Terminada en España la saga escrita por Brian Azzarello y dibujada por Jim Lee, me apetece hacer un balance, de una historia que ha levantado por regla general muchas más criticas que halagos.
Decía yo hace un tiempo que me apetecía, leer una historia de Superman, donde se cuestionasen parte de sus principios, donde el superhéroe por excelencia, dudase de si mismo y de su papel como protector de la humanidad, donde el personaje diera un paso al frente e intentase hacer algo más que reaccionar ante las amenazas, una historia en definitiva donde Superman cuestionase sus propios valores y su forma de ver el mudo.
No esperaba encontrar algo así, sin embargo en una de las series regulares del personaje, Superman es un concepto demasiado grande, que tal vez haya sido devorado por su propia iconicidad, y con el que (debido al férreo control editorial) pocas historias realmente arriesgadas se pueden esperar más allá de los algo tramposos (ya que allí es un todo vale) Otros Mundos.
Por eso me ha agradado y sobre todo sorprendido el trabajo que Azzarello desarrolla a lo largo de esta interesante saga apropiadamente titulada “Hacia el Mañana” y la sorpresa es aun mayor tenido en cuenta los antecedentes y el dibujante de la historia.
Tras el apabullante éxito de Batman: Silencio, los lápices de Jim Lee, se pusieron a disposición del otro gran icono de la casa, Superman. En esta ocasión y tratando tal vez de eludir las criticas recibidas en torno a la vacuidad de Silencio, (en demasiadas ocasiones una mera sucesión de fuegos de artificio, donde la condición de Batman como mejor detective del mundo se hacía harto discutible), se eligió como guionista al prestigioso Brian Azzarello, autor de la magnifica 100 Balas para Vertigo, y que había realizado acercamientos más que interesantes al genero de superhéroes en historias fuera de continuidad como Banner o Cage para Marvel. Con estos ingredientes el éxito se antojaba como seguro....y lo fue relativamente. Superman volvió a colocarse en el top ten de ventas como hacía tiempo que no lo había hecho, pero número a número las ventas iban decayendo y tras un espectacular arranque, en ningún momento sus cifras de venta (pese a ser muy buenas) se acercaron a las de Silencio. A esto se unió el que la critica por lo general no fue precisamente generosa con la obra, poniendo en duda la capacidad de Azzarello para guionizar superhéroes y lamentado el supuesto desaprovechamiento de Jim Lee, lo cual no deja de ser curioso, ya que muchos de los que criticaban el Superman de Azzarello, esgrimiendo este argumento, son los mismos que criticaban a Loeb por haberse puesto totalmente al servicio del dibujante y haber convertido la saga en una sucesión espectacular de poses y personajes, sin demasiado criterio.
Visto con algo de perspectiva, lo cierto es que, lo que no se puede negar a Azzarello es que por primera vez en muchos, muchos años, ha sido Jim Lee quien se ha puesto a servicio del guionista y no a la inversa, lo cual sin duda tiene mucho merito y ha permitido a Azzarello contar la historia que quería contar independientemente de quien la dibujase. Y es que Lee, al que no se le puede negar su calidad y espectacularidad como dibujante, tiende, con su mera presencia a absorber todo el protagonismo de los comics en los que participa, relegando en muchas ocasiones al guionista a un segundo plano que perjudica la calidad de las historias, aunque beneficia sus espectacularidad de y visto lo visto sus venta. No ocurre así en “Hacia el Mañana”, su calidad (o falta de ella) recae casi exclusivamente en manos de un Azzarello que asume el protagonismo de la historia, sin miedo y sin reservas...y pese a todo triunfa y lo hace de forma magistral.
Y es que ya desde el primer capitulo, Azzarello nos muestra un Superman más divino que humano en cuanto a la percepción que se tiene de el (impagable la escena en la que aparece por primera vez ante el sacerdote descendiendo de los cielos como si de Dios en persona se tratase), pero sobre todo un Superman que duda de si mismo y de su propia humanidad (humanidad si no origen si de crianza), y que sin embargo recurre a algo tan humano como expresar sus dudas a un semejante (en este caso a un sacerdote católico, siguiendo el ritual de la confesión) para tratar de aliviarlas. Estas dudas vienen derivadas de lo que será la trama principal de la saga, la desaparición de un millón de personas sin que el pudiera hacer nada para impedirlo; a lo largo de los primeros capítulos se irá desvelando el origen real de esas dudas, Superman no estaba en la Tierra en el momento de la desaparición y no puedo evitarla, sin embargo cuando regresa e investiga el origen de todo, llega a un país asolado por la guerra, una guerra cruel y salvaje ante la que no puede cerrar los ojos, decide entonces desarmar por completo a los contendientes esperando así frenar el conflicto...fracasa y este sigue con palos y piedras, Superman solo puede espetar mientras que se lo cuenta al sacerdote “me enseñasteis que la mayor amenaza para la humanidad esta en vuestro corazones”, frase que ya dice mucho sobre el tono de la historia, es reseñable que Superman no dice “esta en nuestros corazones”, se siente ajeno a la humanidad, (lo que se vera a lo largo de casi toda la saga cuando insiste en ser llamado Kal-El, y no Clark, frente a sus compañeros de la JLA), y esta simple frase lo expresa a la perfección.
