índole se han unido en esta ocasión a ajustadas y bien trabajadas escenas de acción para una serie que tiene en la coralidad su esencia y en la que Marco Polo más que protagonista es guía por un mundo y unos valores tan distintos como atractivos.


4.- The Get Down 1ª temporada: Aunque en realidad solo ha sido “media” temporada, la explosividad de alegría, música y color de The Get Down le hacen acreedora a ser conocida por mucho más que por ser “la serie más cara de la historia”. La serie en a que la mano de Baz Luhrmann es más que evidente destaca también por su profundo calado social con unos barrios destrozados a todo los niveles donde la mafia campa a sus anchas y donde la gente honrada se niega a rendirse. En este contexto la música o los graffitis son tanto vía de escape como forma de expresión artística, en una show pese a todo plagado de ternura, humor y expresividad musical que ahonda en el nacimiento del hip hop como movimiento no solo musical si no político.


3.- American Crime Story: The people vs O.J. Simpson: O la historia de como un juicio que debía versar sobre el asesinato de dos personas, se transformo en un juicio global al racismo en Estados Unidos, donde lo de menos parecía ser si O.J. Simpson era culpable o inocente ya que lo que estaba en juego era el alma misma de todo un país que se vio paralizado por el “juicio del siglo”. Narrada con un ritmo magnifico y con poderosas interpretaciones, la serie ahonda en todos los ángulos posibles de la historia y muestra como el juicio transformo la vida de todos aquellos a los que toco.


2.- Westrworld 1ª temporada: La gran apuesta del año de la HBO recuperando la idea tras la película de culto Almas de metal (solo por el titulo en español la película ya mola mil) se cierra con un rotundo éxito tanto popular como de critica. Con elementos tradicionales de la ciencia ficción en torno a los limites de la ciencia, la IA y la posibilidad de crear la conciencia y por lo tanto transformarse en el equivalente a Dios, en Westworld hay elementos que recuerdan los mejores mejores momentos de Perdidos y que hace que una empezada la serie sera imposible no engancharse a sus secretos, sus misterios y sus personajes.


1.- Juego de Tronos 6ª temporada: Tras dos temporadas donde la serie había bajado el nivel y donde apenas había un par de episodios realmente relevantes en cada una de ellas, esta sexta temporada ha sido un glorioso regreso al esplendor de las primeras, todos los episodios han tenido algo que les hacía realmente especiales y que volvía a lograr que la espera entre semana y semana fuera interminable, todo culminado además en esa Batalla de los bastardos que más que por la batalla en si (brutal para lo que es una serie, lejos del nivel que se puede ver en la gran pantalla) destaca por saber transmitir una poderosa sensación de claustrofobia, de imposibilidad de vencer, de que todo esta perdido y ahí, justo ahí es donde reside la épica.

Quedan fuera cosas como la segunda temporada de Daredevil, excelente aunque peor que la primera, la brutal segunda temporada Better Call Saul que ha mejorado el espectacular nivel que tuvo la primera, la cuarta de Orange is the new black que recupera el nivel y lo hace de forma gloriosa o la cuarta de The Americans serie que no ha hecho más que crecer temporada a temporada. Además hay varias otras que también podían estar aquí, aparte claro de series que no he visto pero que tiene muy buena pinta como Mr. Robot o Billions.

domingo, 15 de enero de 2017

2016 un año de cine.

Potente año cinematográfico el recién finalizado con multitud de películas interesantes y muchas dificultades para elaborar mi personal top 5 de los 43 estrenos que he visto este año. Como siempre el top está compuesto por los carteles que ilustran el post de la quinta a la primera película del año según mi criterio.


