Con este tomo (que recopila los números USA 55 al 60) finaliza una de las series más exitosas e interesantes de la Vertigo en los últimos tiempos, Y the last man, que con guiones de Brian K. Vaughan y dibujos de Pia Guerra (y en menor medida de José Marzan Jr.) nos ha narrada las desventuras de Yorick Brown, el último hombre vivo de la Tierra.
La última vez que hablamos por aquí de esta colección ya había quedado claro que esta se centraba más en el desarrollo de los personajes a través de una típica estructura de road movie, que en la exploración de un mundo en el que el hombre se había virtualmente extinguido.
Partiendo de esta base, uno tiene la impresión de que en Y, the last man, Vaughan ha exorcizado alguno de sus demonios y que el personaje de Yorick Brown tiene mucho del propio guionista, llegados a estas alturas, y con todo el percal descubierto (los cómos y porqués a los que alude el titulo no hacen referencia al misterio que rodea la extinción del hombre, eso ya se sabía hace varios números, sino más bien a los cómos y porqués de la actuación de determinados personajes), el interés que le quedaba a la obra estribaba sobre todo en conocer el destino del viaje de Yorrick en busca de su amor, más idealizado que realmente deseado, y la culminación de la relación de Yorick y 355, la agente que le ha protegido durante todo ese viaje, relación que hace tiempo que había trascendido la mera amistad, lo cual, habida cuenta de los derroteros que ha seguido la serie (como decíamos antes, más centrada en el desarrollo de personajes que en otra cosa), no es poca cosa.
Así las cosas, este último tomo viene a ser un buen compendio de lo que es la serie y el mensaje que muchas veces ha parecido querer mostrar, no siempre lo que se busca es lo que realmente se quiere una vez esto se consigue, y a veces lo que realmente queremos es algo que tenemos a mano y no lo sabemos hasta que ya es tarde, en este sentido el destino de 355 aunque cruel e incluso injusto (tanto nadar para ahogarse en la orilla), no deja de enlazar con el cierto tono pesimista y el carácter de “perdedor” del propio Yorick, al que se le niega un final feliz (o al menos un primer final feliz, ya que la serie tiene dos finales, el 59 donde se cierran todas las tramas, y el 60, una suerte de epilogo, ambientado años después), a la par que se descubre él porque de la persecución a la que este había sometido por parte de un alto mando del ejército israelí.
Teniendo todo esto en cuenta, el brillante final (esta vez si el final de la serie en su conjunto), aunque esperanzador en algunos aspectos, no deja de tener un aire de tristeza por todo aquello que se ha perdido, Yorick ha pagado un alto precio por sus errores y por los errores de los demás, ha crecido como persona y es alguien muy distinto al que empezó esta particular odisea, sin embargo en el fondo no deja de ser un solitario escapista que busca un gran truco final que le permita vivir su vida como él quiera vivirla, sin tener que estar atado a una responsabilidad que le viene grande, ni buscar un destino (el amor en una relación que en pese a que no quiere reconocerlo, sabe muerta desde hace tiempo) que por bonito que se antoje, parece más una quimera que una realidad.
En fin han sido sesenta números de un bonito viaje, que tal vez no haya sido lo que esperábamos en un principio, pero en el que sin duda el camino ha terminado por merecer la pena, se libre Yorick Brown, te lo has ganado.
6 comentarios:
coincido bastante en todo lo que dices, me ha encantado el final/epilogo el cual me ha recordado bastante al final/epilogo de babylon 5 eso si, ha habido algo que me ha mosqueado sobremanera y que me ha llevado a pensar en que el guionista quizas no tenia tan bien planeado el final como aseguraba.
SPOILER
Las ratas que aparecen al final del tomo anterior(tras el entierro de la madre de yorick) y que parecen indicar que la naturaleza de alguna manera se autoregula, ese detalle me joroba bastante que ni se aclare ni se muestre al final.
Pues si, tienes razón es un detalle que no recordaba, al final de tanto centrarse en el desarrollo de personajes, Vaughan olvida parte de al trama.
Estoy en plena relectura de los 60 números que sagradamente compré mes a mes en la edición americana. En esta segunda lectura, voy en el número 40, aparecen detalles que en la primera lectura, número a número, no había notado. Gana muchos entereros esta serie leida en arcos argumentales como los de los TPS, que entiendo que en versión americana y española son idénticos en su contenido. Si bien es una serie con harta referencia a la cultura pop norteamericana, que supongo referida a su simil español, en su versión en castellano, es una serie redonda, que está dentro de mis preferidas de vertigo.
Me gusta mucho la caracterización de los personajes y el viaje de Yorick, que de adolescente (bastante madurito para sus 22 años) pasa a la adultez en estos cinco años que duró su viaje.
Muchos saludos desde Chile y sigue con el buen hacer en este blog, que es una lectura obligaria !!!
Cristián
Muchas gracias por tus palabras, Cristian, sobre Y, la verdad es que tengo intención de reelerlo de seguido en un futuro no muy lejano, aver que tal, pero como bien dices (y como pasa siempre) seguro que ves cosas nuevas que antes se te habían escapado.
Esta serie la devoré en 15 días y la termine de leer el 16 de noviembre como a las 11:30 de la noche y desde entonces wao, siento como un vacío en el pecho, te pone a pensar en un pocotón de cosas, a pesar que es un comic, llegué a encariñarme con los personajes, en especial de 355, no merecía ese final, que va, la vida al final es de historias. Muchisimas gracias por el post.
El final es muy emotivo y Vaughan sabe que teclas tocar para que llegue. En todo caso es un cómic que algún día tengo releer.
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