Siguiendo un poco con la temática de la semana pasada, hoy voy a hacer un breve repaso sobre las que para mi han sido alguna de las claves fundamentales de la década en los universos superheroicos de Marvel y DC.
Diez años dan para mucho, y más en un mundo cíclico como es el superheroico, en esta década ha habido muchos de esos ciclos (poco tiene que ver la Marvel de Quesada y Jemas de principios de al década con la actual, al igual que poco tiene que ver la DC casi autista e inamovible de los primeros años con al que se desarrollo tras Crisis de Identidad), sin embargo si ha habido una serie de características más o menos o comunes que se han dejado sentir con mayor o menor fuerza en esa década:
- El cine y la televisión: El éxito de la primera cinta de X-Men cogió desprevenido no solo a Marvel, si no a toda la industria...tanto cinematográfica como del comic, aunque el comic siempre ha sido una fuente de inspiración para el cine, lo vivido en esta década ha sido realmente espectacular, y la influencia del cine en los comics se ha dejado sentir tanto en al planificación de las historias como en la estética, la pregunta sería si todo esto ha servido para atraer realmente nuevos publico, si ha servido para conseguir ese ansiado pero inexistente relevo generacional; la respuesta no parece ser positiva, las cifras de ventas han llegado a extremos patéticos, los comics han seguido “encerrados” en las librerías especializadas y uno tiene la sensación de que tanto Marvel como DC se están transformado en un campo de pruebas para Hollywood, que si bien puede crear exitosas franquicias cinematográficas, no esta consiguiendo que los comics (encerrados en su propia endogamia) vuelvan a ser un verdadero entretenimiento de masas.
- Nuevos talentos llegados de otros medios: De nuevo estamos ante una característica preexistente que en esta década ha alcanzado cotas sin precedentes, la llegada de autores (sobre todo guionistas) procedentes de otros medios (sobre todo cine y televisión, pero también la literatura), se ha convertido en algo común en estos años, autores como Joss Whedon (Buffy), Brad Meltzer (famoso autor de best-sellers), Joe Michael Straczynski (Babylon 5) o Kevin Smith (Dogma), han traído frescura a una industria deseosa de nuevos enfoques que por lo general les ha recibido con los brazos abiertos, lo curioso del caso es que casi todos (por no decir todos), han dejado colgado algún proyecto, o ha protagonizado escandalosos retrasos por aquello de sus múltiples obligaciones.
- Decompressive Storytelling: Esta forma de narrar, heredada de al televisión y caracterizada por la extremada lentitud en al que avanzan las tramas, se ha terminado por convertir en el santo y seña de la década y ha traído como consecuencia otra de sus características claves: la sobreabundancia de recopilatorios.
En un mercado en continua regresión poder vender la misma cosa dos veces, aunque sea a costa de condicionar el futuro ha parecido ser bien visto por las dos gigantes editoriales, así un género esencialmente folletinesco, que necesita su serialización para ser lo que hoy es, se ha visto paulatinamente desnaturalizado, al cambiar el viejo paradigma de “cada grapa ha de tener el suficiente valor en si mismo como para justificar su compra” por “cada arco argumental ha de tener el suficiente valor en si mismo como para justificar su compra”, esto ha hecho que no pocos escritores realicen su labor pensando en el posterior tomo recopilatorio, haciendo que la grapa en si misma pierda su valor como tal.
- Crossovers: De mucha mayor relevancia en la segunda mitad de la década, resulta curioso como la obligación anual en la que se han transformado estos eventos choca con la tendencia a la desnaturalización de la grapa que se ha visto en toda la década, ya que un crossovers como Civil War o Crisis Infinitas no tendría sentido de no publicarse por entregas, sin embargo esto no ha impedido que el decompressive siga siendo la forma estrella de narrar en el medio, y que las obras se sigan planificando para su futura recopilación.
Volviendo al tema, no pocas veces se ha comentado que esta década ha sido en general muy parecida a los 90, con sus portadas múltiples, sus crossovers a tutiplén y su poner la historia por encima de los personajes y su esencia, la principal diferencia sería que si en la última década del siglo XX las estrellas fueron los dibujantes, en esta primera del siglo XXI lo han sido los guionistas, sea como sea, la sobreabundancia de crossovers ha hecho que estos eventos, en teoría especiales y claves en los universos de ficción donde se ubican, se hayan tornado en meramente rutinarios perdiendo por ello gran parte de su magia.
En fin estas son algunas de las características claves que se me ocurren en Marvel y DC de la década que acaba de finalizar, evidente hay más, como la figura del héroe posmoderno y descreído, pero eso queda para el próximo día.
4 comentarios:
Certero y sintético análisis. Así que no se puede discrepar, o te gusta o no te gusta.
El principal problema es el sistema yanki de venta que, desde luego, no es nada capitalista. Esto de vender según demanda hace que sea imposible que el mercado se abra, ya que eso se convina con lo de en puntos de venta muy concretos. Y también, por eso, los tomos, porque, pasados unos meses, debe ser imposible encontrar las grapas.
Curiosamente es hacia donde vamos, principalmente Panini. Tu lo has dicho muchas veces en tu blog con el elocuentísimo apelativo de bunkerización.
Yo creo que a la grapa seguirá siendo el futuro pero por el libro electrónico. Porque para un mercado cerrado, envejecido y fetichista la grapa ha dejado de tener validez.
Con lo genial que es poder pillarte un nº puntual de una cole que no te interesa! Ahora con los tomos es imposible. Ya no se pueden coleccionar pjs :(
Vaya gracias Lord, la verdad es que creo que gran parte del problema del comic de superhéores actual es lo encerrado que esta sobre si mismo desde un punto de vista comercial, una pena.
No compro super-héroes, pero desde mi (seguramente desinformado) punto de vista, si decidiera empezar no sabría por donde hacerlo: todo me parecen crossovers, sagas inacabables, contínuos (supuestos) giros sorpresivos... Me da la impresión que están perdidos y van dando palos de ciego. Es un universo que, desde luego, no consiguen que me atraiga. Todo lo contrario: too much confusion!!
El comic de superhéroes es bastante endogámico, sin embargo se puede entrar en él, eso sí requiere un cierto esfuerzo, tanto monetario como temporal, pero vamos, no es totalmente inaccesible, el problema creo yo está más bien, en que cada vez se está encerrando más sobre si mismo desde un punto de visita de comercial, y no sé qué futuro puede tener eso en el largo plazo.
Publicar un comentario