Transcurrido ya un año desde la llegada de Brubaker a la serie del Capi, me apetece hacer un balance de la que esta siendo una de las más interesantes series que publica Panini en la actualidad.
El Capitán América nunca ha sido uno de mis personajes favoritos, el que diga defender unos ideales (libertad, justicia, igualdad de oportunidades etc) por naturaleza casi consustanciales a la humanidad misma (en lo que aspiración a ellos se refiere claro esta) y que sin embargo se vista con los colores y la bandera de un único país hacen que sea un personaje que sin desagradarme del todo no haya seguido demasiado y más allá de la etapa Stern-Byrne, la de Waid-Garney (la primera) y su BM no he leído mucho en lo que a sus aventuras en solitario respecta, es por ello que ni siquiera la llegada de Brubaker capto en un principio mi atención, sin embargo ante la avalancha de buenas criticas en diferentes medios decidí darle una oportunidad al primer número y la verdad es que no me arrepiento en absoluto.
La etapa de Ed Brubaker y Steve Epting (que realiza una labor espectacular, lejos por ejemplo de su mediocre X-Factor de los 90), comienza tras los sucesos acaecidos en Vengadores Desunidos (saga bastante lamentable, pero de la que han salido frutos interesantes), y antes de la formación de los NuevosVengadores, por lo cual nos encontramos ante un Capi psicológicamente hundido, desde su deshielo hasta este momento, Los Vengadores, habían sido vitales para Steve Rogers, no solo como grupo de camaradas si no como nexo de unión a una realidad a la que tanto le había costado acostumbrarse tras décadas congelado, el que estos dejarán de existir como tal fue sin duda un duro golpe para el Capi y más si tenemos en cuenta que la causante de todo fue una de los componentes del propio grupo, amiga personal (¿deseaba el Capi tal vez algo más?, al menos así lo sugiere Bendis) y veterana superheroina, como es el caso d ela Bruja Escarlata, en estas circunstancias, el Capi tendrá que hacer frente aun autentico tormento ante las sucesivas relevaciones que acontecerán en este primer año de Brubaker.
El primer número supone ya desde el principio toda una declaración de intenciones por parte de Brubaker, y es que partiendo de una estructura y una historia clásica contada cientos de veces a lo largo de la colecciones del Capi (Cráneo Rojo tiene el cubo cósmico y se dispone a hacer de las suyas), Brubaker da la vuelta al calcetín y en una última página espectacular asistimos a una situación que no por haberse visto ya en el pasado deja de ser menos impactante, cobran de esta forma fuerza las primeras páginas del número donde el general Lukin de la antigua Unión Soviética, trata de convencer sin existo a Cráneo para que le venda el cubo cósmico, ya que será el al final quien obtenga el control de tan preciado objeto.
De esta forma la trama inicial se centra en descubrir quien es el responsable de lo sucedido en el primer número (algo ante lo que el Capi al igual que el propio lector se muestra escéptico, pero que a lo largo del segundo número parece confirmarse...aunque todos sabemos que no va a durar), y quien tiene ahora el Cubo Cósmico, además claro esta de impedir que los planes de destrucción de Cráneo Rojo se culminen con éxito, si a todo esto unimos el que el Capi se ve asaltado por continuo flases del pasado (magníficamente dibujados por Michael Lark), un pasado que hasta este momento no recordaba que fuese así tendremos una visión global de la primera de Brubaker titulada “Otro Tiempo” y estructurada es seis partes.
La saga como tal no es un arco argumental cerrado, ya que deja abierto muchos campos que se exploraran a lo largo de los siguientes números, destacado tanto las actividades del general Lukin, como el trágico destino de Jack Monroe el Nómada, personaje al que Brubaker dedica en exclusiva el séptimo número de su etapa, donde narra en apenas veinte páginas la historia de este Bucky de los 50 reconvertido en superhéroe en la actualidad y que tras unos años fuera de circulación regresa ahora victima de una esquizofrenia cada vez más aguda, que desemboca en su triste destino.
