
La primera de las dos mins dedicadas a la simpar pareja en su versión ultimate llegó con motivo del estreno de la película en 2003 y se trato de una miniserie de cuatro números con Greg Rucka al guión el español Salvador Larroca a los lápices y el genial Danny Miki a las tintas, la mini fue editada en un tomo tapa dura y tamaño ultimate por Forum con el caro precio de 12 euros, aunque eso si contó con algún boceto de Salvador Larroca y un epílogo del mismo.
Siendo el termino ultimate algo presuntuoso ya de por si, la idea de sacar adelante una “Ultimate Elektra” puede llegar a resultar casi ofensivo y es que más allá de Miller nadie ha sabido que hacer realmente con el personaje…nadie salvo quizá Greg Rucka y es que el polémico guionista (autor de una memorable etapa en Batman pero también de una de las etapas más lamentables de la historia de Lobezno así como una más que discutible época en Superman) a lo largo de su estancia en la serie regular de la “Elektra 616” consciente de la imposibilidad de emular a Miller trato de hacer evolucionar el personaje llevándola por caminos no transitados, así que uno, aunque receloso podía acercarse a esta mini con la esperanza de que Rucka contase algo interesante…vana esperanza al parecer, y es que la historia que cuenta Rucka no podía ser más simple, lenta y aburrida, una historia con un “villano” patético que se libra de la cárcel pese a tener todas las pruebas en contra, Rucka tiene al menos la virtud de diferenciar bastante al personaje de la original, a costa eso si de volverla un personaje vulgar y carente de toda magia y carisma, la Elektra Ultimate, es una jovencita hija de un tendero que en su primer año de Universidad asiste a la violación de una amiga y que viendo como la justicia no reacciona decide actuar por su cuenta aprovechando su formación en artes marciales proveniente de años de entrenamiento, contara a tal efecto con la oposición de un Matt Murdock amor a primera vista para Elektra que trata de impedirle dar el paso “definitivo” y que esta asesine sin más al violador, aquí Rucka trata de hacer quedar mal a Matt y es que este oculta a Elektra sus habilidades mintiéndole directamente y reaccionado demasiado tarde como para arreglar el asunto, en fin, si sumamos una historia de amor ñona a un villano falto de carisma y cutre a más no poder junto con unos personajes protagonistas totalmente deslucidos y sosos ¿qué tenemos?, pues eso, Ultimate Elektra es mala tirando a peor y en todo caso se salva algo por el trabajo de un Larroca menos espectacular y más “narrativo” que en otras ocasiones que realiza un buen trabajo ensalzado por el gran entintando de Miki.

Esta segunda mini además de ser bastante más superheroica, esta mucho mejor escrita que la primera y cuenta con la presencia de Fisk así como de la versión ultimate de Bullseye, el comic sienta las bases de la corrupción definitiva de Elektra dejándola en un punto perfecto para justificar su posición como asesina a las ordenes de Kingpin, identidad esta bajo la que ha sido vista varias veces en Ultimate Spideman, además en este caso Matt Murdock queda muy por encima desde el punto de vista ético sobre una Elektra que opta por el camino fácil para salvar a su padre metido en turbios asuntos tras tener que pedir un préstamo a unos familiares liados en negocios sucios con Fisk, Carey sin realizar ni mucho menos un trabajo sobresaliente si hace lo suficiente como para que el comic sea entretenido, cuente con interesantes momentos de acción y homenajea a la continuidad clásica. Larroca por su parte retoma algo su habitual espectacularidad e incluso se permite un particular homenaje a alguna de las escenas vistas en El Hombre sin Miedo de Miller y Romita Jr., un trabajo tal vez menos solidó que el de la primera miniserie pero en todo caso muy llamativo visualmente.
Haciendo un poco de balance de ambos proyectos la verdad es que uno se pregunta el por que de la necesidad de una Ultimate Elektra que no solo no aporta nada al personaje en si, si no que por contra crea un nuevo personaje, soso y sin fuerza que solo contribuye a reafirmar la idea de que nadie salvo Miller debería escribir sobre una mujer a la que ningún guionista (salvo su creador) ha sabido tratar, en cuanto al papel de Matt (que no de DD que como tal solo sale en las portadas), en las minis, la verdad es que totalmente secundario pero en general resulta mucho más interesante que el de la propia Elektra, aunque eso si de nuevo estamos ante un Matt muy parecido tal vez demasiado parecido al de la continuidad clásica, en definitiva dos minis innecesarias que aportan poco al universo de Daredevil y que se antojan como totalmente prescindibles.