Siguiendo con el análisis de Elektra, toca el turno ahora al comic más importante que la asesina griega ha protagonizado en su toda su trayectoria. Me refiero como no a Elektra Asesina que poco después de Daredevil Love and War volvía a unir los destinos de Frank Miller y Bill Sienkiewicz.
Pocas veces una obra meramente alimenticia (“la serie de Elektra era un trabajo que tanto Frank como yo hacíamos para pagar las facturas” Sienkiewicz dixit) se había tornado en obra maestra. Pocas veces una obra de planteamientos tan aparentemente simples (el bien contra el mal) había derivado hacía tan complejas e interesantes reflexiones. Y es que Elektra Asesina es un comic distinto, y los es de muchas maneras, para empezar al ser editado en forma de miniserie de ocho números bajo el sello Epic, permite a sus autores una libertad creativa que además facilita el sacar el comic de la continuidad (continuidad en la que años más tarde la obra sería integrada “gracias” al trabajo de D.G. Chichester en la saga Caída del Paraíso), continuidad que en lugar de ser una pesada carga, es usada y reinterpretada en beneficio de la obra. Es diferente también por su dibujo; Bill Sienkiewicz no es un dibujante cualquiera, su ecléctico estilo, capaz de incorporar elementos de las artes plásticas a su dibujo, sin que la narratividad o la espectacularidad se resienta, hacen de Sienki (permítanme el diminutivo por aquello de abreviar) un dibujante, especial, distinto, casi mágico y convierten sus comics en una belleza visual por si mismos, independientemente del guión, guión que en esta caso esta a la altura de las circunstancias y que además plantea un elemento diferenciador.
Miller que siempre había pensado que su personaje no podía por si misma protagonizar un comic, se contradice en esta obra demostrando que si es posible....pero solo si lo hace él. La Elektra que nos muestra Miller, manipuladora, poderosamente sexual, casi autista, fuerte y sin dudas, es un personaje concebido a su medida y casi imposible de manejar siendo fiel a su esencia por alguien que no sea él mismo.
La obra parte de un planteamiento bastante sencillo a priori, como casi todas las obras de Miller la situación parece reducirse a un maniqueo enfrentamiento entre el bien y el mal, pero como casi siempre la situación se muestra mucho más compleja. Por un lado ese supuesto “bien” esta representado por una asesina sin escrúpulos y con poco sentido de la moralidad, que no duda en asesinar a quien haga falta con tal de conseguir sus objetivos (“nadie es inocente” ), a la par que manipula mental y sexualmente a un agente de S.H.I.E.L.D convertido en mera marioneta de sus deseos. Por su lado el “mal” esta formalmente representado por el candidato demócrata a las elecciones, guapo, inteligente, carismático.... Se trata en realidad de una mera marioneta en manos de la Bestia, el poderoso demonio al que la milenaria secta de La Mano lleva sirviendo desde el principio, su objetivo, usar el arsenal atómico de los USA para acabar con toda “la carne” que mancha y pudre lo que considera su mundo.
Detrás de este planteamiento, Elektra Asesina esconde muchas cosas,y en muchos aspectos lo podemos considerar una especie de año uno de la asesina. Como ocurre en muchas de la obras de Miller, la relación paterno-filial y la visión de Miller de la familia a medio camino entre institución castrante de la propia individualidad y refugio del mundo exterior, encuentran su claro reflejo en la obra, siendo además Elektra un personaje ideal para ello. Miller nos muestra el nacimiento de Elektra de una madre asesinada a tiros y el sobreprotector cariño de un padre del que se insinúan (o más bien se dice a las claras) abusos sexuales. Una Elektra siempre dependiente de una figura paterna, que solo con el amor de Matt encontró la posibilidad de trazar otro camino en su vida, sin embargo lo que pudo ser un punto y aparte se convirtió en un mero paréntesis cuando el padre de Elektra es asesinado antes sus ojos. Su destino parece ineludible, y tras fracasar en su intento de formar parte de la Casta (donde pese al maltrato verbal y físico a que es sometida, ve en Stick una nueva figura paterna) cae en las redes de La Mano donde vuelve a encontrara una poderosa figura masculina en el Jonin, el líder de la peligrosa secta, sin embargo ahora si conseguirá rebelarse contra su propio “padre” y adoptar su propio camino, que en esta caso pasara entre cosas por destruir al máximo sus intereses.
Conocido así (o mas bien ampliado y matizado) el pasado de Elektra, nos encontramos ahora con un personaje poderoso, seguro de si mismo y de sus capacidades, un personaje con el que resulta difícil empatizar, lo que trae consigo que a lo largo de la obra la figura de Garret (el agente de S.H.I.E.L.D manipulado hasta el extremo por Elektra), se convierte si no en la voz del lector en la obra, si en su narrador, viendo la historia a través de sus ojos y entendiendo (o no) a Elektra a través de su figura. Elektra aparece como algo lejano, una diosa a la que mirar de lejos en una peligrosa mezcla de deseo y terror, lo que hacen de ella un personaje tan difícil de escribir que nadie salvo Miller ha podido hacerlo realmente (la Elektra que vemos hoy, poco, muy poco tiene que ver con esta Elektra).