De cara a la temporada de los Oscars y como viene siendo habitual gran parte de las películas más “prestigiosas” de año se estrenaron a principios del mismo. Así el primer estreno que cayó este año fue el de Steve Jobs donde el magnífico trabajo de Michael Fassbender no debe eclipsar el muy interesante guión de Aaron Sorkin cuya estructura es una de las claves de la película. También a principios de año llego el esperado nuevo trabajo de Tarantino, Los Odiosos Ocho donde el director mezcla el western con una clásica estructura de “quien lo hizo” dado lugar a una de sus películas más interesantes. No es sin embargo el caso de la decepcionante Joy, está claro que no termino de pillarle el truco a David O.Rusell pero esta oda al capitalismo me pareció francamente aburrida y simplista. En las antípodas estaría La gran apuesta, donde el análisis de lo que paso realmente en la última crisis nos es narrado de manera tan divulgativa como devastadora y donde se deja claro que lejos de sentar las bases para que algo así no vuelva a pasar se están sentando para que se repita más pronto que tarde.

También a principios de año encontramos otras de las películas más potentes de 2016, por un lado la telúrica El Renacido un autentico tour de force que le proporciono su primer y merecido Oscar a Leonardo Di Caprio y que consolida a Iñarritu como uno de los directores más interesantes del mainstream americano. Por otro lado tenemos Carol autentica obra maestra de la sutilidad y la elegancia de Todd Haynes y donde brilla en todo su esplendor Rooney Mara una de las mejores actrices de la actualidad.


Pensadas también de cara a los premios pero tal vez de menos interés para quien esto escribe encontraríamos la estimable Trumbo que pese a su innegable maniqueismo y trazo grueso sobre algunos temas cuenta el relato de la edad oscura de Hollywood durante la caza de brujas y cuenta con un inspirado (aunque un poco sobreactuado) Bryan Cranston. Spotlight fue sin duda una de las triunfadoras del año, pero tengo la sensación de que más por el tema que trata que no por la película en sí que más allá de su magnífico reparto me parece carente de fuerza y algo plana. Tampoco Creed con un gran Sylvester Stallone (sin duda lo mejor de la peli) me parece que destaque en exceso con una historia demasiado tópica y dirigida de forma meramente funcional. Una de las decepciones del año.

Más interesantes aunque sin llegar a ser del todo redondas encontramos la estremecedora La habitación, que pierde gran parte de la fuerza conseguida en la primera mitad en la segundas parte de la película y Ave Cesar un contraste cómico y algo cínico con respecto a Trumbo donde los Coen, pese a narrar un relato interesante y algo cruel del Hollywood más clásico, no están a la altura de sus grandes películas.


Aunque no soy especial fan del terror creo que este es el año que más películas he visto del genero. Por un lado estaría Bone Tomahawk que estaba disfrutando enormemente en su vertiente de western supervivencialista y casi contemplativo pero que me dejo fuera de juego en su brutal final, en la misma onda estaría The Neon Demon, una película fascinante en muchos aspectos y que por mucho que trato de sacar de mi mente no consigo hacerlo y es que este trabajo de Nicolas Winding Refn ha sido uno de las peores experiencias cinematográficas (a nivel sensorial, casi diría espiritual) del año. Más interesantes o al menos más digeribles para mi resultaron tanto La Invitación como El Regalo, dos películas que aunque muy diferentes entre sí, sí cuentan con las suficientes similitudes como para nombrarlas juntas. La primera como reflexión sobre las formas de afrontar el dolor y la pérdida, las segunda como muestra de que realmente las personas no cambian nunca, al menos no en lo que importa. También de mi agrado resultaron tanto La Bruja con su claustrofóbica visión del fanatismo religioso y en la que nunca termina de quedar claro lo que está pasando y Calle Cloverfield 10 claustrofóbica también a otros niveles y cuyo giro final por muy innecesario que pueda parecer a mi me hizo gracia. Alguna de estas películas tal vez no puedan ser clasificadas exactamente de terror pero si hay elementos comunes a ese ámbito como sucede con Green Room película de la que me gustó tanto su retrato de la vida en la carretera de una banda de música desconocida y que ha de hacer de todo para ganarse la vida, como cuando se desencadena el caos y empieza la lucha por la supervivencia.

