Publicado hace ya un par de añitos por Norma el libro reproduce una intensa y larga conversación acaecida a lo largo de varios días entre Will Eisner y Frank Miller, en sus cerca de 350 páginas todo aquello que tiene que ver con los comics encuentra su cabida, una conversación fascinante entre dos autores fascinantes.
Frank Miller ha sido desde siempre un gran admirador de Will Eisner, de hecho su primera etapa en Daredevil esta marcada de principio a fin por la influencia del maestro, algo que el propio Miller no tiene reparos en reconocer, su carrera y su evolución como artista se fue poco a poco abriendo a nuevos caminos, lo que hizo que la influencia de Eisner en su arte fuera menos reconocible, aún así la admiración y el respeto por el hombre que marco un antes y un después en la historia de un medio del que fue uno de los pioneros, permaneció y permanece aún hoy en día cuando ya han pasado casi cuatro años desde su fallecimiento, este respeto, esta admiración se nota, casi se palpa en cada una de las páginas de un libro en el que Eisner no deja de sorprender por su lucidez e inteligencia.
Muchos y muy variados son los aspectos tratados en el libro, algunos de los cuales bastante técnicos, elementos estos que aunque interesante, al ser un lego en la materia me preocupa bastante menos, el elemento que tal vez resulte más interesante de todo el asunto es el que hace referencia al medio y a como cada uno ve él mismo, bajo este punto de vista Miller utiliza mucho el termino industria, se queja del formato encosertado en el que según él esta se mueve, y señala la poca autoestima que en muchas ocasiones aún aprecia en un medio que según él muchos ven como mero trampolín hasta Hollywood, Eisner por su parte habla de otras cosas, habla del medio, de su potencial y de sus limitaciones, revindica el concepto de novela gráfica (definición esta que para muchos resulta innecesaria) al señalar que el medio como tal es un medio literario, considera que el medio ha de buscar algo más que entretener, algo más que la típica historia de “persecución y venganza”, piensa que el medio puede reflejar todo tipo de historias, y habla de la revelación que para él supuso en los 60-70 la revolución underground, fue entonces cuando volvió aun medio del que había permanecido alejado mucho años, un medio que el contribuyo a crear, un medio que amaba (era de los pocos de su generación que veía el comic como un fin en si mismo y no como un trampolín para saltar a otro sitio), y fue entonces cuando hizo la que para muchos (incluido el propio Miller) es la primera novela gráfica de la historia, Contrato con Dios, obra que Miller considera capital en la evolución del medio.
Partiendo de esta base, es decir de la idea de que muchas veces parecen estar hablando de cosas distintas, resulta curiosa la comparación que ellos mismo hacen de dos de sus obras, Valores Familiares de Miller, y Una Cuestión de Familia de Eisner, dos obras que versan sobre la familia, dos obras muy distintas entre si, Miller que se siente muy orgulloso de su trabajo (su primera novela gráfica según el la entiende, 126 páginas no serializadas), no sabe muy bien que responder ante muchas de las cuestiones de Eisner, un Eisner que no termina de entender del todo que quiere decir Miller cuando dice que hace esto o aquello”por que es divertido”, Eisner dice que con sus obras no busca divertirse, busca comunicar algo, busca incluso exorcizar los demonios de su alma, pero no divertirse, resulta curioso observar como desde planteamientos tan dispares pueden surgir autores tan poderosos que en mayor o menor medida han contribuido a configurar la faz del medio.
