martes, 29 de enero de 2013

“Mis comis” del 2012 y II.

Segunda y última parte del top ten de las novedades que en el campo del cómic más me han llamado la atención a lo largo del año recién finalizado.


5.- Criminal 6 de Ed Brubaker y Sean Philips (Panini-Icon/Marvel): Adecuadamente titulado como “El último de los inocentes”, Brubaker y Philips muestran en este tomo una mirada cínica y feroz en torno a toda una institución del cómic americano: Archie Cómics. Aunque en España son casi desconocidos, los cómics de Archie y sus líos adolescentes y pseudo amorosos con Betty y Verónica son todo un éxito en los USA, incluso hoy en día. “El último de los inocentes” nos sitúa con un sosias de Archie (Riley Richards) ya crecido que metido en una situación imposible regresa a su pequeño pueblecito (Brookview sosia a su vez del Riverdale de los cómics de Archie) para observar como todo, incluso él (sobre todo él) ha cambiado radicalmente. Pasión, asesinatos, sexo, odio y celos se entremezclan en una historia dura y directa que te golpea en el estomago y no te deja respirar desde el principio. Una historia sobre la inocencia perdida y de la imposibilidad de volver a recuperarla y uno de los mejores trabajos de una serie plagada de grandes trabajos.


4.- Rasl 2 de Jeff Smith (Astiberri-Cartoon-Boocks): Tras el arrollador éxito de Bone, Jeff Smith decidió cambiar radicalmente de registro con una historia de corte más adulto, donde un ladrón interdimensional se veía arrastrado a una peligrosa conspiración gubernamental con elementos personales de por medio. Una historia construida en torno a la fascinante figura de Nikola Tesla fabuloso inventor y casi personificación del “ científico loco” tan querido al mundo de los cómics. Smith construye una historia de narrativa prodigiosa marcada por la violencia, el amor, la traición y la venganza. Un relato magnifico que gana leído en su conjunto (había pasado demasiado tiempo entre la publicación de su primer tomo) y que confirma a Smith como uno de los autores más potentes del otro lado del Atlántico.


3.- Batman INC. de Grant Morrison Yanick Paquette, Chris Burnham yy otros (ECC-DC): Que la etapa de Grant Morrison al frente del hombre murciélago esta haciendo historia es algo innegable a estas alturas. Tiene ahora incluso especial merito ante la brutal interrupción en sus planes que ha supuesto todo el tema de New 52. Este tomo publicado a mediados de año por ECC y que recoge las primera de las dos partes que componen la última fase de la etapa del guionista de Los Invisibles al frente del caballero oscuro, no viene más que a confirmar lo dicho con anterioridad. Alejado de la gravedad de RIP o de El Regreso de Bruce Wayne, Batman INC. resulta una lectura dinámica, entretenida que ahonda en el gusto por lo pop del escoces y que incluye incluso una de esas sorpresas finales tan habituales en sus trabajos con los superhéroes. A todo esto se añade que en este tomo los dibujantes si acompañan construyendo una de los relatos superheróicos más gratificantes no solo del año recién finalizado, si no de lo que llevamos de década.


2.- Scalped: El final de la senda de Jason Aaron y R. M. Guéra (ECC-Vertigo/DC): Scalped es ya de manera innegable, una de la grandes obras que ha dado un sello (ya por desgracia condenado a la extinción) plagado ya de por si grandes obras como, La Cosa del Pantano de Alan Moore, el Sandman de Neil Gaiman o el 100 Balas de Brian Azzarello y Edurado Risso Lo que demuestra el calado de la serie de la que estamos hablando. El último tomo que pone fin a los 60 números con los que finalmente ha contado el cómic tiene además la virtud de poner termino de forma adecuada a todo lo que se había venido narrando, sin ambigüedades y sin temor a afrontar la consecuencias de lo hasta entonces contado. Aaron y Guéra nos relatan un final violento (no podía ser de otra forma) pero justo con los personajes. Muchas grandes series tiene el defecto de un final que no deja satisfecho a casi nadie, hasta en eso Scalped es grande. Su final no es solo perfecto si no casi el único imaginable para una obra de genero negro descarnado con personajes extremos y situaciones al limite.


