sábado, 29 de noviembre de 2008

Complejo Mesías: pasado, presente y futuro de los mutantes.

Tras más de un lustro sin ningún crossover mutante, en apenas unos meses hemos asistido a dos, si bien el primero de ellos (Especies en Peligro) es un crossover un tanto extraño pues no es un cruce en sentido estricto si no una serie de complementos de ocho páginas diseminados entre las distintas series mutantes, no sucede lo mismo con el segundo (Complejo Mesías) un cruce en toda regla siguiendo el modelo de la Canción del Verdugo, uno de los pocos eventos noventeros que realmente mereció la pena.

Todo empezó con Grant Morrison, y no, no es que el genio escocés haya tenido nada que ver en la trama de Complejo Mesías, el tema es que durante su larga e interesante etapa al frente de los mutantes, Morrison dio la vuelta al concepto sobre el que a priori se asentaban estos, convirtió una minoría escasa y oprimida en una minoría mucho más grande y de moda, lo mutante era lo “cool”, lo que molaba y sus hijos se multiplicaban a una velocidad desconocida, en el fondo Morrison no hizo sino que ir a la base misma de los X-Men, esto es, ser un reflejo de la minoría oprimida, una minoría que en los USA cada vez ha ido ganando más fuerza y uno de cuyos miembros es ahora incluso presidente de la nación, Morrison volvió a tornar los X-Men en un reflejo de la sociedad americana, si bien la minoría negra seguía teniendo (y tiene) múltiples problemas en los USA la situación había mejorado bastante con respecto a los 60, así los mutantes que siempre se han vanagloriado de ser un reflejo de lo que pasaba en su país no podían seguir estancados si querían seguir siendo eso, por lo que si en los 70 tuvimos la “blaxploitation”, Morrison en pleno siglo XXI trajo al Universo Marvel la “mutaxploitation”.

Sin embargo tras la marcha de Morrison los gerifaltes marvelitas se asustaron, eso de tener tantos mutantes “pululando” por el UM puso nervioso a más de uno ya que apariencia era un concepto demasiado alejado del original (aquello tan manido de “temidos y odiados por el mundo al que han jurado proteger”) y al igual que ha pasado recientemente con Spiderman, en Marvel (en un movimiento, por otra parte, bastante habitual en las dos grandes) decidieron que era necesario volver al estatus quo, daba igual que lo propuesto por Morrison fuera una evolución lógica de la base en torno a la que han girado siempre los X-Men, daba igual que la nueva situación estuviera llena de posibilidades para contar buenas historias (como demostró David Hine en su Distrito X), no los mutantes debían volver a ser una minoría “temida y odiada por el mundo al que han jurado proteger” y no había marcha atrás.

Para tal fin surgió la lamentable Dinastía de M, un comic donde Bendis cuenta en ocho números algo que se resume en una sola viñeta, y es que tras los sucesos allí narrados la repentinamente todopoderosa Bruja Escarlata pronuncia el ya famoso “no más mutantes”, y la cosa pego un giro de 360 º grados, así lo mutantes una minoría cada vez más numerosa pasaron de la noche a la mañana a ser apenas unos 198, (entre los cuales, claro esta, estaban los mutantes más “molones”, no nos fuéramos a quedar sin Lobezno o Cíclope, no señor, y es que el Doctor Extraño que se supone detuvo el conjuro de Wanda antes de que se completase, tuvo una puntería increíble), volviendo de esta forma al estatus quo inicial (“temidos y odiados por el mundo al que han jurado proteger”), pero radicalizando este al máximo, con lo que al menos habría una gran oportunidad para contar buenos historias.

Al contrario de lo que suele suceder en estos casos, y tal vez condicionado por que la Patrulla X estuvo más o menos alejada de la Civil War, las repercusiones de Dinastía de M se dejaron sentir y mucho en las colecciones mutantes, el miedo a lo que había pasado generalizo la paranoia y el gobierno de los USA envió Centinelas a la mansión de la Patrulla, no para atacarlos si no para protegerlos, una enorme cantidad de personas se vieron de repente sin unos poderes que en gran medida habían definido sus vida y si bien la nueva situación supuso una bendición para algunos, para otros fue toda una maldición, generalizándose el miedo y el descontento.

En este contexto y mientras los mutantes vivían aventuras más o menos interesantes (en general con un buen nivel, salvo quizá la Patrulla de Brubaker que no terminaba de coger el pulso a la colección), la situación seguía de fondo, larvada y empeoro cuando, transcurrido un año del Día de M, la Bestia comprobó que ni un solo nuevo mutante había nacido desde entonces; la especie parecía abocada a la extinción.

Así surgió Especies en Peligro el crossover que precedía a Complejo Mesías, narrado en forma de capítulos de 8 páginas que durante varios meses complementaron las principales series mutantes, Especies en Peligro contaba el desesperado intento de la Bestia por encontrar una solución a un problema que parecía indisoluble, así Hank buscaría ayuda en héroes y villanos, se adentraría en los secretos más oscuros de la represión a los mutantes o viajaria por futuros alternativas solo para descubrir que salvo los 198 ya mencionados, los mutantes habían sido eliminados de la faz del UM, no solo en este realidad si no en otras a las que pudo llegar; así la extinción parecía solo cuestión de tiempo.

En este interesante contexto se enmarca Complejo Mesías que se inicia con una premisa más que atrayente, esto es, con el nacimiento de una nueva mutante, una mutante lo suficientemente poderosa como para manifestar su poder en la infancia (normalmente este no aparece hasta la adolescencia), y como para destrozar Cerebro al ser localizada, una mutante que sería codiciada por Mr. Siniestro y sus Cosechadores, con el claro fin de aprovecharse de su poder, por la Iglesia de la Humanidad un grupo de religiosos fanáticos seguidores del fallecido Willian Striker y que querían la muerte de todos los mutantes considerando el Día de M como una señal divina, y por la Patrulla X que solo quería salvarla y proteger el futuro de su especie.

Así se da el pistoletazo de salida a un crossover estructurado en un número prologo, y 12 capítulos divididos durante tres meses entre: Patrulla X (Ed Brubaker y Billy Tan). Factor X (Peter David y Scot Eaton). New X-Men (Christopher Yost, Craig Kyle y Humberto Ramos) y X-Men (Mike Carey y Chris Bachalo), una saga magnifica, plagada de sorpresas, buenos diálogos, acción y emoción, algo que hacía mucho tiempo que no veíamos en los mutante. Tras el número prologo que presenta la trama, el crossover se inicia con la niña en manos de Cable (a quien se creía muerto) y con este perseguido por todos incluida la Patrulla X que desconoce los motivos de Cable, una Patrulla X que pese a la presencia de Xavier será en todo momento liderada por un Cíclope (“si me elegiste para liderar, déjame hacerlo, aparte Charles”) que consciente de lo que está en juego se mostrarà dispuesto a adoptar medidas drásticas como será la puesta en marcha de X-Force, un fuerza de choque mutante que liderada por Lobezno se encargara de adoptar medidas extremas (lo que incluye el asesinato) si así lo requiere la situación, grupo al que enviara en busca de Cable pese a ser este su propio hijo.

Uno de las grandezas de Complejo Mesías radica en cómo sabe mezclar la actualidad más radiante de los mutantes (el Día de M y demás) con aspectos clásicos de la franquicia (los viajes temporales, la traición desde dentro, Mr. Siniestro y sus Cosechadores, el papel de Gambito y Mística) sin que el resultado se resienta en absoluto, en este aspecto es importante señalar el papel de personajes como Bishop clave en gran parte de los crossovers noventeros y que también será vital en este, o Cable, también viajero temporal, también clave en los eventos noventeros, y cuya figura es reivindicada y redimensionada con este crossover.

