Uno de los pocos títulos realmente estimulantes del recién anunciado relanzamiento del Universo DC, es la JLA de Geoff Johns y Jim Lee, habrá que ver si al final están a la altura de las expectativas, pero de las diferentes etapas por las que ha pasado la JLA a lo largo de sus historia, hay una en especial que me gustaría que sirviera de referencia a este nuevo equipo creativo: la JLA de Grant Morrison.
Si algo ha demostrado Grant Morrison a lo largo de su trayectoria, cuando ha trabajado con personajes ajenos, es inteligencia y atrevimiento, sabiendo jugar con la esencia de alguno de los principales iconos de la industria, llevándolos a su terreno y haciendo cómics de autor en el mismísimo corazón del mainstream, así por ejemplo, en los X-Men partiendo casi de los mismos esquemas de la clásica etapa Claremont-Cokrum-Byrne supo hacer una obra personal y cambiar el paradigma de los mutantes, de temidos y odiados a herederos del futuro, en Batman partiendo de la historia misma del personaje ha buscado integrar en un todo los 70 años de tebeos del mismo a la par que trata de hacerlo crecer; su etapa en la JLA no sería muy distinta.
Cuando uno piensa en la JLA, piensa a lo grande: Superman, Batman, Wonder Woman, Flash, Green Lantern, Aquaman y el Detective Marciano (los llamados 7 grandes del UDC) en aventuras más grandes que la vida, luchando contra enemigos imposibles, con el destino de la Tierra, cuando no del Universo mismo, en juego.
Sin embargo cuando Morrison se hizo con la colección, a finales de los 90, la cosa hacía mucho que no era así, ya antes de las Crisis originales el grupo había perdido sus raíces y salvo la sempiterna presencia del Detective Marciano, La Liga estaba más compuesta por secundarios que otra cosa, tras las Crisis, la Liga de la Justicia vivió una de sus más interesantes etapas de la mano de Giffen y DeMatties, el grupo más importante del Universo DC se convirtió en una de las mejores colecciones de la casa en una de sus etapas de mayor esplendor, sin embargo, una vez más las presiones editoriales y el enorme peso de sus propias colecciones fue alejando a la mayoría de los 7 grandes, con las excepciónes de Batman (y solo al principio), Flash y el Detective Marciano.
La JLA de Giffen y DeMatties tuvo por fuerza que alejarse del concepto fundacional de la Liga, y partiendo de una base desmitificadora, paso a centrarse más en las relaciones personales y la caracterización de personajes secundarios en el UDC, pero que pronto se hicieron con un hueco en el corazón de todos los aficionados, su sentido del humor, sus ágiles diálogos y lo desenfadado de su propuesta, hizo de esta todo un éxito...que solo duro lo que permanecieron estos autores en la colección, ninguno de sus sustitutos (Dan Jugers o Gerad Jones) consiguieron hacer que la cosa funcionara como antes y la JLA, sin los personajes principales de la casa y sin verdadero talento en sus equipos creativos para saber jugar con otros personajes, se fue poco a poco hundiendo en la nada.
Cuando Grant Morrison acepto el reto de relanzar la JLA tenía muy claro que lo que había que hacer era ir a la esencia, había que recuperar a los 7 grandes y había que enfrentarlos a amenazas cada vez más gargantuescas en un continuo “más lejos todavía” que mostrara a las claras porque la JLA era el grupo más importante y poderoso de todo el Universo DC.
Desde un enfoque puramente icónico (curiosamente en el extremo opuesto de la otra gran etapa de la JLA en al era moderna, la ya mentada de Giffen y DeMatties), donde las relaciones personales o la caracterización de los personajes tenían menos relevancia, al fin y al cabo la mayoría de los miembros contaban con serie propia, la JLA narraría aventuras más grandes que la vida luchando contra enemigos de enormes poderes con el destino de la Tierra cuando no del Universo mismo, en juego, lo que se suponía que era la JLA y lo que tal vez nunca debío dejar de ser.
Así Morrison, en realidad no inventó nada, sin embargo supo adaptar con acierto el planteamiento fundacional de La Liga a los nuevos tiempos sabiendo, una vez más dejar su sello personal, sobre todo en unos excepcionales primeros números, (los mejores de toda la etapa), donde además de mostrarnos un Batman gigantesco (que adelanta su visión actual del personaje), o anticipar lo que sería Crisis Final (en la excelente saga La Roca de la Eternidad), marco la senda a seguir para uno de los cómics más influyentes de la década pasada: The Authority, que copia con descaro el planteamiento del autor escoces, y lo lleva aún más lejos, al no tener que lidiar con el control editorial que supone tratar con personajes tan reconocibles.
Tal vez el principal problema de la etapa, este en el dibujo, con un Howard Potter (que no fue el único, pero si el principal dibujante) excesivamente noventero y que nunca termina de estar a la altura de los guiones de Morrison, en todo caso estamos ante una etapa ejemplar, que recupera la quintaesencia del grupo más importante de los cómics de superhéroes y marca el camino a seguir para cualquier acercamiento a este que merezca la pena ser recordado.
Queda por ver lo que harán Johns y Lee en el nuevo relanzamiento del grupo, es difícil que lleguen al nivel de esta etapa, pero si la tienen presente y la usan como base, las posibilidades que de ahí salga un gran cómic aumentaran exponencialmente.
6 comentarios:
He leído pocos (se pueden contar con los dedos de una mano) cómics sobre este grupo pero me llama mucho la atención la serie que se nos viene encima con Geoff Johns como guionista (lo de el señor Lee ya no sé si es un punto a favor o en contra...) ya que si algo ha sabido hacer este guionista es relanzar personajes que estaban muertos. Literalmente muertos.
Ahora lo que espero es que haga algo más aparte de estar un año para relanzar esta serie y luego pirarse a contar historias de Namor. Digooo... de aquaman... en cuanto deje a este personaje cancelarán la serie fijo.
Para mi Jim Lee siempre es un punto a favor, al menos el espectaculo estará garantizado, sobre lo de Aquaman supongo que pasara como con Hawkman cuando estuvieron Johns y Morales funciono muy bien y gusto mucho, cuando se fueron la cosa empezo a decaer.
A mi es que me ha cabreado tanto el no-reboot que creo que seré incapaz de comprar ni una sola de las series.....
Sobre el tema del post. No soy fan de Morrison, pero reconozco que lo pasé muy bien con la lectura de esta etapa que tengo prácticamente completa de la época de Norma..
Aunque al final resultó un poco cansino lo de buscar rivales taaaaaan grandes y poderosos
Si lo de ir siempre "in crescendo" esta claro que tenía su limite, pero si creo que Morrison supo irse a tiempo.
"La Roca de los Tiempos" es una de las mejores sagas que leí en mi vida. En 6 numeros cuenta 2 (y por momenots) lineas argumentales al mismo tiempo, en distintas épocas y la saga no decae en ningun momento , haciendo algo, q si bien no es nuevo, es épico!
Al margen, la JLA de Jhons y Lee no me genera ningun interes: me parece que Johns no sabe manejar muchos personajes al mismo tiempo (como lo demuestra en las macrosagas que escribio en DC), y Lee me aburrió
Si esa saga es muy buena, probablemente lo mejor de toda la etapa (si dejamos fuera de ella el especial JLA: Tierra 2).
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