lunes, 5 de abril de 2010

X-Force/X-Statix: símbolos de una era.

“Esta es una nueva era de los superhéroes, no luchamos contra nadie, no salvamos el mundo, no hacemos el bien, ¿qué para que valemos entonces?, para entretener”

--Tike Alicar, Anarquista, miembro de los X-Statix


Año 2000, el éxito de la película de X-Men ha pillado por sorpresa a todo el mundo, en Marvel nadie ha sido capaz de aprovechas las sinergias que algo así podía haber producida de cara a unas ventas de comics que cada vez van a menos, los mutantes en particular llevan años enredados en una continuidad cada vez más compleja y si por casualidad alguien, tras haber visto la película se acerca a un comic de la franquicia no podrá por menos que huir despavorido ante tamaño caos, Bill Jemas presidente de la editorial busca respuestas y no las encuentra en Bob Harras, director editorial de la Casa de la Ideas, buscando más allá descubre a un joven dibujante metido a editor que ha conseguido a través del sello Marvel Knights llamar al atención sobre los comics Marvel, un joven que se lleva bien con la prensa, que vende humo como pocos y que consigue que gente que normalmente no trabajaría para Marvel, escriba o dibuje alguno de sus comics más llamativos, algo ha de cambiar en Marvel, y Joe Quesada editor hasta entonces de Marvel Knights será quien lidere ese cambio.

Con la llegada del nuevo milenio se abrió toda una nueva fase en la Casa de la Ideas, la “nueva Marvel” liderada por Quesada y Jemas llegaba dispuesta a revolucionar el mundo de los comics, la idea era convertir a Marvel en una editorial de vanguardia a la que cualquiera se pudiera acercar conociera o no la historia que había detrás de sus personajes, la continuidad, la interrelación entre las series eran un enemigo a batir, lo comics de superhéroes debían ser “molones”, adultos y oscuros, y la gente que trabajara en ellos debían de ser rostros frescos que nunca hubieran pisado Marvel antes, y que si pudiera ser, nunca hubieran leído un comic de Marvel en su vida.

Esta fase apenas si duro un lustro (hasta el despido de Jemas al que Quesada, con mucha astucia, pudo sobrevivir), y analizada con el tiempo esta claro que no consiguió sus objetivos (la continuidad mutante sigue siendo un galimatías de cuidado al que es muy difícil incorporarse, las ventas siguen yendo a menos pese a ligeros repuntes y Marvel esta bien lejos de ser una editorial de vanguardia), pero lo cierto es que durante esos años surgieron comics más que notables, X-Force/X-Statix es uno de ellos.

Peter Milligan gano su justa fama y prestigio en el comic americano gracias a su labor en el sello Vertigo donde obras como Shade o Blanco Humano lo habían mostrado como un guionista leído, inteligente, plagado de recursos y con un mundo propio lleno de referencias a la cultura pop, su acercamiento al comic más comercial en obras como la primera serie regular de Elektra no había sido por el contrario tan interesante, por su parte Mike Allred había alcanzado fama y prestigio en el circuito independiente gracias sobre todo a su particular creación, Madman un comic narrado con pulso maestro y lleno de desbordante imaginación, existencialismo y continuas referencias a la cultura pop, ver a ambos realizando juntos para Marvel una serie como X-Force...era poco menos que increíble.

Y es que X-Force era tal vez uno de los símbolos de todo lo que había ido mal en Marvel en la última década, surgida de las cenizas de Los Nuevos Mutantes y creada a mayor gloria del por entonces superventas Rob Liefeld, X-Force era el paradigma de los superhéroes con los dientes apretados, armas hasta en los sobacos y peligrosas tendencias homicidas, con los años la serie había conseguido superar el legado de Liefeld para (salvo momentos puntuales) estancarse en la mediocridad más absoluta de la que ni siquiera Warren Ellis consiguió sacarla, aún así cuando a la altura del número 116 (fecha de portada de Julio de 2006), Marvel anuncio la llegada de Milligan y Allred y un cambio total en la alineación y estatus del grupo se monto todo un guirigay por unos fans que no parecían dispuestos a aceptar un cambio tan radical...

