martes, 26 de agosto de 2008

La guerra de los Sinestro Corps.

En una época en la que los crossovers están al orden del día, y se suceden más por que si que por que haya algo interesante que contar, uno no puede si no agradecer comics como este, en el que desde un planteamiento ambicioso pero autocontenido, se nos ofrece una historia respetuosa, entretenida, nada pretenciosa pero con consecuencias importantes para los implicados y ante todo bien escrita, todo lo que debería ser un crossover y raramente es.

El planteamiento del comic no podía ser más sencillo (tanto, que como bien señala Lord es increíble que a nadie se le haya ocurrido antes), Sinestro, el Green Lantern renegado, el gran enemigo de Hal Jordan, crea los Sinestro Corps, un cuerpo concebido a imagen y semejanza de los Green Lantern, pero que a diferencia de estos no busca mantener el status quo, si no imponer el orden en el Universo a través del miedo, un arma de tremendo poder, y además opuesta casi por naturaleza a la fuerza de voluntad que simboliza el verde de los Lantern.

Partiendo de esta base, Johns (autentico motor tras la obra), crea junto a Gibbons, un comic relativamente modesto, (pese a afectar a todo el UDC, la historia se desarrolla solo en las páginas de Green Lantern y Green Lantern Corps, aparte de en un par de especiales, y las consecuencias se dejan sentir casi exclusivamente en los Green Lantern que no en todo el UDC), que a todas luces se antoja como autentica continuación de las Crisis Infinitas, pero que sin el control editorial de aquellas, permiten crear una historia mucho más entretenida, sólida e interesante, en La Guerra de los Sinestro Corps, Johns y Gibbons retoman múltiples elementos de aquella megasaga, tal como Superboy Prime, o la presencia de un nuevo Antimonitor, elementos todos ellos que se integran perfectamente en la historia que cuentan y que además tornan el nivel de la amenaza en estratosférico.

Leyendo La Guerra de los Sinestro Corps, uno se encuentra con un comic de acción pura, donde las batallas se suceden (la pelea entre Ion y Superboy Prime es uno de los mejores enfrentamientos que recuerdo haber leído en un comic), y apenas hay tiempo para respirar, aún así detrás de todo esto hay mucho más, estando en juego muchas cosas, por un lado la actitud inmovilista de los Guardianes que niegan la validez de los sentimientos, por irreflexivos, negando así la esencia misma de los Lantern cuyo poder se basa en su misma fuerza de voluntad, por otro lado esta en juego dos filosofías acerca del control, los Lantern como fuerza preservadora del status quo ejercen un control “benévolo”, buscan imponerse sin necesidad de tomar vidas, buscan el orden por convencimiento no por imposición, Sinestro por su parte, pese a su interés por alterar el status quo, busca también el orden, de echo aún cree que los Lantern, al menos como concepto son validos (por eso, entre otras cosas los copia), pero piensa que el orden no se pude obtener de buena fe, piensa que se ha de imponer y considera que los Lantern, al carecer de la posibilidad de usar fuerza letal son una pistola sin balas, una amenaza vacía que nunca lograra sus objetivos.

Teniendo en cuenta esto, y a pesar de la resolución convencional del conflicto (Sinestro es detenido, ¿alguien esperaba otra cosa?), es realmente cuestionable que Sinestro sea el perdedor del conflicto, ha conseguido demostrar a los Guardianes que si el nivel de la amenaza lo exige la fuerza letal ha de ser un recurso a disposición de los Lantern, ha demostrado tener razón, el orden muchas veces se ha de imponer, visto así ¿hasta que punto se diferencia lo que van a hacer los Lantern a partir de ahora de lo que Sinestro propone?, ¿hasta que punto los Lantern se han visto corrompidos por lo que han hecho?, ¿el asesinato será una herramienta más para salvar el status quo?, ¿quién decide cuando es el último recurso?, son preguntas incomodas que los Guardianes, autonombrados protectores del Universo se niegan a hacerse pero que quieran que no antes o después habrán de responder.

La obra culmina además con el anuncio de la llegada de La Noche Más Oscura, el tercer evento que configura la trilogía que Johns tenía pensada cuando retomo a Hal Jordan como Green Lantern (los dos primeros son Renacimiento y esta Guerra de los Sinestro Corps), a la par que ahonda en la mitología de los Lanters, con diferentes cuerpos reflejados en diferentes anillos que simbolizan variados sentimientos, de nuevo una idea tan buena que resulta increíble que a nadie se le hubiera ocurrido antes.

Para acabar una breve referencia al apartado gráfico de la obra, donde Ivan Reis, Ethan Van Sciever y sobre todo Patrick Gleasson realizan un magnifico trabajo, donde pese a la diferencia de estilos se consigue una solidez gráfica espectacular, y donde destaco a Gleason por su perfecta coreografía de la batalla entre Superboy Prime e Ion un trabajo magnifico que recuerda al de Ryan Ottley en Invencible: Auténticos Desconocidos, y que supone un magnifico ejemplo de narrativa y espectacularidad combinadas a la perfección.

En fin, un gran tebeo de superhéroes, a al altura de esas genialidades que muy de vez en cuando se marca Johns, lejos su habitual mediocridad (solvente, si, pero mediocridad al fin y al cabo), y que deja con muchas ganas de leer la tercera parte de una trilogía que de momento tiene un camino magnifico.

4 comentarios:

Lord_Pengallan dijo...

El crossover es muy modesto pero esta bien hecho, es coherente y sólido. Lo mejor es como deja las cosas y la revolución que implica para los LV. Estamos de acuerdo que el nº de la pelea es espectacular y el mejor de la obra. Aunque la guerra me ha desilusionado, me esperaba algo mejor, si me ha picado para seguir la continuación.

fer1980 dijo...

A mi no me ha desilusionado, más o menos como esperaba, un muy buen comic de superhéroes, sin complejos, bien escrito y bien dibujado, como Renacimiento, vaya.

Jaime Sirvent dijo...

A mí me ha gustado mucho y me ha reconciliado con el cómic espectáculo.

fer1980 dijo...

Pues, este tipo de comic es la esencia de lo que como minimo deberían ser los comics de superhéroes, espectaculo, entretenimiento bien escrito y bien dibujado.