martes, 3 de octubre de 2023

Entrevistas a editores, ¿se puede ir más allá del masaje?

Es innegable que, en España al menos, falta una crítica especializada en cómic que permita eso, crear un verdadero corpus crítico sobre el medio, sus vertientes, su evolución su significado o sus variantes. Hay eso sí, una serie de francotiradores que, hacen un esfuerzo realmente remarcable en conseguir que la crítica del cómic, sea equiparable a lo que históricamente ha sido la crítica de cine o la crítica literaria, pienso en históricos como Antonio Martín, Antoni Guiral, Álvaro Pons o mucho más recientemente gente de la valía de Elisa McCausland o Gerardo Vilches. En este aspecto es muy de agradecer la existencia de la ACDCómic que buscan precisamente asociar y fomentar la divulgación crítica del medio. Hay muchos más nombres, pero no este el objeto de ese post, ya que la idea detrás del mismo es que la escasez de este tipo de periodismo critico, es lo que provoca gran parte de los problemas que observo a continuación. 

 Más allá de esto, tenemos una serie de aficionados que, antes en los blog (donde modestamente, podría entrar este espacio) o webs, ahora sobre todo (que no sólo) en los podcast, aportan su visión sobre el mundo del cómic, de una manera desprejuiciada, por amor al arte y en ocasiones con curros realmente desmesurados, con trabajos que parecen hechos por profesionales (pienso, no sólo, en el excelente podcast y web de Es la hora de las tortas). Su trabajo, gratuito y en no pocas ocasiones de enorme calidad, enriquecen el medio y pese a sus limitaciones, llegan a mucha gente, realizando una labor divulgativa que es muy de agradecer. Sin embargo el hecho de estar realizados por aficionados y no por periodistas/críticos, tiene sus limitaciones y una de las más grandes a mi parecer viene en las entrevistas a los editores. 

Estos espacios y fundamentalmente los podcast, se han convertido, con justicia en lugares de referencia para multitud de aficionados (entre los que me incluyo) lo que ha llevado a que sean también sitios muy golosos para los editores, donde pueden dar a conocer, "vender” sus productos, hablar de planes futuros y demás. También es algo muy bueno para estos espacios que, pueden atraer, teóricamente a lectores interesados en los planes de determinada editorial incluso gente que habitualmente no escuche/lea ese espacio. Un win-win de manual, pero, siempre hay un pero... 

En un mundo ideal, el hecho de tener a tu disposición para entrevistar a tal o cual editor, debería servir para ir más allá del publireportaje, para preguntar cosas “polémicas” e intentar indagar en aspectos del mundo editorial que van más allá de “·el mes que viene sale no se que…” Sin embargo, no sé si por esa falta de profesionalismo, por no querer meterse en camisa de once varas o por miedo a no volver a tener acceso a ese editor, nada de esto se hace y cada entrevista de este estilo es un masaje continuo a tal nivel, que he de reconocer que he dejado de escuchar/leer este tipo de material por su absoluta falta de colmillo. 

No digo ya entrar en los precios, es un tema muy complejo, más en la coyuntura actual y no siempre el editor es el responsable de esto. Aunque a este nivel, siempre me pareció escandaloso que quien tuvo la oportunidad, no preguntase a Panini con más ahínco por la salvaje subida de la grapa en un contexto no inflacionista, pero en fin. El tema es que, no sé, preguntar al editor de Norma, en el contexto económico de encarecimiento salvaje del medio, el motivo de sacar la primera edición en España de Do a Powerbomb! en un formato de lujo ultra caro, deba molestar a nadie y creo que es información útil para el lector. 

Lo mismo por ejemplo en el caso de ECC no creo que haya nada de malo en preguntar el motivo de la implosión de la grapa, de a que se debe el formato jibarizado a esos precios, cual es la razón por la que se agota el número 12 The Nice house on the lake y la única respuesta a quien tiene los 11 primeros es “comprate el tomo”, de que ha pasado con su compromiso de “acabar todo lo que se empieza” del que parecen haber renegado o preguntar por el conflicto de interés que supone para las librerías especializadas cosas como el crowfunding o en el caso de Panini los regalos que da por comprar en su web. Son sólo algunos ejemplos de las cientos de preguntas que se me ocurren y van más allá de lo habitual y que creo que interesan al lector. 

Como digo preguntar por todo esto, de manera un poco incisiva, no es ser agresivo y no creo que deba a molestar a nadie. Sin embargo este nunca es el enfoque, el enfoque siempre es publicitario, el conseguir alguna exclusiva sobre que se va a publicar en los próximos meses/el año que viene y un continuo masaje sin ningún enfoque crítico que hace que en mi opinión, este tipo de contenido no valga para nada.

jueves, 17 de noviembre de 2022

ECC: De crowdfunding varios y (la ausencia) de una política editorial.

Se ha generado bastante polémica con el último crowdfunding de ECC y desde aquí, quiero escribir una líneas para dar mi opinión sobre el tema, contextualizando (de nuevo bajo mi punto de vista) un poco lo que ha sucedido.

