jueves, 17 de noviembre de 2022

ECC: De crowdfunding varios y (la ausencia) de una política editorial.

Se ha generado bastante polémica con el último crowdfunding de ECC y desde aquí, quiero escribir una líneas para dar mi opinión sobre el tema, contextualizando (de nuevo bajo mi punto de vista) un poco lo que ha sucedido.

Cuando una editorial adquiere una licencia, asume u riesgo, esa licencia puede no vender y con ello la editorial puede perder dinero, igual que cuando uno abre un bar, si finamente no entra la gente, es el riesgo que ha de asumir el empresario en este mundo capitalista nuestro, o al menos eso se supone. Cuando esa licencia es ni más menos que DC los riesgos son, evidentemente menores, ya que, aunque obviamente una licencia así es cara, el manejar personajes icónicos como Batman y Superman hace que todo sea mucho más sencillo.

Con todo es innegable que en España, Marvel tiene mucho más peso que DC, su tradición es mucho más larga, no ha pasado por valles tan largos en su publicación como ha sido el caso de DC. Por ello, mientras que Marvel tiene prácticamente todo su catalogo editado de una forma u otra en nuestro país, DC esta muy, muy lejos de eso.

Con todo, desde que Planeta obtuvo los derechos y con ECC siguiendo su legado después, DC ha visto publicado su catálogo actual de manera continuada, estable y sólida. Sin embargo a nivel del pasado, de los mal denominados clásicos (no todo tebeo antiguo es un clásico), la cosa ha sido muy diferente. Mientras que Planeta si tenía, (con mayor o menor acierto, ese es otro tema) una línea y una idea sobre como publicar clásicos, ECC ha carecido de algo así desde el principio.

ECC ha editado clásicos un poco a salto de mata, sin tener un plan claro y sin apostar decididamente por una idea en torno a como afrontar el inmenso catalogo de la editorial americana. Esto ha hecho que la política editorial de ECC haya resultado errática y bastante temerosa cuando menos, por no usar palabras más gruesas para describirlo.

Un punto de inflexión en la publicación de clásicos llego con la salida del Escuadrón Suicida de Jon Ostrander y Luke McDonell, un cómic de culto de los 80, más bien minoritario que, bastante demandado en redes, la editorial se decidió a publicar...al parecer, según ellos mismos han reconocido en diversas entrevistas, sin demasiado éxito. Pese a lo cual, y dado su compromiso (que les honra) de completar entero aquello que inician, la etapa se publico completa.

En todo caso el trauma debió ser grande ya que desde ECC empezaron a buscar alternativas para publicar clásicos más o menos demandados sin pillarse los dedos. Y fue entonces cuando surgió una de las alternativas más polémica de la historia editorial de DC en España: los crowdfunding.

La iniciativa nace de la alianza entre ECC y Spaceman Project, la cual esta especializada en este tipo de lanzamientos. La idea, muy resumida, de un crowdfunding es la de lanzar un producto X que la gente interesada paga por anticipado, obtiene el producto a un precio más reducido al no haber intermediarios y suele tener asociado algún tipo de recompensa.

Los crowdfunding son uno de los pocos conceptos realmente interesantes asociados a esa retorcida idea llamada “economía colaborativa” que en no pocas ocasiones esconde el capitalismo mas salvaje y deshumanizado. Gracias a los crowdfunding (siempre centrándonos en el mundo del cómic) los autores pueden autoeditarse con mucha más facilidad, las editoriales pequeñas pueden lanzar productos asumiendo menos riesgos...En fin que parece una buena idea sin duda.

El problema, claro, estriba es que también abre la puerta a que empresas más grandes, que deberían asumir ellas los riesgos de sacar adelante tal o cual proyecto, usen el crowdfunding para tratar de minimizar esos riesgos, lo cual cuando menos desde un punto de vista ético es cuestionable. ECC hizo justamente eso e 2019, lanzar un crowdfunding de Kamandi de Kirby que fue con el que se abrió la caja de los truenos.

ECC edita DC una marca reconocida a nivel mundial, saca entre 30 y 40 novedades todos los meses de la editorial de Superman, vende lo suficiente como para llevar más de 10 años manteniendo y expandiendo la línea de DC en España, ¿de verdad no puede asumir el coste y el riesgo que conlleva de lanzar un cómic DC al mercado? 

Aquí entramos ya en un debate más espinoso ya que es sobre todo algo ético y como tal muy personal, es evidente que saltarse así a las librerías y luego sacar el mismo producto pero mucho más caro para ellas, cuando has pagado “por la cara” ya la traducción, rotulación y demás es bastante feo. Pero al menos, hasta ahora lo había realizado con cómics o bien de culto o bien minoritarios para los que tal vez, la solución debería haber sido algo parecido a los Marvel Limited Edition de Panini: ediciones limitadas y más caras de lo habitual (que con Panini es decir mucho) pero que al menos edita la editorial, lo cual se supone es su trabajo, y asume los riesgos asociados a ello.

Uno puede entender que el Kamandi de Kirby, la Legión de cinco años después o el Question de O´Neil y Cowan son cómics que más allá de su calidad, pueda suponer un riesgo editarlos, el crowdfunding me parece una solución cobarde que el poseedor de los derechos de ni más ni menos que DC no debería hacer, pero repito, después de la experiencia del Escuadrón Suicida, puedo llegar a entenderlo, al menos un poco.

Pero lo que ha hecho ahora ECC ha sido romper la baraja, y es que además de no te el más mínimo sentido, es una falta de respeto absoluta a la librería, a DC y su historia e incluso al lectores, que aquí puede verse beneficiado en cuestión, pero que ve como la de editorial le pone entre la espada y la pared, al sacar así un material ampliamente demandado y de calidad incuestionable que la editorial ya avisa que si no sale el crowdfunding no sacará nunca. Y es que ECC ha decido sacar por crowdfunding ni más ni menos que los Nuevos Titanes de Marv Wolfman y George Pérez y eso amigos, es harina de otro costal.

Los Titanes son lo más lejos que pueda haber en DC de un cómic minoritario o de culto, son un tótem de la editorial, uno de los cómics más representativos y superventas de los 80 y una de las obras cumbre del Universo DC. Sacar esto así es decir simple y llanamente que ECC no tiene la capacidad suficiente para editar los cómic de DC en España, que no se va arriesgar lo más mínimo con su catálogo, que sacara la vigesimocuarta versión de la Broma Asesina antes de que podamos soñar siquiera con recuperar cómics emblemáticos de la editorial. En definitiva esto deja claro, más allá de cualquier posible duda, que a ECC, DC le viene grande.

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