Un crossover que por lo demás tiene todos los elementos que este tipo de eventos deberían tener
: no es forzado, no se hace porque si, procede de la evolución lógica de una trama que parecía llevar inequívocamente hasta aquí, aparte todos los equipos creativos implicados se muestran coordinados cada uno cuenta su parte de la historia sin contradecir al otro y todo encaja milimétricamente, incluso en el dibujo, pese a las enormes diferencias de estilo se aprecia una cierta uniformidad en lo plasmado que es de agradecer, por otro lado lo que se narra en el comic es algo relevante, algo importante para la franquicia y de múltiples consecuencias de cara a un futuro: en fin que si Complejo Mesías no es en sí mismo un manual sobre cómo hacer este tipo de eventos, poco le falta.

Tal vez y por sacar una pega, Complejo Mesías tiene el handicap de no concluir en si mismo, de suponer solo el inicio de algo nuevo y diferente, aunque más que handicap es una virtud dado que los mutantes van a continuar tras el crossover, sea como sea, con la Patrulla desbandada, con Cable y Bishop con nuevos estatus y con un nuevo grupo con la X por bandera, por primera vez en muchos años, no tengo ni idea de que es lo que les espera a los mutantes (uno, que es alérgico a todo lo que huela a noticias USA), y no os imagináis lo agradable que es esa sensación.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

BM: Un homenaje a la mejor línea editorial de la historia Marvel en España: X- Men.

La última de las BM publicadas ha sido probablemente la más interesante de todas, lo que no ha impedido que a su alrededor se generara una interesante polémica que conviene recordar.

Iniciada en mayo del 2006 y finalizada en agosto de este año, la BM: X-Men es todo un hitó histórico para las BM, pues su número 28 y último supuso el fin de una iniciativa que a lo largo de casi diez años ha permitido recuperar más de 20 años de historias de casi todos los personajes principales del Universo Marvel.

Centrándonos en lo que ha supuesto esta BM en si la verdad es que estamos ante una BM bastante polémica, ya que, aunque nadie discutía la calidad de la colección, su salida al mercado fue cuestionada por más de un lector aduciendo que sacar al mercado una BM con material publicado recientemente a color en el primer coleccionable de la Patrulla X era un error y más aún cuando quedaban BM interesantes por publicar con mucho material inédito, como era el caso de, por ejemplo Los Defensores, además no eran pocos los que opinaban que esta material merecía una edición “definitiva”, que no era la del coleccionable (sin portadas y realizada a partir de los remontados Classic X-Men y no de los originales Uncanny X-Men), ni desde luego lo sería una edición en b/n y pequeñita; por el contrario los defensores de la iniciativa aducía que ahora que las BM estaban pasando por un mal momento un bombazo como los X-Men (pese a ser la enésima reedición del mismo material) podría “tirar del carro” de la línea y prolongar su supervivencia, además se señalaba que la edición del coleccionable era totalmente coja sobre todo por la ausencia de portadas y que esta BM ofrecería una solución ideal para este material, ya que no solo incluiría la colección en sí, si no que dado el espíritu completista de las BM y el afán diferenciador que esta BM habría de tener con respecto al coleccionable, se complementaría con varias miniseries colocadas en orden cronológico, diversos crossovers de interés e incluso se especulo con la posibilidad de incluir los complementos de Classic X-Men, posibilidad esta última, que finalmente se descarto.

Fuera como fuera lo cierto es que la colección se inicio en Mayo de 2006 y a lo largo de sus 28 tomos retomo las aventuras de los mutantes allí donde los dejo la BM: Patrulla X (en realidad esta BM: X-Men es la primera y única de esas BM2 tanto tiempo anheladas), incluyendo en su interior desde el mítico Giant Size X-Men 1 donde se relanzo el concepto original, hasta el Uncanny X-Men 227 donde se puso a fin a toda una etapa con el crossovers de La Caída de los Mutantes, evento que permitía enlazar con el coleccionable X-Men que en su momento saco Panini y que posibilitaba tener toda la primera etapa Claremont de la mano de esta editorial, por el camino la BM incluyo miniseries tan interesantes como Magik, Lobezno: Honor o Lobezno y Kitty Pride además de incluir los anuales 10 y 11 de la colección que en su momento se omitieron en el coleccionable, en fin una colección muy completa y casi perfecta con un principio y un final muy claros.

Entrando, brevemente en el análisis del comic en si, la verdad es que poco se puede decir de una etapa que cambió para siempre el panorama del comic de superhéroes, Claremont acompañado por artistas de la talla de Dave Cokrum, John Byrne, Paul Smith, John Romita Jr., Alan Davis, Arthur Adams, Barry Windsor Smith o Marc Silvestri, transformo los X-Men en el referente tanto a nivel de ventas como de calidad de toda una industria, su estilo caracterizada por , las tramas que se alargaban hasta el infinito , la buena caracterización de personajes, los cabos sueltos, las aventuras más grandes que al vida mezclados con momentos de relax, la vertiente más puramente “culebronesca” en una época donde lo folletinesco y el valor de la grapa por sí misma no se había perdido, y la capacidad de adaptación al dibujante que le tocara (aventuras más cósmicas con Cokrum, tono más urbano con Romita, bizarras con Adams, espectaculares con Silvestri etc), hicieron de los X-Men un éxito que aún perdura y cuyas bases están cimentadas en su magnífica labor, reconociendo esto como cierto, no sería justo no mencionar la aportación de Byrne el cual fue más allá de su vertiente artística convirtiéndose en coargumentista y firmando la etapa más mítica de una colección plagada de etapas míticas, la Saga de Fenix, la evolución de Lobezno, la llegada de Kitty Pride y más no habrían sido posibles sin la aportación de un Byrne que al contario que Claremont decidió dejar la colección para mostrar su valía en solitario, algo que hizo con creces…, a la par que permitió al propio Claremont hacerse con el control casi total de la colección y demostrar también su valía en solitario, y es que tras la marcha de Byrne, el comic apenas si perdió calidad, manteniéndose en lo más alto tanto en ventas como en interés.

Así, esta BM permite observar la evolución del grupo a lo largo de los años y la capacidad camaleónica de un Claremot que por entonces parecía capaz de adaptarse a cualquier situación, una BM completísima, y que si no tienes el material que contiene se antoja como una solución más que idónea para adquirirlo ya que estamos hablando de unos comics que no deberían faltar a nadie al que le gusten los comics de superhéroes.

En fin, cerramos aquí toda una etapa, aunque todavía quedan un par de post dedicados a las BM para establecer mi particular Top, tanto positivo como negativo, mientras tanto y como siempre, ¡A MI DADME BIBLIOTECAS MARVEL!

martes, 25 de noviembre de 2008

Daredevil: Historia de un hombre sin miedo. Parte XC: Enemigos sin miedo II.

Continuamos con el repaso a la singular galería de villano de Daredevil embarcados todavía en la época más clásica del personaje previa a la llegada de Miller, etapa en la que se crearon la gran mayoría de los rivales del hombre sin miedo.



Rana Saltarina: Creado por Stan Lee y Gene Colan a la altura del Daredevil 25, Rana Saltarina es en realidad, Vincent “Vinie” Patilio, y su origen nos muestra una vez más la clase de enemigos a los que tenía que hacer frente DD en aquellos años; Vincent trabajador de escaso éxito en la industria juguetera inventa una especie de muelles que le permiten saltar grandes distancias, y ante el fracaso de su vida profesional decide utilizar su reciente invención para convertirse en atracador, para ello, y con el objetivo de ocultar su identidad se disfraza de rana (por aquello de saltar mucho y tal) y inicia su carrera criminal, carrera en la que tampoco le acompaña el éxito, ya que será derrotado en sucesivas ocasiones por héroes como DD y Spiderman.

El personaje, un chiste en si mismo, sería retomado años más tarde por Peter David quien acentuaría su carácter paródico, a través de su hijo Eugene, el cual dispuesto a limpiar el nombre de su padre adopta de nuevo la identidad de la Rana Saltarina pero con el fin de servir al bien, convirtiéndose en un quebradero de cabeza continuo tanto para Spiderman como para su rehabilitado padre que no quería ese tipo de vida para su hijo.