Cuenta Elektra Asesina además, con el tradicional discurso antipolítico de Miller, con un candidato demócrata, que más allá de la manipulación demoníaca, es presentado con un débil y políticamente correcto charlatán, y un Reagan (una de las obsesiones de Miller en la época) cruelmente caricaturizado tanto en forma como en fondo. Una caricatura a al que contribuye el brutal trabajo de Sienki, que nos lo muestra casi como un monstruo, siendo su cara una especie de reflejo de su propia alma.Y hablando de Sienki, si Elektra Asesina ha trascendido un paso más allá y ha conseguido formar parte de ese imaginario Olimpo de los Comics, se debe en gran medida a labor de un ilustrador que como se señala más arriba consigue convertir este comic, en algo diferente. Su labor que va desde lo simbólico (Ken Wind, candidato demócrata, representado siempre en blanco y negro, siempre con la misma cara sonriente, Ronald Reagan, presidente republicano representado en color y deformado hasta el extremo), hasta lo espectacular (con una Elektra bellísima y lejana, potenciando ese aspecto que Miller quiere transmitir), haciendo de Elektra Asesina un comic sobresaliente.
A parte de todo lo mencionado podemos encontrar muchos más detalles o reflexiones en la páginas de un comic que lejos de lo que sucede hoy en día proporciona mucho tiempo de lectura y reflexión. Sin embargo, sin querer extenderme más allá, estos puntos tratado son los que más me llaman la atención de una obra que admite como digo muchos más matices y reflexiones. Un comic en fin que merece la pena leer y releer, ganado fuerza con cada relectura, matiz este último que marca sin duda su inclusión entre los grandes comics del género o incluso más allá, su inclusión entre los grandes comics sin más.
10 comentarios:
Coincido plenamente contigo, Fer. Obra maestra absoluta... aunque quizá brille más la tarea de Sienkiewicz que la de Miller, en cuyo guión veo algunos peros. Con todo, con que hubiera servido de vehículo a la excepcional tarea de Sienki, ya hubiera merecido la pena. Un antes y un después en la historia -gráfica, al menos- del medio.
Fer, gran post, muy currado. Hace mucho tiempo que no me la leo, y no sé a que espero.
Magnífico post que está a la altura de una auténtica obra maestra. Sienki está excepcional, pero es que el guión de Miller me parece también fuera de lo común. De todas manera a mí me parece que este cómic no ha sido tan respaldado en sus alabanzas por los aficionados como otras obras maestras de los 80. Quizá sea más complejo y un tanto difícil de leer tanto por la estructura del guión como por el dibujo. No lo sé, pero de todas maneras estamos ante un cómic mítico.
La Perse, pues yo estoy más con Etrigan el dibujo es brutal, pero el guión esta a la altura, es un obra redonda en todos los aspectos, sobre lo de que no ha sido tanto respaldo, pues es verdad, nunca se le ha puesto en la misma liga que DK o Watchmen, pero para mi si juega allí.
Jaime, pues releela cuando tengas tiempo, yo lo hice para hacer el post, y me gusto aun más que la primera vez.
La obra es impresionante y yo también creo que el guión es excepcional, lo que pasa es que el arte de Sienki le hace más competencia que cualquier otro (quitando a Darroes).
Miller suele sobresalir bastante como guionista, porque suele ser dibujado por gente eficaz (él mismo, Gibbons), pero no por artistas. Pero para mí, más que la historia es como lo cuenta, me parece una genialidad que esta historia este escrita por los pensamientos de los pjs que por sus diálogos.
Pues si la verdad, es que esa forma de contar la historia que hoy en día se ve bastante, entoces resulto de lo más novedosa y llamativa, por lo demás yo creo que el guión de Miller si sobresale en la obra, creo que esta es una conjunción perfecta entre guión y dibujo, caso distrinto es en Hard Boiled o Big Guy, donde su labor si es algo más "tapada", pero no creo que pase igual aqui.
Estupendo post y otro de mis cómics favoritos junto a los de siempre, Dark Night, Batman año uno, Watchmen, Miracleman y un poco etc. más (el resto, muy buenas obras, pero nunca P.O.M.).
Me han entrado ganas de releerlo por nonagésima vez (o más). ;-)
Un saludo.
Muchas gracias, yo también creo que juega en la liga de los comcis que nombras.
Hola,
soy un lector habitual de tu blog.
Una pregunta. Este comic está descatalogado verdad? se sabe si lo van a reeditar? porqué no lo han reeditado ya?
gracias
JurgenZ
Primero muchas gracias por leerme; respecto a tu pregunta, si esta descatalogado, aunque supongo que por Internet se podrá conseguir, sobre una reedición, no se, hombre, Panini esta reditando todo lo que Miller hizo en DD-Elektra, así que la lógica dice que debería caer, pero no tengo no idea de si será así.
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