A partir de aquí se inicia la más impactante saga vivida por el Capi en mucho tiempo (saga que se verá interrumpida en el décimo número de la etapa Brubaker por el inoportuno tien-in con Dinastía de M, tien-in en el que Bru realiza un gran trabajo, pero que al quedar en medio de una saga tan relevante, puede resultar algo molesto), bajo el titulo de “El Soldado de Invierno”, y a lo largo de una serie de números cargados de acción en los que el pasado y el presente se vuelven a mezclar, asistimos a la revelación de quien es el Soldado de Invierno (personaje que bubaker nos muestra como toda una leyenda urbana de la Guerra Fría), revelación que pondrá patas arriba el mundo del Capi y de todos aquellos que le rodean, la saga todavía inconclusa en España marcará sin duda (para bien o para mal) un antes y un después en la historia del personaje.
Transcurrido por tanto un año ya desde la llegada de Brubaker , lo cierto es que su etapa tiene toda la pinta de prolongarse durante una buena temporada y esto se debe no solo a que el autor haya asegurado en varias entrevistas que tiene ideas para al menos 50 números, si no que también se adivina por el propio transcurrir de la trama, trama por otro lado que si algún defecto tiene sea tal vez la excesiva lentitud con la que se esta desarrollando (claro que comparado a Brubaker con Bendis o Rucka, el primero parece Fernando Alonso), siendo esta una de las principales criticas que esta recibiendo esta etapa , pero no es la única, la excesiva oscuridad en la que se esta sumiendo el Capi y su mundo, han provocado un cierto rechazo por parte de un sector de lectores más acostumbrados al Capi “de toda la vida” y es que este tipo de enfoque tan “oscuro” ha sido habitual verlo en personajes como Daredevil o Batman, pero no es tan normal en el Capi, de nuevo estamos antes la disyuntiva de lo que quieren realmente los lectores y de si estos están dispuestos a asumir cambio reales en el status quo de un personaje, cambios que por lo general son muy demandados hasta que estos realmente acontecen generando entonces una gran controversia.
Sea como sea lo cierto es que por regla general la etapa de Brubaker esta siendo muy bien recibida y es que por primera vez en mucho tiempo vemos actuar al Capi como un soldado (y no como boy scout) durante la II Guerra Mundial, por primera vez vemos aun Bucky desmitificado y actuando al igual que el Capi como un soldado en un conflicto bélico y no como una mera comparsa con escasa relevancia (más allá de permanente recordatorio del fallo del Capi) lo que unido al gran dominio de la continuidad que esta demostrando Brubaker (algo fundamental para hacer lo que esta haciendo si no fuera así la historia crujiría por todas partes, y es que para hacer “retrocontinuidad” además de ser un buen guionista se debe tener un gran conocimiento del personaje sobre el que se esta escribiendo, ya que de otra forma el resultado puede ser desastroso...y si no que se lo digan a JMS y sus “Pecados del pasado”), sus más que acertados diálogos y la fuerza que transmiten sus personajes, hace que uno no puede si no pensar que se encuentra ante un comic excepcional que será recordado en años venideros como uno de los más grandes (en lo que al genero superheroico respecta) de la primera década del siglo XXI y eso que lo mejor (en espera de que la Civil War no interrumpa demasiado la labor de Brubaker) todavía parece estar por venir.
6 comentarios:
A mi me paso igual que a ti, no era un personaje que me agradase, pero despues de las buenas criticas, pique y gracias a Dios, porque ahora mismo es de lo mejor que leo todos los meses.
Si la verdad es que Bru esta haciendo un gran trabajo y esta serie es la que más me gusta de las que sigo de Panini.
Excelente serie. Aunque comenté que Bru está sumiendo al Capi en una crisis que sin dejar de ser interesante, machaca la personaje hasta lo indecible.
Si la verdad es que se las esta haciendo pasar putas, pero bueno lo interesante será ver como sale adelante.
Yo creo que por eso me esta gustando tanto, porque las esta pasando canutas
Si, es que en el fondo somos un poco cabroncetes y nos gusta ver sufrir a los personajes.
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