sábado, 18 de enero de 2014

“Mis comis” del 2013.

Potente y con muchas novedades interesantes de principio a fin, en este 2013 ha sido bastante complicado elaborar un top que en esta ocasión quería que fuese solo de cinco cómics. Al final he optado por estos cinco dejando cosas fuera que sin duda merecen la pena, pero había que elegir.




5.- Batman INC volumen II de Grant Morrison y Chris Burham (DC-ECC): Aunque el final en si mismo de la larga (y esplendida) etapa de Grant Morrison en Batman haya podido resultar algo decepcionante (se pierde al vertiente internacional del primer volumen de INC y de nuevo todo se reduce a Gotham) y convencional (un combate final a espada) resulta innegable que la tensión emocional que se respira en los primero 8 números del volumen II de este Batman INC esta magníficamente conseguida. Lo que pasa con Robin se lee con el corazón en un puño y lo desesperado de la situación de Batman y el gigantesco plan de Leviathan consiguen que realmente parezca que estamos antes una situación sin salida. Una de la mejores etapas de la historia del hombre murciélago, una labor que viene a demostrar que aún se pueden hacer cosas nuevas e interesantes con los superhéroes, haciéndolo además con uno de sus más grandes iconos.



4.- Jóvenes Vengadores de Kieron Guillen y Jamie McKelvie (Marvel/Panini): La verdad es que hay que reconocer que todo el tema de Marvel Now le ha sentado bastante bien a la antigua casa de las ideas, son varias las series que han salido ganando con el cambio y en general la situación del Universo Marvel en su conjunto es ahora bastante interesante. De todas las series surgidas a raíz de este relanzamiento es este Jóvenes Vengadores la que sin duda más he disfrutado hasta el momento. Formalmente rompedora (al menos en el cómic de supertipos actual) la ruptura de la cuarta pared, el juego con los elementos que componen el cómic (las viñetas, los bocadillos la composición de páginas...), las referencias a la cultura pop, la incomprensión de los adultos para con la adolescencia, el “comolismo” bien entendido, el hábil manejo de las elipsis y así un largo etc, tornan esta colección en una estimulante lectura que va más allá de la historia que cuenta (interesante en todo caso) y la caracterización de los personajes (muy bien conseguida también), habituales armas de los buenos cómics de superhéroes.



3.- El Rayo Mortal de Daniel Clowes (Fantagraphics/Random House-Mondadori): Originalmente concebido como un cómic de grapa publicado en el último número de Eightball resulta curioso y a la vez paradigmático del mercado de cómic en España que la obra no haya visto la luz hasta que salio una edición de lujo y tapa dura allende los mares. Dejando de la lado estas consideraciones, tenía mucha curiosidad por ver como una de los grandes popes del cómic independiente se acercaba a un género en apariencia tan codificado como es el de los superhéroes y la verdad es que no defrauda. El cómic es una amarga reflexión sobre la soledad, el poder sin limites y la autocomplacencia moral, una reflexión que viene a decir que en nuestro mundo, en nuestra realidad, los poderes no marcaría realmente un diferencia en lo que un hombre es o deja de ser. La mezquindad y la estupidez es inherente al ser humano con y sin poderes. Algo que vuelve a mostrar a las claras el motivo por el que los cómics de superhéroes no debería ser demasiado realistas.



2.- Los surcos del azar de Paco Roca (Astiberri): A medido camino entre el relato periodístico y el histórico y muy influido en cuanto a estructura por el Maus de Art Spiegelman, Los surcos del azar narra una de los episodios más olvidados y tristes de nuestra historia: la de los republicanos exiliados en Francia, que tras perder la guerra civil española siguieron luchando contras el fascismo más allá de nuestras fronteras siendo algunos de los primeros en llegar a Paris, solo para ver como España era de nuevo olvidada por las grades potencias al final de la II Guerra Mundial. Una historia triste y evocadora a la que Roca presta su trazo suave pero poderoso, y en la que sin caer nunca en el panfleto y el sentimentalismo barato, nos trasmite la crudeza de la guerra y las injustcia cometida con un hombres que se pasaron 10 años de su vida luchando por la libertad, sin poder después volver a su propia tierra.