Y eso que aún no había salido el comic, cuando este salió la sorpresa fue aún mayor, en estos X-Force no había rastro de Bala de Cañón, Bum-Bum o el resto de los personajes que habían configurado el grupo desde sus inicios, no, estos X-Force, era un grupo de mutantes superestrellas con una alto índice de mortalidad que estaban más preocupados de las audiencias televisivas, el merchandising y su imagen pública que de salvar vidas.

Enlazando con el discurso de Grant Morrison en New X-Men (otra de la grandes obras de estos años), Milligan y Allred dejan atrás el viejo “temidos y odiados por un mundo al que han jurado proteger”, los mutantes están ahora de moda, son cool y si alguien quiere forrarse gracias a ello ¿qué tiene de malo?, oferta y demanda tío, capitalismo en estado puro y si para mantenerse en el candelero hay que recurrir a montajes o propiciar la muerte de diversos miembros del grupo, que le vamos a hacer, todo sea por mantener interesada a la gente.

El revolucionario planteamiento de la serie, lo arriesgado de la propuesta era una clara muestra de que algo se movía en Marvel y de que realmente había ganas de hacer cosas nuevas, sin embargo no todo el mundo se lo tomo a bien, y más llevado la serie el nombre de X-Force, Milligan y Allred supieron jugar con el concepto e incluso enfrentaron a los antiguos X-Force con los nuevos y al final tras 14 números decidieron que había llegado la hora de un nombre nuevo ¿porqué?, bueno el nombre no era propiedad del grupo y su propietario (por que claro el grupo tenía un propietario, una suerte de multimillonario inspirado ligeramente en Bill Gates que desconocía el significado de la palabra conciencia) tenía que pagar royalties a sus verdaderos propietarios, una excusa argumental (brillante en todo caso) como otra cualquiera para relanzar la serie con un nuevo nombre (X-Statix) y un nuevo número 1, una maniobra comercial que encajaba a la perfección con el espíritu de la serie.

La nueva colección llego a su final en el número 26 (Marvel tuvo la suficiente inteligencia, poco común en estos casos de no ir más allá de la estancia en la misma de sus creadores), aunque realmente su toque final llego cuando Milligan y Allred quisieron morder más de lo que podían tragar, así tras haber matado a todos los miembros del grupo del grupo en el primer número, convertido a un trasunto de Profesor X, en una suerte de violador y asesino, dado la vuelta al paradigma mutante, reído de la política exterior americana, satirizado los reality shows o creado un personaje cuyos poderes se basaban en una extrema sensibilidad hacía todo, Milligan y Allred creyeron que resucitar a Lady Di y convertirla en miembro de los X-Statix, era un paso lógico dentro de su particular análisis de nuestra sociedad de hoy en día, consumista y dominada por los mass media, y es que ¿quien mejor que la llamada princesa del pueblo, adorada por los medios de comunicación, que puso en jaque a la monarquía británica y muerta en extrañas circustancias para ahondar en el tema central de la serie?.

El escándalo que se monto fue monumental, la prensa británica se lanzo al cuello y el comic estuve en boca de todo el mundo y Marvel...Marvel simplemente se asusto, transgredir, ser vanguardia estaba bien y tal, pero aquello era excesivo, Milligan y Allred tuvieron que reconvertir su idea inicial y crearon una historia de una popularísima catante pop, adorada por todo el mundo, altruista y con enemigos en las altas esferas que tras morir en confusas circunstancias resucitaba y se unía a los X-Statix, la idea era la misma, pero los autores se dieron cuenta que habían tocado techo y que era mejor dejarlo ahora en sus propios términos antes de que les enseñaran la puerta, eso si antes de irse crearon un antológico enfrenamiento entre los Statix y Los Vengadores, de esos que hacen historia y quedan en el recuerdo de los aficionados, para dar un cierre definitivo a la colección que ante todo buscaba evitar tentaciones de futuros relanzamientos con otros autores, en número final que resume a la perfección la esencia de la serie asumiendo con valentía el destino de los personajes y de este tipo de propuestas dentro de las majors.

