Rememorando: Thunderbolts 1-12, ¡esto si que son superhéroes!

He aprovechado las vacaciones para leer muchos de los comics que tenía pendientes (aun así me quedan demasiados todavía), entre mis lecturas estuvo la llamada trilogía del Maximortal de Rick Veitch, comics en los que se supone Veitch demuestra su particular relación de amor-odio hacia los superhéroes…pero lo cierto es que salvo en (en cierta medida) El Uno yo (que debo ser algo obtuso) solo vi odio, así que decidí “desintoxicarme”, decidí acudir a la fuente, decidí leer comics de superhéroes de verdad, decidí leer los primeros 12 números de los Thunderbolts de Busiek y Bagley.

Malos tiempos para los héroes Marvel, los 4 Fantásticos y gran parte de los Vengadores han “muerto” para salvar al mundo de la amenaza de Onslaught, ¿quién ocupara su lugar?, Hulk es un peligro, la Patrulla X es “temida y odiada por aquellos que han jurado proteger”, Spiderman es un delincuente (¿verdad Jonah?) y ¿Daredevil?, si vale a ver que hace contra Kang, ¿hay esperanza para el mundo?, si la hay, nos quedan los Thunderbolts, ¿y quienes son los Thunderbolts?.

Era 1997 cuando nueva era de grandeza estaba a punto de llegar a Marvel, de nuevo sería Busiek quien como en Marvels viniera al rescate para demostrar que no todo estaba perdido, y lo hizo consiguiendo algo que en el Universo Marvel, entonces con más de treinta años a sus espaldas, parecía del todo imposible, lo hizo sorprendiendo al personal, demostrando que no todo esta escrito, que aun queda magia, contó para ello con las lápices de Mark Bagley, artista hoy encumbrando por su labor en Ultimate Spiderman, pero que realmente nunca ha sido más que un hábil cumplidor que sabe explotar bastante bien sus no demasiado amplias virtudes, y que en Thunderbolts realizaría un trabajo más que digno.

¿Quiénes son los Thunderbolts?, preguntaba al principio, ¿quiénes son estos absolutos desconocidos que actúan como profesionales?, ¿de donde han salido?, ¿cuáles son sus motivaciones? la respuesta fue de órdago y llego en el primer número de la serie, un número que hasta su ultima página se tornaba como meramente entretenido e incluso flojillo, un número que tras leer su última página quedaría grabado a fuego en la mente de los lectores; los Thunderbolts son los Señores del Mal, dirigidos por el retorcido genio del Baron Zemo y en ausencia de los héroes se harían pasar por estos, se ganarían la confianza del público y de las autoridades; asestarían entonces un golpe tan brutal como definitivo, un golpe que les daría el control del mundo entero….a al menos esos eran los planes iniciales.

Pero las cosas nunca salen como se planean, ¿verdad Zemo?, y es que en muchas ocasiones lo que separa un héroe de un villano es solo una mala decisión, un camino torcido por la mala suerte, ¿que ocurre si a unos parias, que siempre han tenido todo en contra, que se metieron en el fango y no supieron salir, les das la oportunidad de redimirse?, ¿que ocurre si les das el respeto del publico, si les permites amar?, ¿actuaran como héroes, o serán realmente héroes?, y es que Thunderbolts, desde un principio va de la redención, de la redención por lo hechos, de la redención por el respeto, de redención por amor.

Con estos ingredientes, interesantísimos ya de por si, Busiek tocado por una varita mágica (no ha vuelto a escribir nada con semejante fuerza), narra un camino sembrado de éxitos (los Thunderbolts se ganan enseguida el respeto y la aprobación de un público deseoso de héroes), pero también de dudas (salvar vidas, hacer el bien, el reconocimiento, ¿realmente es necesario volver al plan original?), un camino en el que el amor tiene cabida y en el que el gran titiritero (Zemo), puede también ser manipulado, en definitiva y siguiendo la frase hecha “acción y drama al más puro estilo Marvel”, y es que Busiek consciente de lo que escribe y de para quien los escribe no duda en meter acción por un tubo, y así veremos a los Thunderbolts frente a multitud de enemigos (algunos, mostrando el nivel de frikerio del guionista aparecidos solo en un número perdido de Thor) y colaborando codo con codo con la plana mayor de los héroes Marvel que quedaban en pie.

Pero no todo puede ser un camino de rosas y es que ya desde un principio la Viuda Negra (muy ducha en esto del mundo de los agentes dobles) sospecha de un grupo salido de la nada que actúa como una autentica unidad de elite, a esto se le une la llegada de la entusiasta Jolt autentico Caballo de Troya para los planes de Zemo, y es que la poderosa jovencita, rescatada de las libidinosas zarpas de Arnim Zola, se convertirá muy pronto en un autentico quebradero de cabeza para el bueno (más bien para el malo) de Zemo, unida al grupo gracias a las manipulaciones de Piedra (“quiero ser califa en ligar del califa”) Lunar, y al ser una “buena” de verdad que no tiene nada que ver con los Señores del Mal, obligara a los Thuderbolts a actuar hasta en la intimidad reforzando así sus roles heroicos que se convierten en casi únicos, y convirtiéndose en algo así como la conciencia del grupo ya que su papel será al final fundamental en la resolución de la trama, el tercer gran problema al que se enfrentaran los Thuderbolts será el del regreso de los héroes (que al final no estaban muertos solo de parranda), lo que precipita los planes de Zemo, un Zemo que al final es derrotado por la traición de los suyos, acontecimiento narrado en un glorioso número 12 en el que el estatus del grupo inicia su brusco cambio, perseguidos tanto por héroes (vale al final han actuado bien, pero han de pagar por sus crímenes) como por villanos (“nos las vais a pagar traidores”), se produce el adiós a “la justicia como el rayo” y llega el hola a “los más buscados de Marvel”.

Comics de superhéroes en estado puro, acción, drama, amor, odio, relaciones personales, buenos diálogos, gran trama…..cada vez que alguien dice que los comics de superhéroes están muy mal, que todo esta inventado, que ya no hay magia, recuerdo los Thunderbolts y sonrió, aun hay esperanza.