Segundo post de la semana dedicado a alguno de los principales crossovers que he podido leer últimamente en este caso con la franquicia mutante como protagonista.
Escribía ayer que Marvel había vendido Asedio como el fin a 7 años de historias, 7 años iniciados con Vengadores Desunidos y que tuvo una de sus primeras piezas en Dinastía de M una historia cuyas consecuencias se resumían en una sola viñeta, pero que siendo objetivos es la que de verdad más consecuencias reales ha tenido en la actual configuración del Universo Marvel, al menos en lo que a la franquicia mutante se refiere.
Los Mutantes, no hace tanto reyes de las listas de ventas, auténticos amos del cotarro viven ahora una época de confusión alejados de los focos de donde han sido desplazados por Los Vengadores, Green Lantern o el Batman de Morrison, precisamente sería con este guionista (a parte de la puntual etapa de Whedon) cuando la franquicia domino el mercado casi por ultima vez, con la vista puesta en el futuro y sin miedo a crecer, de las aportaciones de Morrison apenas si ha sobrevivido la relación entre Emma y Scott siendo la antes mencionada Dinastía de M la vuelta de tuerca final al regreso a los orígenes de una franquicia elefantiásica y comida por su propio éxito.
Casi imposible de manejar y con el “temidos y odiados por un mundo que han jurado proteger” elevado a la enésima potencia por las consecuencias de Dinastía de M, la franquicia mutante parece haber querido dar un paso adelante con este Segundo Advenimiento, acercándose a la luz y tratando de seguir la rueda del éxito de esa Edad Heroica que ahora asoma en el Universo Marvel, un universo dentro del cual los mutantes siempre han parecido ser un compartimento estanco del que ahora parecen querer salir.
Resulta cuando menos paradigmático de la situación actual de la franquicia que los mejores comics que han protagonizado desde la marcha de Morrison (de nuevo con la posible, y ciertamente discutible excepción de Whedon) sean crossovers multitudinarios que implican muchas series, muchos guionistas y mucha coordinación.
Y es paradigmático sobre todo porque muestra a las claras la imposibilidad de la franquicia de sostenerse individualmente, la series por si solas apenas si son meras excusas mensuales en espera del próximo evento que las coordine y las lleve a un horizonte nuevo, estas historias de mayor (Complejo Mesías, Segundo Advenimiento) o menor (Utopía X) calado rigen los destinos de unos comics en continuo stand by entre eventos.
La suerte sin embargo es que estos eventos están resultando ser interesantes, muy interesantes, siguiendo la estructura capitular de los crossovers de los denostados 90, con 4 series que se entremezclan contando una historia de entre 12 y 14 partes en apenas 3-4 meses, tanto Complejo Mesías como este Segundo Advenimiento han resultado ser (con todos sus defectos) buenos comics de superhéroes, y lo han sido al haber narrado una historia épica, en la que realmente ves a los buenos estar en peligro, por haber estado bien coordinados tanto en guión como en dibujo y por haber tenido una relevancia palpable en la franquicia.
En concreto este Segundo Advenimiento, que narra el regreso de Cable y Hope a la siglo XXI a tiempo de combatir la lucha final (hasta este momento claro) por la supervivencia o la extinción de los apenas 198 mutantes que quedan tras Dinastía de M, ha sido una historia intensa, con muertes tan bien narradas como significativas y con consecuencias que se antojan claves para el devenir de los X-Men.
Sin embargo y pese lo interesante de lo aquí vivido (hacía tiempo que no esperaba con tantas ganas la llegada del próximo comic para ver como seguía la cosa, al menos no en un comic de mutantes), la dudas siguen en el aire con cuatro series con X-Men en el titulo (Uncanny, Legacy, Astonishing y X-Men a secas) y con multitud de derivadas (Generation Hope, X-Force, New Mutants, Wolverine y relacionadas) el futuro de la franquicia no se antoja nada halagüeño y es que salvo el X-Factor de Peter David, que pese al continuo baile de dibujantes (a cada cual peor) mantiene una fuerte personalidad propia y parece saber donde querer ir (algo que por otra parte esta claro solo durara mientras David siga al frente de la colección), el resto resultan totalmente intercambiables, sin personalidad clara (esta cambia según donde venga el viento solo hay que ver lo que ha pasado en Legacy) y con un gigantismo tremendo que no parece llevar a ningún lado.
La franquicia mutante esta rota, nos guste o no es así y crossovers de calidad no son una solución, más bien son un espejismo que en realidad forman parte del problema, parece que nadie se acuerda que el éxito de los X-Men estuvo en el talento de un equipo creativo con un reducido y manejable número de colecciones que sabían donde ir y que historia querían contar que no pensaban solo en salvar el tipo de cara al nuevo megaevento y que más allá de una continuidad ahora casi inabordable estaban ante todo preocupados por hacer buenos comics, algo tan sencillo de decir como complicado de conseguir.
2 comentarios:
A los X desde hace bastante tiempo que los perdí (y a la mayoría del universo marvel), intenté con utopía x pero el solo hecho de ver aparecer a un familiar de los Stark (no sé si al creador de los centinelas) perdí totalmente el interés.
Excelentes post y creo que Bendis no sirve para escribir superheroes, alguien mencionaba que en su inclusión en los vengadores recurría al mismo recurso, un personaje o vengador que enloquece sin razón alguna: visión, wanda, wonderman... bufff
Gracias, hombre Bendis ha mejorado con los años y tiene sus puntos fuertes, pero esta claro que tiende a repetirse demasiado.
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