1.- Flex Metallo de Grant Morrison y Frank Quitely (ECC-Vertigo/DC): Segunda obra de Morrison en el top, tercera de Vertigo y quinta de ECC, esta claro por donde han ido este año mis gustos. Resulta innegable que esta obra tenía algo de mítico detrás suyo, incluso antes de que pudiéramos verla en España. En primer lugar derivaba de esa maravilla que es la etapa de Morrison en Doom Patrol, una bendita locura que tenía uno de sus puntos culminantes con la aparición de Flex Metallo. En segundo lugar, la misma concepción del personaje, un poderoso justiciero que podía alterar la realidad flexionado sus músculos, ahí es nada. En tercer lugar era la primera colaboración de una de las parejas creativas más solidas y potentes del cómic americano: Morrison y Quitely. En cuarto y último lugar parecía una obra maldita destinada a no ser nunca publicada por los sempiternos problemas de derechos. Así, cuando se anuncio el cómic las expectativas eran bastante altas y lo cierto es que no han sido defraudadas en absoluto. A medio camino entre al autobiografía y el análisis metalingüístico de los superhéroes tanto en su historia como en su concepto mismo, Flex Metallo resulta una obra que aunque por momentos pude parecer demasiado críptica, es un autentico espectáculo visual y narrativo que desnuda la esencia misma del superhéroe y que nos muestra con una explicitud nada habitual el sistema de creencias de su guionista. Una maravilla en todos los aspectos.

martes, 22 de enero de 2013

“Mis comis” del 2012 I.

Un poco más tarde que otros años llega mi lista de las novedades que más me han gustado a lo largo del año recién finalizado. Este año me ha costado más encontrar 10 obras que me hayan gustado tanto como para figurar aquí, tal vez porque he comprado menos novedades que otros años. Al menos he tenido la suerte de leer por primera o vez (o completar la lectura, vaya) de autenticas maravillas que entrarían de lleno en la lista de mis lecturas de cabecera como puedan ser Calvin & Hobbes, El Principe Valiente, Odio o en menor medida Akira. En fin, sin más preámbulos vamos con la primera parte de la lista.


10.- Daredevil de Mark Waid, Marcos Martín, Paolo Rivera y otros (Panini-Marvel): Ha sido una de los cómics más premiados allende los mares y lo cierto es que se trata de un tebeo fresco, entretenido y con un excepcional aspecto gráfico. En realidad estamos ante un tebeo de superhéroes bastante clásico cuyo mayor acierto reside (a parte de su excelente dibujo), en saber sacar de la oscuridad a un personaje que llevaba demasiado tiempo hundido en ella sin traicionar su esencia y su trayectoria anterior. Le falta quizá algo más de relevancia, ya que de momento son historias muy ligeras sin apenas trascendencia. Pese a todo, para el que esto escribe sin duda el mejor tebeo Marvel del año pasado seguido muy de cerca por el Lobezno y los X-Men de Jason Aaron.


9.- Odio 6 de Peter Bagge (La Cúpula-Fantagraphics ): Aunque lejos de la frescura inicial, Odio sigue siendo un tebeo tremendamente divertido que se lee y se disfruta con ganas. La evolución Buddy se plasma con claridad en un tomo donde se le ve mucho más responsable que nunca sin perder eso si, su acidez habitual. Este sexto tomo de la edición integral que La Cúpula lleva publicando varios años es sin duda de los más flojos de la colección pero aún y con eso merece estar aquí. Por otro lado lo que es innegable es que para aquellos que siguieron Odio en otros formatos el que ahora saquen un tomo que mezcla material reeditado con más de 50 páginas inéditas es una autentica falta de respeto.


8.- American Vampire 4 de Scott Snyder, Jordi Bernet y Rafael Alburquerque (ECC-Vertigo/DC): De las pocas colecciones regulares que quedan en pie en Vertigo, un sello que ante errores de planteamiento y decisiones editoriales sin sentido camina hacía el abismo, encontramos este American Vampire, donde en su cuarta entrega (cinco si contamos la miniserie del año pasado) ha ofrecido el que probablemente sea el mejor tomo publicado hasta la fecha. Sobre todo por su segunda historia y es que a pesar del espectacular trabajo del legendario Bernet en la primera, es en la segunda donde Snyder da lo mejor de si con una historia trepidante ambientada en la icónica década de los 50 con un cazador de vampiros salido de Rebelde sin Causa y una persecución automovilística llena de ritmo y energía coreografiada por un Alburquerque en estado de gracia. Veremos que pasa con la serie en un futuro ahora que parece que va a quedar en standby en los USA. En España quedan por lo menos dos tomos más en la recamara.