Más tarde aún, y en uno de sus primeros trabajos para la Casa de la Ideas, Bendis, acompañado por David Mack a los lápices elaboro una historia más pretenciosa, pero a la vez fallida, en la que se nos hablaba de Timmy, un niño en estado casi catatónico por los maltratos de su padre, la Rana Saltarina, que pagaba con él sus continuas frustraciones ante los héroes; la historia que mostraba como Timmy fue accidentalmente responsable de la muerte de su padre al salvar la vida a DD que había quedado inconsciente ante este, no tiene un fácil encaje en la continuidad, ni consigue aportar nada a un personaje que tal vez no debió pasar de vía de escape humorístico, debido a esto y tiempo más tarde Marvel “rescribió” la historia a través de la ficha del personaje señalando que el padre de Timmy era un tal Lange, quien por accidente se había encontrado el traje de la Rana Saltarina y se había decido a usarlo, el que esto nunca se narrara en un comic y se tuviera que aclarar en una ficha de personaje, habla a las claras de la debilidad de la historia concebida por Bendis.



Los Ani-Hombres: Creados por Stan Lee y Wally Wood en Daredevil 10 los Ani-hombres son un grupo de villanos mercenarios de segunda que con disfraces de Rana, Gato, Pajaro y Mono vendían sus servicios al mejor postor, poniendo en algún que otro apuro a DD, en su primera aparición trabajaban para el misterioso Organizador, quien resulto ser la identidad secreta de un candidato a la alcaldía de New York, y como no podía ser de otra forma fueron derrotados por DD.

Tras esta primera aparición los personajes pulularon por lo largo y ancho de Universo Marvel; siempre al servicio de algún villano más importante, e incluso gracias a la labor del Conde Nefaria adquirieron poderes sobrehumanos en las páginas de Uncanny X-Men, poderes que con el tiempo perderían, al igual que sus vidas ya en las paginas de Iron Man en un atentado que iba dirigido contra la vida de Tony Stark, esto no significaría el fin de los Ani-hombres que pronto encontrarían herederos, gracias a Rondador de la Muerte (antes conocido como el Exterminador) en un plan destinado a acabar con la vida de DD, siendo esta, una historia que supondría la primera colaboración de Frank Miller con el personaje, y que terminaría con dos de los tres (faltaba el Hombre-Rana) nuevos Ani-hombres muertos a manos del propio Rondador que los traicionaría, (solo se salvaría el Hombre-Pájaro).



Toro: Creado por Gerry Conway y Gene Colan en las páginas del Daredevil 78, Bill Taurus, formo parte de la compleja trama de Mr. Klein que Conway diseño en los 70 y que distribuyo por colecciones tan dispares como Daredevil, Iron Man o Namor, el papel de Toro, apenas de mero gorila musculosos al servicio de Klein, se volvería más peligrosos cuando este le inyecto un suero experimental que le doto de superfuerza y de un aspecto semejante al del animal que llevaba por apellido, a lo largo del volumen I de Daredevil, Toro se enfrentaría en diversas ocasiones al hombre sin miedo siendo siempre derrotado por este, su presencia no se limitaría solo a la colección de Daredevil, teniendo enfrentamientos con personajes como Iron Man o Punisher.



Buey: Miembro de los Forzadores originales, (un grupo de mercenarios, al estilo de los Ani-hombres pero con más clase creado por Stan Lee y Steve Ditko para Amazing Spiderman 10), el Buey tendría diversos enfrentamientos con Daredevil en sus primeros tiempos, así sucedería en Daredevil 6 o en Daredevil 10 donde el Buey (primero formando parte de la Hermandad del Miedo de Mr. Miedo, luego en solitario), dotado de gran fuerza bruta pondría en más de un aprieto a un primerizo DD, recientemente Brubaker ha retomado al personaje poniéndolo una vez más al servicio de Mr. Miedo, y usándolo para mostrar el lado más oscuro de Matt que no duda en torturarle con el fin de encontrar a Miedo y así salvar a su esposa, Milla Donovan, que, víctima del gas de Mr. Miedo parece incapaz de recuperar la cordura.

Cabria mencionar si acaso, que además de con Buey, DD ha tenido varios encuentros con los Forzadores, grupo compuesto por Montana que domina con gran arte el látigo, Fancy Dan un autentico artista marcial y el propio Buey dotado (como ya se ha mencionado) de gran fuerza.



Mr. Hyde/Cobra: Una de las parejas de villanos más clásicas de los primeros años marvelitas y que tan pronto se enfrentaban (y eran derrotados) por Thor, como pasaba lo mismo con personajes con mucho menos poder como el Capitán América o el propio Daredevil.

Empezando por Hyde, estamos ante un origen típico de la época, un científico loco de nombre Calvin Zabo inventa un suero capaz de dotar de superfuerza y cambiar la propia personalidad, y tras experimentar consigo mismo y adoptar el nombre de Hyde en homenaje al personaje literario, emprende una carrara criminal que le llevara a enfrentarse con gran parte de los héroes del Universo Marvel, a veces en solitario, a veces en compañía de Cobra, otro villano de similares orígenes, en este caso estamos ante Klaus Voorhees ayudante de un eminente científico al que asesina para apoderarse de sus experimentos, enfocados sobre todo al mundo de las serpientes, de nuevo un suero será responsable del origen de sus poderes, en este caso consistentes en una extraordinaria agilidad y flexibilidad, poderes con los que emprendería un poco exitosa carrera criminal, tanto en solitario como en compañía de Hyde.

La pareja creada en Journey into Mystery 98 (Cobra, de la mano de Lee y Kirby, en la colección que recogía las aventuras de Thor) y Journey into Mystery 99, (Mr. Hyde, de nuevo con Lee y Kirby como autores), pondría en más de un apuro a DD siendo sin embargo derrotados por este, más valiéndose de su ingenio que de otra cosa.



Bufón: Creado en las páginas del Daredevil 42 por Stan Lee y Gene Colan siguiendo de lejos el modelo del Joker, Jonathan Powers (que así se llamaba el individuo) se trataba de un actor fracasado que harto de las continuas risas que sus actuaciones provocaban en crítica y público, decido disfrazarse de Bufón y dar a la gente un autentico motivo para reír, empezando una serie de crímenes para los que empleaba todo tipo de estrafalarios cachivaches (otorgados por el Chapucero, villano que durante años estuvo armando a gran parte de los villanos del Universo Marvel), su carrera criminal toparía varias veces con Daredevil que lo derrotaría en sucesivas ocasiones, tras varios intentos de redimirse (en uno de los cuales llego a aparecer un segundo Bufón) sin excesivo éxito, Powers perdería la vida durante la Civil War marvelita a manos de un desatado Punisher, cuando él (entre otros) estaban a punto de acabar con la vida de Spiderman, antes de esto cabría si acaso mencionar su presencia en el arco de Bendis y Maleev “Decálogo”, donde Powers fue poseído por una especie de demonio que lo dejo en estado comatoso, estado del que obviamente se recupero a tiempo de participar en la Civil War.



