miércoles, 10 de junio de 2009

La Cosa del Pantano de Alan Moore

Uno de los comics más míticos de los 80, la obra que abrió camino en el mercado americano a Alan Moore, el comic que retrospectivamente dio paso a la línea Vertigo (no deja de ser curioso, la obra, al igual que Animal Man o Doom Patrol está plenamente integrada en el UDC, y su crossover con las Crisis es realmente magnifico), el comic en el que vimos por primera vez al gran John Constantine, una obra clave de una década gloriosa para el comic comercial americano; La cosa del Pantano es todo eso y más.

Analizada con algo de perspectiva, y viendo la obra posterior de Moore, lo cierto es que la Cosa del Pantano no es un comic especialmente sorprendente, ya que en el hayamos gran parte del discurso posterior que el autor ha ido defendiendo a lo largo de su obra: el respeto a las distintas formas de ver la vida, la defensa a ultranza de la libertad sexual, la construcción de personajes ultra poderoso que trascienden su propia humanidad, incluso la magnífica “Lección de anatomía”, no se diferencia en exceso de lo que Moore haría en WildC.A.T.S , Supreme, o incluso algo antes en Miracleman.

Sin embargo, la Cosas del Pantano, debió suponer en su momento una autentica revolución, en el comic americano, pocas veces un autor había llegado a una colección, tomado un personaje ya asentado, y le había dado la vuelta en tan solo un número y pocas veces se habían tratado los temas que toca Moore en la Cosa del Pantano tal y como Moore los toca, y es que para los que tenemos la desgracia de no haber leído la obra la primera vez que salió, puede que sus hallazgos no resulten a día de hoy tan sorprendentes pero sin duda, para los que lo leyeron por primera vez aquello debió ser todo un shock, el comic comercial americano, crecía a pasos agigantados durante los 80, y La Cosa del Pantano fue uno de sus más firmes puntales.

Vista con el paso de los años, y leída de seguida, la etapa de Moore, (del número 20 al 64 del segundo volumen americano de la colección, aunque la etapa como tal se pude dar por iniciada en el número 21), aparece con una estructura clara, divida en tres fases bien diferenciadas, que uno no sabe si se deben realmente a la planificación exhaustiva de sus autores, o es más bien fruto de la casualidad, sea como sea, la etapa (tras un relativamente intrascendente número 20), se abre con uno de las mejores grapas que jamás he tenido la oportunidad de leer, un comic que demuestra una vez más, que el problema no es el formato sino los autores; en tan solo 24 páginas, Moore da la vuelta por completo al personaje, lo transforma de manera radical sin traicionarlo, y hace suya la colección, a partir de ese momento, el comic podría rezar el típico “Swamp Thing, creado por Len Wein y Bernie Wrightson”, pero el personaje que allí vemos es totalmente de “moorniano”.

Tras dar la vuelta por completo al personaje central, se abre la primera de las fases en las que antes decía se estructura la etapa, fase dedicada a explorar el nuevos status del personaje, y como afecta a su entorno y a sí mismo, este descubrimiento interior, permite afianzar a Moore como “creador” del nuevo Swamp Thing, y de paso le sirve para recuperar y actualizar antiguos enemigos, y resolver cuestiones pendientes de antaño además de permitirle desembocar en la segunda gran fase de la colección, sin duda la más interesante de todas, esta fase se podría dar por iniciada más o menos con la primera aparición de John Constantine, personaje cuya caracterización apenas si ha variado de cómo aquí nació, inglés, rubio con gabardina y cigarrillo siempre en mano, Constantine, aparece desde un principio como un bastardo sabelotodo, que siempre se mete en problemas que le vienen grandes, pero que dotado para la magia, y con gran habilidad de manipulación, consigue volver siempre las tornas a su favor.

Constantine llega como un terremoto, promete a Swampy decirle quien es y de donde procede, y consigue arrastrarle de una punta a otra de América, iniciándose la larga saga “America Ghotic”, Moore profundiza en la vertiente más terrorífica del comic, y además de presentarnos el advenimiento de una amenaza de proporciones bíblicas (que enlaza sabiamente con las Crisis), nos muestra su particular visión de estereotipos claves del terror como serían los vampiros, los hombres lobos, los zombis o los asesinos en serie, todos ellos pasan por el tamiz de la imaginación del genial barbudo inglés, y todos ellos presentados de formas y maneras pocas veces vistas antes.

Terminada esta segunda fase, iniciamos la tercera, tal vez (aún siendo excelente) la más floja de las tres, con el amor y las creencias de Swampy puestas en cuestionamiento, con la doble moral de la sociedad como elemento clave, Moore exilia a Swampy de la Tierra, y durante su peregrinaje en busca de la forma de poder volver, este se encontrara con Adam Strange (visto desde un prisma bastante cruel, aunque no por ello poco factible), con un planeta cuya especia dominante es vegetal, con una nave-planeta viva y consciente, e incluso (aunque aquí con guiones de Veitch) con los Nuevos Dioses, todo ello para atar todos los cabos sueltos, y poner fin a un magnifica etapa en un comic que destila calidad por los cuatro costados.

