Retomando el repaso a mi top ten de los mejores comics de 2008 le toca ahora el turno a Criminal, el comic de Ed Brubaker y Sean Philips, del que Panini tuvo a bien publicar dos tomos a lo largo del año pasado, hoy hablaremos del primero, Cobarde.
Leo Patterson vive según sus propias reglas, son reglas muy sencillas, pero son las que le mantienen vivo: nunca trabajes con gente en la que no confíes, nunca aceptes elementos desconocidos en un trabajo, nunca confíes en los “golpes fáciles”, ten siempre un plan de salida, nunca uses armas.
Esas reglas hacen que para muchos Leo sea un cobarde, pero en el fondo es lo que le ha permitido seguir durante tantos años dedicándose a una “profesión” de tan alto riesgo, Leo nunca se salta sus reglas, nunca…excepto por Greta, solo ella puede convencerle de que haga una excepción, solo ella (que le importa mucho más de lo que nunca reconocerá) puede hacer que participe en un trabajo sobre el que no tiene el control absoluto; las cosas pintas bien, el trabajo parece fácil…hasta que todo se tuerce inexorablemente, no podía ser de otra manera.
Esto, a grandes rasgos podría ser una introducción a lo que nos podemos encontrar en Criminal, un comic que recupera una de las parejas creativas más solventes de los últimos años en el mercado americano, la compuesta por Ed Brubaker y Sean Philips, pareja que si en la sobresaliente Sleeper mezclaron el género negro (en el que ambos se mueven como pez en el agua) con los superhéroes, en Criminal dejan atrás cualquier tipo de acercamiento superhéroico y trazan una historia noir pura y dura sin ningún tipo de concesión.
Publicado bajo el sello Icon de Marvel (que otorga a los creadores los derechos sobre su obra y por ello les da plena libertad creativa), Criminal: Cobarde recopila los cinco primeros números de la colección USA, y nos muestra a las claras el talento de la pareja creativa para el noir, así Criminal es una historia de perdedores, que con sus grandezas y sus miserias (mucho mayores estas últimas), tratan de sobrevivir en un mundo donde la suciedad casi se pude palpar, un mundo en el que la corrupción es el pan nuestro de cada día, un mundo en definitiva donde apenas hay razones para luchar, y en el que sin embargo todavía hay cosas que parecen merecer la pena.
Leo, el protagonista del comic es un ejemplo de ello, un ladrón profesional, que encierra algo muy malo en su interior, y que sin embargo no duda en cuidar de un anciano enfermo de alzhéimer que fue casi un padre para él, no duda en jugarse la vida por la hija de una amiga a la que fallo y pese a poder huir y quedar limpio, no duda en ejercer una despiadada venganza contra todo aquel que le traiciono, contradiciendo una vez más sus propias reglas.
El trabajo de Brubaker y Philips, espectacular por momentos, sabe jugar con el contraste que supone la triste, oscura y sucia ciudad, con la belleza y el esplendor del campo en el que Leo y Greta, tratan de refugiarse tras un golpe en el que todo lo que podía salir mal salió peor, un bucólico paisaje que sin embargo quedara manchado por la extrema violencia de unos personajes que no pueden encontrar otra vía para resolver conflictos, a pesar de los esfuerzos de Leo por evitarlo.
En el comic, pese a ser noir en estado puro, con todos sus elementos más clásicos (la chica, el bar, el protagonista de vuelta de todo, la suciedad..), encontramos también en un cierto aire a Sin Perdón, cuando Leo, al igual que Clint Eastwood en la película, desencadena el monstruo que lleva dentro y desata una terrible venganza que sin embargo deja un final abierto lleno de posibilidades, cuando Leo parece encontrar el destino que llevaba toda la vida luchando por evitar, un destino que por otra parte se antoja inevitable desde el mismo momento en que se salto las reglas que tanto se había empeñado en seguir.
En definitiva un comic magnifico siempre y cuando el género negro sin concesiones sea de tu agrado, y que todavía mejora en el segundo tomo de la colección
5 comentarios:
solo he leido el primero y la verdar es que me gusto pero no me entusiasmo. No se, creo que todo es demasiado "de género". Me explico: están todas las convenciones del noir, muy bien puesas sin duda, pero sin ninguna nota discordante que sorprenda. Todo está perfectamente estructurado para que siga el esquema de las cláscas obras del genero, genero que Brubaker se conoce de pe a pa.
Es una buena obra sin discusión (cosa que no es poco), pero en mi opinion parece mas la de un maestro que tiene oficio, que la de un verdadero genio del cómic (cosa que el autor ha demostrado sobradamente en otras ocasiones).
De todas formas, a ver si me pillo la segunda parte y judgo con mas criterio.
A mí me encantó. Brubaker maneja los resortes del género negro a la perfección y a mí el género me encanta, así que era prácticamente imposible que no me gustara. Brubaker consigue que , a pesar de que este tipo de historia la hemos leído y visto en el cine muchas veces(sobre todo por el giro trágico de los acontecimientos, y por el destino final de algunos de los personajes), pero aún así, logra que no me parezca estar leyendo un tebeo tópico, sino todo lo contrario.
Bueno, esta claro que el comic esta lleno de topicos, ¡pero joder que bien contados!, aún así y como digo me gusto más el segundo tomo, a ver que tal el tercero que si no me equivoco sale este mes.
A mí también me gusta más el segundo tomo...Sin embargo estamos ante un cómic excepcional.
Si la verdad es que si, le tengo muchas ganas al tercer tomo.
Publicar un comentario