7.- Wonder Woman de Brian Azzarello y Cliff Chiang (ECC-DC): He de reconocer que no soy ni mucho menos un experto en Wonder Woman. A parte de sus apariciones en La Liga de la Justicia apenas si he leído la magnifica etapa guionizada y dibujada por George Pérez y poco más. Así que no se hasta que punto el trabajo de Azzarello y Chiang en fiel o no para con el personaje y su entorno, pero la verdad me da un poco igual. De todo el desastre organizativo y editorial que ha sido New 52 han salido varias series que merecen la pena y de ellas sin duda esta Wonder Woman es bajo mi punto de vista la más interesante de todas. Con un trabajo visual excepciona a cargo de Chiang, Azzarello ha superado los estereotipos que se ciernen sobre su trabajo (se le acusa de solo saber escribir genero negro) para realizar una labor que anclada firmemente en la mitología griega aporta una nueva dimensión al personaje y a su rol en el Universo DC. Una de los tebeos superheróicos que con más ganas leo cuando sale.


6.- Saga de Brian K. Vaughan y Fiona Staples (Pda-Image): Ha sido uno de los cómics que con más bombo tanto a nivel de critica como de público ha llegado desde los USA este año. Una de las licencias más codiciadas que finalmente cayo en manos de una alicaída Pda y que suponía el regreso a los cómics de Brian K. Vaughan tras su recordados Ex-Machina. Y. El último hombre y Runaways. El primer tomo publicado en España ha estado francamente bien, una historia de amor con tintes de Romeo y Julieta en mitad de una guerra intergalactica con cazarrecompesas, fantasmas y criaturas legendarias de por medio, todas en busca de cazar o proteger a la criatura fruto de ese amor. Si el tomo adolece de algo es de apenas ser un tapiz de presentación de un mundo cargado eso si, de posibilidades y que deja con muchas ganas de seguir explorándolo. Esperemos que llegue pronto la siguiente entrega.

miércoles, 16 de enero de 2013

Historia de un hombre sin miedo especial: Daredevil, primera temporada, recontando los orígenes.

Recién publicada en España por Panini y enmarcada en la línea primera temporada, dedicada a narrar el origen de los héroes para las nuevas generaciones llega Daredevil: Primera Temporada que se une a la corta lista de novelas gráficas dedicadas al personaje.

La línea editorial conocido como “Primera temporada” se trata del enésimo intento por parte de la majors del cómic (en este caso Marvel) para acercar sus vetustos personajes a nuevos lectores, contando una vez más sus orígenes con la pertinente actualización. En este caso en un formato más lujoso y de moda: el de novela gráfica, aquí más que nunca etiqueta sin sentido. Con el paso de los años las revisiones de los orígenes y motivaciones de los héroes se ha convertido en un tópico del género llegando a casos absurdos como el de Superman con incontables versiones de su origen en los últimos años. Ya sea a través de versiones alternativas, de retrocontinuidad o de proyectos fuera de continuidad, volver a su inicio es algo a lo que parece abocado todos y cada uno de los grandes iconos de Marvel y DC.

En el caso de Daredevil, su origen, desde que fuera narrado por Stan Lee y Bill Everett allá por 1964 ha conocido diversos reinterpretaciones de las cuales la más famosa e interesante ha sido sin duda “The man without fear” de Frank Miller y John Romita Jr.. Una revisión tan compleja, eficaz y potente que desde que se publico y hasta hoy cabe señalar como canónica. Este Daredevil: Primera Temporada sin embargo, asienta más su raíces en los primeros números de Stan Lee, Bill Everett, Joer Orlando y Wally Wood que no en la poderosa revisión milleriana, enlazando así con ese ejercicio de nostalgia embellecido por el gran Tim Sale que fue Daredevil: Yellow.

Lo más curioso de este proyecto, es que al contrario que en otras ocasiones no son superestrellas las que se encargan de llevarlo a cabo y es que ni el británico Antony Johnson (que ya trabajo en el personaje durante Tierra de Sombras y que es conocido sobre todo por haber adaptado textos de Alan Moore al cómic para Avatar) ni el brasileño Wellinton Alves (conocido sobre todo por su labor en la vertiente más cósmica de Marvel) son precisamente primeros espadas. Lo que hace de este un proyecto más pequeño aunque no por ello, al menos en teoría, menos ambicioso.

