
Todo empezó con Grant Morrison, y no, no es que el genio escocés haya tenido nada que ver en la trama de Complejo Mesías, el tema es que durante su larga e interesante etapa al frente de los mutantes, Morrison dio la vuelta al concepto sobre el que a priori se asentaban estos, convirtió una minoría escasa y oprimida en una minoría mucho más grande y de moda, lo mutante era lo “cool”, lo que molaba y sus hijos se multiplicaban a una velocidad desconocida, en el fondo Morrison no hizo sino que ir a la base misma de los X-Men, esto es, ser un reflejo de la minoría oprimida, una minoría que en los USA cada vez ha ido ganando más fuerza y uno de cuyos miembros es ahora incluso presidente de la nación, Morrison volvió a tornar los X-Men en un reflejo de la sociedad americana, si bien la minoría negra seguía teniendo (y tiene) múltiples problemas en los USA la situación había mejorado bastante con respecto a los 60, así los mutantes que siempre se han vanagloriado de ser un reflejo de lo que pasaba en su país no podían seguir estancados si querían seguir siendo eso, por lo que si en los 70 tuvimos la “blaxploitation”, Morrison en pleno siglo XXI trajo al Universo Marvel la “mutaxploitation”.
Sin embargo tras la marcha de Morrison los gerifaltes marvelitas se asustaron, eso de tener tantos mutantes “pululando” por el UM puso nervioso a más de uno ya que apariencia era un concepto demasiado alejado del original (aquello tan manido de “temidos y odiados por el mundo al que han jurado proteger”) y al igual que ha pasado recientemente con Spiderman, en Marvel (en un movimiento, por otra parte, bastante habitual en las dos grandes) decidieron que era necesario volver al estatus quo, daba igual que lo propuesto por Morrison fuera una evolución lógica de la base en torno a la que han girado siempre los X-Men, daba igual que la nueva situación estuviera llena de posibilidades para contar buenas historias (como demostró David Hine en su Distrito X), no los mutantes debían volver a ser una minoría “temida y odiada por el mundo al que han jurado proteger” y no había marcha atrás.
Para tal fin surgió la lamentable Dinastía de M, un comic donde Bendis cuenta en ocho números algo que se resume en una sola viñeta, y es que tras los sucesos allí narrados la repentinamente todopoderosa Bruja Escarlata pronuncia el ya famoso “no más mutantes”, y la cosa pego un giro de 360 º grados, así lo mutantes una minoría cada vez más numerosa pasaron de la noche a la mañana a ser apenas unos 198, (entre los cuales, claro esta, estaban los mutantes más “molones”, no nos fuéramos a quedar sin Lobezno o Cíclope, no señor, y es que el Doctor Extraño que se supone detuvo el conjuro de Wanda antes de que se completase, tuvo una puntería increíble), volviendo de esta forma al estatus quo inicial (“temidos y odiados por el mundo al que han jurado proteger”), pero radicalizando este al máximo, con lo que al menos habría una gran oportunidad para contar buenos historias.
Al contrario de lo que suele suceder en estos casos, y tal vez condicionado por que la Patrulla X estuvo más o menos alejada de la Civil War, las repercusiones de Dinastía de M se dejaron sentir y mucho en las colecciones mutantes, el miedo a lo que había pasado generalizo la paranoia y el gobierno de los USA envió Centinelas a la mansión de la Patrulla, no para atacarlos si no para protegerlos, una enorme cantidad de personas se vieron de repente sin unos poderes que en gran medida habían definido sus vida y si bien la nueva situación supuso una bendición para algunos, para otros fue toda una maldición, generalizándose el miedo y el descontento.
En este contexto y mientras los mutantes vivían aventuras más o menos interesantes (en general con un buen nivel, salvo quizá la Patrulla de Brubaker que no terminaba de coger el pulso a la colección), la situación seguía de fondo, larvada y empeoro cuando, transcurrido un año del Día de M, la Bestia comprobó que ni un solo nuevo mutante había nacido desde entonces; la especie parecía abocada a la extinción.
