El último trabajo de Miller con el personaje supuso un autentico Año Uno para DD, al igual que hiciera en su magnifico Batman: Año Uno, Miller reinventa el origen del hombre sin miedo contando para ello con la magnifica labor de John Romita Jr., uno de los mejores dibujantes de la historia del personaje.
Empezando por los datos técnicos, Daredevil: The Man without fear se trato de una serie limitada de cinco números publicada entre los años 1993-1994, sus autores fueron Frank Miller a los guiones, John Romita Jr., al dibujo, Al Williamson a las tintas (el cual ya había colaborado con Romita durante su etapa regular en la serie del personaje), y Christie “Max” Scheele al color (colorista habitual en diversas etapas de la serie regular del hombre sin miedo), todos ellos editados por el gran Ralph Macchio editor también por entonces también de la serie regular del personaje.
En cuanto a su publicación en España la miniserie ha gozado de varias ediciones, en primer lugar dentro de la extinta colección One-shots de Forum donde contó con una segunda edición ante el éxito de la primera, una edición bastante digna (con prologo de Macchio incluida) aunque con cierta tendencia al “otoñialismo” si no se tiene extremo cuidado , y en segundo lugar la anunciada reedición que Panini dentro del formato BoME.
Señalando algunos apuntes creativos antes de entrar en el análisis en si de la mini, es conveniente remarcar que inicialmente el proyecto previsto era un One-Shot de más o menos páginas pero en todo caso un número único en el que Miller recontaría el origen del personaje, el proyecto rumoreado primero y anunciado después durante la época de Romita Jr. como dibujante regular de la serie se fue retrasando paulatinamente y es que Miller además de estar ocupado en múltiples proyectos, vio como la idea inicial crecía y crecía siendo incapaz de ceñirse exclusivamente a las páginas pensadas en un principio, el proyecto termino por transformarse en una miniserie de cinco números, cuyo guión se ha señalado en varias ocasiones estaba pensado inicialmente para una presunta (y fallida, por lo visto) adaptación cinematográfica del personaje, como curiosidad cabe señalar que el comic vio finalmente la luz en plena época Chichester/McDaniel, con el regreso de Elektra de por medio, regreso del que Miller siempre ha renegado y que le ha llevado a no volver a colaborar con Marvel salvo en proyectos conmemorativos (con motivo de los atentados del 11-S), así que esta historia, que cuenta la primera historia del hombre sin miedo es paradójicamente la ultima colaboración del Miller con el personaje.
Entrando ya en el análisis en si del proyecto, lo cierto es que aunque Daredevil fue creado a la altura de 1964 por Stan Lee y Bill Everett, el personaje tal y como lo conocemos se debe casi al 100% a Frank Miller y a su trabajo durante su estancia en la serie regular del personaje entre finales de los 70-principios de los 80, Miller cambio y redefinió por completo un personaje mal concebido desde el inicio , al que el autor americano supo hacer suyo desde el principio, y es que si algo había acusado el Daredevil pre-Miller es una clara falta de definición, aunque el personaje contaba con un origen funcional (aunque nada original), lo cierto es que sus motivaciones y forma de actuar hacían de él una especie de Spiderman de segunda, que pese a contar con buenas e interesantes etapas (sobre todo gracias a la labor del Gene Colan) no terminaba de encontrar su propia voz, la llegada de Miller supuso un tremendo vuelco a todo esto redefiniendo al personaje, oscureciéndolo y dotándole de una némesis definitiva (Kingpin), recontando su pasado, poniendo en cuestión el verdadero origen de sus poderes (a través de la figura de un sensei de juventud, Stick)y creando el que sería su primer amor, Elektra, en un genial alarde de retrocontinuidad, aprovechándose eso si de un personaje cuyo pasado era casi una tabula rasa del que apenas sabíamos nada, sin embargo y pese a esto, era obvio que se hacia necesario recontar el origen del personaje, no tanto por que el narrado pro Lee no fuera valido, si no por que se hacia imprescindible incluir todos estos elementos (Stick, Elektra, el origen de los poderes del personaje etc) dentro de los primeros años de aventuras del héroe.