Gladiador: Creado por Stan Lee y John Romita Sr., en las páginas de Daredevil 18, Gladiador (cuyo nombre real es Melvin Potter), pese a su fantástico aspecto visual (inspirado en el de los gladiadores romanos pero ligeramente modernizado), no pasaba en sus orígenes de ser una suerte de sastre con aspiraciones de conquista global, sin embargo el personaje tuvo la suerte de caer en gracia a Frank Miller, el cual lo doto de una profundidad de la que antes carecía e hizo de él un personaje muy interesante. Miller vio en Potter a un hombre desequilibrado fuera de su tiempo, incapaz de adaptarse a la sociedad moderna y en el que sus fantasías como gladiador, se habían hecho realidad en su mente, tornándose para sí mismo en un autentico Gladiador romano rodeado de enemigos, solo la ayuda de Daredevil y de la asistente social Betsy Beatty, consiguió superar su delirio y convertirse en un valioso aliado para Matt; esto sin embargo no ha impedido que Potter volviera a ponerse la armadura en diversas ocasiones, así en la etapa Miller, pese a sus temores volvería a disfrazarse de Gladiador para ayudar a Elektra y a Matt en un desigual combate con la Mano, más tarde y en un excepcional Daredevil 226, (de Denny O´Neil, Frank Miller y David Mazzuchelli), Potter, se vería obligado a vestirse de Gladiador y reemprender su carrera criminal para satisfacer los deseos de uno banda de mafiosos que había secuestrado a Betty, Matt, actuando sin pensar y ya al borde del desequilibrio mental, vio en las acciones de Potter una traición a todo lo que había hecho por él y le ataco sin pensar, cuando finalmente descubre la verdad, Matt solo puede sentir asco de sí mismo, poniéndose así una piedra más en el camino a Born Again, saga que se inicia con una Matt casi completamente desquiciado; en esta mítica saga también tendrá su pequeño papel Potter, en este caso en su faceta como dueño de una tienda de disfraces, cuando con el consentimiento de Matt da a unos mafiosos enviados por Kingpin un disfraz de DD que en principio iba a ser usado para incriminar a este en una serie de acciones delictivas y que termino siendo el traje con el que Matt retomaría el papel de DD en aquella grandiosa escena dibujada por Mazzuchelli.

Más allá de esto, Melvin ha seguido teniendo un papel más o menos relevante en la vida de Daredevil, destacando sus últimas apariciones de la mano de Bendis, cuando, obligado por el mafioso Alexander Bont vuelve a ponerse su disfraz de Gladiador, pillando por sorpresa y derrotando a DD, o con Brubaker, cuando Melvin es víctima del nuevo gas de Mr. Miedo perdiendo las estabilidad mental y disfrazándose de nuevo de Gladiador para cometer toda una serie de brutales asesinatos.

Mencionar si acaso la existencia de un segundo Gladiador cuyo origen data de plena época Kelly y que solo aparecería en los Daredevil volumen I 366-367 (con lápices de Gene Colan), se trata de un criminal de baja estofa que con la ayuda de Mr. Miedo se hace con una armadura como la de Melvin y se enfrenta a Daredevil.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Universo DC Un año después: JSA.

Último de los post dedicados a repasar la actualidad más reciente de los comics de DC en España; le toca el turno a la JSA la más nueva de todas las colecciones reiniciadas tras las Crisis Infinitas.

El anterior volumen de la JSA fue uno de los comics más interesantes de cuantos por entonces publicaban en el UDC, primero de la mano de James Robinson y David S. Goyer, después con propio Goyer y un por entonces casi desconocido Geoff Johns, y por fin ya con este en solitario, la JSA se fue convirtiendo poco a poco en una colección a seguir, su sabor a puro tebeo ochentero, la interacción entre los personajes, el buen manejo del pasado, (un pasado que lejos de ser un lastre era una continua fuente de inspiración, que además no alienaba a los nuevos lectores), la sabia mezcla juventud y veteranía y así un largo etc, tornaron a la JSA en la colección que HABÍA que seguir en el UDC, cierto es que, como en casi todas las obras de Johns, salvo momentos puntuales de inspiración, la colección no pasaba de ser un tebeo de superhéroes bien hecho, pero en no pocas ocasiones carente de (por llamarlo de alguna manera) “alma”, de ese carisma que hace que incluso tebeos mediocres tengan algo que te haga seguirlos (algo , que por ejemplo autores como Mark Millar, pese a su habitual mediocridad consigue transmitirá a casi todas sus obras), aún y así lo cierto es que la JSA era un comic excelente y que daba gusto leer; el “problema” llego cuando por el camino Johns se convirtió en toda una estrella, y la editorial empezó a requerir de su labor para un sinfín de proyectos; hasta el cuello de trabajo e incapaz de abarcar tanto, Johns opto por dejar la JSA, que contó en sus números finales con guiones de autores como Keith Champagne (hasta entonces entintador de gran parte de la colección), o el mítico Paul Levitz (quien ya contribuyera a relanzar la colección en los 70), quienes mantuvieron un nivel de calidad más que aceptable.

Con esto, y en su número 87 finalizó un volumen de gran calidad y se inicio el lento camino hacía le relanzamiento de la colección, un relanzamiento que no se encuadro dentro del acontecimiento conocido como One Year Later sino que se pospuso unos meses, como no podía ser de otra manera, Johns en principio reticente sería el encargado de los guiones de la colección contando con diseños y portadas de Alex Ross y dibujos de Dale Eagleshman (Villanos Unidos); con estos mimbres, Johns siguió el ritmo impuesto en el anterior volumen, pero magnificándolo en todos los aspectos, esta JSA tiene más miembros, esta JSA vive aventuras más grandes, esta JSA mezcla aún más veteranía y juventud, y esta JSA cuenta con un mejor dibujante (y sobre todo más o menos fijo, uno de los grandes defectos del anterior volumen); así lo que la JSA ofrece esta claro, un tebeo de superhéroes clásico, bien escrito, con buenos diálogos, recurrentes dosis de acción y una vez más uso de múltiples elementos del pasado sin por ello dejar de mirar al futuro, una colección que además aprovecha el potencial del nuevo multiverso DC del que Johns es uno de sus principales arquitectos, recuperando la Legión de Superhéroes clásica (en un crossover con la JLA que además trae de vuelta a Wally West al papel de Flash), o retomando al Superman de Kingdom Come, cuya realidad forma parte ahora de esas 52 tierra paralelas surgidas tras el evento semanal 52.

Tal vez lo más destacable de la JSA es que es una autentico manual de cómo hacer una colección de grupo (y menudo grupo, ya que ha llegado a tener más de 14 miembros), al contrario de lo que sucede en series como Los Nuevos Vengadores, en la JSA sabes cuál es la dinámica de grupo, sabes cómo se llevan los distintos miembros este sí, sabes por qué están juntos y como se relacionan, sí, hay acción, si, hay villanos (no en vano estamos ante un comic de superhéroes), pero también hay una relación intergrupal que va más allá de diálogos estereotipados llenos de frases lacónicas que en el fondo no dicen nada, de nuevo el gran problema de la colección, es que aunque esta es muy bien, a veces carece de ese “alma” de la que hablaba antes, pero si algo ha demostrado Johns hasta ahora es que es un corredor de fondo, así que sin duda lo mejor está por venir, y nosotros (si Pda lo permite, que lleva casi dos meses con la colección parada) estaremos ahí para verlo.

martes, 18 de noviembre de 2008

Universo DC Un año después: Catwoman.

A punto de culminar el repaso por las colecciones del Universo DC salidas de las Crisis Infinitas ahora vamos con Catwoman, de Will Pfeiffer y el español David López, colección ya cancelada en los USA pero que aquí en España todavía nos quedan unos cuantos números por disfrutar.

Hablar de Catwoman lleva inevitablemente a hablar de Ed Brubaker, su etapa tan definitiva como definitoria, marco inexorablemente la trayectoria de un personaje que lejos de ser un estereotipo más se torno en una mujer tridimensional, inteligente, pasional, atractiva y poderosa, con estos antecedente el sucesor de Brubaker lo tenía difícil, muy difícil, sin embargo Will Pfeiffer el elegido para tal misión, supo, ya antes de las Crisis, mantener el listón de calidad muy alto, si bien su labor estaba por fuerza lejos de la de Brubaker (pero, ¿quién no lo estaría?), lo cierto es que Pfeiffer jugó con habilidad sus cartas, mantuvo el grueso de los personajes secundarios usados por Bru y profundizo en la atrayente personalidad de Selina, indagando en su pasado y afrontando las consecuencias de lo narrado en Crisis de Identidad, con estos antecedentes era obvio que Pfeiffer era el guionista ideal para el relanzamiento del personaje tras las Crisis Infinitas.

