Aunque ahora parezca una broma (visto lo que DC está haciendo con el personaje), hubo un tiempo en que Flash significaba calidad, un tiempo en el que Flash era sinónimo de superhéroes de toda la vida, un tiempo que se inicio con la llegada de Mark Waid a la colección del velocista escarlata.
Es curioso la perspectiva que da el tiempo, el Flash de Mark Waid es uno de esos comics míticos situado junto al Superman o los 4F de Byrne, el Thor de Simonson o la Wonder Woman de George Pérez en el Olimpo de los comics de superhéroes de los 80 (solo que escrito en los 90), leído hoy en día, no deja de ser un buen comic de superhéroes bien escrito, a veces bien dibujado, clásico en forma, fondo y espíritu que situado en otro contexto no hubiese sido tan revolucionario como parece que fue en su momento.
Y es que el Flash de Mark Waid se sitúa en los 90, una época de la que ya hemos hablado mucho por aquí, y en la que la corriente general entre las majors americanas, arrastradas por las especulación y el éxito de Image fue la del “héroe” duro, oscuro y con los dientes apretados que en gran medida fue también producto de la mala interpretación de obras cumbres como DK o Watchmen, en fin en este desolador panorama, apareció un por entonces semidesconocido Mark Waid, y desde las páginas de una serie regular demostró que los comics de superhéroes podían seguir siendo eso, comics protagonizados por gente disfrazada con superpoderes, que no dudan en usar sus habilidades para ayudar a los demás, combatiendo villanos sin necesidad de matarlos; si podemos hablar de que mantienen el status quo, de que se repiten de que si patatin patatan, pero el tema es ese, gente disfrazada dotadas de superpoderes haciendo cosas heroicas a la vez que tratan de vivir una vida más o menos “normal”.
Esto es esencia el Flash de Mark Waid; en los 80 hubiese sido un buen comic sin más, en los 90 se convirtió en un clavo ardiendo al que se agarraron los seguidores del género para sentir que todavía había esperanza.
Contextualizando un poco el asunto, Waid se hace con el personaje en torno al número 60 de la colección, cuando Wally West, el heredero de Barry Allen (que sacrifico su vida para salvar el universo durante las Crisis en Tierras Infinitas) había tomado el papel de Flash, durante los 60 números anteriores, Wally no había terminado de asentarse como héroe ni había asumido por completo su legado, así que la labor de Waid fue clara, demostrar que Wally West era Flash, y desterrar si no el recuerdo si la permanente sombra de Barry Allen sobre el personaje.
Para conseguir esto Waid asentó su larga etapa sobre unos pilares muy claros: su relación con Linda Park que culminaría en boda, su relación con la “familia Flash” (Jay Garrrick, su tía Iris, Max Mercury…) a la que incorporaría a Bart “Impulso” Allen, sobrino de Barry llegado del futuro, y la exploración de un concepto creado por el propio Waid, el de la fuerza de la velocidad, una especie de energía mística de al que provenían los poderes de todos los velocistas, y con la que Wally llegaría a sintonizar tanto que terminaría por convertirse en Flash más poderoso de todos los tiempos y épocas.
La etapa, Waid (primero en solitario luego en compañía del antiguo editor Brian Augustyn, y con un descanso de más o menos un año de por medio, donde se encargarían de los guiones Grant Morrison y Mark Millar), se estructura en grandes sagas, con números intermedios de descanso, en los que Flash y sus aliados harán frente a amenazas tan diversas como Cobra, Azul Cobalto o la Galería de Villanos, viajarán al corazón de la fuerza de la velocidad y saltaran de época en época como quien cambia de autobús; el Flash de Mark Waid es así, un comic de superhéroe puro, con una buena caracterización de personajes, una evolución continua de sus protagonistas principales (el Wally que empieza su etapa poco o nada tiene que ver con el que la termina, mucho más sabio en todos los aspectos), acción a raudales, sorpresas monumentales, vueltas de tuerca y giros argumentales que aunque casi siempre dejan las cosas como estaban (cambiar todo para que todo sigua igual), permiten disfrutar con intensidad del viaje.
A los dibujos contamos con una gran cantidad de artistas donde destacaran los españoles Carlos Pacheco, Oscar Jiménez o Salvador Larroca (en alguno de sus primeros trabajos para el mercado americano) el añorado Mike Wieringo o veteranos de la solvencia de Paul Ryan, también hay artistas bastante más mediocres pero en general el nivel es bastante alto.
En fin una serie muy interesante, enormemente beneficiada por el contexto en el que surgió y que sin duda merece la pena leer, en cuanto a la edición de Planeta en los polémicos minitochales, la verdad es que hubiera preferido que la sacaran en plan JLA/JLE/JLI, tampoco había prisa, pero bueno no me parece una mala edición, siempre y cuando se adquiera poco a poco y con paciencia.
6 comentarios:
No tuve oportunidad de leerlo hasta hace poco, pero comparándolo con el resto de lecturas que tengo de aquella época es, sin duda, una de las mejores historias que hay, sobretodo para Flash.
También decir que fue una época de lujo puesto que Waid estuvo muy bien acompañado gráficamente y eso ayuda bastante siempre.
de todas maneras hay que reconocer que Johns fue un sucesor más que a la altura.
tendré en cuenta esta reseña para un futuro. pero tanto por formato o mas bien por precio lo veo complicado de meter en el presupuesto
Conner, yo más que digno sucesor creo que Johns supero a Waid, claro que lo tenía más facil al heredar un personaje mucho más completo e interesante, me gusta además el contraste de las dos etapas, Waid centrado en Wally su familia, su herencia y sus poderes, Johns centrado en su villanos y en su ciudad, ambas etapas se complementan a la perfección.
Guevillos, hombre no se, me parece bastante más barato que los Monster de Panini, y pillando uno cada tres-cuatro meses, me parece asumible, pero en fin depende del presupuesto de cada uno.
ahora mismo incluso metiendo uno cada 4 meses creo que me descuadra un poco el presupuesto, pero ya veré mas adelante, primero voy cerrando series, despues ya veremos, ademas hay que dar tiempo a que la gente revenda:P
Oscar. Oscar Jimenez, no Carlos.
Gracias RM, no me di cuenta.
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