1.- Beowulf de Santiago García y David Rubín (Astiberri): De una fuerza visual innegable esta claro que Beowulf entra primero y sobre todo por los ojos con un Rubín en estado de gracia que consigue que con un simple vistazo al cómic este tenga ya toda la carga épica que se le presupone a una obra así. Resulta por lo demás demasiado fácil decir que todo el merito de la obra es de Rubín, que la historia que cuenta es muy sencilla y digo resulta fácil sobre todo porque no es cierto. Beowulf es un poema épico anglosajon de origen medieval que ha llegado a nuestros días conservando una fuerza y un poder de atracción innegable y esto es así en gran medida por que la pureza de la historia que cuenta, su grandeza siguen estando a flor de piel. Raras veces el viaje del héroe fue descrito de manera tan sencilla y poderosa a la vez como en Beowulf y para poder trasladar todo esto al cómic sin perder nada por el camino hay que tener mucho talento. Talento que García y Rubín demuestran a la claras poseer en lo que para mi ha sido el cómic del año.

lunes, 6 de enero de 2014

Un 2013 de cine.

Más de 30 estrenos he terminado viendo este año 2013. Un año que en general presenta un buen balance con un interesante equilibrio entre blockbuster y películas más pequeñas. Como siempre mi particular top 5 estará reflejado en los posters que ilustran el post en orden descendente.



Como pasa casi todos los años la carrera por los Oscars hace que el comienzo del año sea bastante potente con estrenos americanos muy interesantes. El año 2013 no fue una excepción y películas como La noche más oscura, Django desencadenado o Lincoln así lo demuestran. Es curioso que al final Kathryn Bigelow haya terminando alcanzando la fama y el prestigio internacional con películas mucho más pequeñas y teóricamente alejadas de la acción (aunque en mi opinión En tierra hostil es tan buena película de acción como mala película bélica) que las que realmente hacen grande su filmografía: Días Extraños o Le llaman Bodhi. En cualquier caso y aunque interesante y por momentos adrenalitica, La noche más oscura juega en la fina línea que separa la exposición de unos hechos de la justificación de los mismos y ese es sin duda un juego muy arriesgado. Por su parte Tarantino en Django consigue hacer una película mucho más visual que su antecesora (la interesante pero irregular Malditos Bastardos) que aunque ha recibido criticas por su duración a mi me pareció ajustada ya que se me paso en un suspiro. Grandes diálogos y grandes actores para un refrito de referencias tan del gusto del director que parece alejarse definitivamente de la senda de Jakie Brown. Y es que Tarantino parece mucho más interesando en jugar con grandes arquetipos que no en construir personajes con entidad propia. Spielberg por su parte realiza una película que aunque temáticamente enlaza con la de Tarantino es desde un punto de vista formal (y hasta “espritual”) radicalmente distinta. Una película pensada para arrasar en los Oscar que se queda un poco a medio camino, sin embargo si sirve para demostrar una vez más el pulso maestro de Spielberg como narrador y el excelente nivel interpretativo de Daniel Day-Lewis.

Y hablando de excelente nivel interpretativo una de las películas del año ha sido sin duda The Master donde Paul Thomas Anderson se confirma como un superdotado tras las cámaras realizando tal vez la primera película en la que no intenta imitar/homenajear a ningún director, cuenta eso si con la maravillosa interpretación de Philip Seymour Hoffman y (sobre todo) de un Joaquin Phoenix casi sobrenatural en una de las mejores interpretaciones que uno ha tenido la suerte de contemplar en el cine. A otro nivel ya, pero siendo también dos de las pelis más interesantes del año encontramos por un lado a Harmony Korine en Spring Breakers donde el director de la escalofriante Grummo muestra su relación de amor/odio con ese extraño mundo que tiene como icono fundamental la MTV. Un mundo superficial y vacuo donde la fiesta por la fiesta es lo único que importa pero donde la belleza y plasticidad del mismo se refleja en algunas de las imágenes más potentes del año. Capitulo a parte merece la interpretación de un desatado James Franco en estado de gracia. Por otro lado tenemos la hipnótica y compleja Solo Dios perdona donde Nicolas Winding Refn descoloca a aquellos que esperaban otro Drive. Una película que probablemente requiera de varios visionado para apreciarla en su totalidad pero que te deja pegado a la pantalla de principio a fin por su poderosa estética. De esteticismo vacuo peca sin embargo otra de las pelis de Ryan Gosling de este año, la aburrida Gangster Squad, película que uno tiene la impresión que busca enmendar la plana al Los intocables de Elliot Ness de De Palma sin tener ni pizca de la fuerza y el estilo de aquel.