Enclavada dentro del acontecimiento One Year Later (los hechos narrados se situaban un años después de lo contado en Crisis Infinitas, y por tanto un año después del último número de la colección previo a estas), Pfeiffer nos presento un status quo bastante distinto al anterior a las Crisis, ya que Selina además de haber dejado (al menos aparentemente) el papel de Catwoman, tenía ahora una hija (Helena) a la que cuidar.

Conocer al padre de la criatura, la identidad de la nueva Catwoman y saber si Selina podría pasar definitivamente el testigo de su labor como protectora del East End, serían las claves en torno a las que girarían los primeros meses de OYL, Pfeiffer no solo mantendría el nivel mostrado antes de la Crisis si no que lo aumento ayudado por un David López (conocido sobre todo por su labor en el Ángel Caído de Peter David), que desde un estilo sencillo pero cumplidor consigue dotar de uniformidad estética a toda la etapa, lo cual en los tiempos que corren es de agradecer; una etapa por lo demás, marcada por los sentimientos de Selina como madre, enfrentando la necesidad de proteger a su hija con la faceta de Catwoman que antes o después siempre se ve obligada asumir.

Más allá del enfrentamiento con el villano de turno, (enfrentamientos que van de lo ridículo a lo grandioso), si por algo ha destacado Catwoman es por cómo ha sabido reponerse a la perdida de algunos personajes secundarios clave (como Holly, reclutada por Dini para la Cuenta Atrás a las Crisis Infinitas, Sam y su hijo, o Karon traumatizada por los villanos Hoz y Martillo), y continuar siendo interesante centrándose en los deseos de Selina por proporcionar seguridad a su hija, algo que no consigue al estar permanentemente perseguida por su pasado como Catwoman, faceta de su vida además de al que es incapaz de desprenderse.

De momento y a falta de 11 números para que finaliza la colección (que es España imagino serán tres o cuatro), lo último que hemos visto en España, es la solicitud casi desesperada de Selina de ayuda a Batman para conseguir salir de un mundo que no garantiza la seguridad de su hija, queda por ver todavía como se resuelve ese asunto, en una trama de lo más interesante para una colección que a lo largo de sus más de 70 números no ha bajado casi nunca del notable.

lunes, 17 de noviembre de 2008

BM: Un homenaje a la mejor línea editorial de la historia Marvel en España: Caballero Luna.

Segunda minibm interruptus de Panini, y el comic que puso fin de forma definitiva a la continuación de las BM (es el último comic lanzado en este formato), es curioso observar como dos lanzamientos que presuntamente iban a salvar las BM fueron los que acabaron poniendo el último clavo en su ataúd ante la falta de seriedad y compromiso de Panini.

Lanzada en Septiembre de 2007, la BM: Caballero Luna tenía por objetivo recopilar las primeras apariciones y orígenes del personaje en Werewof by Nitgh y Hulk Magazine , además de incluir los 8 primeros números de una colección que alcanzaría 38, tres tomos en total para una etapa que en unas 7 o 8 BM hubiera quedado completa, de nuevo al igual que en el caso del Motorista Fantasma se anuncio que si la BM tenía éxito se continuaría en un futuro (táctica repetida, por cierto, con La Batalla de los Superhéroes, eso sí es jeta y lo demás son tonterías), pero visto lo visto ya nadie podía creer en una editorial que había faltado a su palabra en tantas ocasiones, así que quien comprara esta BM ya sabía lo que había tres tomos con el origen y evolución del personaje en sus primeros tiempos, era lo que había lo tomabas o lo dejabas, ya que todo lo demás era ruido sin sentido.

En este caso y a diferencia del Motorista Fantasma, el Caballero Luna si era una colección plagada de interés, sobre todo gracias a la presencia de Bill Sienkiewicz, que de clon de Neal Adams paso a ser un artista totalmente diferente a medio camino entre el surrealismo y la pintura, un artista mágico que rompió moldes y que tuvo en el Caballero Luna su campo de pruebas para adquirir tan peculiar estilo, la posibilidad de ver la paulatina evolución de Sienki hubiera sido uno de los ganchos si la colección se hubiera publicado completa, así apenas si pudimos atisbar sus primeros y tímidos pasos, sin embargo aún y con esas el comic no dejaba de tener interés.

El Caballero Luna, tradicionalmente conocido como el Batman de Marvel, fue creado por Doug Moech (guionista destinado a ser clave en la trayectoria del murciélago), y Don Perlin en las páginas de Werewolf by Nitgh como enemigo del protagonista de la colección, sin embargo su aparición resulto lo suficientemente atrayente como para ganarse un serial propio, primero como complemento en Hulk Magazine y luego una colección propia que alcanzaría esos ya mencionados 38 números.

Mark Spector
, mercenario a punto de morir en el desierto tras ser traicionado por sus aliados es salvado por el Dios egipcio Khonshu, que le convierte en su representante en la Tierra, a partir de ahí dotado de singulares artilugios y diversas personalidades (playboy, taxista, mercenario etc) se dedicaría a combatir el crimen, con la ayuda de su fiel Frechie (un piloto francés cuyo aspecto recordaba mucho a Alfred) y su novia Marlene, en estos primeros números su parecido con Batman se encuentra (ante las motivaciones y orígenes tan dispares de ambos personajes), sobre todo en el uso de diversos cachivaches y sus múltiples personalidades entre las que destaca la de un playboy que supuestamente pasa de todo y vive en una mansión enorme.

Estos primeros comics entretenidos y bien escritos se tornan en una lectura muy agradable a lo que ayuda el dibujo de un Sienki, que aunque todavía es muy “convencional” (sigue imitando a Adams), empieza a dar las primeras muestras de lo que llegara a ser, lo mejor de todo es que la colección va mejorando número a número y se ve que cuando lo bueno de verdad está por llegar…esta es interrumpida de manera un tanto abrupta, en fin una lástima, ya que estamos ante un material que merece ser recopilado de una forma u otra, acabadas ya las BM, tal vez sea hora de recurrir a otros formato para rescatar una colección fundamental en la Marvel de los 70, en fin como siempre para acabar ¡A MI DADME BIBLIOTECA MARVEL! (¡ya solo queda una¡).

domingo, 16 de noviembre de 2008

Daredevil: Historia de un hombre sin miedo. Parte LXXXIX: Enemigos sin miedo I.

Habiendo realizado ya un somero repaso de los aliados de Daredevil ahora vamos con sus galería de enemigos, una galería tal vez no demasiado brillante, pero llena de potencial como muchos guionistas han sabido demostrar.

Si la valía de un héroe se mide por la valía de sus villanos, Daredevil vale mucho, y es que enemigos como Bullseye o Kingpin no son precisamente moco de pavo, sin embargo más allá de estos (y si acaso Elektra, a ratos amante, a ratos rival, a ratos aliada), lo cierto es que los enemigos de Daredevil no han destacado por su brillantez, y salvo un par de honrosos excepciones no han constituido (al menos en un principio) la mejor galería de villanos de la historia, sin embargo su evolución en el tiempo y su paso por distintos autores ha venido a demostrar a la claras el viejo dicho de “no hay personaje malo, solo malos autores”, y muchos de ellos han pasado a convertirse o bien en amenazas de alto calibre o bien en personajes llenos de interés, sin más iniciamos el repaso por los villanos más destacados del hombre sin miedo, no sin señalar como siempre que si bien no están todos los que son (tarea harto compleja para un personaje de más de 40 años de historia), si son todos los que están:

El Arreglador: Varios son los personajes que han sido conocidos por este nombre, sin embargo aquí nos referimos al personaje que antes de la llegada de Frank Miller desencadeno el origen de DD, cierto es que no estamos ante un villano clásico del hombre sin miedo ya que fallece en su primera a ventura (ni más ni menos que en el Daredevil número 1 de Stan Lee y Bill Everett), pero este mafiosillo de segunda, dueño de una red de apuestas ilegales y responsable último de la muerte del padre de Matt simboliza en si mismo el prototipo de maleantes que estaría destinado a combatir DD, criminales de la más baja estofa que lejos de los coloridos disfraces controlan los bajos fondos de La Cocina del Infierno, y frente a los que Matt rara vez podrá obtener una victoria completa, no será este el caso del Arreglador que huyendo de Daredevil sufre un ataque al corazón que le causa la muerte una escena muchas veces narrada pero nunca con la fuerza que alcanzaría en el mítico Daredevil 164 donde Roger McKenzie y Frank Miller volvieron a contar el origen del personaje.



