miércoles, 8 de noviembre de 2006

Clásicos DC: Orión.

Hace tiempo que tenía ganas de hablar de la que para mi ha sido una de las sorpresas más agradables del año, el Orión de Walter Simonson, terminada ya su publicación en España, es el mejor momento de hacer un balance general de la obra.

El Cuarto Mundo de Jack Kirby, tiene algo especial, aunque tal no se trata de una obra redonda, debido a que se cuentan demasiadas cosas y se saltan de unas a otras sin un hilo muy claro, la verdad es que lo tiene todo para ser una gran obra, desde su mismo concepto inicial (dos mundos de Dioses enfrentados entre si y con la Tierra como escenario clave de esa lucha), sus personajes carismáticos (Orion, Darkseid...) sus conceptos e ideas (la ecuación de la antivida, la clonación, la genética...en una obra de mediados de los 70), y sus múltiples enfoques (desde critica política a aventura sin frenos, pasando por conceptos como el honor, la verdadera libertad...), hacen que esta obra (que en su momento no fue precisamente un éxito comercial) dejara una huella imborrable en artistas de la talla de John Byrne, Jim Starlin ...o Walter Simonson.

Simonson es sin duda uno de los grandes, su importancia en la industria americana del comic le ha llevado a escribir o dibujar a algunos de los principales personajes de las dos principales editoriales de los EEUU, Marvel y DC, así como (con mayor o menor fortuna) sacar adelante creaciones propias como Star Slammers, gran aficionado a la ciencia ficción y la mitología la obra que le consagro como artista total fue sin duda Thor, comic en el que Simonson llevo un paso más allá al dios nórdico y mostrando su amplios conocimientos de mitología fue capaz de crear uno de los comics más interesantes e inteligentes de los prolíficos años 80, con estos mimbres no es de extrañar que Simonson estuviera en su momento muy interesado en el Cuarto Mundo de Jack Kirby, y es que este permitía reunir elementos de ciencia ficción (dos mundos extraterrestres en guerra) con elementos mitológicos (los habitantes de esos mundos eran en realidad una “nueva” generación de dioses) y por ello ya consagrado como estrella y siguiendo la estela de su colega John Byrne, tuvo a la altura del año 2000 la oportunidad de dar su propia visión del Cuarto Mundo a trabes de una nueva serie: Orión.

La serie se mantendría en el mercado algo más de 2 años (25 números en total, parece ser que la suerte comercial nunca acompaña al Cuarto Mundo aunque sean autores de prestigio quienes se pongan al frente de las mismas) y Pda la acaba de ofrecer en España recopilada en cinco bonitos (y caros)tomos. Simonson muestra desde el mismo inicio lo mucho que aprecia este mundo y sus posibilidades y contando con la colaboración de excelentes complementos (en lo cuales contará con lápices de la categoría de Jim Lee, Frank Miller, o Eddie Campbell), el arranque de la serie es espectacular, partiendo de una premisa que cuestiona el status quo de lo que había sido el hasta ahora el Cuarto Mundo (en el pasado Apokolips y Nueva Génesis firmaron un tratado de paz por el cual ambos gobernantes y como garantía del mismo se intercambiarían a sus primogénitos, y así el recién nacido Orión hijo de Darkseid iría a para a Nueva Génesis, donde seria criado como un hijo propio, pues bien la serie se inicia con la posibilidad de que en realidad Orión no sea hijo de Darkseid), lo números se suceden a cada cual más frenético que el anterior todo destinado para llegar al tan esperado y tantas veces pospuesto combate definitivo entre Orión y Darkseid un combate que acontece en el número cinco de la serie (incluido en el primer tomo de Pda) y donde Simonsosn (emulando el legendario Thor 380 USA donde Thor combate a la serpiente de Jormungand) narra un bestial combate que parece saltar de las páginas y cuyo resultado final parece cambiar de forma definitiva el status de Apokolips, a partir del sexto número asistimos a las consecuencias de lo acontecido en el número anterior, y somos testigos de cómo a Orión se le escapan las cosas de las manos y como incluso el uso de la ecuación de la antivida (formula entre matemática y mágica que permite anular por completo la voluntad de los demás, y que Darkseid lleva años buscando, se supone oculta en la menta de algun/os humano/s y por ello los Nuevos Dioses han llevado su conflicto a la Tierra), con buenas intenciones se acaba corrompiendo, el ritmo y la acción se mantienen frenéticos con un nivel de calidad más que notable , hasta el número 15, en el que se resuelve prácticamente todo lo derivado del cambio de status en Apokolips, a partir de ahí (los dos últimos tomos de Pda), aunque la serie sigue siendo interesante no alcanza ni de lejos la intensidad y la fuerza que la misma transmitió durante los 15 primeros números y poco a poco se va desinflando hasta su definitiva cancelación en el número 25, para entonces hacía ya varios números que Simonson parecía que ya había contado todo lo que realmente tenía que contar.

En definitiva y pese al bajón final estamos ante una serie muy interesante con algunos números magníficos y donde Simonson demuestra que el que tuvo retuvo, una aportación más que interesante aun ya de por si muy interesante Cuarto Mundo.

4 comentarios:

Yorkshire dijo...

Pues me ha entrado la curiosidad. A ver si le echo un vistazo, fer1980.

A propósito, un saludo. Es mi primera visita :)

fer1980 dijo...

Nada pues gracias por pasarte, espero que pases mas veces.

Lord_Pengallan dijo...

Pues mira que yo la deje en el 3 porque no me llenaba lo suficiente por ese precio. Mi proyecto era completarlo en algun momento de menos novedades o con mas dinero, tu post igual hace que abandone ese impulso completista.
A mi el Cuarto Mundo me parece genial, un mundo de Ci-Fi muy bueno y como tu dices, sorprendentemente preclaro, casi como Verne (esas cajas-madre son como los moviles del futuro). En fin, es que es algo tan complejo y amplio, que es dificil de abordar.

fer1980 dijo...

El Cuarto Mundo en genial,las madres caja pueden ser como moviles o como pdas incluso, sobre los 2 últimos de Orión oye baja el nivel pero sigue siendo Simonson.