Entrando en terreno superheroico el año se abrió con la divertida y fresca formalmente (aunque algo convencional en trama) Masacre toda una sorpresa, marcada por una magnifica campaña de marketing que reventó taquillas gusto a críticos y salvo el culo a la Fox ya que su gran apuesta superheroica del año, X-Men: Apocalipsis pese a no ir mal en taquilla no fue precisamente bien recibida. Personalmente su aire de serie B y su espíritu, claramente de otra época hicieron que la película pese a todo me gustase mucho. Pero si el año de la Fox oscilo entre la sorpresa y la decepción el de Warner debió estar siempre cerca del infarto. Su gran apuesta del año, Batman vs Superman: El amanecer de la justicia no fue el megaexisto que todos esperábamos y Escuadrón Suicida pese a sus brutales resultados de taquilla ha generado más críticas que alabanzas. Personalmente para mi ambas son películas muy interesantes con un magnífico trabajo de dirección y que pese a innegables problemas otorgan a DC en el cine una marcada personalidad propia que es de agradecer. Marvel/Disney por su parte han vivido un plácido año de espectaculares resultados donde Capitán América: Civil War ha liderado la taquilla del año y Doctor Extraño ha sido el mejor estreno de un personaje individual de la casa. Magníficos resultados para dos muy buenas películas que sin embargo repiten una vez más la fórmula del éxito sin ofrecer un atisbo de riesgo.


Aunque en los últimos tiempos pueda parecer lo contrario, no solo de superhéroes viven los blockbusters y este año hemos tenido diversos ejemplos desde Rogue One una muy buena película que al contrario que el episodio VII consigue tener personalidad propia y que de paso soluciona el, para mí, uno de los grandes problemas de la trilogía original, siguiendo por la injustamente machacada e ignorada en taquilla Dioses de Egipto una maravillosos y fresco espectáculo digital donde la sensación de maravilla está por encima de todo o continuando con la también machacada (por razones totalmente estúpidas) Cazafantasmas cuyo principal problema es que no es realmente graciosa, aunque si entretiene. A otro nivel pero también con vocación de reventar taquillas regresaron este año Paul Greengrass y Matt Damon con la excesivamente rutinaria Jason Bourne que demuestra que los años donde revolucionaron el género de acción quedan muy lejos.

Si a principios de año se estrenan muchas películas de “prestigio” de cara a la temporada de premios, también pasa lo mismo a finales de cara a la del año siguiente y aquí encontramos las dos películas que quedan para cerrar mi top, por un lado la magnífica Aliados de un portentoso Robert Zemeckis que ofreciendo dos películas en una da toda una lección de plena modernidad desde postulados clásicos y por otro lado el esperado retorno de Mel Gibson tras las cámaras con Hasta el último hombre un portentoso relato de cómo los héroes se encuentran en el lugar más inesperado y como a veces es posible luchar por mantener tus convicciones aun con todo en contra. Se podrían meter aquí sin forzar mucho la maquina películas como Elle otro esperado retorno en este caso de Paul Verhoeven, una cínica y cruel mirada a las relaciones de pareja que no tiene complejos en ser desagradable cuando lo necesita, Sully la nueva película de Clint Eastwood que ahonda en temas comunes en el director y también supone un análisis sobre lo que significa ser un héroe o La llegada donde Denis Villeneuve muestra una sensibilidad parecida a la de Nolan en Interstellar y tiene en el leguaje (cinematográfico, hablado, escrito) una de las claves de su fuerza. También la inquietante a la vez que elegante Animales Nocturnos entra dentro de este grupo, una película que propone un complejo juego al espectador entre “realidad” y ficción y que puede ser interpretada de muchas maneras.