Cuando una editorial adquiere una licencia, asume u riesgo, esa licencia puede no vender y con ello la editorial puede perder dinero, igual que cuando uno abre un bar, si finamente no entra la gente, es el riesgo que ha de asumir el empresario en este mundo capitalista nuestro, o al menos eso se supone. Cuando esa licencia es ni más menos que DC los riesgos son, evidentemente menores, ya que, aunque obviamente una licencia así es cara, el manejar personajes icónicos como Batman y Superman hace que todo sea mucho más sencillo.

Con todo es innegable que en España, Marvel tiene mucho más peso que DC, su tradición es mucho más larga, no ha pasado por valles tan largos en su publicación como ha sido el caso de DC. Por ello, mientras que Marvel tiene prácticamente todo su catalogo editado de una forma u otra en nuestro país, DC esta muy, muy lejos de eso.

Con todo, desde que Planeta obtuvo los derechos y con ECC siguiendo su legado después, DC ha visto publicado su catálogo actual de manera continuada, estable y sólida. Sin embargo a nivel del pasado, de los mal denominados clásicos (no todo tebeo antiguo es un clásico), la cosa ha sido muy diferente. Mientras que Planeta si tenía, (con mayor o menor acierto, ese es otro tema) una línea y una idea sobre como publicar clásicos, ECC ha carecido de algo así desde el principio.

ECC ha editado clásicos un poco a salto de mata, sin tener un plan claro y sin apostar decididamente por una idea en torno a como afrontar el inmenso catalogo de la editorial americana. Esto ha hecho que la política editorial de ECC haya resultado errática y bastante temerosa cuando menos, por no usar palabras más gruesas para describirlo.

Un punto de inflexión en la publicación de clásicos llego con la salida del Escuadrón Suicida de Jon Ostrander y Luke McDonell, un cómic de culto de los 80, más bien minoritario que, bastante demandado en redes, la editorial se decidió a publicar...al parecer, según ellos mismos han reconocido en diversas entrevistas, sin demasiado éxito. Pese a lo cual, y dado su compromiso (que les honra) de completar entero aquello que inician, la etapa se publico completa.

En todo caso el trauma debió ser grande ya que desde ECC empezaron a buscar alternativas para publicar clásicos más o menos demandados sin pillarse los dedos. Y fue entonces cuando surgió una de las alternativas más polémica de la historia editorial de DC en España: los crowdfunding.

La iniciativa nace de la alianza entre ECC y Spaceman Project, la cual esta especializada en este tipo de lanzamientos. La idea, muy resumida, de un crowdfunding es la de lanzar un producto X que la gente interesada paga por anticipado, obtiene el producto a un precio más reducido al no haber intermediarios y suele tener asociado algún tipo de recompensa.

Los crowdfunding son uno de los pocos conceptos realmente interesantes asociados a esa retorcida idea llamada “economía colaborativa” que en no pocas ocasiones esconde el capitalismo mas salvaje y deshumanizado. Gracias a los crowdfunding (siempre centrándonos en el mundo del cómic) los autores pueden autoeditarse con mucha más facilidad, las editoriales pequeñas pueden lanzar productos asumiendo menos riesgos...En fin que parece una buena idea sin duda.

El problema, claro, estriba es que también abre la puerta a que empresas más grandes, que deberían asumir ellas los riesgos de sacar adelante tal o cual proyecto, usen el crowdfunding para tratar de minimizar esos riesgos, lo cual cuando menos desde un punto de vista ético es cuestionable. ECC hizo justamente eso e 2019, lanzar un crowdfunding de Kamandi de Kirby que fue con el que se abrió la caja de los truenos.

ECC edita DC una marca reconocida a nivel mundial, saca entre 30 y 40 novedades todos los meses de la editorial de Superman, vende lo suficiente como para llevar más de 10 años manteniendo y expandiendo la línea de DC en España, ¿de verdad no puede asumir el coste y el riesgo que conlleva de lanzar un cómic DC al mercado? 

Aquí entramos ya en un debate más espinoso ya que es sobre todo algo ético y como tal muy personal, es evidente que saltarse así a las librerías y luego sacar el mismo producto pero mucho más caro para ellas, cuando has pagado “por la cara” ya la traducción, rotulación y demás es bastante feo. Pero al menos, hasta ahora lo había realizado con cómics o bien de culto o bien minoritarios para los que tal vez, la solución debería haber sido algo parecido a los Marvel Limited Edition de Panini: ediciones limitadas y más caras de lo habitual (que con Panini es decir mucho) pero que al menos edita la editorial, lo cual se supone es su trabajo, y asume los riesgos asociados a ello.