Con todo esto, la trama principal sigue su curso, trama en si interesante y que tendrá una brillante resolución, pero que no es sin embargo lo más llamativo de los sucesivos números. Esto proviene de los continuos dilemas morales a los que Azzarello, somete a un Superman, que pese a sentirse cada vez más lejano de la humanidad, se acerca sin embargo a ella, ante su incapacidad para resolverlos y encontrar una respuesta concreta. Tal es el caso por ejemplo de la situación que se produce en el país cuya guerra había intentado frenar y el descubrimiento de una fosa común con cientos de cadáveres, su responsable el antiguo gobernante del país recién derrocado es salvado de morir sumariamente ejecutado por Superman, que intentar dar una lección moral al responsable de esa ejecución, antes de descubrir el horror, al enterarse de la verdad solo puede espetar al nuevo gobernante “dime en que puedo ayudar”.
A medida que el relato se va desarrollando, descubrimos más sobre la desaparición, y finalmente cuando llega la (brillante y atrevida), resolución de todo, Azzarello, nos plantea el dilema definitivo, que lleva rondando desde el principio de la historia, y lo hace a través del paralelismo que establece entre el sacerdote y Superman, un paralelismo nacido del hecho de que ambos han dedicado sus vidas a salvar a los demás, y de que ambos cuando llega el momento de salvarse a si mismos, actúan de manera egoísta, uno haciendo un pacto con el demonio para curar su enfermedad, otro buscando salvar el mundo para compensar los pecados de su padre que no pudo salvar a Krypton, y lo hace jugando a ser Dios y creando un paraíso, que al igual que el bíblico nace con la serpiente en su interior. Una brillante resolución que termina con un Superman, más próximo a la humanidad de lo que el mismo imaginaba y cuestionándose, al fin, “El final. Cuando llegue, me pregunto quien me salvara a mi”.
Y a todo esto ¿Lee que tal?, pues, dentro de sus limites, y haciendo aquello que sabe hacer, magnifico como casi siempre, se adapta a la perfección al tono que Azzarello, requiere para la historia que esta contando, y pocas veces se vera a un Superman, tan espectacularmente dibujado, aunque claro, narrativamente, la cosa funciona como funciona...
Pese a esto, si es cierto que entiendo gran parte de las criticas que se han vertido sobre la historia, leída mes a mes puede llegar a hacerse lenta, y es que aunque Azzarello incluye en cada comics múltiples cuestiones sobre las que reflexionar, plantea una lectura demasiada enfocada al conjunto haciendo que cada comic individual pierda entidad en si mismo, por otra parte también es cierto que cuando uno compra un comic de Superman dibujado por Lee, tal vez espera más espectáculo y fuego de artificio que Superman hablando con un sacerdote, aun así y pese a todo repito “Hacia el Mañana”, se trata de un comic magnifico, que por primera vez en mucho tiempo y en una serie regular del personaje ha sabido llevar a Superman por caminos poco transitados y por ello muy interesantes, independientemente de las consecuencias de la saga (que se antojan escasas con tanta Crisis), lo verdad es que aunque solo sea por el intento de remover un poco la figura del primer superhéroe “Hacia el Mañana”, merece muy mucho la pena.
9 comentarios:
Chapeau por la reseña y el análisis de esta etapa. Coincido contigo en todo, de hecho estaba pensando hacer una reseña similar pero no habría llegado al nivel de la tuya.
Un saludo
si, tío, la reseña está genial. Pero lo ya dicho, parece muy dífícil hacerle historias al hombre de acero, y no es así, sólo hay que saber los temas a tocar. Y este era un punto importantísimo ¿Qué hubiera hecho Superman en el lugar de su padre?
Gracias a los dos, si Conner, la verdad es que a veces solo hay que arriegar un poco y salirse de la norma para contar una buena historia...lo cual es dificil con los 70 años de historias de Superman, así que Azzarello tiene más merito todavía.
He llegado a esta reseña sin haber leido el comic en cuestión, da ahi nace una pregunta ¿puede ser, en este caso, que Jim Lee banalice el mensaje de Azzarello debido a las circunstancias de que Jim Lee es Jim Lee? ¿Si lo hubiese dibujado alguien mas sobrio, un Risso, por hablar del duo habitual de Azzarello, hubiese recidbido mejores críticas? A ver que le parece.
No se que decirte, a Azzarello se le critico por que su guion era pedante y lento, y esto se le hubiera criticado igual con cualquier otro dibujante. pero también es cierto que se le critico mucho por "desaprovechar" a Lee, al tenerle media obra dibujando a Superman hablando con un cura, así que con otro dibujante, esto si que se lo habría ahorrado; pero bueno por mi parte esta bien como esta, me parece un comic magnifico en todos los aspectos.
SImplemente comentaba porque me pregunté si un dibujante menos espectacular pero con una planificación mas trabajada y sin la llamada de atencion: "Jim Lee", quizá hubiese quedado algo menos criticado. Pero no me haga mucho caso, son obsesiones mias.
No,si es una teoría interesante de hecho su trabajo en Batman con Risso, recibio menos palos...aunque también es verdad que llamo mucho menos la atención.
Para mi es el mejor comic de Superman,en serio.Me gustó mucho esta historia.
A mi también me parece un gran comic, aunque parece que somos pocos los que pensamos así.
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