Quedan todavía nueve películas para completar mi año cinematográfico, entre ellas esta Kubo y las dos cuerdas mágicas una maravilla visual y conceptual que tal vez recorra caminos demasiado convencionales a nivel de trama o la única película española que he visto este año (pese a estar interesado en otras propuestas que por razones diversas se me escaparon) como fue la bien intencionada aunque muy decepcionante 1898. Los últimos de Filipinas. Tim Burton por su lado presento El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares una película que tiene destellos de los elementos que hicieron grande al director de Eduardo Manostijeras pero que no termina de llegar a aquello a lo que se aproxima, siendo con todo una película tremendamente disfrutable. Como también es disfrutable a la par que muy divertida Dos buenos tipos nuevo acercamiento de Shane Black a las buddy movie que destaca por la excelente química entre Ryan Gosling y Russell Crowe.

Finaliza ya este somero repaso con la mención a High-Rise desconcertante película basada en la novela homónima de J.G. Ballard a la que no termine de pillar el truco en ningún momento, la decepcionante El Infiltrado, con un Bryan Cranston más contenido en una película que está muy lejos en interés de Narcos con la que comparte temática, la interesante aunque menor Blood Father con un Mel Gibson en su salsa demostrando que sigue conservando todo su carisma en pantalla, la nueva propuesta de Jeff Nichols Midnight Special una suerte de Encuentros en la tercera fase del siglo XXI que plagada de momentos de interés y con un magnífico trabajo de dirección no logra superar el sopor en el poco a poco se sume la película y para cerrar La Juventud de Paolo Sorrentino, una película que pese a su espectacular reparto y aciertos puntuales no termino de convencerme.

lunes, 2 de enero de 2017

“Mis Comis” de 2016 II.

Segundo y último post dedicado a mis mejores lecturas comiqueriles del año recién finalizado, incluyendo en este caso el top 5 de las mismas.


5.-El Caballero Oscuro III. La raza superior de Frank Miller, Brian Azzarello y Andy Kubert. (ECC/DC). Aunque el delicado estado de salud de Miller le impido afrontar este proyecto en solitario, lo cierto es que su espíritu esta presente tanto en el argumento (donde probablemente más ha contribuido) como en los diálogos de Azzarello. Capitulo aparte merece el dibujo de Andy Kubert, que Klaus Janson mediante, consigue salir airoso del reto emulando el estilo del maestro sin perder identidad propia. La historia, interesante y atractiva, nos muestra de nuevo un Batman de alcance casi mítico que en esta ocasión habrá de hacer frente a una amenaza que claramente le viene grande, necesitando recurrir a sus aliados en especial a Superman. En este aspecto juegan un papel determinante los minicomics de complemento, donde conviven autenticas joyas dibujadas por el propio Miller con tebeos más discreto y donde se amplia el escenario de la historia. Una de las lecturas mensuales más estimulantes que por desgracia ahora ha sufrido un prolongado parón.


4.- Miracleman la edad de oro de Neil Gaiman y Mark Buckingham. (Panini/Marvel). El reto que tenía ante si Gaiman y Buckingham era bastante complicado, no sólo debían continuar una obra maestra si no que además debían hacerlo tras un final bastante cerrado donde se habían atado todos los cabos y dejaba un mundo (supuestamente) utópico tras si. Gaiman tuvo sin embargo la suficiente inteligencia de darse cuenta de la imposibilidad de seguir por el mismo camino y opto por un cambio radical de enfoque centrándose en como había afectado la llegada de esta utopía al común de los mortales y como había transformado la presencia de dioses que caminan entre hombres a las vidas y sistemas de creencias de estos. Tanto Gaiman como Buckingham eran novatos cuando hicieron frente a este proyecto y eso se nota en algunos elementos del tebeo, como el excesivo gusto del guionista por dar un toque literario a su prosa,influencia del propio Moore, o la necesidad del dibujante de llamar la atención con sus composiciones, en ocasiones en perjuicio de la narrativa. Sin embargo consiguieron salir airosos de una labor digna de titanes, todo un merito para un cómic magnifico.