Con esta idea en mente nació Daredevil: The Man without fear, como no podía ser de otra manera Miller sería el encargado de contar este año uno de DD no solo por su demostrada valía en estas lides (Batman: Año Uno), si no por que el había introducido todos estos elemento en la biografía del personaje, como dibujante para el proyecto el elegido fue John Romita Jr. autor de una de las más recordadas etapas del personaje (donde por cierto, y en mi opinión, desarrollaría su mejor trabajo en su dilatada e impresionante carrera en el mundo de los comics), Romita se antojaba como el complemento perfecto para una obra que ya desde un primer momento cobraba tintes de definitiva…y así sería, el guión de Miller, impactante y vibrante supone (como en el suele ser habitual) un puñetazo (metafórico) directo al estomago, una historia que llega al alma, un guión donde muchas de la obsesiones del autor (un hombre contra el sistema, la violencia sin concesiones, la posibilidad de marcar una diferencia si no te rindes etc) esta plenamente vigentes, en una historia que muestra casi todas las virtudes del genial autor americano, así como muy pocos de sus defectos, por otro lado Romita Jr. realizaría también un trabajo excepcional, según el propio autor este proyecto es una de las cumbres de su ya dilatada carrera y sus ganas e ilusión se palpan en cada página, un comic deslumbrante en casi (después hablaremos del por que de este casi) todos los aspectos.
Entrando en la historia en si, aunque Miller mantiene los elementos básicos del origen del personaje (el accidente que le ciega, el asesinato de su padre etc), introduce toda una serie de aspectos nuevos que más que relevantes, el primero se centrara en la llegada de Stick el cual se presentara al Matt tras su accidente (siendo apenas un niño) y le enseñara con dureza la forma de desenvolverse con sus habilidades, habilidades que Miller cuestiona que vengan del accidente en cuestión (o al menos solo del accidente) señalando que Matt (junto con Elektra) en uno de los pocos “elegidos” en esta generación (elegidos para poder entrar en la Casta, en su eterna lucha contra la Mano), además Miller ahonda en la personalidad de Jack Murdock (algo apenas tocado antes) y muestra como este tiene que hacer de matón de medio pelo para pagar la educación de su hijo, al igual que en la historia de Lee/Everett, será el asesinato de este el que desencadene que Matt se disfrace, aunque al contrario que allí Miller relata como Matt más que justicia busca venganza, causando en sus imprudentes y violentas acciones la muerte accidental de una prostituta (algo que no sería así exactamente como años después descubriríamos), esta muerte le lleva a ser rechazado por Stick (“el chico ha fallado, no nos es útil”) y hace que no sea ese el momento en el que inicie su carrera como Daredevil (un Daredevil que como tal no aparecerá prácticamente en toda la miniserie mostrando así Miller su gran conocimiento del personaje, y es que mientras que en Batman: Año Uno, este aparece como tal casi desde el principio, consciente el autor que desde el brutal asesinato de sus padres, Wayne como tal murió y solo quedo Batman, en Daredevil: The Man without fear , Miller sabe que Matt es ante todo Matt, que DD es la mascara, y por eso el comic es ante todo una historia de Matt), marcando así una clara diferencia con el origen clásico del personaje.
Tras la muerte de su padre y su fallida venganza (desde el punto de vista que solo le proporciona más dolor, nunca satisfacción), Matt va a la universidad donde conoce a Foggy y a Elektra, una Elektra de la que se enamora perdidamente, una Elektra que ya muestra claros síntomas de desequilibrio mental y cuya relación con Matt supone el regreso de Stick para amenazarle diciéndole que se aleje de ella, tras la muerte del padre de Elektra esta regresa a Europa e inicia su tortuoso camino, mientras Matt acaba la carrera y es contratado por un prestigioso bufete de Boston, Matt abatido y sin esperazas pese a su más que prometedor futuro laboral, regresa a New York, por un encargo de su bufete aprovechando para visitar la Cocina del Infierno, donde conocerá a una niña (Mickey) que desencadenara la llegada de DD, y es que su secuestro a manos de una red de pornografía infantil (dirigida a lo lejos por Fisk) hará actuar a Matt, dándose cuenta de que realmente puede marcar una diferencia, además de que su barrio (la Cocina del Infierno) le necesita, el esperanzador final llega con el recuentro con Foggy y la creación del bufete Nelson&Murdock, así como con la reconciliación con Stick, que finalmente ve que es posible que haya esperanza para Matt.