Tal vez por “ordenes de empresa”, tal vez por mera sinergia editorial, Daredevil: Primera Temporada enlaza con el tono más distendido, menos dramático que Mark Waid ha traído a la serie regular del hombre sin miedo. Algo difícil de evitar si las historias en las que te basas son tan naif como lo fueron las primeras de Daredevil. Así esta presente el triangulo (¿cuadrado?) amoroso entre Foggy, Matt-Daredevil y Karen, las luchas con villanos tan ridículos como El Matador o la versión light del Hombre Purpura lejos del brutal psicópata que más tarde y con tanto acierto mostraría Bendis (eso si en el subtexto del personaje ya se puede ver a las claras todo lo que Bendis saco a la luz). Daredevil da sus primeros pasos como héroe, tratando de diferenciarse de Spiderman (aquí puede verse una interesante reflexión metaficcional. Daredevil en sus primeros años era una suerte de Spiderman de segunda, pero adulto y por ello carente de verdadero interés para su público potencial) usando un ridículo pero entrañable traje amarillo, cuyo abandono tiene una explicación más o menos lógica en el cómic.

El cómic se deja leer, Johnson aporta como novedad una interesante historia de fondo que enlaza con la condición de católico de Murdock y trata de explorar sus deseos y motivaciones, mientras que Alves realiza un trabajo visualmente correcto sin alardes pero eficaz, tanto desde un punto de vista narrativo como plástico. Una obra en todo caso que no aporta demasiado a la mitología del hombre sin miedo y que realmente cuesta ver como algo que pueda atraer nuevos lectores para el cuernecitos, no olvidemos que al fin y al cabo este es el supuesto (y ambicioso) objetivo de toda esta línea editorial. En cualquier caso para los fans de toda la vida supone un bonito ejercicio de nostalgia, probablemente mejor escrito que su pariente Daredevil: Yellow, pero infinitamente peor dibujado y que en cualquier caso esta a años luz de la mejor historia sobre el origen de Daredevil que se ha hecho nunca, la ya mencionada “The man without fear” .

miércoles, 9 de enero de 2013

Un 2012 de cine.

Al igual que el año pasado voy a hacer un breve repaso por los estrenos cinematográficos que han caído con el transcurrir de los meses. Al final han sido más 30 películas las que he terminado viendo de las cuales (en orden descendente) las cinco que más me han gustado son las que ilustran este post.

Haciendo balance del año cinematográfico recién terminado la verdad es que tenia la sensación de que había sido bastante bueno, a la altura del anterior. Analizando un poco lo visto de cara a escribir este post lo cierto es que la impresión que tenía inicialmente ha cambiado. Si bien en general en el 2012 he visto bastantes buenas películas, creo que el año pasado fue mucho más especial en este aspecto. Tal es así que incluso dos de las mejores películas que he podido ver el año pasado son en realidad estrenos de finales de 2011: Drive y sobre todo la magistral El Topo.


He de decir en cualquier caso que el año empezó bastante bien, a parte de las dos obras ya mencionadas, la primera película propia del 2012 que vi este año fue la excelente Hugo de Martin Scorsese. Todo un canto al cine, con una primera parte prodigiosa y una segunda algo más tímida tal vez por la excesiva reverencia de Scorsese a George Méliés. Menos interesantes pero en todo caso de calidad incuestionables fueron los trabajos de dos pesos pesados: Clint Eastwood con J. Edgar y David Fincher con Millenium. La primera película un biopic nada convencional y poco complaciente del polémico creador del FBI no tenía el interés ni la fuerza de los últimos trabajos del director. Fincher por su parte hizo un muy buen trabajo con un material bastante deficiente como sucede con las novelas de Larsson. En cualquier caso a años luz de La Red Social por ejemplo.