Así surgió Especies en Peligro el crossover que precedía a Complejo Mesías, narrado en forma de capítulos de 8 páginas que durante varios meses complementaron las principales series mutantes, Especies en Peligro contaba el desesperado intento de la Bestia por encontrar una solución a un problema que parecía indisoluble, así Hank buscaría ayuda en héroes y villanos, se adentraría en los secretos más oscuros de la represión a los mutantes o viajaria por futuros alternativas solo para descubrir que salvo los 198 ya mencionados, los mutantes habían sido eliminados de la faz del UM, no solo en este realidad si no en otras a las que pudo llegar; así la extinción parecía solo cuestión de tiempo.
En este interesante contexto se enmarca Complejo Mesías que se inicia con una premisa más que atrayente, esto es, con el nacimiento de una nueva mutante, una mutante lo suficientemente poderosa como para manifestar su poder en la infancia (normalmente este no aparece hasta la adolescencia), y como para destrozar Cerebro al ser localizada, una mutante que sería codiciada por Mr. Siniestro y sus Cosechadores, con el claro fin de aprovecharse de su poder, por la Iglesia de la Humanidad un grupo de religiosos fanáticos seguidores del fallecido Willian Striker y que querían la muerte de todos los mutantes considerando el Día de M como una señal divina, y por la Patrulla X que solo quería salvarla y proteger el futuro de su especie.
Así se da el pistoletazo de salida a un crossover estructurado en un número prologo, y 12 capítulos divididos durante tres meses entre: Patrulla X (Ed Brubaker y Billy Tan). Factor X (Peter David y Scot Eaton). New X-Men (Christopher Yost, Craig Kyle y Humberto Ramos) y X-Men (Mike Carey y Chris Bachalo), una saga magnifica, plagada de sorpresas, buenos diálogos, acción y emoción, algo que hacía mucho tiempo que no veíamos en los mutante. Tras el número prologo que presenta la trama, el crossover se inicia con la niña en manos de Cable (a quien se creía muerto) y con este perseguido por todos incluida la Patrulla X que desconoce los motivos de Cable, una Patrulla X que pese a la presencia de Xavier será en todo momento liderada por un Cíclope (“si me elegiste para liderar, déjame hacerlo, aparte Charles”) que consciente de lo que está en juego se mostrarà dispuesto a adoptar medidas drásticas como será la puesta en marcha de X-Force, un fuerza de choque mutante que liderada por Lobezno se encargara de adoptar medidas extremas (lo que incluye el asesinato) si así lo requiere la situación, grupo al que enviara en busca de Cable pese a ser este su propio hijo.
Uno de las grandezas de Complejo Mesías radica en cómo sabe mezclar la actualidad más radiante de los mutantes (el Día de M y demás) con aspectos clásicos de la franquicia (los viajes temporales, la traición desde dentro, Mr. Siniestro y sus Cosechadores, el papel de Gambito y Mística) sin que el resultado se resienta en absoluto, en este aspecto es importante señalar el papel de personajes como Bishop clave en gran parte de los crossovers noventeros y que también será vital en este, o Cable, también viajero temporal, también clave en los eventos noventeros, y cuya figura es reivindicada y redimensionada con este crossover.
Un crossover que por lo demás tiene todos los elementos que este tipo de eventos deberían tener: no es forzado, no se hace porque si, procede de la evolución lógica de una trama que parecía llevar inequívocamente hasta aquí, aparte todos los equipos creativos implicados se muestran coordinados cada uno cuenta su parte de la historia sin contradecir al otro y todo encaja milimétricamente, incluso en el dibujo, pese a las enormes diferencias de estilo se aprecia una cierta uniformidad en lo plasmado que es de agradecer, por otro lado lo que se narra en el comic es algo relevante, algo importante para la franquicia y de múltiples consecuencias de cara a un futuro: en fin que si Complejo Mesías no es en sí mismo un manual sobre cómo hacer este tipo de eventos, poco le falta.
Tal vez y por sacar una pega, Complejo Mesías tiene el handicap de no concluir en si mismo, de suponer solo el inicio de algo nuevo y diferente, aunque más que handicap es una virtud dado que los mutantes van a continuar tras el crossover, sea como sea, con la Patrulla desbandada, con Cable y Bishop con nuevos estatus y con un nuevo grupo con la X por bandera, por primera vez en muchos años, no tengo ni idea de que es lo que les espera a los mutantes (uno, que es alérgico a todo lo que huela a noticias USA), y no os imagináis lo agradable que es esa sensación.