lunes, 9 de mayo de 2011

A propósito de Thor: Marvel y el cine.

Si , he visto Thor y no, no me ha gustado, aunque más que por la película en si, esto ha estado condicionado por una serie de elementos que gravitan en torno a ella y le impiden alcanzar un potencial que por momentos se atisba.

Los primero 20-30 minutos de la película son buenos, muy buenos y apuntan a donde podría haber llegado de haber optado por un camino, más épico y grandioso, dejando a Branagh hacer una historia donde podía haberse movido mucho mejor y de paso alejándose de la convencionalidad en la que luego se sumiría.

También padece la película de algo muy común en los comics del personaje y que aquí es aún más exacerbado, la dificultad de equilibrar los dos mundos en lo que este se mueve, Asgard y la Tierra siendo sus aventuras en esta última (más allá de Los Vengadores) bastante menos interesantes en general, esto toma tintes casi ridículos cuando la película cae en la más absurda comedia de situación y se ve incrementado por la difícil creencia en la rápida y casi milagrosa evolución mental del personaje que adquiere un desconocido sentido de la responsabilidad casi de la nada.

En todo caso y más allá de eso, el principal problema que se atisba en la película es su palpable falta de ambición, como si temiera levantar la voz, algo que se traduce en una ausencia de entidad propia que demuestra que el megaproyecto de Los Vengadores cinematográficos, si bien atractivo, esta cercenando las infinitas posibilidades de sus personajes principales a titulo individual.

En el caso de Thor, esta ausencia de personalidad no parece responsabilidad de un director que ha dado sobradas muestras de poseerla y que aquí realiza un trabajo profesional, que sin embargo parece que podría llevar cualquier otra firma (mismamente la de Jon Favreau); no, la responsabilidad apunta más bien  a Marvel Studios interesados quizá más en su megaproyecto franquicial que en hacer una película realmente grande y ambiciosa sobre un personaje que lo que pedía a gritos.

De nada sirve contratar un director de talento y personalidad si lo que se quiere es un producto en cadena para el que cualquier artesano con un mínimo de capacidad y medios resultaría más que adecuado.

Y es que si analizamos tanto esta película, como las dos de Iron Man y la segunda de Hulk encontramos películas cortadas por un mismo patrón: personajes bien caracterizados, películas bien hechas y entretenidas pero que carecen de cualquier tipo de ambición y que incluso apurando un poco parecen dirigidos por una misma persona, dejando claro que en estas películas la poca o mucha personalidad que pueda haber la marca casi en exclusiva el estudio, puede que Iron Man destaque algo más, que parezca mejor, pero sin duda en ello tiene mucho que ver (si no todo que ver) la presencia de esa autentica estrella que es Robert Downey Jr., que aporta un carisma especial muy difícil de conseguir.

En todo caso si Los Vengadores termina siendo algo más que mero entretenimiento, si consigue llegar a nuestro corazón con una historia épica, que realmente ponga a los héroes contra las cuerdas y nos haga temer por ellos, todo esto habrá podido valer la pena, si no...en fin, en Whedon confiamos.

3 comentarios:

Nacho MG dijo...

In Whedon we trust...

José M. García dijo...

Por muy buena que salga Los Vengadores, sigue sin compensar haber desperdiciado personajes con tantas posibilidades.

Y creo que Iron Man también ha hecho bastante daño. Sí, es correcta y entretenida, pero sigue siendo muy floja. El haberla fijado como el listón al que hay que llegar (y Los 4 Fantásticos como el que hay que evitar a toda costa)limita de entrada las posibilidades de los proyectos.

Veremos que nos deparan Capitán América y Green Lantern (por parte de DC) pero, a priori, Thor parecía la que más posibilidades tenía de funcionar.

Fer1980 dijo...

Bueno si Los Vengadores es buena esta claro que no compensara que esta o la segunda de Iron Man sean flojillas, pero al menos permitirá mostrar el verdadero potencial de estos personajes aqui apenas si atisbado, en fin como dice Nacho en "Dios" Whedon confiaremos.