Siguiendo con grandes directores que estrenaron el año pasado no podemos olvidarnos de Steven Spielberg y su técnicamente soberbia pero demasiado predecible y aburrida War Horse. Tampoco de la extraordinariamente polémica Prometheus donde Ridely Scott hace un magnifico trabajo con un guión que, plagado de ideas brillantes, tiene demasiados fallos de bulto como para que no fuera machacado sin piedad, lo que claro, ha terminado sucediendo. Aquí cabe también incluir a David Cronenberg y su inclasificable Cosmopolis, adaptación de Don DeLillo, sin duda una de las películas del año. Nada complaciente y difícil de digerir, resulta una demoledora representación de nuestros tiempos y de los hombres que en ellos han triunfado. En otro ámbito, pero con cierta relación es interesante también Los Idus de Marzo. Un despiadado análisis de los lideres de nuestra era donde George Clooney muestra su lado más cínico al retratar sin miedo las alcantarillas de una clase política donde se encuentran gran parte de los males que nos afligen hoy en día. También en el campo de la política destaca el tercer trabajo tras las cámaras de Ben Affleck con la potente Argo, que narra el surrealista rescate de seis americanos refugiados en la embajada de Canadá en el Irán de Jomeini. Affleck, al contrario de lo que le sucediera a Bryan Singer en Valkiria, sabe mantener la tensión en todo momento pese a que ya se conoce el resultado de la misión, realizando un trabajo dinámico e intenso que esta entre lo mejor del año.


Tim Burton ha estrenado dos películas este año, la injustamente despreciada Sombras tenebrosas, que combina con acierto terror y humor y que aunque lejos de alguna de sus mejores obras como Sleepy Hollow (con la que comparte espíritu), resulto mucho más interesante y completa que su mega éxito Alicia en el País de la Maravillas. Frankenweenie por otro lado resulta más decepcionante siendo el corto original mucho más interesante y poético que no esta película que apenas si aporta nada que no estuviera ya en aquel, alargando de manera innecesaria una idea muy interesante: una parodia/homenaje al Frankenstein de Mary Shelley en clave de niño incapaz de superar la perdida de su mejor amigo. En el mismo campo de la animación resulta bastante más interesante Brave, donde de nuevo Pixar realiza un trabajo prodigioso desde un punto de vista técnico para una historia que mucho acusan de demasiado convencional pero que a mi resulto divertida y entrañable.

Uno de los estrenos del año ha sido sin duda El Hobbit de Peter Jackson. Había bastantes dudas sobre la elefantiasis del proyecto. Sobre la necesidad de convertir un libro de 300 páginas en tres película de casi tres horas, pero lo cierto es que Jackson ha salido bastante airoso del asunto. Con una historia de mucho menor calado épico ha sabido dotar de energía una película que se pasa volando y que deja con ganas de más. Sorprendente ha resultado en este caso la reacción furibunda de gran parte de la critica profesional, que en general apoyo la trilogía de El Señor de los Anillos y que aquí (de nuevo en general) ha ido a degüello. Sea como sea el público ha respondido con creces y ahora no resulta tan difícil imaginar al menos otra película más con este material. La tercera sigo verla.


Este año también ha sido el año de las franquicias, ya sean intentos de iniciarlas, como la fallida y tremendamente aburrida Blancanieves y la leyenda del cazador, continuarlas como la simpática aunque redundante Men in Black III o reflotarlas como la trepidante y bastante entretenida Underworld: El despertar. En este mismo ámbito cabría señalar la también fallida El legado de Bourne, que pese a contar con un actor protagonista que a mi modo de ver es bastante mejor que Matt Damon y tener una historia que no desentona con las anteriores, no ha terminado de funcionar. Tal vez porque el público guarda un buen recuerdo de la trilogía original y esta quedo bastante cerrada, tal vez porque no terminen de aceptar la ausencia de Damon, lo cierto es que la película da más de lo mismo y no termina de tener la suficiente entidad propia como para valerse por si misma. Y es que la peli a mi entender más que a Damon a quien ha echado de menos es a Paul Greengrass.

Secuela también han tenido este año tanto el Sherlock Holmes de Guy Ritchie como el Taken de Luc Besson (que de nuevo ejerce de guionista). La de Ritchie tan desenfada y simpática como la primera, resulta un tanto más pretenciosa y menos impactante de lo que lo fue aquella. En todo caso un espectáculo digno de verse. Taken 2, dirigida ahora por Olivier Megaton  repite los esquemas que tanto éxito dieron a su predecesora. Cortita y al pie la peli va al grano como un Liam Nesson en modo “destroyer” y ofrece todo aquello que promete.


