miércoles, 7 de febrero de 2007

Vengadores: Año Uno.

Publicado por Panini en diciembre de 2006, este tomaco enorme que contiene la serie limitada de 8 números llamada originalmente Earth Migthiest Heroes, realizada por Joe Casey y Scott Kolins fue una de las más agradables sorpresas del año en lo que a Marvel se refiere, así que ahí va mi opinión sobre el comic.

La Era Marvel, esa época entre gloriosa y mitificada que supuso el surgimiento de la gran mayoría del panteón de los héroes Marvel, tenía y sigue teniendo multitud de huecos, multitud de historias dentro de las historias que no se contaron, y esto ha permitido a muchos autores, revisitar esos años con mayor o menor fortuna. Es lo que se conoce como retrocontinuidad, termino acuñado por Roy Thomas, y del que, el mismo se convirtió en máximo exponente con obras como Los Invasores, a lo largo de los años este concepto ha sido múltiples veces empleados, tanto en series regulares (un ejemplo reciente sería la infame “Pecados del Pasado” de Spiderman) como en proyectos especiales.

Es aquí, donde precisamente se enmarca Vengadores: Año Uno, su guionista el talentoso escriba ingles Joe Casey, parecía hace unos años destinado a convertirse en un autor de los llamados “hot”, su excelente etapa en Cable, le abrió de par en par las puertas de Uncanny X-Men, y el dispuesto a comerse el mundo llegó con declaraciones altisonantes y con una gran fe en si mismo, sin embargo ya sea por la presión de encontrase en plena época de Morrison (Casey llego a la vez que el genio escocés a New X-Men), ya sea por que la serie le vino grande, lo cierto es que su etapa se saldo con un fracaso rotundo, que le alejo del destino que rozo con las manos, sin embargo y como el escribir no se olvida de un día para otro Casey demostró en series como Wildcats, que todavía tenía mucho que contar, y así a la altura del 2005 presento a Marvel un proyecto ambientado en los primeros años de los Vengadores, desde su fundación hasta el mítico número 16 USA con el cambio de formación, su propuesto venia avalada no solo por el buen hacer del guionista en otras series (pese al borrón de Uncanny X-Men) si no además por una pequeña joya, llamado X-Men Children of the Atom (X-Men: Hijos del Átomo publicado por Forum en un lujoso tomo en 2001), una excelente miniserie de 6 números, donde Casey colaboraría con autores de la talla de Steve Rude o Essad Ribic, la miniserie ahondaba en los primeros años de los X-Men oroginales, y aunque fuera oficialmente de la continuidad, supuso un éxito de critica y publico, por lo que Marvel, consideró que el nuevo proyecto de Casey podía repetir ese éxito al repetir formula.

Por su parte Scott Kolins, venía de realizar una excelente etapa junto a Geoff Johns en Flash. y sin alcanzar el cartel de superestrella, si garantizaba al proyecto un dibujante sólido, espectacular y lleno de fuerza, que entraría fácilmente por los ojos del publico potencial.

De esta forma y puesto en marcha el proyecto, las premisas básicas del miniserie partían de narrar todo aquello que no se había contado en los 15 primeros números de los Vengadores, desde la reacción del público a la del gobierno, desde la figura de Ojo de Halcón, hasta las disputas entre los miembros del grupo, desde la irrupción del Capitán América, hasta la refundación del grupo, todo ello con una nueva perspectiva que respetaba y completaba unas historias ya de por si míticas.

Dicho esto lo cierto y es que entrando ya en materia, Casey sabe estar a la altura, apoyado en un magnifico Scott Kolins que realiza un trabajo a acorde con su maravilloso Flash, Casey teje un relato que capta la esencia misma de lo que se supone han de ser los Vengadores, de esta forma asistimos a lo largo de la serie a un autentico paseo por esa esencia, Casey muestra (por si quedaba alguna duda) como es Tony Stark, el autentico alma mater del grupo, como es el pegamento que mantiene unido a un grupo de personalidades tan diferentes (y fuertes), muestra las enormes dificultades del grupo para ganarse el favor del público y el de su propio gobierno, dispuesto a todo para controlar o deshacerlo si no puede controlarlo, vemos como afecta al grupo (y en especial a Tony), su primer gran fracaso: Hulk, en un punto de vista no explorado en los comics originales, Casey nos muestra como la incapacidad de los Vengadores para detener y reconducir a Hulk esta a punto de acabar con el propio grupo y con su nada consolidado prestigio, la llegada del Capitán América, sus dudas como hombre fuera de su tiempo, su odio visceral a Zemo, y su carácter simbólico y unificador del grupo son también retratados de forma magnifica por el guionista que también se luce en el tratamiento de Ojo de Halcón al que Jarvis ayuda a reconducir su desastrosa vida. Es de destacar especialmente la fuerza que Casey pone en los llamados “estatutos de los Vengadores”, escritos por Tony Stark/Iron Man y presentados en la primera reunión de los Vengadores, son los ideales que estos reflejan , los que impiden que el grupo se rompa y los que convencen al Capi para unirse al mismo, son también estos mismos ideales, los que permiten que los Vengadores sobrevivan a la marcha de todos sus fundadores y continúen con la llegada de tres exconvictos liderados por un hombre que aunque fuera de su tiempo, simboliza tal vez mejor que nadie esos ideales, el Capitán América.

Se trata en definitiva de un excelente y nostálgico comics que viene a recordar ahora que los Vengadores están algo desdibujados, la fuerza y la grandeza que inspiraron su creación, y es que en este comic si estamos ante, Los Héroes Más Poderosos de la Tierra.

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