3.- Gran Hotel Abismo de Marcos Prior y David Rubín (Astiberri). Definido por sus propios autores con un “si Frank Miller hubiera hecho V de Vendetta. Gran Hotel Abismo es sobre todo un ejercicio de rabia expresada mediante arte ante esta estafa masiva comúnmente llamada “crisis” y que tantas vidas ha destrozado. No cabe esperar de este cómic un un argumento desarrollado, es ante todo una expresión de indignación en estado puro, una obra cargada de fuerza y energía que como en las mejores obras de Miller, se apela a las tripas no a la cabeza. Sin querer menospreciar la la labor de Prior, si por algo destaca el cómic es por el trabajo de Rubín no solo al dibujo si no también al color que es lo que terminal por hacer de Gran Hotel Abismo lo que es dándole esa textura tan especial que hace que llame la atención con solo verlo. Todo un toque de atención frente a la indiferencia y el conformismo.


2.- Providence de Alan Moore y Jacen Burrows. (Panini/Avatar). Adaptar visualmente a Lovecraft siempre ha sido una tarea muy difícil. Su forma de escribir, la atmósfera que creaba en sus mejores relatos, esa sensación de opresión, de autentico horror cósmico eran lo que hacía de su trabajo algo tan especial y a su vez tan difícil de captar en un medio visual que en no pocas ocasiones acudía simplemente adaptar sus monstruos sin comprender que eso era solo la superficie. Moore, tremendamente inteligente y profundo conocedor y admirador de la obra de Lovecraft no podía tomar el camino fácil y en Provindence adapta sutilmente alguno de los mejores relatos del autor de En las montañas de la locura a través de un escritor que paulatinamente se va sumiendo en el horror sin darse cuenta de ello y tratando de racionalizarlo todo. La enormidad del trabajo del de Northampton se muestra cuando no solo consigue capar la atmósfera de los mejores relatos de Lovecraft si no que también llega a provocar autentico terror en determinados pasajes, algo muy difícil de conseguir en un cómic. Además consigue llevar a su terreno a Lovecraft sin desnaturalizarlo y ahonda en la vertiente mágica que se esconde tras la obra del estadounidense. Burrows, aunque algo estático por momentos consigue estar a la altura del reto trasmitiendo toda la opresión y tinieblas que se ciernen sobre el protagonista y su destino.


1.- Wonder Woman Tierra Uno Grant Morrison y Yanick Paquette. (ECC/DC). Repite Morrison como guionista de mi obra predilecta del año y es que tiene merito que a lo largo de la obra del escoces haya sabido captar la esencia y escribir alguna de las mejores historias de personajes como Batman, Superman, la JLA o los X-Men, tarea que ahora repite con esta Wonder Woman, un personaje difícil de escribir y al que Morrsion termina de pillar el punto acudiendo a sus mismos orígenes. Acompañado aquí de un sobresaliente Yanick Paquette, Morrison nos muestra aquí una Wonder Woman, poderosa segura de si misma y que pretende encontrar su propio destino desafiando tanto a su propia madre como al poder establecido en el patriarcal mundo del hombre. Un cómic sin complejos, libre, que muestra a Wonder Woman en toda su grandeza.

domingo, 1 de enero de 2017

“Mis Comis” de 2016 I.

Pese a que cada vez escribo menos por aquí, si me apetece seguir con la tradición de los tops del año, empezando por el tema central del blog: los cómics. Este año me ha parecido en general más fructífero que el año pasado y me ha sido imposible quedarme con sólo cinco cómics. Sin más preámbulos ahí va el top de mis lecturas comiqueras del año:


