
Durante los 90 Batman fue uno de los más claros ejemplos de lo mal que lo estaban haciendo las dos grandes editoriales superhéroicas, crossovers a mansalva, números dibujados por el primero que pasaba por allí, control editorial asfixiante etc, etc. En el caso de Batman y tras la ponzoña que supuso todo aquello del Knightfall, la cosa parecía ir (en palabras de Doug Moech) de poner a Batman en medio de un gran desastre para ver cómo se las apañaba. Así llegaron sagas como Contagio, Terremoto, o Replicas, en los que Gotham se metía en un desastre tras otro mientras que Batman trataba de sacar adelante la ciudad. El absurdo de estar repitiendo una y otra vez el mismo esquema culmino en Tierra de Nadie, saga que en los últimos estertores de los 90 vendría a poner fin a la “era de los desastres”.
La saga partía de unas bases tan endebles que muchos fueron los guionistas que se negaron a trabajar bajo esa premisa. El tema era que tras los continuos desastres que había asolado la metrópoli del caballero oscuro y ante la continua presencia de enloquecidos villanos que nadie parecía poder controlar, el gobierno de los USA decidía evacuar la ciudad y declararla como Tierra de Nadie, a partir de entonces Gotham dejaba de ser de los EEUU y de cualquier otro país, para pasar a ser un páramo olvidado del que nadie podría entrar ni salir tras el fin de la evacuación, una evacuación precipitada y mal gestionada que dejo atrás a un importante número de los habitantes de la ciudad.
Como decía la premisa, absolutamente increíble por lo absurdo de la misma aún en un universo de ficción como es el de DC, no parecía que apuntara muy maneras para una saga que una vez más parecía servir únicamente para poner a Batman en medio de un desastre y ver qué pasaba, pero hete aquí que cuando nadie lo esperaba, Tdn resulto ser una magnifica saga. La idea de aislar la ciudad del resto del mundo (si, de un mundo que cuenta con Superman, extremo este que se afronta en la saga, si bien no con brillantez al menos si con valentía), sirvió para bucear en la esencia del hombre murciélago, de su relación con sus aliados (sobre todo con Gordon) y con sus enemigos, muchos de los cuales se quedaron en Gotham con la intención de gobernar cual señores feudales.
Es curioso que para poder disfrutar de una saga así uno tenga que abstraerse de la premisa de la que parte, pero lo cierto es que si se consigue Tdn es una saga bien construida, bien desarrollada y que supone un antes y un después en la historia del hombre murciélago (o al menos lo supuso hasta las Crisis Infinitas). Gran parte de la culpa de todo esto la tiene Greg Rucka que entonces daba sus primeros pasos en el cómic comercial, Rucka, tan buen guionista de genero negro como pésimo guionista de superhéroes, demuestra una afinidad especial para con Batman y su entorno. Con un espectacular dominio de los personajes, destaca su labor sobre todo por la caracterización de Gordon (cuya relación con Batman pasara más de un mal trago durante la saga) o con Dos Caras villano con el que se maneja a la perfección.
Así es sobre todo (que no solo) por Rucka por lo que esta saga sirve para algo más que para soltar a Batman en mitad de un desastre. Sirve para que este aprenda por las duras (como paso al principio de su carrera) que no puede hacerlo solo, sirve para mostrarnos el espíritu de una ciudad que pese a todo se niega a rendirse y sirve para mostrarnos a un Batman que por fin se vuelve a comportar con el mejor detective del mundo, un Batman por momentos gigantesco que privado de gran parte de su tecnología ha de recurrir más que nunca a sus astucia y a sus alidadas para conseguir salvar vidas. En definitiva Tdn es la única de las grandes sagas noventeras del hombre murciélago que captura su esencia y nos muestra lo mejor que este puede dar.
En fin una magnifica saga que encuentra su aterrador epilogo en la actuación del Joker, una actuación que nos muestra por que el Joker es quien es y que nos enseña una vez más que se puede matar a un personaje importante sin que sea gratuito, sin que parezca un mero reclamo de ventas, sin que sea solo por decir “yo fui quien mate a…”, El Joker tenía que dejar su huella en Tdn y vaya que sí lo hace, asesinado a uno de los personajes secundarios mas relevantes de la saga y demostrando que el Joker es una fuerza demasiado peligrosa como para no ser tendía en cuenta (y es que en el caos de Tdn las prioridades parecía otras…craso error)
Mencionar si acaso que la edición de Pda aunque impecable en muchos aspectos, no incluye el especial que abrió la saga y nos permite ver como el congreso que de los EEUU convierte Gotham en Tdn pese a la numantina oposición de Wayne. La no inclusión del especial es algo premeditado según el bot para de esta forma “permitir al lector descubrir que está pasando en Gotham por sí mismo”, sin embargo el salto de un coleccionable a otro (el primero acaba con Gotham desolada pero formando parte de los EEUU, el segundo se inicia ya en plena Tdn), es cuando menos brusco, por lo que la inclusión de este especial no hubiera estado de más.