Hablan también, como no, de los superhéroes, Miller los ve como juguetes con los que divertirse y se queja del excesivo celo editorial sobre ellos, Eisner, los considera mero entretenimiento, no es algo que realmente le interese, algo que Miller no puede decir, ya que pese a sus continuas criticas, el esta metido en ese mundo, habla de ese mundo, e incluso piensa en ese mundo (al hablar de las limitaciones del formato comic.book, lo esta haciendo sobre todo del comic de superhéroes, por que fuera de allí, otros formatos, otros conceptos, han tenido, tienen y tendrán cabida), resulta interesante en este caso cuando hablan de profesionalidad, cuando trabajas para una editorial, con un personaje que no es tuyo, y te piden que elimines algo de tu historia que tu piensas que es clave, ¿cuál ha de ser tu reacción?, Miller habla de negociar, y de intentar llegar a un acuerdo, señala que desde un punto de vista moral la salida en ese caso si el acuerdo es imposible, es el abandono del proyecto, Eisner no entra en el aspecto moral de la cuestión, Eisner señala que desde un punto de vista profesional, tu deber es ni más ni menos que hacer lo que se te dice, por que para eso eres un empleado, no es tu personaje, no es tu editorial es un trabajo que puedes aceptar o no, pero que tiene unas reglas que a nadie se le ocultan, enlaza esto con el tema de los derechos de autor, Miller siempre pensó que cuando los artistas tuvieran pleno control sobre su obras una explosión de creatividad tendría lugar, no tuvo en cuenta que la gente se pondría a vaguear y a vivir de royalties, Eisner por su parte señala que a veces hay que arriesgarse dejarlo todo atrás y hacer lo que uno realmente quiere, eso requiere valor y voluntad y no todo el mundo esta dispuesto asumirlo.
Aspectos como la censura de los 50, Hollywood (elemento este que a Miller parece interesar mucho más que a Eisner), Stan Lee, Bob Kane, etc, tienen cabida en un libro maravilloso, cuya conclusión la sirve el propio Miller en bandeja en las páginas finales del libro, “Will, es muy difícil estar a tu altura”, si lo es, sin duda, pero Miller es uno de los que más cerca de estado de conseguirlo, un libro imprescindible no solo para los admiradores de sus protagonistas, si no también para todos aquellos que aman un medio con tantas posibilidades y con autores de tanta fuerza como Will Eisner o Frank Miller.
5 comentarios:
A mí este libro me encantó. Miller y Eisner son dos autores muy distintos. Eisner es un maestro, no se puede entender el cómic actual sin los avances que representa para el medio. Fue el primer clásico que consideró al cómic como un arte que puede servir para contar todo tipo de historias y no como un mero modo de ganarse la vida. Demostró que el arte secuencial admitía todo tipo de técnicas narrativas para transmitir todo tipo de emociones.
Miller es un alumno aventajado de Eisner en el uso de las técnicas narrativas, sin embargo la temática de su obra es diferente. A Miller no le interesa tanto el retrato de la condición humana. Miller cree más en lo impactante, en el espectáculo, en el entretenimiento. Su obra es mucho más visceral, sus personajes son más icónicos, más simbólicos. La épica está más presente y conecta mucho más con las generaciones actuales. Yo personalmente disfruto más con la obra de Miller que con la de Eisner, me identifico más con lo que me cuenta y como me lo cuenta Miller.
Al margen de consideraciones personales es un gran libro imprescindible para todo amante del cómic.
He leído muy pocas cosas de Eisner (algo que pretendo remediar pronto), pero si hay algo que me llama la atención del libro, es como Miller parace como una fuerza desbocada, en plan "esto esta mal, aquello peor, lo otro mola, lo demás allá no" y Eisner siempre en plan "tranquilo Frank, ¿que quieres decir con tal io cual?, explicamelo", y Miller muchas veces se ve realmente desbordado por Eisner, de ahi ese "es muy dificil esta a tu altura".
No he leído el libro, pero me interesa mucho desde hace tiempo. Son dos autores imprescindibles y ambos me encantan. Dos gigantes sin duda.
Eisner muestra la tranquilidad propia de un anciano, de alguien que ha vivido su vida. Miller todavía tiene vitalidad para enfrentarse a nuevos retos. Creo que ahí está la diferencia entre los dos en este libro.
Jaime el libro es muy bueno y se le de un tiron, si puedes pillalo, Etrigan, si algo de eso hay,pero no se veo a Eisner más reflexivo, haciendo siempre las preguntas correctas, y a Miller más lanzado, más como su obra, todo corazón, no se me encanta ese contraste.
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