X-Force/X-Statix es un comic hijo de su época, diferente arriesgado, casi revolucionario, pero ante todo bien escrito y mejor dibujado, es difícil imaginarse hoy algo así en cualquiera de las dos grandes, lo curioso de todo es que pese a sus espíritu trasgresor, en el fondo X-Force/X-Statix era también un comic bastante clásico, que llevo el concepto de superhéroes con pies de barro (clave en la Marvel primigenia) a una de sus ultimas consecuencias, y es que ahí tenemos el crossover con Los Vengadores, clásico a más no poder (los dos grupos enfrentándose individualmente por el control de un objeto de poder...solo que en este caso el objeto era el cerebro de Doop, uno de los personajes más carismáticos de la serie) o el tono culebronesco y melodramático tan característico de Stan Lee, o los continuos enfrenamientos entre los miembros del grupo (otra de las señas de identidad de la Marvel de los primeros años), X-Force/X-Statix supo en fin recoger lo mejor, lo más quinta esencial de lo que hizo a Marvel grande y lo adapto a unos tiempos mucho más cínicos, superficiales y comerciales heredados de los 90, todo ello con la incorrección política como bandera, por eso el comic ha trascendido, por eso ha quedado en el recuerdo de los aficionados, y por eso será siempre recordado como una de las obras claves del comic comercial con el cambio de siglo.

4 comentarios:

Werewolfie dijo...

Me ha gustado mucho tu reseña, Fer... Y el cómic, no te digo. ;) Sigue estando en mi lista de favoritos... Quizá lo que más aprecié es que Milligan y Allred crearan personajes de nuevo cuño en vez de hacer lo que Millar, por ejemplo, hizo con sus Ultimates y Ultimate X-Men (o Miller en su All-Star Batman): convertir a personajes clásicos en unos capullos, asesinos y psicópatas. Lo que quiero decir es que no me parece mal que se escriba sobre metahumanos cínicos y criminales como protagonistas, pero que cojan para ello a personajes con un pasado intachable, pues lo siento como una falta de respeto a sus creadores y demás artistas que han trabajado en ellos, por no hablar de los lectores... En fin, manías de cada cual.

Por lo demás, el arco de la serie del que tengo mejor recuerdo es el del final de X-Force, cuando sabes que alguien del grupo va a morir... Milligan es realmente grande a la hora de jugar al gato y el ratón con el lector, creando expectativas y dando continuos giros argumentales que van de sorpresa en sorpresa (algo que se nota mucho en Shade y en Blanco Humano, por ejemplo), con unas resoluciones tan inesperadas como coherentes (al revés que Brian K. Vaughan, por decir uno). Brillante de verdad.

Saludines.

Lord_Pengallan dijo...

Yo de esta serie sólo leí la parte de X Force y la cosa estaba bastante bien.

Estaría bien una reedición, yo la compraría, aunque seguro que no porque vendría cara, con tapas duras, con sobrecubierta y cosida con hilo de oro.

Tienes toda la razón en cuanto a su clasicismo. La Marvel de los 60 era lo más muy pop de su época, el pop posmoderno es distinto, los autores lo comprendieron y simplemente lo actualizaron. Lo único, y no fue un fallo, fue que se olvidaron que el pop superheorico es comercial y conservador, si no, igual ahora sería el paradigma del mainstream.

Nemo dijo...

Y Allred, claro, que es un artista extraordinario. Vanguardista y clasicista a la vez. Con lo mejor de Jack Kirby y toda la maravilla de la Era Pop.

Una lástima que parezca que en nuestro país no sea tan valorado, no hay más que ver lo mal que le ha ido a Planeta con su recopilación de Madman. Me gustaría ver X-Force/X-Statix en un tomo, pero lo dudo.

fer1980 dijo...

Wolfie, si esos episodios que mencionas son brillantes, te mantiene en tensión en todo momento, te quedas pegado literalmente a las paginas, para hacer este post he vuelto a releer la obra y ¡me ha vuelto a mantener en tensión pese a que sabía cómo iba a acabar!, increíble.

Lord, si en el fondo es una obra muy clásica, contada eso si desde la incorrección política, en todo caso si puedes yo pillaría X-Statix, baja algo el nivel pero aún así merecen la pena.

Nemo, ¿todo en un solo tomo?, un poco mucho, ¿no?, por lo demás coincido en lo de Allred un crack.