El cuarto volumen de Daredevil, que
se compuso de un especial de introducción y 19 números se publico
en España en 3 tomos recopilatorios de la mano de Panini. Este
volumen cierra la etapa previa a Secret Wars y con el se pone fin a
la larga labor a los guiones de Mark Waid con el personaje.
La
estructuración actual del Universo Marvel a base de “temporadas
televisivas” trae consigo la remuneración continua de todas las
colecciones, incluso las más señeras. Así Daredevil que en más de
40 años de historia había conocido apenas dos volúmenes, ha tenido
en los últimos 5 años tres. En lo que a este cuarto volumen
respecta, su existencia no se justifica no por el cambio de equipo
creativo/relanzamiento si no por un cambio en el estatus del
personaje que deja Nueva York para ir a parar a San Francisco, ciudad
en la que convivió con la Viuda Negra durante los años 70. El
cambio de ciudad no implica un cambio de tono en al colección pero
tendrá hondas repercusiones en el personaje que después de tantos
años en la Cocina del Infierno tendrá que adaptarse a la texturas,
sabores y estructuras de su nueva ciudad. Una ciudad que ha cambiado
mucho desde la última vez que estuvo DD. Este será uno de los
elementos a los que tanto Waid como sobre todo Samnee en el plano
visual, sacaran más punta en los primeros números.
Por lo
demás la enfermedad de Foggy y su protección de cara a posibles
ataques de enemigos de Daredevil (destaca aquí que Waid recurra a
una solución que el propio Matt había empleado para si mismo
durante la etapa Chichester) así como la relación cada vez más
consolidada con Kirsten McDuffie, serán los elementos claves de una
etapa en la que DD encontrara muchas más colaboración en la
autoridades locales y donde la figura de un antiguo héroe olvidado,
Mortaja, será más un rival que colaborador en sus intentos por
proteger su nueva ciudad. Unos enfrentamiento que tendrán al Búho
como principal protagonista (en relación a como actuar contra él)
en estos primeros compases. Todo esto iniciara una larga y compleja
trama de fondo que tendrá su culminación en el final mismo de la
etapa.
En
mitad del camino y aprovechando el evento Pecado Original en el que
la muerte del Vigilante hacía que múltiples secretos de héroes y
villanos salieran a la luz, Waid supo arrimar el ascua as su sardina
para contar por fin la historia por la que Maggie, la madre de Matt,
había abandonado a este y a su padre cuando Matt apenas si era un
bebe. Una bella y triste historia de reconciliación y perdón donde
Waid eso si, vuelve a dejar claro el tono que quiere para al serie
trasladando de manera imaginativa y efectiva el escenario de la
acción a Wakanda donde Daredevil se enfrentara a la nueva Pantera
Negra en un combate magníficamente coreografiado por Samnee. Antes
de entrar en la recta final del volumen Waid tendrá a bien recuperar
a Kilgrave en este caso acompañado por unos hijos que parecen recién
salidos de El pueblo de los malditos.
Tras
esto se inicia al camino final de la etapa que será en gran medida
un resumen global de lo que ha sido el trabajo de Waid con el
personaje, y es que si algo a conseguido el guionista de Irredeemable
es que su etapa, teniendo una muy marcada personalidad propia, sea a
su vez una suerte de compendio/resumen de lo que han sido los más de
50 años de historia del personaje. Y es que por un lado ha sabido
recuperar el tono optimista y superheroico del DD preMiller pero por
otro la oscuridad y el tono trágico traído por Miller y amplificado
con distintos matices por sus sucesores, ha estado muy presente en la
etapa, sobre todo desde la llegada de Chris Samnee.
Precisamente
será la recuperación del tercer gran pilar de la época Miller lo
que desencadenara el final de la etapa Waid, y es que tras dar un
enfoque muy original al regreso de Bullseye y tras tratar
tangencialmente con Elektra como apoyo moral para su momento más
difícil en Nueva York será ahora la reaparición de Kingpin la que
volverá a poner a Matt contra las cuerdas. Al contrario que con
Bullseye, Waid si nos presenta aquí un Fisk mucho más tradicional
que enlaza tanto con el hampón intocable de la era Miller como con
el obsesionado con Daredevil de la era Nocentti, teniendo el
conflicto un resultado final con ecos de al etapa Chichester/Weeks.
Un compendio de referencias a la historia de la colección que pasado
por el tapiz de Waid, incluye la presencia de un Mortaja enloquecido,
el imposibilidad de la privacidad en la era “postSnowden”, el
Búho o su hija de la que vimos una versión futura en el especial 50
aniversario. Por el camino tendremos un efímero pero elegante traje
diseñado por Samnee (en un diseño tan arriesgado como interesante)
y nueva muestra del talento y recursos de Daredevil para salirse con
la suya cuando tiene todo en contra.
En
definitiva una despedida de traca con un tono final marcadamente
optimista pese a la tragedia de fondo, con un buen guiño a Born
Again que culmina una etapa plagada de grandes momentos y que se
configura en una de las más relevantes de los más de cincuenta años
de historia del personaje.
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