La historia queda plenamente integrada en continuidad y se convierte en el origen canónico del personaje durante la etapa DeMatties (Daredevil vol I USA 345-354 de Octubre de 1995 a Marzo del 1996, en España Daredevil volumen III número 1 al 7 de 1997) en el mismo donde se descubre que Matt había estado todos estos años arrastrando en su conciencia la muerte de la prostituta y solo en esa saga consigue asumirla y superarla, (muerte en todo caso, que en el especial DD/Masacre del 97 -98 en España- y de la mano de Joe Kelly descubriríamos que no fue tal, ya que en un absurdo giro argumental, Kelly relata que la prostituta sobrevivió para convertirse en María Tifoidea).
Bien como conclusión final, si el guión es excepcional y el dibujo es increíble, ¿qué ha impedido que esta historia sea reconocida como uno de los mejores trabajos de Miller, y una pieza clave en la historia del hombre sin miedo?, pues precisamente el “casi” del que hablábamos antes, y es que si al hablar de la etapa de Millar en la serie regular del personaje, se señalaba su maestría a la hora de manejar la retrocontinuidad, no se puede decir lo mismo de Daredevil: The Man without fear, y es que el problema no solo estriba en lo difícil de encajar en la historia del personaje, que DD se convierta en tal cuando Miller señala, si no que el propio autor se contradice a si mismo, presentado una Elektra radicalmente distinta a como fue concebida por él al principio, lo que unido a alguna que otra incongruencia, hace que Daredevil: The Man without fear pese a ser un magnifico comic y un ejemplo de cómo narrar el origen de un personaje, no pueda alcanzar la categoría de obra maestra, que sin duda roza y que podría y debería haber merecido, una lastima, que sin embargo no impide que Daredevil: The Man without fear, sea una de las mejores historias jamás contados sobre DD y su origen más que definitivo (por mucho que se empeñe Loeb en contradecirlo, aunque de eso se hablara en el próximo post).
7 comentarios:
Yo lo compre en su momento con muchas ganas, pero su lectura me decepciono mucho y por eso no lo he vuelto a releer en mi vida, de hecho lo he donado.
Ninguno de los autores son capaces de ofrecer lo mejor de si mismos. Lo cual no esta mal y asegura aun asi, un comic bueno. El tema es que como dices, que esta historia necesitaba mas y los lectores esperabamos mas. Ademas, que mi lo de la movida del chico y de la prostituta me parecio que se salia un poco de lo que es DD.
Bueno a mi me gusto, pero esta claro que vislumbra un potencial que nunca alcanza y eso es algo frustrante.
Para mi es la ultima gran obra de Miller, y una gran historia que cada cierto tiempo reviso, y me gusta más.
El problema con la continuidad creada por Miller es que tuvo que improvisar de una manera más o menos continua, aunque tuviera un plan de desarrollo, que a la hora de recuperar esos personajes y situaciones, me imagino que tuvo que saltar un poco sobre ellos, para poder contar SU historia de DD.
Sin tanta pretension Milleriana como es habitual y con un dibujo excepcional. Es una de esas obras que no te cansas de releer y que se mantiene fresca y vigente con los años. Sorprende y te encanta dejarla a amigos que creen que lo han leido todo sobre los autores o los personajes.
Si ciertamete es un comic perfecto para dejar (al igual que el Batman: Ano Uno) y que agradece relecturas.
Pues... yo reconozco que el tebeo me resultó un tanto indiferente. Romita Jr., por alguna razón -y aunque me parece un gran dibujante- no es de mis favoritos, precisamente. Y la historia... pues no sé, no me cuadra con lo que el mismo Miller había contado de los personajes, de Elektra en especial. De todo el material que Miller hizo en su día para DD y Elektra (que tengo, en una u otra edición, al completo) tal vez sea lo que menos me gusta. Todo y que sigue estando, como no podría ser de otro modo, muy por encima de la media, en mi opinión.
El problema creo yo estriba en que se contradice demasiado asi mismo y el comic pierde algo de credibilidad, pero bueno aun así aun me parece una muy buena lectura.
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