El Escuadrón Supremo, esto si es un Best of Marvel Essential.

Por fin y tras una ardua búsqueda (no tanto en realidad) conseguí de nuevo los comics del Escuadrón Supremo que tanto deseaba y de los que tan buen recuerdo tenía, así que ahí va mi reflexión sobre esta obra que hace tiempo que pide una redición a gritos.

La nostalgia es en muchas ocasiones mala consejera, y es que muchas veces cuando recuerdas algo con cariño no siempre es recomendable volver a verlo con el paso del tiempo ya que esos recuerdos quedan destrozados por un “¿cómo coño me podía gustar esto?”, esto que me ha pasado con series como El Equipo A o El Coche Fantástico, viene a cuento en un post sobre el Escuadrón Supremo debido a que de esta serie cuando la leí en su día (antes de perderlos junto a otras maravillas en mi “comicalipsis” particular) me pareció cojonuda, pero claro, temía que al leerla hoy en día tras Miracleman, Watchmen y demás maravillas el grato recuerdo chocara de bruces con una realidad mucho más dura.

Leída la obra sin embargo uno se da cuenta que su gran “defecto” es su gran virtud, Gruenwald es consciente de sus limitaciones y en ningún momento pretende seguir el camino de Moore, el no quiere llevar al genero al extremo ni ponerle antes el espejo de su evolución más lógica, Gruenwald escribe un tebeo de superhéroes, un tebeo de superhéroes puro y duro, donde sus personajes son héroes que tratan de hacer un mudo mejor, donde no tienen en cuenta las propias consecuencias de sus actos a largo plazo y donde toman demasiadas veces el camino más fácil (la violencia en otros comics, la manipulación mental en este), sin tener en cuenta la existencia de otros puntos de vista y sin alterar en ningún momento el status quo real de la sociedad es curioso en este aspecto destacar como y pese a ser una historias río con un concepto que aglutina toda la historia, la maxiserie de doce números cuenta con números unitarios, sagas de dos números etc, algo que hoy en un proyecto de estas características sería impensable y que sin embargo aporta un valor y una fuerza a cada grapa individualmente que es muy de agradecer; el Escuadrón Supremo supone de esta forma una clara muestra de cómo se hacían los comics en los 80, una forma de contar las cosas muy distintas a como se hacen hoy en día, ¿mejo o peor?, no se, simplemente distinta, aunque la lectura de una grapa cundía y aportaba mucho más en si misma entonces que ahora.

Volviendo a la temática centra de la obra, el Escuadrón Supremo de Gruenwald pareciera formalmente que trata de responder a la eterna pregunta de, ¿qué pasaría si los superhéroes existiesen en realidad?, y en cierto sentido lo hace, aunque desde una perspectiva totalmente distinta a las obras capitales de Moore, y ahí precisamente reside la fuerza y el valor de esta obra, Gruenwald como buen artesano y conocedor de los entresijos del género, narra una historia en la que un mundo en crisis se pone (sin ningún tipo de resistencia significativa por parte de la población en general) en manos de sus héroes para que estos, decidan por ellos, piensen por ellos y solucionen todos por ellos; bajo este prisma los héroes (que pese a todo siguen siéndolo), toman las decisiones que creen necesarias para proteger al mundo sin tener en cuenta a este y lo que sus habitantes pueda pensar, y sobre todo si tener en cuentas las repercusiones de sus actos en el futuro, y sin tocar la verdadera estructura social, (es decir no crean un nuevo mundo como si hace Miracleman, si no que se limitan a transformar cosmeticamente este) una historia con moraleja en la que más que dar respuesta a la pregunta antes mencionada (¿qué pasaría si los superhéroes existiesen en realidad?), lo que se busca es dar un explicación a por que los héroes nunca deben tomar el control, nunca deben ser una fuerza política, ya que aunque sus intenciones sean puras el resultado final, conducirá antes o después a la eliminación del libre albedrío y con el al surgimiento de un Estado Totalitario totalmente contrario a la esencia de lo que se supone ha de ser un héroe.

Otro de los elementos clave que contribuyen a engrandecer este comic es el hecho de que sin duda se trata de un comic anticipado a su tiempo, registro de seres superpoderosos, obligatoriedad de estos de trabajar para el gobierno (representado en este caso por el Escuadrón), oposición entre las dos principales figuras del grupo que termina desencadenando una autentica guerra civil entre héroes, ¿os suena de algo?, por otro lado los héroes alcanzan el culmen de su autodenominado programa Utopía a través del control mental, manipulando la mente de criminales para que dejen de serlo, y lo hacen con una serie de votaciones entre ellos que obvian cualquier tipo de limitación moral, en fin no se si Meltzer leyó o no esta obra antes de escribir Crisis de Identidad pero todo esta aquí, además las conclusiones que se extraen de esta obra y sus mismo desarrollo recuerda en mucho a lo que Millar (con mucho más petardeo y peor contado) extrae en sus Ultimates, los héroes si quieren seguir siéndolo han de ser independientes han de buscar ayudar al mundo sin imponerse, han en definitiva de ser HÉROES y no burdas parodias de ese concepto.

Estamos por tanto ante una de las obras más interesantes de la historia de Marvel, reflexiva, meditada, seria, que se anticipa a su tiempo y con múltiples lecturas, tal vez se echa en falta la presencia de un único dibujante que hubiera permitido unificar más la obra y poder verla más como un todo, ya que al contar con hasta tres dibujantes la “unicidad” siempre deseable en una obra de este calado termina diluyéndose, pero aun así, estamos ante una de las obras más destacadas dentro de una editorial con obras muy destacadas, lo que hace que resulte curiosos que en una país tan “marvelita”como España, una obra de este nivel solo haya tenido una edición , y que ni Forum en su momento (en su colección de Obras Maestras) ni Panini (en sus tristemente celebres Best of Marvel Essential), se hayan molestado a estas alturas de la película en reeditarla, una autentica pena que esperemos tenga remedio antes o después.

PD: Para un análisis mucho más amplio y jugoso de al obra, echad un ojo a estos magníficos posts de Lord_ Pengallan (muy enriquecidos por los comentarios, en especial de Ismael) en el blog “anteriormente conocido como el criticas”.