Electro: Villano más característico de Spiderman que de nuestro cuernecitos, tiene hueco aquí al ser el primer supervillano al que se enfrentara DD en el Daredevil número 2 de la mano de Stan Lee y Joe Orlando, el combate (recreado por Jeph Loeb y un magnifico Tim Sale en Daredevil: Yellow) que en si no tiene nada de especial, sería casi una excepción en la carrera de ambos personajes que apenas si se volverían a ver las caras más adelante en un par de ocasiones, pero por su carácter histórico merece ser recordado.



El Búho: El primer supervillano surgido directamente en las páginas del hombre sin miedo en concreto en su número 3 y de nuevo de la mano de Stan Lee y Joe Orlando, su primera aparición nos mostraba un aristócrata pedante que contrataba a Matt para defenderle de una acusación de asesinato, el inevitable combate (con Karen empezando a ejercer, su por entonces recurrente papel, de damisela e apuros) terminaba con el Búho derrotado y con el nacimiento de uno de los villanos más clásicos de Daredevil. Inspirado (como tantas otras creaciones en la que participara Lee) en el animal que le da nombre, el Búho ha sido un personaje recurrente no solo en DD si no en todo el Universo Marvel (legendario es su duelo por el control de la mafia en New York contra el Doctor Octopus en las páginas de Spectacular Spider-Man, o también su relevante papel en la el MK: Spider-Man de Millar y Dodson), jugando un papel de líder mafioso menor y habiendo pasado por multitud de transformaciones (la adicción al suero que le permite planear y tener los sentidos como los de los búhos estuvo a punto de acabar con su vida), tornándose casi siempre en un enemigo a tener en cuenta (por mucho que Bendis se empeñe en despreciarle tanto en sus apariciones en DD como en los Nuevos Vengadores), y uno de los máximos representantes de la galería de villano del cuernecitos.




Zebediah Killgrave (El Hombre Púrpura): Creado de nuevo por Stan Lee y Joe Orlando en las páginas del Daredevil número 4, estamos ante el típico ejemplo de villano que había pasado desapercibido si no fuera por que un guionista se intereso por él y lo torno en una autentica amenaza, en sus orígenes nos encontramos ante un exespía soviético que debido a un accidente con un extraño gas vio como su cuerpo se coloreaba de púrpura a la par que adquiría la capacidad de controlar las mentes, semejante poder no impediría que fuera derrotado una y otra vez por personajes como Spiderman o Daredevil, frente a los que su nivel de amenaza apenas si era un chiste, sin embargo en su camino se cruzó Brian Michael Bendis el cual con la colaboración de Michael Gaydos y a través de la maravillosa Alias torno a Killgrave en un manipulador psicópata que no duda en usar sus poderes de control mental para humillar de la peor de las maneras posibles a Jessica Jones, protagonista de la serie, desde entonces Killgrave ha dejado de ser un chiste para tornarse en un peligroso enemigo a tener en cuenta, habiendo aparecido en series como los Thunderbolts o los Nuevos Vengadores.



Matador: Villano un tanto ridículo creado por Stan Lee y Wally Wood en el número 5 de Daredevil, se trata de un torero español de nombre Manuel Eloganto (¿?), que haciéndose pasar por héroe se dedica a cometer crímenes menores hasta que finalmente es desenmascarado por Daredevil, un personaje un tanto ridículo que apenas si ha sido retomado por Bob Gale en su saga al frente de a colección (eso si sin en el traje de luces), y revistado (aunque el personaje no era Manuel, Matt se enfrenta en la arena con un torero, lo que le recuerda su enfrenamiento con Matador) brevemente por Brubaker durante la visita de DD a Europa.



Mr. Miedo: Hasta cinco personajes han llevado este nombre, el primero tiene su origen en las páginas del Daredevil número 6 de la mano de Stan Lee y Waly Wood, y su concepción parte de la idea de enfrentar a el hombre sin miedo a un villano que tuviera en el miedo su máximo poder, así el comic nos presenta a Zoltan Drago un químico que descubre casi por accidente un poderoso gas del miedo (si como el Espantapájaros, y no será la última vez que veamos un villano de Batman como inspiración para un enemigo de DD, así tenemos los claros parecidos entre el Bufón y el Joker o incluso la ligera semejanza entre el Búho y el Pingüino) que utiliza para cometer crímenes, ayudado por un traje que en manos de Gene Colan alcanzaría cotas de calidad sublimes (el aspecto visual del personaje es magnifico), Drago contaría con la ayuda de la llamada Hermandad del Miedo (compuesta por él mismo, el Buey, miembro también de los Forzadores y la Anguila) para sus fechorías, pese a lo cual sería derrotado, finalmente encontraría la muerte a manos de su sucesor, Starr Saxon, Mr Miedo II.

Creado por Stan Lee y Gene Colan en las páginas de Daredevil número 49, no asumiría la identidad de Mr. Miedo hasta el Daredevil 54, Saxón se trataba de un ingeniero de primer nivel que decidió centrar sus esfuerzos en el crimen vendiendo sus servicios al mejor postor, en estas fue contratado para asesinar a Daredevil labor que intento llevar a cabo sin éxito mediante un robot asesino, DD descubre la identidad de Saxón y este para salvarse asume la identidad de Mr. Miedo tras matar a Drago e inicia un nuevo ataque contra DD esta vez en persona solo para acabar muriendo al caerse desde lo alto rompiéndose su cuello en el proceso, no sería este el final de Saxón (si en las páginas de DD), ya que conseguiría transferir su conciencia a una máquina desde donde seguiría enfrentándose a diversos héroes como el Capitán América.

Tras la presunta muerte de Saxon sería el tercer y más peligroso de todos los Mr. Miedo quien asumiría el papel del villano, Larry Cranston, creado por Gerry Conway y Gene Colan en Daredevil 88, no asumiría el papel de Mr. Miedo hasta tres números después, con Cranston nos encontramos un viejo compañero de facultad de Matt que ahora abogado de cierto éxito en San Francisco trata de, cegado por la envidia ante el éxito profesional de su antiguo compañero, acabar con la vida de Matt asumiendo para ello la identidad de Mr. Miedo, el personaje que pareció encontrar la muerte al final de ese episodio, no hubiera pasado de ser uno más si Joe Kelly no lo hubiera retomado en los estertores del primer volumen de la colección, cuando con un elaborado plan y tras descubrir la identidad secreta (se había pasado los últimos años recuperándose y estudiando a su odiado enemigo) de DD esta apunto de conseguir que Karen acabe en la cárcel acusada de un asesinato que no cometió, a la par que, con la ayuda de personajes como la Anguila o Insomnia establece un plan para desacreditar a DD, Kelly nos muestra entonces un personaje inteligente, frió y manipulador, en una trama que quedo algo colgada (al final Matt demuestra la inocencia de Karen, pero el personaje Cranston que recordemos sabía la identidad de DD, queda totalmente olvidado), hasta que Ed Brubaker retomara al personaje recientemente ahondando en el carácter mostrado por Kelly y tras aumentar sus poderes (haciéndolos parecidos a los de Killgrave)y nivel de amenaza, lo torna en uno de los principales enemigos de DD tras volver loca sin cura a la vista a la esposa de este, Milla Donovan.

