martes, 28 de abril de 2009

Criminal, los muertos y los moribundos.

La que fue sin duda una de las mejores lecturas del 2008 tiene su continuación en esta tercera entrega de una colección que de momento se sitúa entre lo mejor que he leído en lo que va de 2009.

Ambientado en los años 70, Criminal, los muertos y los moribundos se estructura en torno a tres relatos independientes que se entrecruzan para formar una historia global, de nuevo y al igual que sucedía en anteriores ocasiones el relato tiene relación directa con los otros dos arcos argumentales de la colección ya que aquí conocemos de donde vienen algunos personajes secundarios de esos arcos.

La primera de las tres historias se centra en la figura de Jake “Gnarly” Brown (quien luego será propietario del emblemático bar Undertow, clave en las dos entregas anteriores), prometedor boxeador que ve condicionadas su carrera tanto por las decisiones de su padre (algo recurrente en Criminal) como por enamorarse de la mujer equivocada, Danica Briggs. El segundo relato cuenta con la presencia central de Tegg Lawless (padre de Tracy, protagonista del segundo tomo), un veterano de guerra, extremadamente violento y de vuelta de todo que se verá metido en un lío más grande de lo que puede manejar al robar a la persona equivocada (es curioso, el mismo error que años más tarde cometería su hijo, de nuevo las relaciones paterno-filiales aparecen como claves en la colección). El tercer relato se centra precisamente en Danica Briggs, una inocente muchacha tornada en mujer fatal que termina pagando muy caro el error de haber elegido el hombre equivocado años atrás.

Las tres historias funcionan independientemente, pero juntas completan un fascinante puzle de relaciones humanas torcidas, anhelos inalcanzables y venganzas nunca conseguidas. Danica pudo elegir en su momento a Jake, pero se enamoro de su mejor amigo Sebastian Hyde, hijo del líder mafioso local, al que el padre de Jake ayuda de manera vital a llegar allí. Jake pudo olvidar a Danica y no humillar a Sebastian en público. Tegg Lawlees pudo haber investigado a quien quería robar Danica antes de meterse en algo que le venía grande, ninguno lo hizo y su destino quedo sellado y entrelazado.

De nuevo y al igual que en los tomos anteriores, Criminal, los muertos y los moribundos es ante todo un comic de género negro en el sentido más clásico del término, Brubaker y Philiips trabajan y se mueven con convenciones, con tópicos, con cosas que suenan a ya leídas, no hay nada nuevo en Criminal…y sin embargo resulta cada vez más impactante lo bien que esta contado todo, lo bien que Bru define a un puñado de perdedores que saben que su destino es trágico, pero que aún así lo asumen e incluso tratan de combatirlo, lo bien que Philips recrea el ambiente sórdido y de decadencia en unas viñetas plagadas de fuerza y buen hacer.

En fin un comic magnifico para los amantes del género negro, que como siempre viene complementado por interesantes artículos, sobre películas, autores o libros que han hecho del género lo que es hoy en día.

2 comentarios:

Etrigan dijo...

Es cierto, estamos ante uno de los mejores cómics de lo que llevamos de año, junto con Scalped de Jason Aaron (también de género negro)que curiosamente firma un artículo en este cómic.

fer1980 dijo...

Pues si, el genero negro esta de enhorabuena.