
El comic guarda una interesante relación con, la peculiar situación que vivió el comic como medio en los años 50 con la autocensura y la polémica figura del Doctor Wertham, el cual a través de su infame libro “La seducción del inocente” acuso a los comics de todo lo habido y por haber (desde promover la homosexsualidad (¿?) a fomentar la criminalidad), el libro unido al clima que se vivía en el país (paranoia, caza de brujas y demás) llevo a la industria del comic antes el Congreso de los EEUU, de allí saldría el hoy ya desfasado y casi inexistente Comic Code Authority, un código de autocensura por el que se regirían los comics a partir de ese momento, los comics que fueran aprobados por el Code llevarían un sello distintivo, mientras que los que no en la practica no podrían salir al mercado ya que los quiosqueros se negarían a venderlos y las distribuidoras a distribuirlos, el Code entre otras cosas, prohibía mencionar la palabra crimen en la potadas o la violencia explícita además obligaba a que el criminal siempre pagara por sus crímenes y a que se diera siempre una imagen positiva de las figuras de autoridad (en especial de la policía).
Todo este rollo viene a enlazar con la obra objeto de este post en el sentido de que según la teoría de Miller los comics salieron limpios de la investigación del Congreso y el Code no fue más que una mera excusa de los demás editores para acabar con la entonces boyante EC, editorial que con se había hecho famosa sobre todo por sus truculentos comics de crímenes o de ciencia-ficción con violencia bastante explicita, el Code, siempre según Miller parecía un decálogo de prohibiciones de todo aquello que abundaba en los comics de la EC, bajo este punto de vista Relatos Ofensivos, resulta tanto un homenaje-parodia de aquellas viejas historias como una patada en el culo al Code.
Publicado en 1995 (en España en 1998 de la mano de Norma) el comic se trata de u grapa simple de 28 páginas que contaba con tres historias una de ellas de Sin City (La Hijita de Papa, recopilada después en Alcohol, chicas y balas, pero que se incluía aquí por primera vez) posiblemente como gancho para la venta y dos protagonizadas por el sin par Lance Blastoff, una parodia del típico héroe espacial.

El comic provoca fácilmente la sonrisa cómplice e incluso la sonora carcajada y es que a través de la exagerada amoralidad de Blastoff, Miller demuestra una vez más su (negrísimo) sentido del humor a la par que humilla al Code a la mínima que puede, por lo demás el comic esta muy bien dibujado (con unos dinosaurios la mar de molones) y cuenta con una vez más con un gran trabajo de Lynn Varley en el color, una obra menor pero interesante en la trayectoria de Miller (la mejor frase de todas es sin duda “¡No importa lo que digan esos timoratos, es basura! ¡TIRALA!”) que sin embargo en la única de su carrera Aprobada por Dios (esquina superior derecha de la portada).
5 comentarios:
Tengo ganas e hicarle el diente a ese tebeo. Gracias por recordármelo.
No tenía ni idea de este cómic.
De nada Ternin, el comic en su momento me parecía algo carilo (3,25 por una grapa de 28 páginas por mucha tapa de carton que tenga...) pero claro visto lo de los Eternos de Panini ya no lo parece tanto.
Lord, bueno es una obra muy menor de Miller, pero a mi me resultab muy simpática.
http://thehorrorsofitall.blogspot.com/2007/12/blueprints-for-delinquency-readers.html
Pues muchas gracias por el enlaze.
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