El cuarto Mr. Miedo, Alan Fagan, rival más de Spiderman que del cuernecitos, (de hecho su primera aparición data del Marvel Team Up número 92 donde el trepamuros compartía protagonismo con Ojo de Halcón) Fagan es el Mr. Miedo que sale en la Secret War de Bendis y es uno de los muchos villanos que escapa de la Balsa en la fuga que da origen a los Nuevos Vengadores, Fagan es sobrino de Cranston y tras la aparentemente muerte de este decide asumir su manto enfrentándose a Spiderman en diversas ocasiones, en la actualidad forma parte de la hermandad de villanos de el Encapuchado.

Queda por mencionar un quinto y último Mr.Miedo aunque más bien habría que decir Ms. Miedo, el encarnado por la hija de Fagan, Ariel Tremmnore, en los Daredevil 314-315 inéditos en España, creada por D.G Chichester y Scott McDaniel, es el Mr. Miedo más efimero de todos y el único que se transformo casi literalmente en un mostruo viviente queriendo superar los "logros" de su padre a la vez que se vengaba de él.



El Zancudo: Creado por Stan Lee y Wally Wood en el Daredevil número 8, el Zancudo es otro de esos personajes ridículos que hasta ahora nadie ha podido o querido dignificar, el zancudo no es otro que Wilbur Day ayudante de un genio industrial (Mr. Kaxton) que decide apropiarse de su último invento (unos ejes hidráulicos) para convertirse en un villano y así enriquecerse, para ello diseña una armadura capaz de expandir las piernas hasta alturas inalcanzable, pudiendo dar golpes sin ser atrapado (si, ya lo se, no tiene mucho sentido, pero...), tras ser derrotado por Daredevil, el Zancudo volverían en diversas ocasiones, (incluso una vez Turk se hizo con la armadura), no suponiendo casi nunca más que una leve molestia, tal vez al igual que el Hombre Púrpura o Mr: Miedo, el Zancudo solo necesite un guionista que lo dignifique, pero lo cierto es que se antoja complejo que alguien cuyo poder es ponerse una armadura que estira las piernas, pueda ser dignificado.

sábado, 15 de noviembre de 2008

La semana pulp: Tom Strong.

Estaba leyendo yo la iniciativa surgida entre Bruce y Experimento 626 para hacer dedicar una semana homenaje a los pulps en el contexto de la Liga de los Bloggers Extraordinarios (de la que últimamente, dada mi falta de tiempo, apenas si soy miembro honorífico), y lamentándome de no poder aportar nada al ser el de los pulps un mundo que no domino en exceso cuando de repente pensé, ¡coño, Tom Strong, el héroe pulp de Alan Moore!, ¿cómo no me di cuenta?.

Encuadrado dentro de la nada pretenciosa American Best Comics (que como obras como Top Ten, Promethea, La Liga de los Hombres Extraordinarios o este Tom Strong, la verdad es que hace bastante honor a su nombre), Tom Strong siempre ha sido visto un poco como el patito feo de la línea, una “obra menor” (como si algo fuera mayor cuando lo comparas con Watchmen o V de Vendetta, no te jode), dentro del trabajo de Alan Moore, apenas un mero divertimento, y puede ser, no lo se, lo único que se es que Tom Strong me encanta.

Tom Strong
es un héroe de tomo y lomo (un héroe de verdad, sin dobleces ni ambigüedades, que a veces parece que nos olvidamos que tipo de comics estamos leyendo), que con la ayuda de su familia (su esposa Duala, su hija Telsa, su mono parlante Solomon, y su robot Pneuman), combate el crimen en Millenium City a la par que expande las fronteras de la ciencia y la investigación con sus continuos viajes y experimentos, con estos mimbres esta claro que tipo de comics no espera, un comic lleno de acción y aventura, lleno de mundos asombrosos e imaginación desbordada, un comic en la que una vez más Alan Moore muestra su profundo conocimiento de la cultura popular, así, si en Supreme actualizaba y hacía que quedaran bien las ridículas historias del Superman de los 50, o en el Día del Juicio daba un repaso a la evolución del comic de superhéroes desde sus inicios hasta al convulsa década de los 90, en Tom Strong, Moore realiza su particular y sentido homenaje a los pulps, en cierta medida antecedentes de esos superhéroes, que cada vez son más super y menos héroes.

En Tom Strong nos encontramos a un personaje de una sola pieza, inteligente, fuerte, ágil, bueno y en ocasiones algo ingenuo Tom encarna en si mismo alguna de las características de esos héroes pulp que todavía rondan por el imaginario colectivo; en los comics de Tom Strong encontramos todo tipo de aventuras, desde civilizaciones perdidas a extraterrestres confundidos pasando por aventuras espaciales, o “cientivillanos” (por aquello de que “superhéroe” y “supervillano” es una marca registrada por Marvel y DC, aquí tenemos cientihéroes y cientivillanos, nombre que por cierto, mola bastante) que en otros contextos podían haber sido auténticos héroes, todo este ambiente pulp se encuentra tremendamente reforzado por un excelente Chris Sprouse cocreador de la sería y dibujante de gran parte de la misma, que no solo crea gráficamente a un héroe de mandíbula cuadrada, pecho hinchado y piernas pequeñas, si no que lo rodea de bellísimas mujeres y escenarios exóticos que no hacen si no que reforzar el homenaje emprendido por Moore.

Pero si acaso pensabas que estabas ante un comic simple que solo aporta entretenimiento sin más (lo cual, todo sea dicho no tendría nada de malo), estabas muy equivocado mi querido lector, no señor, Tom Strong es mucho más, para empezar el mundo imaginado por Moore y Sprouse esta recreado a la perfección y nos recuerda un poco a ese futuro que imaginaban en el siglo XIX autores como Julio Verne o H G Wells y que también fue homenajeado en la excelente Terminal City (mira, otro ejemplo valido de "comics pulp" actuales), para continuar el mismo origen de Tom, con un padre distante y dispuesto a experimentar con su propio hijo nos habla acerca de los limites de la ciencia y los efectos de aislamiento, además el homenaje se extiende también a los superhéroes con referencias a realidades alternativas (con sus propias Crisis en las realidades infinitas) donde vemos como una simple decisión, un simple reconocimiento puede llevar a transformar al mayor villano en un héroe, y al héroe en un traidor a todo aquello que había jurado defender.

En fin que Tom Strong es un magnifico comic, donde además de Moore y Sprouse encontramos a autores como Brian K Vaugh , Ed Brubaker o Pascual Ferry, que continúan y profundizan las raíces pulp del personaje , este mes por fin vamos a completar la colección del personaje, después de Planeta la dejara tirada de mala manera, una colección que a mi al menos no me ha dado más que satisfacciones y que recomiendo a todo aquel que quiera pasar un buen rato leyendo un tebeo, que tal vez no sea tan ambicioso como otros del barbudo de Northampton, pero que al menos para mi es una de las lecturas que ansió con más ganas y devoro con más placer.



martes, 11 de noviembre de 2008

Los Muertos Vivientes: La Calma antes de…

Tras un parón de más de un año Pda por fin se ha puesto las pilas y la publicación de esta magnífica serie avanza a buen ritmo en España, así toca ahora reseñar el séptimo tomo de la colección.

Tras su espectacular inicio, con unos cuatro primeros tomos magníficos y que rozaron la perfección (por no decir que contenían un principio y un final en sí mismos, ya que ese ¡¡Nosotros somos los Muertos Vivientes!!, expresaba a las claras que era la serie y se antojaba como un colofón perfecto a la misma), Los Muertos Vivientes llevan ya un tiempo sin alcanzar el mismo nivel, algo natural en función de la calidad de los primeros comics de la colección, aún y con esas cada nuevo tomo de la serie es motivo de alegría ya que su calidad suele ser como mínimo alta, y este La Calma antes de…, no podía ser menos.