Capítulo aparte merece la vertiente más artística de la obra, que como ocurre en tantas ocasiones cuando hablamos del barbudo inglés parece un poco “tapada” por el excelente trabajo del guionista, en este caso además, el asunto se ve agravado por que estos números fueron dibujados por multitud de artistas, de entre los cuales y por meritos propios, destacaran sobre todo tres nombres, Rick Veitch, Stephen Bissete y John Totleben, los tres supieron dotar a la colección de un aspecto visual sólido y claramente identificable que encajaba en la perfección el tono oscuro y terrorífico del trabajo de Moore; cabría mencionar también el tema del color, más que nada porque las dos últimas ediciones en nuestro país de la obra han sido en b/n (Norma) y en color (Pda), es curioso este asunto, porque si bien es cierto que a este comic, por espíritu, por dibujo y casi por esencia, le debería sentar bien el b/n, y no es que no lo haga, pero lo cierto es que el comic usa el color como un elemento narrativo más, y así se menciona varias veces que el color de Swampy varía en función de la estación del año, o en uno de los capítulos en el espacio (ilustrativamente llamado “Mi cielo azul”), el color azul juega un papel clave, así está claro que es un comic que merece la pena leerlo en color, aunque el b/n no le siente mal en absoluto, otro tema es que Norma además de sacarlo en b/n se le fuese la mano de manera brutal con el precio, y tardase casi cinco años en acabar la obra, pero como decía ese es otro tema, y aquella era otra Norma.

16 comentarios:

Ismael dijo...

Yo creo que la otra obra del Alan Moore a la que más se le parece es Promethea. (¡Maldita sea, no se puede hacer un descansito sin encontrar novedades en la blogósfera de la cosa del tebeo! ¡Volveré! Abajo el maldito gallego normativo y los opositores a funcionarios de la Xunta)

Lamasthu dijo...

Pues a mi Cosa del Pantano me sigue sorprendiendo cada vez que la vuelvo a hojear. Y eso que la leí después de Watchmen y el resto de sus grandes obras. Porque cada capítulo esta deliciosamente narrado pero a mi lo que me fascina es la composición y la estructura de cada página y cada viñeta qu incluso Will Eisner se hubiese quitado el sombrero. Steve Bissete y John Totleben se nota que se entendían con Alan Moore (aunque con el primero lleve ya años que no se dirige la palabra). Lección de Anatomía es simple magnifico pero el resto esta al mismo nivel.

Etrigan dijo...

Una auténtica obra maestra que, es cierto, ha sido superada por otras obras del maestro. Y estoy de acuerdo con Ismael, tiene muchos puntos de contacto con Promethea.

Oneyros dijo...

Precisamente la estoy leyendo estos dias y disfrutando muchiiiisimo!

Anónimo dijo...

como siempre la pregunta q siempre te hago: cual es la mejor edición hasta la fecha que hay editada en nuestro país? muchas gracias Fer.
saludos.

manu (alicante)

soy leyenda dijo...

Anónimo, yo te recomendaría la de Norma. Aunque el precio esté en contra, la etapa de Moore está recopilada en tomos -no los prestigios esos que se sacó de la manga Planeta- y en mi opinión, el blanco y negro le sienta de maravilla, tanto por temática como por el estilo de los dibujantes.

Aunque no se cómo será de difícil encontrarlos ahora.

Hellpop dijo...

OBRA MAESTRA SIN PALIATIVOS.

Con respecto al tema del color, habría mucho que hablar. La edición de Planeta (que toma los materiales de los tomos recopilatorios americanos) deja mucho que desear en este aspecto. Tema reconocido por los propios autores, que consideran que se trasladó bastante mal el color a los TPBs.
Esto es fácil de comprobar con sólo comparar el color de Zinco con la de Planeta: es alucinante pero... ¡han desaparecido tonalidades enteras!

Aparte del color, a las ediciones recopiladas, la de Planeta incluída, le faltan páginas (ese Monitor y Harbinger que aparecen en dos números consecutivos).

Manu, por todas estas razones, es difícil decidir cuál es la mejor (o la peor) edición en de LCDP en nuestro país.

Pero, repito, OBRA MAESTRA.

Torrezno dijo...

Pues a mi me parece que como la edición de Zinco, ninguna, eso sí,su publicación y su lectura en su día tuvieron que ser un verdadero quebradero de cabeza para cualquiera.Pero el color,..creo que es fundamental en esta obra.

Anónimo dijo...

ok. gracias x rsponder. yo es q la verdad soy bastante más "de color" que de b/n. Si la obra está realizada en su concepción en b/n pues bien, pero una obra pensada para el color y pasada a b/n (vease las bibliotecas marvel, x no hablar dl propio formato) no me atrae, donde esté lo original...personalmente preferiria que únicamente tocaran el idioma (no piloto tanto de inglés) y q x lo demás dejaran los comics tal cual salen en su origen (tamaño, tipo de papel, rotulados, etc...)

