Continuando el breve repaso por lo mejor de las últimas series que de Vertigo han visto la luz en nuestro país, hablamos hoy de DMZ de Brian Wood (el nuevo guionista estrella del sello editorial) y Riccardo Burchielli.
Con cuatro tomos publicados en nuestro país (22 números USA) y dos más anunciados para lo que queda de año, DMZ es ya una serie plenamente consolidada y con un futuro que se antoja cuando menos interesante; gran parte de la “culpa” de esto la tiene el guionista/portadista de la colección, Brian Wood, todo un descubrimiento para un sello editorial, que últimamente parecía vacio de nuevos talentos más allá de los “clásicos” Azzarello, Willingham o Morrison, Wood, proveniente del mundillo del comic independiente, se ha convertido en todo un referente del sello gracias a su trabajo en DMZ o Northlanders (de la que todo el mundo habla maravillas), series cabecera del sello, a su labor como guionista, Wood, añade su faceta de portadista, además de haber dibujado algún número que otro, en esta variante de su obra está lejos de la brillantez, de su faceta como guionista (aunque las portadas son un elemento claramente diferenciador, que permiten que DMZ sea una serie, al menos de entrada, “diferente”), pero adecuado al tipo de comic que es DMZ; hablando de dibujantes, no conviene olvidar labor de Ricardo Burchielli en la colección, y es que parece que en el “nuevo” Vertigo, la vieja combinación de guiones brillantes con dibujos cuando meramente funcionales (con las honrosas excepciones que todos tenemos en mente) ha quedado atrás dando paso a dibujantes que brillan con luz propia, tal es el caso de Burchielli un hábil y expresivo narrador, capaz de conferir identidad propia a cada personaje, y dotado de gran habilidad para manejarse en todo tipo de escenarios.
Entrando en el comic en sí, DMZ se sitúa en unos EEUU arrasados por una segunda Guerra Civil, de origen confuso pero de final incierto, que tiene en Manhattan una “zona desmilitarizada”, a medio camino entre ambos bandos el gubernamental, y el de los rebeldes, que más que un bando en si son una heterogenia amalgama de cientos de miles de ciudadanos descontentos con su país, en este contexto, el comic se centra en la figura de Matty Roth, un joven aspirante a periodista, que se ve atrapado en el fuego cruzado, y que decide contra viento y marea, mostrar la verdad de lo que sucede en Manhattan; a lo largo de sus peripecias, Matty encontrara diferentes aliados, pondrá en juego su propia moralidad, se enfrentara a los intereses de la todopoderosa cadena que le paga, se dará cuenta del poco de la vida ajena para los que toman las “grandes decisiones” y asistirá al intento de desmantelamiento del país a manos de intereses privados.
DMZ, aparece de esta forma como un comic con dos claras vertientes, una política, con una visión cínica y descorazonadora de aquellos que toman las decisiones, de aquellos que ostentan el poder, y otra militar, mostrando un conflicto armado en toda su crudeza, centrándose sobre todo en sus consecuencias, en la gente que queda de tras de la batalla, en DMZ no hay héroes, no hay batallas heroicas, no hay tipos duros que “hacen lo que han de hacer” o que se sacrifican en nombre de la amistad, no, en DMZ hay violencia, hay seres humanos atrapados en un conflicto interminable que ni entienden ni quieren entender, gente que solo quiere sobrevivir, gente que solo sigue ordenes cuando tal vez no debería haberlo hecho y que paga las consecuencias de hacerlo…mientras aquellos que se lo han ordenado permanecen impunes, DMZ cuenta todo esto y más, y lo hace con pulso y fuerza….pero de forma que en ocasiones parece un tanto “fría” a falta de una palabra mejor, el enfoque de la obra hace que muchas veces la cosas se vean más desde fuera, lo que implica un cierto alejamiento y falta de implicación en lo que está pasando, probablemente sea más una impresión personal que una realidad, pero lo cierto es que las portadas de Wood (y los números o pasajes por el dibujados), transmiten con claridad esa cierta “lejanía” y “frialdad” que en no pocas ocasiones se percibe en la obra, aún y así, DMZ es un comic magnifico y junto con Scalped una clara muestra de que un sello editorial que ha dado obras tan interesantes en el pasado puede seguir haciéndolo hoy; solo necesita apostar por el talento, no encasillarse en un determinado enfoque y dejar espacio suficiente a las series nuevas que van surgiendo.
2 comentarios:
DMZ es maravillosa, concuerdo contus apreciaciones, y la verdad es que es una serie que toma distancia de los eventos que narra. Yo la leo en su edición original, voy en el nº 42 y la verdad es que ha sido una lectura dura, pero altamente gratificante a nivel de poner situaciones complejas a nuestra vista, pero dejándonos con la obligación de sacar conclusiones. Adimiro esa capacidad de Wood de construir una realidad cercana a lo que debe haber sido la guerra en Bosnia, pero por sobre todo la humanidad de sus personajes, llenos de fallas.
A propósito Northlanders es maravillosa. El primer arco es espectacular. El trade americano con los 8 primeros número esta disponible desde hace ya un par de meses.
Muchos saludos desde Chile.
Cristián
Si la verdad es que Wood construye muy bien a su personajes y los mueve a la perfección en un ambiente muy complicado de manejar, tengo ganas de leer los siguientes números y aún más de leer Northlanders.
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