Si bien los dos últimos tomos, habían estado más centrados en la acción y la casquería que no en la profundización de las relaciones interpersonales y en la exploración de las personalidades del variopinto grupo protagonista, en este adecuadamente llamado La Calma antes de… sucede exactamente lo contrario, y así los diálogos y la evolución de los personajes centran el contenido de un comic que pese a su ritmo lento aparece como mucho más interesante que los anteriores, habiendo ya asumido el grupo que la cárcel en la que se encuentran es el medio más seguro para conseguir su supervivencia, los quehaceres cotidianos impregnan un tomo donde pese a que en apariencia pasa poca cosa, asistimos a un nacimiento, un suicidio, una boda y un final espectacular que promete una tempestad de órdago de cara al próximo tomo.

Es curioso como las cosas cotidianas y el cómo afrontar un mundo enloquecido vuelven a ser los puntos fuertes de una colección que avanza a golpes de interesantes planteamientos (el niño que acaba de nacer nunca ha conocido el mundo anterior a la llegada de los zombis, ¿le permitirá eso ser más feliz y aceptar las cosas como son, o se verá condicionado por el recuerdo y el dolor de sus padres, incapaces de despegarse de la idea de que las cosas no siempre han sido así?, si se tiene elección ¿es moralmente aceptable traer un hijo a un mundo así?) mezclados con abundante casquería y algo de acción, elementos estos últimos que se tornan en menos interesantes (aunque necesarios y en muchas ocasiones catalizadores para que la trama avance) ante lo ambicioso y bien llevado del planteamiento inicial.

Por lo demás si acaso señalar que el tomo incluye los números americanos 37 a 42 de la colección USA (lo cual habla muy bien de Kirkman y Adlard, ya que conseguir mantener un nivel como mínimo de notable durante más de 40 números no es tarea fácil) , que de nuevo Pda escatima las portadas (de acuerdo, como en los tomos USA, pero allí tienen la grapa para si quieren adquirir las portadas, ¿aquí que opción tenemos?), y que una vez más Adlard cumple a la perfección en un comic donde Kirkman es la incuestionable estrella,

En fin una nueva entrega de una colección que siempre está entre lo mejorcito del año y donde Kirkman vuelve a demostrar una vez más el abismo que para la calidad de su obra supone trabajar por encargo (lamentable su etapa en los Ultimate X-Men) o hacerlo con personajes de creación.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Universo DC Un año después: Jóvenes Titanes.

Nueva colección en este repaso al UDC pos Crisis Infinitas, en este caso con los Jóvenes Titanes, una de las colecciones más afectadas por el relanzamiento que supuso One Year Later.

Geoff Johns es un guionista con múltiples virtudes y algún que otro defectillo, entre estos no se encuentra el uso y abuso del decomprenssive storytelling, esta forma de narrar tan en boga hoy en día y que consiste no solo en necesitar 6 números para contar una historia, sino que además esos números individualmente no tienen valor por si mismos al no contar nada o casi nada, no es una de las características del trabajo de Johns, el cual, caracterizado por un estilo netamente ochentero sabe dar peso a cada grapa y aportar algo interesante a cada comic individualmente para así justificar el precio que los lectores pagamos por ellos.

Viene esto a cuento porque, como siempre cada regla tiene sus excepciones y ya antes de OYL, los Titanes eran una serie de ritmo lento en la que las cosas pasaban muy, muy despacio, eso sí, sin ser uno de los mejores trabajos de Johns y fusilando en exceso el trabajo de Wolfman y Peréz en la serie, lo cierto es que con la ayuda de un inspirado McKone, Johns se marco una serie entretenida e interesante que se leía muy bien y en la que las cosas empezaban a acelerarse a medida que la colección avanzaba.

Sin embargo llegaron las Crisis Infinitas y con ellas los Jóvenes Titanes se vieron enormemente afectados, Conner “Superboy” Kent murió, Bart “Kid Flash” Allen asumió el rol de Flash, Ciborg acabo deshecho, Starfire perdida en el especio y el grupo…el grupo apenas si era una parodia de sí mismo, con miembros que iban y venían y con una alineación que a priori parecía poco interesante, en estas circunstancias el relanzamiento de OYL no supuso buenas noticias para los Titanes, ausentes algunos de sus personajes hasta ahora más carismáticos, el grupo contó con Robin como principal valedor, y ni el retorno de unos recuperados Ciborg y Wonder Girl parecieron sacar de lodo una colección que no iba por buen camino y de la que Johns parecía haberse desconectado emocionalmente, no ayudo a paliar esta sensación el continuo bailes de dibujantes, así Tony Daniel apenas si duro cinco números en la colección siendo sustituido por autores de muy diversa calidad (Ryan Benjamin, Paco Díaz algún que otro regreso del mismo Daniel y un largo etc), que como es obvio no consiguen dotar de homogeneidad a una serie que no sabía muy donde iba visitando permanente lugares comunes: un nuevo traidor en el grupo, el nuevo plan de Deathstrocke (siempre he pensado que escribir un personaje que usa un 90 % de su capacidad cerebral es imposible), etc, etc, la desconexión de Johns era cada vez más evidente e incluso sus últimos números en la colección los escribió a medias con el que se supone iba a ser sus sustituto oficial, Adam Bechen, el cual apenas si permanecería unos números en la serie antes de ser sustituido por Sean McKeever el actual guionista de la colección y cuya etapa de momento apenas atisbada, no apunta demasiado alto con una no muy buena caracterización de personajes y una historia de momento carente de todo interés, pese al potencial que ese grupo de Titanes venido del futuro y creado por Johns antes de OYL sin duda tiene.

En fin como decía una de la series más afectadas (y de manera muy negativa) por las Crisis Infinitas, de cuyos miembros originales apenas si quedan tres, y que de momento en todo lo que llevamos de pos Crisis (y ya van 18 números) no parece encontrar el ritmo adecuado.

Novedad de Bizancio Ediciones: Historietas Sevillanas, por Andrés Martínez de León.

No suelo reseñar por aquí las novedades editoriales pero voy a hacer una excepción con el ilusionante proyecto nacido de la mente de Yorkshire y su editorial Bizancio Ediciones.
Sin más ahí va la portada y la descripción del comic, sacado a medias del correo que me ha pasado York y de la web de Werewolfie.




Álbum de Historietas Sevillanas de Andrés Martínez de León

Prólogo de Antonio Martín
Características: Portada a color. Interior en blanco y negro. Encuadernado en tapa dura. Medidas (27,5 cm x 19 cm)

Nº Páginas: 64

Autor: Andrés Martínez de León

ISBN: 978-84-936219-4-0
Fecha Edición: 20/11/2008
PVP: 14 Euros
Álbum de Historietas Sevillanas, 82 años después... Andrés Martínez de León, autor sevillano de la primera mitad del siglo XX, nos dejó una obra monumental y crítica, irónica e inédita, tierna y humorística. Álbum de Historietas Sevillanas, publicado en 1926 con una tirada cortísima de unos centenares de ejemplares, es el primer cómic-libro moderno español, por su planteamiento y tratamiento del dibujo, por su maestría y su compromiso social; la estructura de la narración, libre de amarras, sin efectismos ni amaneramientos, que, junto con el dibujo fresco, suelto y vivísimo de la pluma de Andrés Martínez de León, hacen de este libro un referente viviente y clásico de la historieta andaluza y española.

Viaje a Bizancio Ediciones, después de más de un año de trabajo de restauración morosa y amorosa, cumple un sueño que siempre estaba ahí y que, finalmente, os entregamos como un regalo para los que amamos la historieta, y sobre todo, nuestra historieta más andaluza, tan española. Como dice en el prólogo Antonio Martín, “UNA OBRA FUNDAMENTAL DE LA CULTURA ANDALUZA”. Álbum de Historietas Sevillanas de Andrés Martínez de León es el primer granito de arena para una nueva colección abierta en nuestra editorial con el nombre de “Historiando la Memoria”, donde intentaremos recuperar los orígenes y las obras olvidadas del cómic español.