Ha sido sin duda uno de los estrenos más esperados del año y ha cerrado de paso el ciclo de las tres grandes películas de superhéroes del 2012: Los Vengadores, The Amazing Spiderman y la propia The Dark Knight Rises. Tres películas muy distintas entre si pero que se pueden conectar por la ambición (o falta de ella) de sus planteamientos.
Se ha escrito ya tanto sobre la nueva película de Batman que poco ya puede decirse. Con su mensaje conservador, con su visión personal (demasiado para algunos) del personaje y con su innegable calidad, lo que más me llama la atención de The Dark Knight Rises (el titulo español es un tanto ridículo, ¿no?) es su inmensa ambición. Ambición ciertamente excesiva por momentos que incluso llega a ahogar a la película y que tal vez sea uno de los motivos de que se recibimiento sea más equiparable a Batman Begins (de la que es mucho más deudora e incluso cabría decir secuela directa) que no al de The Dark Knight.
En todo caso, el motivo fundamental por el que me parece destacable esta ambición es por el contraste con la inmensa mayoría de las películas superhérocias de los últimos tiempos. Sin ir muy lejos este mismo año tenemos el ejemplo de The Amazing Spiderman, película de presupuesto parejo a TDKR pero a años luz en cuanto a planteamiento y fuerza. Y es que independientemente de que lo consiga o no, Nolan en TDKR intenta construir un relato inmenso, poderoso, complejo, intenta ir más allá, intenta hacer la película más grande de la historia. El que fracase, incluso el que lo haga estrepitosamente no ha de servir para ocultar su atrevimiento, su osadía, su (de nuevo la clave) ambición.
Frente a esto tenemos The Amazing Spiderman, una película construida con un molde en torno al cual parece que se configuran todas las películas de supertipos. De nuevo perdemos casi la mitad del metraje en contar un origen de sobra conocido por todos, de nuevo tenemos una suerte de capitulo piloto que apenas si presenta un mundo y personajes estereotipados a más no poder, de nuevo tenemos escenas “espectaculares” mil veces vista que ya ni emocionan ni impactan como lo pudieron hacer hace años y de nuevo hay una sensación final de “no esta mal, entretenidilla”, aunque en este caso ni eso, la película es mortalmente aburrida.
The Amazing Spiderman, apenas si se diferencia de Thor, del Capitán América o de Green Lantern en que el personaje es distinto, el resto es igual siguiendo el particular libro de estilo del género. No hay fuerza, no hay ganas de hacer algo grande, no hay imaginación, no hay nada de nada. Lo único por lo que destaca la película de Marc Webb es por su total y absoluta falta de ambición y personalidad.
TDKR puede resultar un tanto decepcionante en su conjunto, puede no estar a la altura de su inmensa predecesora, puede haber sido ahogada por el hipe y por el exceso de un director que tal vez tenga un punto de megalomaníaco, pero lo cierto es que este es el planteamiento con el que pienso que se deberían hacer este tipo de películas: buscando siempre la grandeza. Al fin y al cabo hablamos de mitos modernos, de dioses o semidioses que pisan la Tierra.
Lo curioso es que el de Nolan no es ni mucho el único camino para hacer algo grande en el cine con los superheroes, ahí tenemos a Whedon y sus Vengadores. En las antípodas conceptuales de TDKR, pero que se hace grande por su sentido de la maravilla y la épica, por dejarnos pegados a a la pantalla ante el glorioso espectáculo de entretenimiento en estado puro al que estamos asistiendo. A su manera Los Vengadores son tan ambiciosos, tan grandes como TDKR, más incluso y lo son huyendo del molde preestablecido, teniendo imaginación y ganas de hacer algo diferente.
Al final lo que queda claro es que no es el dinero lo que marca la diferencia (las tres pelis tienen un presupuesto similar) si no el talento, las ganas y si, sobre todo la ambición, aunque como en el caso de TDKR se peque por exceso.
3 comentarios:
El problema no es el exceso de ambición, sino lagunas inmensas en el guión. Todo ocurre por azar y en el último segundo...película demasiado previsible.
Reconozco que en la primera hora de film me pareció estar frente a la obra de cine definitiva, pero tras el enfrentamiento entre Bane y Batman en las cloacas, a tomar viento fresco todo...la película cae en picado, y aun no haciéndose aburrida ni larga, si es, lo dicho, nada original y muy previsible. Eso sí, los últimos 10 seg con "Robin" me emocionaron.
No se, a mi me parece una peli muy grande, enorme, tanto que a Nolan a veces se le va de las manos. Aún así como digo creo que este es el camino para hacer buenas pelis de superhéroes, hacerlas ambiciosas, sin miedo, no simples pilotos.
A mi me parece menos ambiciosa de lo que dices... ¿Épica? ¿Donde está la épica? porque yo no la veo por ningún lado. Pierde mucho ritmo tras la primera hora de película. Ejemplo. Todos sabíamos que Bruce saldría de la cárcel del Infierno. Y que en el primer intento se caería, pero luego lo lograría. Lo de colocar la columna así, ale...en fin.
La sensación de que han transcurrido 5 meses es inexistente, al menos para mí.
Que Bruce aparezca repentinamente en mitad de Gotham cuando hay un bloqueo total y absoluto, con puentes rotos, los bloques de hielo...¿y como ha llegado hasta allí?.
Que Selina volvería para la batalla final, era evidente.
Como "Robin" descubre (inventa) que Bruce es Batman, es de chiste, pero lo dejo pasar.
Lo de la bomba...no estaba en tensión alguna, no se, veía venir todo...
Luego, Nolan ya aburre con el "giro argumental" en los últimos minutos... cuando te has visto toda su filmografía, ya chirría. Estaba claro que Marion Cotillard iba a ser Thalia, y que era ella "el niño" que había huido de la cárcel... y así una tras otra...
No puedes mantener una película de estas características de esa manera. Un desarrollo muy típico y trillado con el clásico golpe de efecto Nolan.
Eso si, prefiero esto al bodrio de "The Amazing Spider-Man"
o al timo de "Prometheus"...para mi las dos grandes triunfadoras del año, en lo que a frikismo y Hype se refiere: "Los Vengadores" y "Dredd".
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