Bueno pues se acabo lo que se daba, con varios meses de retraso un cambio en el precio y en el tipo de papel, Panini por fin ha terminado la publicación de la “trilogía de trilogías”(al menos en España) que ha supuesto X-Men: El Fin, y creo que se puede decir que la espera a merecido la pena
X-Men: El Fin, se enmarca dentro de la tendencia que en los últimos años puede apreciarse en Marvel, de contar el hipotético final de algunos de sus principales iconos, se tratan de o bien números únicos o bien de series limitadas, en los que equipos creativos de prestigio narran lo que bajo su punto de vista la que sería la última aventura de esos personajes, los resultados de estos comics son bastante dispares pasando de lo excelente del Hulk: El Fin (de Peter David y Dale Keown), lo interesante de Punisher: El Fin (de Garth Ennis y Richard Corben) o lo absolutamente mediocre de Lobezno: El Fin (de Paul Jenkins y Claudio Castellini).
Entrando ya en lo que a los X-Men compete, lo cierto es que resulta innegable, casi por una cuestión de reconocimiento, que el guionista de su presunta última historia no podía ser otro que Chris Claremont, autentico alma mater de la criatura tal y como hoy la conocemos, y es que aunque si bien es cierto que sus últimos trabajos se encontraban, por lo general, a años luz de su época dorada en la franquicia mutante si alguien debía contar esta hipotética ultima historia de los X-Men ese era Claremont.
Partiendo de esta base y puesto el proyecto en marcha desde un primer momento quedo claro que X-Men: El Fin no iba a ser un proyecto normal, y es que al contrario que los anteriores especiales, esta historia se iba a narrar a lo largo de 18 densos e intensos números, estructurados en “tres libros” de seis números cada uno, proyecto que Quesada (con su habitual tendencia hacía la exageración y el autobombo) no dudo en calificar como “El Señor de los Anillos de Chris Claremont” , lo que deja a las claras las expectativas y la ambición del proyecto, proyecto que contaría con los lápices de Sean Chen conocido sobre todo por su labor en el Iron Man de Busiek/Stern, en plena etapa Heroes Reborn, Chen caracterizado tanto por su solidez y buena narratividad, como por su escasa capacidad para el espectáculo, y su dificultad para diferenciar las caras más allá del peinado, realizara en X-Men: El Fin, un solidó aunque un tanto impersonal trabajo, siempre a la sombra del autentico protagonista del proyecto que no es otro que su guionista Chris Claremont, el cual con libertad plena y sabiendo adonde quiere llegar demuestra que todavía tiene mucho que contar y esta lejos de estar “acabado” (termino que se usa con demasiado facilidad cuando un guionista que lo ha sido todo encadena un par de obras mediocres).
Analizando ya lo que es la historia en si, X-Men: El Fin, se sustenta sobre todo en dos pilares básicos, la primera etapa del propio Claremont (en especial con Byrne) en la serie, y la etapa de Grant Morrison en la misma, son estas dos grandes etapas en torno a las que pivotara la historia, aunque no serán ni mucho menos las únicas ya que todos los personajes que de una forma u otra han tenido relevancia en la franquicia mutante tendrán su papel en X-Men: El Fin.
La historia se sitúa varios años en el futuro, la Patrulla X sigue existiendo como refugio y escuela para mutantes, Cíclope continua como sempiterno líder del grupo y este ha adquirido una dimensión y una fuerza rara vez vistas, y aunque muchas cosas siguen igual otras tantas han cambiado, así podemos asistir al destino de personajes como Hank McCoy casado con Cecilia Reyes. Tormenta desgastada por sus poderes y que solo puede mantenerse en pie gracias a una armadura etc, todo esto resulta interesante bajo el prisma de conocer el destino que Claremont guarda para los principales personajes, pero los temas centrales de la saga son fundamentalmente dos, por un lado la candidatura de Kitty Pride a la alcaldía de Chicago frente a una racista antimutante, candidatura cuyo éxito se antoja clave para la definitiva normalización de las relaciones entre humanos y mutantes, y por otro lado el ataque brutal y salvaje que fuerzas desconocidas dirigen al mismo corazón de los X-Men causando desde el principio muchos muertos y una sensación de caos difícil de controlar, caos que en muchas ocasiones el propio Claremont transmite y es que esta trama se vuelve por momentos muy densa y en ocasiones difícil de seguir ya que en ella se imbrican los principales enemigos de la cosmogonía mutante, el Nido, Mr Siniestro, los Shi´ar etc, una pleyade enorme de personajes al servicio de una trama centrada en la búsqueda de quien esta detrás de tales ataques y que finalmente se resuelve de forma brillante en un épica conclusión que recuerda (aunque de lejos) a lo narrado en la resolución de la saga de “Fénix Oscura”, con un final totalmente coherente con los que son los X-Men en mundo donde finalmente y tras tantos años de lucha, los X-Men por fin no son necesarios.
Son muchos los personajes que destacan y brillan con luz propia en la saga, empezando por Kitty (pilar básico de la historia) y culminando con un glorioso y heroico Magneto, personaje que pierde casi toda su grandeza cuando no lo escribe Claremont (tal vez solo Alan Davis haya sabido tratarlo de forma correcta), pero y desde un punto de vista más personal, es el tratamiento que Claremont da a Cíclope el que más interesante me resulta, primer y ultimo hombre X, Scott Summers cobra un protagonismo fundamental en la saga, lo cierto es que Scott siempre ha sido un personaje por el que Claremont ha profesado cariño y respeto, y es innegable que fueron los designios editoriales en su momento los que le arrebataron el control del personaje y le obligaron a acabar con su relación con Madelyne Prior (personaje también fundamental en la saga) todo para que Scott estuviera “disponible” tanto para el grupo Factor X como para el regreso de Jean Grey, Claremont aprovecha la libertad que le promociona X-Men: El Fin para recuperar al personaje, reconducir su relación con Madeyne-Jean-Fenix (donde Scott, con sencillez y claridad reconoce sus errores), y mostrar por que es realmente el autentico líder de la Patrulla X, una caracterización excelente que es uno de los muchos aciertos de X-Men: El Fin, historia que pese a sus defectos (demasiada complejidad en algunas tramas con elementos que se mezclan y se entremezclan y ocasiones son difíciles de seguir) demuestra que quien tuvo, retuvo, y que Chris Claremont y todavía tiene mucho que contar.
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