lunes, 15 de febrero de 2010

Prison Break, del cielo al infierno.

Michael Scofield (Wentworth Miller), superdotado ingeniero de brillante futuro decide de buenas a primeras cometer un atraco a mano armada para introducirse en la prisión de Fox River en la que su hermano Lincoln Burrows (Dominic Purcell) se encuentra encerrado en el corredor de la muerte en espera de su ejecución por el asesinato del hermano de la vicepresidenta, asesinato del que pese a tener todas las pruebas en contra, Lincoln se declara inocente, Michael que participo en su momento en el diseño de la prisión busca llegar a ella para en un minucioso plan (que pasa incluso por tener tatuado en su cuerpo los planos camuflados de la prisión) sacar de allí a su hermano.

Con este planteamiento que puede rondar tanto lo ridículo como lo magnifico, se iniciaba la serie, todavía recuerdo la sensación de ver la primera temporada adrénalitica, impactante, sorprendente y tramposa (pero con esas trampas que en el fondo nos gustan tanto), Prison Break era entretenimiento garantizado en una de las temporadas más adictivas que he podido ver jamás dentro de la televisión.

Cierto es que en cada episodio pasaba algo que fastidiaba el plan de Scofield, cierto es que por momentos aquello parecía un más difícil todavía enormemente exagerado en el que apenas si había salida, pero no lo es menos que los guionistas conseguían siempre que les siguiéramos el juego, lo que se estaba contando, por increíble que fuera, estaba tan bien contado, era tan interesante y te enganchaba de tal manera, que lo demás daba un poco igual.

Tal vez el principal problema de la serie fuera su mismo planteamiento, porque estaba claro que lo de fugarse de la cárcel no podía durar para siempre, antes o después o lo conseguían o los pillaban, no había otro camino, así la primera temporada acabo con la fuga y con uno de los continuaras más “jodidos” (y por ello bien llevado) que recuerdo.

Ante este panorama el tema parecía claro, en la primera temporada se fugan, en la segunda demuestran la inocencia de Lincoln, la cosa no daba más de sí; aún y pese a lo lógica de la existencia de la segunda temporada, lo cierto es que el nivel de exageración de esta dejo en pañales a la primera, la suspensión de incredulidad que la serie exigía casi desde el principio alcanzaba cotas demasiado elevadas en este segunda temporada, donde la conspiración dibujada en la primera, con la oscura compañía interesada en culpar a Lincoln, poco a poco cobraba más protagonismo: aún así la temporada tenia aciertos como la presencia de ese implacable agente del F.B.I llamado Alex Mahone (Willian Fichtner), todo un cerebrito a la altura de Socfield; implacable perseguidor de los hermanos, quien con un oscuro pasado a sus espalda estaba muy a su pesar en manos de la malvada y misteriosa compañía (esto de la misteriosa y todopoderosa compañía /organización es muy común a muchas series, Heroes, Lost, Ángel, Dollhouse…)

Pese a todo la segunda temporada marchaba por lugares lógicos hacía su teórico final (y el de la serie de paso), que en teoría pasaba por la exoneración de los hermanos, bajo mi punto de vista hubo un momento clave, en torno al episodio 20 de la segunda temporada, cuando la vicepresidenta de los USA en rueda de prensa parecía dispuesta a hablar de la conspiración y dejar clara la inocencia de Lincoln, había sido un buen final, habría sido lo que la serie merecía, sin embargo al final no fue así y todo se torció, los hermanos huyeron a Panana y allí Scofield (en lo que supuso tanto una vuelta a las raíces, como una huida hacia adelante) acabo de nuevo en una prisión de la que debía fugarse, solo que en este caso Fox River parecía un hotel de lujo frente a la nueva cárcel a la que había ido a parar Michael.