Entrando en el terreno de los blockbuster o semiblockbuster el año ha sido irregular, ha habido películas entretenidas pero carentes de garra como es el caso del Star Trek: En la oscuridad donde J.J Abrams se confirma una vez como un buen artesano sin fuego en su interior. En el mismo barco podrían entrar Elysium película de pretensiones sociales que ni ofrece un sólido espectáculo, ni tiene un discurso social que vaya más allá de los tópicos y El Juego de Ender, una fiel adaptación del clásico de Scott Card que necesitaba alguien detrás que supiera trasmitir el alma que si tiene la novela, por desgracia Gavin Hood no fue ese alguien y la película de paso se estrello en taquilla. Como también se estrello (aunque menos) la mucho más interesante El llanero solitario, un sólido espectáculo tal vez demasiado oscuro en algunas fases para el gran público y desde luego con un presupuesto desmesurado para lo que se ve en pantalla. Otra película que se quedo a medio camino en taquilla y que de paso fue masacrada por la critica fue After Earth y es que Shyamalan desde la excelente La joven del agua parece victima de una especie de maldición. En cualquier caso y lejos del desastre del que no pocos hablaban After Earth resulta una de esas películas en las que un gran director coge un material mediocre y sabe sacar petroleo. Ni el guión, ni el actor principal (un demasiado verde Jaden Smith) son nada del otro mundo, sin embargo Shyamalan consigue plasmar en la pantalla una epopeya a contrarreloj plagada de belleza, ahí es nada. Más interesante sin cabe resulta la última película de Gullermo Del Toro, Pacific Rim que narra el viaje del héroe con una pureza y energía como pocas veces se han visto, La película resulta además un espectáculo visual de los que hacen época mostrando lo que podría haber sido Transformes en manos de alguien que supiera narrar.



Dentro de este ámbito merece capitulo aparte Guerra Mundial Z el primer blockbuster de zombis de la historia que pese a las inmensas dificultades de guión y producción consiguió salir adelante con bastante éxito de taquilla. Es una película concebida a mayor gloria de Brad Pitt que con todo consigue mantener un alto grado de tensión e interés. Disfrutable sin duda. Como también los es Jack Reacher concebida también para el lucimiento de un notable Tom Cruise y que consigue recuperar en cierta manera el tono y algo (solo algo eso si) de la sordidez del cine más setentero del que bebe. No pasa lo mismo con Oblivion la otra peli de Cruise este año, con pretensiones parecidas a las de Elysium resulta aún mas aburrida y obvia que aquella. Y ya que hablamos de pelis aburridas tal vez el mayor desastre del año haya sido La Jungla 5, hecha deprisa y corriendo y lejos de la grandeza con la que (con mayor o menos acierto) fueron concebidas las demás películas de la saga, La Jungla 5 no parece ni por historia, ni por presupuesto, ni por duración una película de La Jungla de Cristal, para más inri ni siquiera es minimamente entretenida. En resumen peor imposible. En la misma liga que Elisyum y Oblivion pero con mucha más energía e interés no hay que olvidarse de la magnifica El atlas de las nubes, donde las distintas historias cruzadas terminan generando un todo complejo y enriquecedor con un deslumbrante aspecto visual. Como deslumbrante es también Gravity, otra de las películas del año. Un autentico goce para los sentidos en la que me queda la duda de si realmente podría funcionar sin el 3D. Antes de entrar en los blockbuster superheróicos hay que hablar como no de El Hobbit: La desolación de Smaug. La peli peca de los mismos defectos de la primera: una innegable elefantiasis que pretende convertir lo que es poco más que un hermoso cuento de hadas en un relato épico a la altura de El Señor de los Anillos. Pero si te olvidas de eso y te dejas de llevar por lo que quiere contar Jackson la película resulta innegablemente épica, dinámica y llena de fuerza. Mejor que la ya muy estimable primera parte.

