Tras la reseña de Batman: Un años después, le toca ahora al tomo que recopila la saga de Superman, saga con muchos puntos en común con la de Batman y que muestra a las claras lo que DC pretende con OYL, una vuelta a las raices más básicas de sus personajes.
Superman Un año engloba cuatro números de las dos series principales que han quedado del Hombre de Acero; Superman 650-653 y Actión Comics 837-840, (con fecha de portada americana de Mayo- Agosto de 2006), los ocho números han sido publicados en España a la altura de Mayo de 2007 en un bonito y bastante económico (12,95 euros por 8 números no esta nada mal) tomo por parte de Pda, recopilando (al igual que con Batman) toda la saga de OYL en espera del relanzamiento de la serie mensual en grapa, con autores de la talla de Adam Kubert, Richard Donner o Carlos Pacheco.
Al contrario de lo que sucede en la saga de OYL del Hombre Murciélago donde James Robinson es el guionista de toda la historia, en Superman tendremos dos escribas como son Kurt Busiek (Thunderbolts, Vengadores…) y el omnipresente Geoff Johns (Crisis Infinitas, Jóvenes Titanes, JSA…), autores sin embargo de temática y estilos muy similares que se complementaran a la perfección en este trabajo no notándose en ningún momento la existencia de dos “voces” distintas, algo parecido sucederá en el dibujo donde Pete Woods y Renato Guedes además de realizar un excelente trabajo (tanto desde el punto de vista narrativo, como por la espectacularidad de algunas de sus páginas) se complementaran muy bien aportando una unidad gráfica a la historia que sin duda se agradece.
Entrando ya en lo que es la historia en si, lo cierto es que Superman Un año después hay que enfocarlo desde el punto de vista de la vuelta a las raíces que ha supuesto el fin de Crisis Infinitas, si existe algún axioma casi inviolable en los comics de superhéroes (en especial en sus grandes iconos), es que antes o después siempre terminan volviendo a las raíces a la esencia, así OYL en general supone ante todo un “back to basics” en toda regla, que en el caso de Superman consiste en mostrarnos ante todo y por encima de todo que Superman es mucho más “man” que “super”, que Clark Kent, no es una mascara o un disfraz, sino que Superman es ante todo Clark Kent (marcando así una nueva distancia en esta dicotomía tan fascinante que se produce entre los dos grandes iconos de la editorial, entre Batman y Superman); para dejar claro tal situación al principio del comic nos encontramos con un Kent que tras los sucesos de Crisis Infinitas ha perdido sus poderes y ha vivido su vida como un “simple” reportero, junto a su esposa Lois y sin todo el peso del mundo bajo sus espaladas consigue ser completamente feliz, sin embargo la ausencia de sus poderes no ha impedido un comportamiento heroico por su parte (el héroe esta en el hombre no en la capa) y durante todo ese año se ha dedicado a fustigar a un Luthor que enfrentado a múltiples procesos judiciales por su actuación cuando era presidente de los EEUU, saldrá finalmente indemne gracias a triquiñuelas legales, pero que (entre otras cosa gracias a la labor de Kent) ha perdido el apoyo y el respeto de Metropolis, Luthor lleno de ira y rencor por ello decide vengarse de una ciudad por la que se siente traicionado pese a (según él) habérselo dado todo, se siente rechazado y herido y toda la ciudad debe pagarlo, solo Kent podrá impedirlo, ¿pero será capaz de hacerlo ahora que no tiene poderes?.
Con esta interesante premisa se inicia Superman Un año después, que supone ante todo un desfile por la esencia del héroe y un retorno a mucha de las situaciones precrisis (precrisis en Tierras Infinitas se entiende), con un Luthor de nuevo científico loco y con planes descabellados (plan que se presenta como un claro homenaje a la película Superman Returns) , con un desfile de casi continuo de héroes y villanos y con un Superman alcanzando de nuevo cotas muy elevadas de poder, una historia en definitiva que bucea en el alma del personaje y que busca llegar al corazón del lector, pero que desgraciadamente se queda a medias ante la falta de fuerza de sus autores, y es que si bien Busiek y Johns, son dos grandes guionistas de género que conocen a la perfección la continuidad de los personajes y universos en los que escriben, conociendo y manejando como pocos las convenciones del género, su falta de fuerza, de alma por llamarlo de alguna manera hace que la inmensa mayoría de sus historias se queden en algo frío e impersonal, bien escrito, bien narrado, pero carente de emoción, por eso y aunque Superman Un año después es un buen comic de superhéroes que capta a la perfección la imagen que se desea transmitir del héroe más grande todos, su falta de garra hace que falle al menos parcialmente en el que parecía su gran objetivo, llegar al corazón del lector, quedándose tan solo en una historia que entretiene tanto durante su lectura como se olvida fácilmente tras ella.
7 comentarios:
Todos los cómics de superheroes tienden a volver cada cierto tiempo a sus origenes para que todo continue igual
La verdad es que coincido con casi todo (¡no me había dado cuenta que el Luthor de este OYL es pre-Crisis!). Muy buena, pero con falta de garra, y con un ojo pendiente de Superman Returns. Quizás lo que iría más para debate es si Superman es Clark Kent o CK es Superman, pero eso ya es otra historia.
Es cierto que los comics de superhéroes son ciclicos y cada x tiempo vuelven a su status quo habital, lo cual no significa que se deba aceptar sin más, pero claro es uno de los convencionalismos del género en las grandes editoriales.
Ricky, a mi también me parece que el tema de Superman/Kent da para mucho, lo que si creo es que en este comic se apuesta más por que Kent es Superman y no a la inversa, lo cual de paso sirve para marcar más distancias aún con Batman.
Kurt Busiek (Thunderbolts, Vengadores…) y el omnipresente Geoff Johns (Crisis Infinitas, Jóvenes Titanes, JSA…)
Gracias por el enlace, no conocia la página me parece un proyecto muy interesante.
ains pos estaba todo de acuerdo contigo hasta el final, creo que (es mi opinión claro) para nada le falta garra al cómic, al contrario, nos emociona pero lo hace de la manera más simple, volviendo a las raíces. Es como una trampa, te da algo que parece que nunca te ha dado pero es porque hace tiempo que el tema no se plantea, vuelve a lo básico para emocionarnos, lo cual es bueno y malo al mismo tiempo. Almenos a mi me ha emocionado bastante. En mi opinión, y ya lo dije en su día, en un futuro si tengo que recomendar un clásico de Superman recomendaré este comic.
No se supongo que en tu caso influye mucho que te emcanta el personaje, pero la verdad es que a mi no me ha terminado de llegar, no es un mal comic ni mucho menos, pero no, no me llega.
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