La tercera temporada (que por cierto coincidió con la huelga de guionistas y por ello fue bastante más corta), supuso un calco de la primera pero siendo todo aún más difícil, la adicción, la sorpresa y la adrenalina quedaron sin embargo muy atrás cuando la serie caía una y otra vez en lugares comunes, mientras que las trampas empezaban a resultar, ahora sí, molestas, la inevitable fuga, llevo a una cuarta temporada que (al igual que la tercera con la primera) fue apenas si un reflejo distorsionado de la segunda.

Decididos a acabar con la compañía, y perseguidos por todo el mundo, los hermanos y sus aliados (entre los que ahora estaba Mahone), se tornaron en una especia de Equipo-A (con furgoneta y todo) que al final llegan incluso a luchar por ¡salvar el mundo!, la huida hacia delante se había completado, la serie carecía de rumbo y la Fox (que siempre he sospechado fueron responsables en su momento de su prolongación artificial) decidió cancelarla permitiendo al menos a los responsables la posibilidad de darle un digno final, final en todo caso no muy distinto de lo que se adivinaba ya en la segunda temporada., y que mostraba a las claras lo innecesario y artificial de las otras dos.

Una serie que paso de lo casi sublime a la casi mayor de las ignominias en solo cuatro temporadas, un ejemplo de cómo se deben y de cómo no se deben hacer las cosas, todo en uno, y una muestra clara de lo que pasa cuando se prolonga artificialmente al vida de un proyecto creativo más allá de su lógico final.

7 comentarios:

Juls dijo...

Yo no se si merece la pena ver más allá de la primera...

José M. García dijo...

No he visto ni un solo capítulo de PRISON BREAK y lo que entreví cuando me encontré alguno en la sexta no me animaba a hacerlo. Eso sí, el pobre Kenta hizo un enorme enfuerzo para verse la última temporada y no pudo de lo mala que le parecía (creo que lo dejó a dos episodios del final).

El punto de partida me parecía interesante pero no creía que diera para varias temporadas, como así parece ser.

PD.: ¿tan difícil es cerrar una serie? Porque pocas lo han conseguido hacer bien, incluso las buenas: EXPEDIENTE X o TWIN PEAKS (aunque este último caso es muy especial).

Un saludo.

fer1980 dijo...

Juls, hombre, la segunda temporada tiene sentido y si creo que merece la pena, más allá de eso...

Int, ese era el problema, el punto de partida daba para lo que daba y claro cuando se quiso alargar demasiado paso lo que paso, en todo caso sigo diciendo que al primera temporada es brutal.

Anónimo dijo...

Pues a mi la primera temporada me parecio un poco...sosilla.
La segunda si que me pareció brutal,con los giros de guión,cambios,que si ahora sí,ahora no...

Debería haber acabado en la segunda???Sí,y hubiese sido una muy buena serie.

La tercera,que decir????Sobraba...pues sí,era innecesaria,el caso es que a mi también me gusto mucho,más que la primera.El rollo prisión siempre me ha gustado,y ese final abierto,en plan me vengaré,me lo han arrebatado todo,estamos solos en el mundo...

También me gusto.

Y es que la huelga acabo con ella,por que la tercera temporada hubiera sido un batiburrillo de las 2 primeras,dentro y fuera de la carcel.Pero se quedo en carcel.


Eso sí... la cuarta temporada es una de las mierda más grande que he visto... hasta la peli de farmacia de guardia era mejor.Y es que ya empieza MAL,pasados unos dias del final de la tercera y con una fuga masiva e incendio de carcel que no hemos visto.

fer1980 dijo...

¿Sosilla la primera?, buff, no se a mi me pareció todo lo contrario,y la segunda me pareció una sobrada, necesaria, pero sobrada, sobre la tercera, lo siento pero eso ya lo había visto, me pareció un timo, y la cuarta de lo peor que he visto nunca.

Txema SG dijo...

Se nota demasiado que la serie estaba planificada para ser una mid-season de 12 capitulos, y la han estirado de manera definitiva.

Aunque le breve tercera temporada me gustó bastante. La cuarta ni la acabé de ver..

fer1980 dijo...

Había oido algo de lo de la mini, sea como sea lo cierto es que esta enormemente estirada.