martes, 17 de enero de 2012

La Novela Gráfica de Santiago García.

Tenía bastantes ganas de leer este libro, hasta ahora por unas circunstancias u otras no había podido hacerlo. Terminada su lectura estas son mis impresiones.

El libro en su mayor parte es una descripción histórica de la evolución del cómic y de como este ha terminado llegado hasta la actual novela gráfica. Visión historicista realizada así desde el punto de vista del cómic adulto y de autor. A lo largo del ensayo, prolijo en fechas y detalles el autor aprovecha para ir sembrando aquí y allá los distintos elementos que sirven como antecedentes de lo que él considerará más adelante novela gráfica.

El autor defiende la novela gráfica como una realidad (una tradición según sus palabras) nueva, transnacional, que va más allá de las tres grandes escuelas tradicionales del cómic: la europea (fundamentalmente francobelga), la americana y la japonesa a las que supera en su afán de trascender el mero entrenamiento de masas de clara vocación juvenil. Señala que antes de la novela gráfica el cómic como medio (no como forma artística, elementos aquí diferenciados) estaba siendo derrotado en la batalla por el público de masas por otros medios como la televisión en su momento, Internet o los videojuegos ahora. Pone como ejemplo de ello las paupérrimas ventas de los cómics de superhéroes actuales (aquí habría que ver que pasa con las ventas de cosas como Naruto o Asterix que no se señalan en el ensayo, a lo mejor es que sí se mencionaran no encajaban las piezas de la misma manera). Siempre según el autor, la llegada de la novela gráfica ha permitido poner en valor el cómic como forma artística, como un territorio aún por explorar, en el que son los autores quienes por encima de todo condicionan forma y fondo de aquello que crean. Así la novela gráfica aparece asociado más a una idea, una forma nueva de entender el cómic, que no a un formato o a una temática concreta.

Un poco etéreo y difuso todo, Sin embargo más allá de las conclusiones del guionista de “El Vecino” si se detectan en el libro una serie de elementos comunes dentro de lo que se ha venido a llamar novela gráfica: la ya mencionado primacía del autor por encima de todas las cosas, el ser obras dirigidas a un público adulto, el no tener nada que ver con ningún género y el estar en la medida de lo posible alejado de grandes editoriales, elementos estos dos últimos matizables y es en estos matices donde empieza la confusión.

El propio autor habla de la existencia de posibles híbridos (Omega, el desconocido editado ni más ni menos que por Marvel) y señala como dos de los antecedentes de la realidad actual a DK y a Watchmen (el otro sería Maus). Aquí es donde me choca más el discurso ¿DK y Watchmen eran cómics donde el autor/es estaba por encima de todo, obras dirigidas a adultos y que incluso pueden transcender el género? Puede ser, pero entonces, ¿que pasa con Born Again, que pasa con La última cacería de Kraven? Surgen más preguntas, por un lado esta el tema del sello Vertigo (desdeñado en dos líneas por el autor), por otro ¿donde encaja en todo esto el Sin City de Frank Miller por ejemplo? ¿por que unas si son novelas gráficas y otras no? No termino de ver un criterio claro de que es y que no es una novela gráfica más allá de la opinión del autor, y ese es tal vez el principal problema que he tenido con este libro. Los argumentos se retuercen para señalar que es y que no es una novela gráfica. Como quien reparte regalos el autor señala con el dedo lo que pertenece o no a esta nueva tradición sin aclarar los motivos generales o comunes que le llevan a hacerlo, lo que bajo mi punto de vista termina reduciéndola a mero formato ya que por el momento parece ser el único elemento común (pese a que también se señalan excepciones en este ámbito).

Por otro lado me ha llamado mucho la atención el uso reiterado del concepto “autores serios”, diciendo que hasta la llegada de la novela gráfica los autores serios no podían hacer tal o cual cosa, que si los autores serios no tenían otra salida que tal o cual. He de reconocer que no me gustado demasiado: por un lado por oposición a autores serios los que se dedican todavía al género que son ¿“autores de broma”?, por otro ¿es que acaso desde el género (desde cualquier género) no se pueden tratar temas serios? Porque es algo que se viene haciendo desde siempre, en el cómic y fuera del cómic. Parece que, como el cine español en su momento con el famoso decreto Miró, ahora que el cómic ha crecido y ha alcanzado cierto grado de respetabilidad hay que desterrar los géneros que no son cosa “seria”.

En fin la lectura del libro no me ha terminado de aclarar que se entiende por novela gráfica más allá del formato. Creo que en mayor o menor medida cómics de autor (de genero o no) lo ha habido siempre y que ahora tal vez el autor haya ganado aún más fuerza, lo que me parece genial, pero no esencialmente novedoso. Incluso a lo largo de la amplia descripción histórica que se hace en el libro, se habla de los comix underground o de los independientes, que como allí mismo se señala eran cómics dirigidos a adultos y con libertad autoral. No veo la diferencia entre estos y la novela gráfica,  más allá del formato y menos si dentro de la novela gráfica se incluye a Watchmen y DK. Entonces si que no entiendo nada.

5 comentarios:

Thadeus dijo...

Y aún hay mas, dentro del manga hay magazines dedicados a adultos, muy experimentales y con temáticas diversas (no como en la ng que suelen ser slice of life mas o menos adornados con trazas de género) que llevan rondando desde hace decadas.
Un exceso de sesgo suele implicar un interés no muy claro por parte del autor.

Ismael dijo...

Yo tampoco llegué a captar la esencia. Se me ha quedado en la fragancia. Muy europeo al comienzo, yanki hasta el final. Que es lo único que me quedó claro.
En la Arbor online tienes un artículo suyo.

Ismamelón

Fer1980 dijo...

Darío, es que es eso. Creo que, por ejemplo a nivel de ventas, usa solo los datos que le interesan en función del discurso que quiere dar, a nivel del cómic adulto no termino de ver la diferencia entre lo que el propio autor señala como antecedentes y la novela gráfica, más alá del formato claro.

Ismael, si, al final va mucho a lo yanki, a nivel de mercado el resto no termina de cuadrar.

Fox dijo...

Yo tampoco entendí nada. García disfraza con su incuestionable talento una absurda reivindicación de un término que no tiene ningún sentido más allá de establecer una diferencia entre el cómic respetable y aceptable como obra autoral, y el que no lo es.

Es más, en ocasiones podría pensarse que lo que el autor considera un buen tebeo, no debe llamarse tebeo sino novela gráfica. Y lo que no, tebeo, despreciable tebeo...

Se que esa no es ni mucho menos la intención de Santiago García, que entiende de cómic más de lo que yo sabré en dos vidas dedicado a ello, pero simplemente no soy capaz de entender a que viene hablar de un "movimiento" artístico como si se tratase de una de las vanguardias del siglo XX, más aun teniendo en cuenta como dices, que no existe ningún criterio unificado que nos indique que esta "Novela gráfica" es efectivamente, un paso en una nueva dirección más allá de lo que venían siendo los tebeos hasta ahora.

Fer1980 dijo...

Si, si el el libro no fuera de Santiago García y hubiera leído ya cienes de articulos por él escritos sobre todo tipo de cómics pensaría que el autor del libro mira al cómic desde una poltrona con un desprecio total por el genero dentro del mismo y por todo aquello que él no considere "serio".

Y aparte claro que en ningún momento aclara que es la novela gráfica más allá de un formato.