10.- Secret Wars de Jonathan Hickman y Esad Ribic: (Panini/Marvel). Estas Secret Wars son, para quien esto escribe el mejor evento de cuantos ha leído (y ha leído unos cuantos) de toda la historia del Universo Marvel. Culminación de una larguísima historia río iniciada por Hickman en los 4 Fantásticos allá por 2009, Secret Wars es en el fondo el enfrentamiento definitivo (o todo lo definitivo que puede serlo en un cosmos de ficción interminable como es el Universo Marvel) entre Reed Richards y Victor Von Muerte o lo que es lo mismo, va sobre las raíces mismas sobre la que se sustenta el Universo Marvel que en cierta medida se reinventa tras el evento. Es curioso que una idea tan deudora de Crisis en Tierras Infinitas de DC (único evento de las dos grandes que a mi juicio esta por encima, en cuanto a ambición, de este cómic) sea a la vez tan quintaesencialmente marvelita. Una maravilla, imperfecta, pero maravilla al fin y al cabo.


9.- Paletos Cabrones de Jason Aaron y Jason Latour: (Planeta/Image). Curiosa traducción del Southern Bastards original, Paletos Cabrones es el típico cómic que podía ser emblema de Vertigo si DC no se hubiera cargado el mítico sello. Un Aaron mucho más cercano a lo que hizo en Scalped que no a nada de lo que esta escribiendo en Marvel, cuenta una historia de un pequeño pueblo de la América profunda donde el exitoso entrenador de su equipo de fútbol americano es una especia de tirano indiscutible hasta que alguien regresa al pueblo años después y pretende cambiar las cosas. Con un Latour que demuestra ser una elección más que acertada para el tono que requiere la historia, Paletos Cabrones es un cómic duro, sucio, sin concesiones, con pocos o ningún personaje realmente positivo y donde nada es tan simple como parece.


8,- Ragnarok de Walter Simonson: (Panini/IDW). Viendo las ultimas colaboraciones en Marvel de Simonson, pareciera que estabamos ante un autor cansado que ya había dicho todo lo que tenía que decir....este Ragnarok viene a demostrar que con la motivación suficiente Simonson sigue siendo el glorioso autor completo que en los 80 se postulara como el más digno heredero de Kirby en términos de fuerza y épica. Tal vez no es que Simonson haya vuelto, tal vez nunca se fue y solo necesitaba libertad para contar lo que realmente le apeteciera. En Ragnarok retoma su querida mitología nórdica y vuelve a usar a Thor pero sin las limitaciones que siempre supone trabajar para Marvel. El artista se desata en un autentico espectáculo para los ojos cargado de energía que deja con ganas de más y que impacta desde la primera página.


7.- Noche Oscura, una historia verídica de Batman de Paul Dini y Eduardo Risso: (ECC/DC-Vertigo). Exorcismo personal por parte de su guionista Paul Dini, Noche Oscura es una reflexión autobiográfica sobre los demonios personales, el miedo, el poder de la imaginación y la fuerza de los iconos. El cómic narra el brutal asalto y robo sufrido por Dini cuando trabaja para la Warner en la serie animada de Batman y en Looney Tunes y como consiguió superar tan traumático suceso gracias entre otras cosas a la ayuda de Batman y su entorno, así como a un episodio clave que puso en valor y dio perspectiva a su trabajo, que le parecía tan ridículo frente a lo que le había pasado. El magnifico de Eduardo Risso termina por convertir este cómic en de las lecturas más estimulantes del año.



6.- Lazarus de Greg Rucka y Michael Lark: (Norma/Image). Un año más Lazarus vuelve a estar en el top consolidandola como mi serie regular favorita de cuentos se publican en España a día de hoy. Este año hemos contado con dos tomos de esta suerte de Juego de Tronos posapocaliptico donde además de seguir profundizando en todos los personajes y su mundo ha terminado por estallar una guerra de imprevisibles consecuencias entre dos de las principales familias corporativas que gobiernan este mundo y que en función de las distintas alianzas amenaza con convertirse en mundial. Lectura absorbente al igual que Paletos Cabrones, Lazarus demuestra a las claras lo merecido que tiene el titulo de “nueva Vertigo” la editorial Image.