En el campo del cine más independiente o con vocación no tan netamente comercial este año ha habido hallazgos bastante interesantes. Red State es un cambio de registro radical de Kevin Smith que consigue dotar a su trabajo de un tono apocalíptico muy conseguido y que estaría bien que pudiera seguir explorando, cosa que de momento parece que no va a hacer ya que tras Clerks III ha anunciado que dejara el cine, veremos si es verdad. Mátalos Suavemente es una película que avanza a golpe de diálogos cortantes, puro noir posmoderno muy influenciado por los Coen y que ha sido otra de la películas que más me ha gustado este año. Al igual que Looper donde Rian Johnson director de la excelente Brick, construye un complejo relato de ciencia-ficción mezclado con el genero negro más descarnado. Con una idea de partida brillante de por si, Johnson va aún más lejos de lo que cabría esperar tomando siempre el camino más difícil y saliendo, siempre también, victorioso. Más difícil tanto de ver como de disfrutar resulta la extravagante Holy Motors de Leo Carax. A ratos brillante, a ratos tomadura de pelo, es probablemente la película que he visto este año que más claramente requiere un revisionado para poder evaluarla en su justa medida.

Comedias como tal he terminado viendo dos: El Dictador donde Sacha Baron Cohen tan irreverente y políticamente incorrecto como siempre protagoniza un filme tremendamente divertido y con una critica bastante ácida al mundo occidental en general y los EEUU en particular. Y Ted debut en el cine de Seth MacFarlane creador de Padre de Familia, que con un punto de partida bastante interesante termina dirigiendo una convencional comedia romántica y de amistad con diálogos y situaciones, eso si bastante divertidas. No calificaría de comedia ni mucho menos a La cabaña en el bosque. Bajo un guión de Joss Whedon y con dirección de Drew Goddard, la película, incomprensiblemente alejada de las carteleras en España, es una escalofriante reflexión sobre los mecanismos que hacen funcionar al terror y la esencia misma del Mal en el cine. Del cine español este año solo ha caído Luces Rojas de Rodrigo Cortés, que si tenemos en cuenta su reparto es española de esa manera. En todo caso se trata de un interesante thriller con sorpresa final en el que destaca sobre todo la labor de un gran Cillian Murphy.


Entrando en el campo de las adaptaciones comiqueras el año ha sido casi inmejorable. Si quitamos la decepcionante y aburrida The Amazing Spiderman tenemos por un lado Dredd. Una violentísima película de acción inmensamente superior a la de Stallone y que por desgracia ha fracasado en taquilla. Chronicle aunque no una adaptación de ningún cómic, si esta obviamente muy influenciada por los cómics de superhéroes en especial en su tramo final por el Miracleman de Alan Moore. Suelo recelar bastante de las pelis “cámara en mano” por aquello de las inverosímiles excusas que se sacan de la manga para estar siempre grabando, pero aquí el tema esta resulto con bastante inteligencia. La película me sorprendió mucho desde su inicio y es magnifico ver como va evolucionando y cambiando de tono a medida que avanza su metraje. Con esto llegamos a los dos joyas de la corona, dos de las mejores películas de superhéroes que se han hecho nunca: Los Vengadores y Dark Knight Rises. En la primera Joss Whedon apela con maestría a lado más lúdico y aventurero de los superhéroes, a ese sentido de la maravilla que impregna los mejores cómics de Los Vengadores y que el creador de Buffy Cazavampiros plasma a la perfección haciendo de la película todo un espectáculo y un regalo para los fans. DKR es totalmente distinta, Christopher Nolan esta más interesando en mostrarnos la esencia del héroe, aquello que le hacer ser como es, aquello que le lleva a luchar hasta más allá del limite de sus fuerzas. DKR no es una película perfecta, en realidad en inferior al Caballero Oscuro. Demasiado ambiciosa a Nolan parece que en ocasiones se le va de las manos. Pero es precisamente esa ambición, esas ganas de hacer la película de superhéroes más grande de al historia lo que termina haciendo de DKR un filme especial, un filme que será recordado y revindicado.

jueves, 3 de enero de 2013

Alias, de agentes dobles, buscadores de tesoros y familias disfuncionales.

En su momento me llamo bastante la atención esta serie. El mundo del espionaje siempre ha sido atractivo ya sea en la pequeña o en la gran pantalla y que J.J Abrams estuviera detrás del proyecto era una baza a su favor. Sin embargo entre unas cosas y otras Alias siempre había sido una serie que quedaba en ese indefinido “para más adelante”. Hasta ahora.