Ya dentro del ámbito del cine de superhéroes cinco han sido los estrenos de este año si incluimos la irreverente y simpática pero fácilmente olvidable Kick Ass 2. El mejor de todos sin duda Man of Steel, Snyder demuestra su innegable talento como director en una película que ya tuvo reseña por aquí y de la que poco más puede añadir. Marvel Studios por su parte habiendo encontrado la formula del éxito no parece muy dispuesta a ir más allá y ni Iron Man 3 (taquillazo del año) ni Thor 2 son tan grandes como podría llegar a ser. Aún así ambas resultan entretenidas y disfrutables. Guardo especial simpatía por la primera que si busca (y consigue) tener algo más de personalidad propia sin terminar eso si de romper el molde del estudio. Para el final queda Lobezno Inmortal, modesta en comparación con las anteriores da sin embargo un sólido espectáculo a años luz del desastre absoluto de la primera película en solitario del mutante de las garras de adamantium.



Entrando en el terreno de la comedia Si fuera fácil de Judd Apatow se ve con una sonrisa en la boca de principio a fin. Un ácida reflexión sobre la mediana edad los sueños que hay que dejar atrás para madurar y las complejas relaciones de pareja, todo ello pasado por el tamiz, a ratos soez a ratos políticamente incorrecto de un Apatow que si bien a perdido frescura conserva la chispa que le hace especial. Mucho más convencional y hasta sosa resulta El lado bueno de las cosas película que no salva ni la oscarizada Jeniffer Lawrence. Por contra si algo no es Siete Psicopatas es convencional, comedia negra al más puro estilo ingles que por momentos recuerda al Snatch, cerdos y diamantes resulta también un curiosa reflexión sobre el cine dentro del cine. Inclasificable resulta también la apocalipitica Juerga hasta el fin (extraña traducción del This is the end original) donde Seth Green actor fetiche de Apatow recoge las enseñanzas del maestro en una película que es un caos de principio a fin. Un caos eso si muy divertido. Como divertida y entrañable resulta también Monsters University donde Pixar vuelve a tocar las teclas correctas para conseguir un nuevo clásico que partiendo de las base de las películas universitarias americanas sabe hacer suyo un universo tan sobado. Al igual que con La cabaña en el bosque y al albur del prestigio ganado con Los Vengadores por fin hemos podido ver en España la versión de Joss Wheddon de Mucho ruido y pocas nueces. Una película modesta y tremendamente divertida que se pasa en un suspiro. Se nota que tanto Wheddon como sus actores se lo pasaron en grande haciéndola. No es una comedia pero uno puede evitar la alegría que le produce la sensación de reencontrarse con viejos amigos que transmite Antes del anochecer cierre de la trilogía dirigida por Richard Linklater y protagonizada por Julie Delpy y Ethan Hawke. No tiene la frescura del primera (la mejor de las 3) ni juega con la ventaja del ¿como se reencontraran? de la segunda; pero esta hermosa historia de amor que llevamos casi 20 años siguiendo en el cine te conquista de principio a fin. Magnifica.



Para el final quedan las que tal vez sean las dos películas que mas me han gustado, por diferentes motivos del año, por un lado Prisioneros un excepcional thriller con una tensión por momentos insoportable en el que Hugh Jackman borda el papel de padre desesperado y dispuesto a hacer lo que sea después de la desaparición de su hija pequeña. Por otro lado Las ventajas de ser un marginado, una de esas películas con la que por algún motivo conectas y termina llegándote al corazón. Yo lo hice (tanto con la película como con la excelente novela en la que se basa) y por un momento también me sentí infinito.