Supongo que esperaré a que saquen una edición d estos comics más fieles y si acaso recoloreados para mejor.

un saludo a todos.

m an u .

fer1980 dijo...

Ismael y Etrigan, a mi también me recuerda en muchos aspectos a Promethea.

Mythos, hombre, no se, a mi sorprenderme, sorpenderme, no, asombrarme, impactarme, si, pero sorprenderme no mucho la verdad.

Oneyros, disfruta, disfruta, que es un comic magnifico.

Hellpop, si, hoy que la palabra obra maestra se usa con tanta facilidad, que parece que casi cualquier tebeo que destaque un poco es así calificado, encontrarse una obra maestra indiscutible es un lujo, y sin duda Swamp Thing los es.

Manu, bueno ya te han contestado Soy Leyenda, Torrenzo y Hellpop, yo por mi parte, tengo la edición de Norma, y la verdad es que el b/n le sienta muy bien, pero hay veces que si se nota que falta el color.

Anónimo dijo...

¡Cómo me quedé con Lección de Anatomía! Y es que este Moore es genial a la hora de replantearte un nuevo origen para algo que creías ya establecido.

Es el caso de La Cosa del Pantano (pasa de ser un hombre convertido en planta a Planta que se cree hombre, uf). También es parecido el remozado que le da a Miracleman, obra que no entiendo cómo todavía no han llegado a un acuerdo para su reedición en condiciones.

John Mismo

Pd. Aunque yo la tengo como oro en paño, je, je. Mi tesoorooo. ;-)

fer1980 dijo...

¿No querras vender Miraclmean, verdad?, je, je, bueno la verdad es que a mi si se me parece en cierta medida la forma de hacer suyos a ambos personajes.

Anónimo dijo...

Aay (suspiro), eso es lo que tiene el oro en paño, que es muy difícil desenvolverlo de ahí. ;-)

Pero seguro que has leído esa obra por otro medios, ¿verdad?

Pd. Y hay por ahí otro personaje que hizo suyo remodelándolo a su manera pero que ahora no recuerdo (y no es ni Supreme ni el Joker de la Broma Asesina). Mmmm...

J.Mismo.

fer1980 dijo...

Si lo he leído por "otros medios", pero claro no es lo mismo, sobre lo del personaje que Moore hizo suyo, no se, se me ocurren los WildCATS a los que dio la vuelta por completo, pero así, además de Swampy, Supreme, Miracleman y WildCATS no me sale otro.

Anónimo dijo...

Que me has hecho desenfundar mi tomos Norma de Swampy, que también los tengo como oro en paño. Soy de Chile y el material publicado por esas tierras llega más caro aún. En fin creo que si bien el color es importante, si tengo que elegir me quedo con el b/n por varios motivos. Los dibujantes se esforzarón al máximo por quebrar las páginas,hay páginas que realmente siguen corrdenadas simbólicas (Moore es consciente mas que nadie de la importancia de la lectura), creo que su diagramación tiene un sentido, las páginas se expanden, ascienden o descienden, de acuerdo a ciertos motivos. Por otra parte el entintado es una maravilla, esta muy, pero que muy influenciado por el comic underground: la influencia de alguien como Crumb se hace notar en la edición en b/n. Prueba de ello es el mismo Swampy, creo que en b/n se ve muy imponente, porque cambia su textura con el color, se vuelvo menos maciza al ojo, y menos expresiva, por otra parte el b/n le da un sentido más abstracto a lás páginas y a los ambientes, se vuelven menos tópicos como el maravilloso Giant Size: el ballet de azufre. Por otra parte el parecido con Promethea en general se debe a que Moore es un autor tremendamente sistematico, desde sus primeros trabajos desarrolla una serie de temas particulares, pero que surgen del cómic como medio expresivo. Por ejemplo el asunto de la serialización, en el comic iindustrial un personaje icónico, pasa por muchas manos que lo reinterpretan y trabajan. Ese es el centro de Promethea, visto sobre como cambia la gente cuando lee los pesonajes, por lo que cada personaje visto por un autor es absolutamente distinto a otros, según Moore, donde tambipen se agarra de la teoría de los multiversos y la amplifica al mil por ciento. Y eso se ve en "casas abandonadas" donde inserta la primerisima historia de Swampy, la de House of Secrets, al interior de un sueño, como una versipon distinta, como otra realidad. Eso y perdon por alargarme que me entusiasmo mucho la discusión.
saludos

fer1980 dijo...

Joder, brillante tu analisis del tema del color, la verdad, hombre yo no lo he leído en color así que no podría decirlo con certeza, pero si hay momentos concretos en los que falta "algo", como el episodio aquel llamado Azul, o cuando se dice que Swampy cambia de color con las estaciones, por otra parte, estoy deacuerdo con lo que dices de Promthea, Moore (al igual que Morrsion), juega mucho con las interpretaciones de otros autores y las incorpora a su trabajo, como en Promethea, no hay otras interpretaciones, el mismo las inventa, algo que no tuvo que hacer en Swampy.