Haciendo un poco de balance global Alias puede resultar sin duda una serie irregular, pero lo que nadie puede negar es que su comienzo es arrollador. Con un piloto ejemplar, en el que su protagonista, Sidney Bristow ha de hacer frente a una situación imposible para salir viva apenas de milagro, las dos primeras temporadas de la serie son de matricula de honor. Lejos de la formula, Alias crea un mundo complejo, de lealtades difusas, agentes dobles y hasta triples que combina lo mejor de las series de espionaje y acción con el drama familiar. Con una protagonista magníficamente caracterizada que se aferra con fuerza a la ficción en la que se ha convertido su vida y unos secundarios a la altura, sobre todo el padre de Sidney, Jack, y el magnifico Ron Rifkin en el papel del maquiavelico y superdotado Arvin Sloane, Alias muestra en cada episodio varias misiones llenas de ritmo y energía a la par que ahonda en el complejo carácter de unos personajes con los que es imposible no empatizar de uno u otro modo. Será también en estos primeros años cuando se establecen las bases de lo que sera la gran historia de fondo de la serie: la de Rambaldi, una suerte de Da Vinci hipervitaminado que esta presente de una forma u otra en todas temporadas y que permite enlazar en Alias el espionaje internacional con los elementos míticos que se manejan en películas como Indiana Jones, a la par de proporcionar una mitología propia a la serie. Mitología que enlaza con el drama familiar de Sidney: un padre distante, una madre desaparecida y unos intereses amorosos siempre en peligro de muerte, todos ellos configurados en torno a la figura de Rambaldi y el destino que sus profecías revelan para ellos.

Con una audiencia fiel pero no espectacular, la calidad de la serie, sus valores de producción, los actores implicados, los personajes creados...todo hacía creer que Alias merecía más éxito. Con alguno de cliffhangers más brutales que recuerdo haber visto en televisión, el mundo de Alias se iba volviendo tan complejo que cada vez era más difícil entrar de nuevas en el si no habías seguido la serie desde el principio. Por desgracia para conseguir captar nuevo publico se busco la vía de simplificar la serie, así a mediados de la segunda temporada Alias pega un volantazo radical que cambia por completo la serie tal y como la conocíamos hasta ese momento. Pese a lo cual la segunda temporada sigue rindiendo a gran altura y tiene un final impactante que genera enormes expectativas de cara al tercera temporada.

Visto hoy resulta cuando menos curioso ver los extras de los DVD que componen la segunda temporada. Todos: actores, guionistas, productores...niegan que la serie se vaya a simplificar, solo que va a ser más accesible. Pero lo cierto que llegada la tercera temporada y pese a la expectativas generadas, el nivel baja bastante. Lejos de la tensión que se palpaba antes, la tercera temporada sin ser mala es resulta por un lado mucho más tramposa que lo que nunca lo fueron las dos primeras y por otro cuenta con una trama mucho menos interesante. Concebida como una gran historia rió a imagen y semejanza de 24, la tercera temporada, resulta dinámica, cargada de acción y con buenos momentos. Pero sus sorpresas parecen impostadas, su amenaza se disuelve cual azucarillo y su final es harto decepcionante.

Así las cosas la serie parecía haber perdido ya su magia algo que confirma una cuarta temporada que cae en todo aquello que nunca fueron las dos primeras: la repetición de una formula de éxito semana a semana haciendo que cada episodio sea una isla, aunque es cierto que en los últimos episodios intentan crear una trama que hilvane todo lo sucedido en la temporada y enlace con temas tocados a lo largo de la serie. Con todo Alias esta lejos de la frescura y el dinamismo de los primeros años y empieza poco a poco a acartonarse. Todo lo cual encuentra su culminación en la desastrosa quinta y última temporada. Un despropósito de principio a fin con situaciones injustificables y gratuitas que tiene al menos la virtud de dar un final digno a los protagonistas sin que eso sirva para justificar los desmanes que a lo largo de la temporada se comenten. Queda por tanto como balance global de Alias un sabor agridulce, empañado por el desastre absoluto de la última temporada que sin embargo no consigue anular ni la excelencia de los dos primeros años de vida de la serie, ni el carisma de unos personajes magníficos que han escrito con letras de oro sus nombres en la historia de la ficción televisiva.



Fuente vídeo: Youtube