viernes, 30 de septiembre de 2011

Desde la nostalgia, series para el recuerdo II.

Continuo con el repaso de alguna de las series que más me marcaron durante la infancia y la adolescencia, series que en muchos casos vistas hoy no están a un nivel demasiado alto, pero que con todo tienen su aquel.



Los Vigilantes de la Playa: Bueno esto a ver, la serie ya me parecía mala en su momento, con argumentos absurdos, conflictos sin sentido y un David Hasselhoff que estaba lejos de molar tanto como en el Coche Fantástico, pero claro tampoco es cuestión de ponerle tantas pegas a una serie que tenía unos valores tan, como decirlo, neumáticos. Y es que en la hormonada vida de un adolescente ver a Pamela Anderson y compañía en ajustados trajes de baño corriendo a cámara lenta para salvar la vida de algún afortu...esto, desafortunado incauto no requería excesiva racionalización, teniendo eso no podías pedir encima que al serie fuera buena, bueno a lo mejor si, pero tampoco es que te fueras a dar demasiada cuenta. Creo que los valores de esta serie se resumen perfectamente en aquel episodio de Friends, donde Joey se la descubría a Chandler y este solo acertaba a decir “¡¡están, están corriendo, y, y lo hacen a cámara lenta!!”. En todo caso lo que es innegable es que la serie era honrada, sabía perfectamente lo que vendía y a que tipo de público iba dirigida dándole lo este pedía, claro que se mire como se mire, vista hoy ni Pamela Anderson consigue salvar este desastre.




El Principe de Bel Air: Supongo que todos, en algún momento de nuestras vidas hemos tarareado aquello de “al oeste en Filadelfia crecía y vivía sin hacer mucho caso a la policía...”. Serie que lanzo a la fama mundial a la hoy superestrella Will Smith, El Principe de Bel Air es una sitcom bastante clásica que aunque lejos de las grandes del género, sigue teniendo a día de hoy cierto encanto. Es verdad que la serie depende en exceso de Will Smith sobre el que se centra el foco de todo lo que en ella transcurre, pero no es menos cierto que otras sitcom actuales de gran prestigio (pienso en Big Bang Theory o How i met your mother) basan gran parte de su comicidad en un determinado personaje y no pasa nada, además aquí teníamos a Carlton permanente objeto de chanza por parte de Will y que siempre proporcionaba alguna de las situaciones más estramboticas y surrealistas de la serie. Sea como sea es innegable que El Principe de Bel Air es todo un icono televisivo de los 90 y que no somos pocos los que nos acordamos con cariño de una serie desenfadada y divertida que si no carcajadas si consigue aún hoy, sacarte más de una sonrisa.




Alf: Esta serie sobre un extraterrestre que se estrella en la Tierra y es “adoptado” por una arquetipica familia estadounidense era de mis favoritas de chaval, Alf, manipulador, miedica, comedor de gatos y egoísta recalcitrante tenía pese a todo carisma, era un personaje que parecía diseñado para encariñarte con él. De chaval era una serie que no me perdía nunca y que me hacía reír a carcajadas, al contrario que otras de las que he hablado por aquí esta no la había vuelto a ver hasta hace relativamente poco, así que en mi mente seguía siendo una serie simpática que seguramente hubiera aguantado el paso del tiempo. Sin embargo como decía, hace poco tuve la oportunidad de revisar varios episodios y, bueno la verdad es que el recuerdo se desvaneció enseguida, supongo que como sucede con El Equipo-A y tantas otras para disfrutar de verdad de esta serie hay que verla con la mentalidad de un infante dispuesto a disfrutar de lo que le muestran sin cuestionarse demasiadas cosas. Y es que los episodios que pude ver de Alf me resultaron, lentos, escasamente divertidos y demasiado previsibles, supongo que puede ser que pillara alguno de los peores episodios de la serie, pero más bien creo que no, que es mejor dejar a Alf en el recuerdo, como esa serie de la que tanto disfrute de chaval y no volver a acercarse a ella para evitar la decepción.



Fuente video: Youtube.

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