Los Muertos Vivientes: La mejor defensa.

Fue uno de los mejores comics el año pasado y uno de los más esperado de este, así que ahí va mi opinión sobre el quinto tomo de Los Muertos Vivientes, opinión que recupero de una reseña que en su día hice para comixariá.

Por fin y tras muchos e interminables meses de espera Pda se decidió a sacar el quinto tomo de Los Muertes Vivientes, serie que sin duda constituyo una de las más agradables sorpresas del pasado año, el tomo sigue el mismo formato que los anteriores y cuenta con un precio más que interesante 7,50 euros por cinco números USA (eso si en b/n), además Pda siendo consciente del éxito y repercusión de esta obra, ha aprovechado su lanzamiento para regalar con él, el primer número de la interesante Girls de los Luna Brothers, serie que sin duda se vera muy beneficiada por el escaparate que supone Los Muertos Vivientes. Este quinto tomo (en el que una vez más vuelve a faltar las portadas), recopila los números 25 al 30 americanos y cuenta con la labor del equipo creativo habitual en la serie, Robert Kirkman a los guiones y Charlie Adlard a los lápices.

El tomo era esperado en mi caso, con un mezcla de esperanza y recelo, esperanza por que Los Muertos Vivientes fue de lo mejorcito que pude leer el año pasado y a poco que Kirkman mantuviera el nivel, la lectura intensa e impactante estaba asegurada, el recelo venía sin embargo producido por que bajo mi punto de vista los cuatro primeros tomos constituían en si mismos una unidad bastante sólida de por si, es decir, resulta evidente que la historia tenía varios frentes abiertos y podía continuar perfectamente, pero ese escalofriante grito de Rick, “¡Nosotros somos los muertos vivientes!”, me parecía un conclusión perfecta, un punto de destino lógico y coherente para la obra, y por ello no sabía muy que esperar de este tomo.

Dicho todo esto y entrando ya en el análisis en si del comic, la verdad es que el nivel parece descender un poco, la historia sigue siendo agobiante, y sigue yendo más sobre la oscura naturaleza humana y sus comportamiento ante situaciones criticas, que sobre zombis, pero lo cierto es que durante los primeros números el impasse parece alargarse demasiado, bien es cierto que es un impasse necesario y justificado; todo lo que había sucedido en los tomos anteriores requería un alto en el camino, una reflexión, y más viendo lo que estaba por venir en la segunda parte del tomo, pero aun así la primera parte del tomo tal vez se alargue demasiado sin que realmente pase nada de interés y eso hace que el tomo como visión global y pese a tener un nivel alto, resulte tal vez más flojo que los anteriores, sea como sea, lo cierto es que los acontecimientos se precipitan en la segunda parte del tomo cuando tres de los protagonistas centrales de la serie (entre ellos Rick, cuya evolución como personaje y pese a tratarse de una obra coral, ha sido desde el principio hilo conductor de la obra) acaban en manos de un despiadado “gobernador”, que tras una ciudad amurallada, llena de seguridad y felicidad para sus habitantes, esconde un brutal secreto, aquí resulta remarcable el que este tomo sea el más explícitamente violento hasta la fecha, las salvajadas del gobernador y su actitud despreocupada ante las mismas, son el reflejo de la inhumanidad de quien se cree intocable, una creencia que se ve reforzada al contar además con el pleno apoyo de su gente, ya sea por miedo (caso del medico del pueblo) ya sea por conveniencia, y es que el “gobernador” garantiza la seguridad y el entretenimiento de su gente, ¿que más da como lo haga?, un reflejo sin duda de muchos de los males de nuestra sociedad actual, donde no nos preocupamos realmente de donde salen las cosas y de cómo se hacen, solo las queremos, da igual que millones de trabajadores en todo el mundo sean brutalmente explotados, rozando (o superando ampliamente) la esclavitud solo para que nosotros podamos sentirnos cómodos y seguros (una parábola de nuestra propia sociedad que al igual que en los otros cuatro tomos es brillante buscada por un Kirkman que da lo mejor de si es esta obra); resulta curioso observar como desde otro punto de vista puede verse Los Muertos Vivientes como una especie de reflejo de la “evolución” sociedad humana, primero nómadas cazadores-recolectores, luego sedentarios dedicándose a actividades agrarias y luego (representado en cierta medida por el “gobernador”), el imperio expansivo que contenta a su gente con pan y circo, mientras basa su misma existencia en la más cruel de las realidades (la esclavitud en el mundo real, las salvajadas que comete el “gobernador” en el comic ), resulta interesante pensar en las posibilidades que esto abre de cara al futuro, aunque claro falta por ver si Kirkman tira o no por este camino, y es que el tomo sexto (anunciado para Febrero de 2008), pinta muy interesante, ya que la situación en la que acaba este no resulta ni mucho menos alentadora para los que hasta ahora han sido protagonistas de la obra.

En definitiva este quinto tomo supone un ligero (ligerísimo) bajón con respecto a los cuatro anteriores, pero aun así el resultado sigue siendo plenamente satisfactorio y sobre todo deja (al contrario que el cuarto que como dije parecía un final casi perfecto para la obra) con ganas de más y plantea unas reflexiones muy interesantes, lo que demuestra la enormidad de una obra con tantas y tan distintas lecturas.