Uno puede entender que el Kamandi de Kirby, la Legión de cinco años después o el Question de O´Neil y Cowan son cómics que más allá de su calidad, pueda suponer un riesgo editarlos, el crowdfunding me parece una solución cobarde que el poseedor de los derechos de ni más ni menos que DC no debería hacer, pero repito, después de la experiencia del Escuadrón Suicida, puedo llegar a entenderlo, al menos un poco.

Pero lo que ha hecho ahora ECC ha sido romper la baraja, y es que además de no te el más mínimo sentido, es una falta de respeto absoluta a la librería, a DC y su historia e incluso al lectores, que aquí puede verse beneficiado en cuestión, pero que ve como la de editorial le pone entre la espada y la pared, al sacar así un material ampliamente demandado y de calidad incuestionable que la editorial ya avisa que si no sale el crowdfunding no sacará nunca. Y es que ECC ha decido sacar por crowdfunding ni más ni menos que los Nuevos Titanes de Marv Wolfman y George Pérez y eso amigos, es harina de otro costal.

Los Titanes son lo más lejos que pueda haber en DC de un cómic minoritario o de culto, son un tótem de la editorial, uno de los cómics más representativos y superventas de los 80 y una de las obras cumbre del Universo DC. Sacar esto así es decir simple y llanamente que ECC no tiene la capacidad suficiente para editar los cómic de DC en España, que no se va arriesgar lo más mínimo con su catálogo, que sacara la vigesimocuarta versión de la Broma Asesina antes de que podamos soñar siquiera con recuperar cómics emblemáticos de la editorial. En definitiva esto deja claro, más allá de cualquier posible duda, que a ECC, DC le viene grande.

lunes, 7 de noviembre de 2022

Forum y yo.

Afrontar los recuerdos de una época que, enmarcada en el pasado, siempre puede parecer más feliz no es sencillo, se corre el riego de edulcorar la historia y de caer en el tópico, pero a esta alturas para mi esta claro que pertenezco a eso que se llama “generación Forum” y que como tal, fue Forum quien cimento las bases de mi yo lector de cómics. Así que hoy voy a hacer un somero repaso por mis inicios como lector y lo que Forum significo para mi. 

Tengo el firme convencimiento que las nostalgia, tal y como la entendemos, no existe, que la idea de nostalgia, por unos tiempos, unas películas o unos cómics es realmente un constructo imaginario sobre una realidad que nunca fue así aunque en nuestra traicionera memoria parezca que si lo fue. Lo que creo que es la nostalgia, es el echar de menos una edad en la que, carente de responsabilidades reales, éramos con ello verdaderamente libres, si no teníamos un duro y en el fondo la libertad estaba muy restringida, pero éramos libres de tener que pagar un alquiler, una hipoteca o la luz todos los meses.

 Las películas o los cómics que disfrutamos en esos años nos marcaron de por vida, ya que eran parte de lo que por entonces significaba la vida en si, todo se vivían con más intensidad y eran realmente “importantes” para nosotros, por ello lo que pienso que produce la nostalgia no son esos productos culturales en si, si no las sensaciones, que en nuestra tierna edad, donde estaba todo por descubrir, esos productos nos produjeron. Y es que no, cualquier tiempo pasado no fue mejor...pero en nuestra mente quizá si lo fuera, al no tener que afrontar por entonces los rigores de la vida adulta. 

Todo esto viene a cuento de la idea detrás de este post, esto es lo que Forum supuso para mi y que es lo que me ha llevado donde estoy hoy (sea donde sea que este) como lector de cómics, ya que antes que nada hay que dejar claro, que pese a toda la mítica y si la (falsa) nostalgia que rodea al sello, Forum estuvo lejos, muy lejos de ser perfecto. Se ha escrito mil veces que Forum fue una revolución que inicio una era de comunicación con los lectores nunca vista en España, que tenía una distribución eficiente, buena rotulación y buenas traducciones, que llevaba artículos y explicaba quienes eran los autores los autores, de donde venían esos personajes y así un largo etc. 

Todo además de ser verdad esta muy bien, y estoy convencido que la llamada “generación Vértice” flipo con ello, pero yo soy de la “generación Forum” y eso lo daba por supuesto, simplemente los cómics Marvel en España eran así, y por lo que a mí respecta siempre lo había sido. Lo que no impedía que me molestaran los episodios partidos, los (casi) siempre molestos complementos o que la forma de publicar, por ejemplo, Inferno, al no estar coordinadas las colecciones, se me destripase muchos meses antes de su final, lo que claro, resulto muy, pero que muy molesto. Mejor no hablar además de la eteeeerna Secret Wars II

Como decía, no era oro todo lo que relucía en Forum y sin embargo….Forum era y en cierto sentido siempre será, para mi al menos, sinónimo de Marvel, como nunca llegará a serlo Panini. No recuerdo con claridad cual fue el primer tebeo Forum que leí, en mi casa mis hermanos mayores compraban cómics que yo devoraba sin mucho orden ni concierto. Eso si, siempre tebeos de Marvel, Mortadelo y Filemon o Superlopez no llegaron a mi hasta mucho después y cosas como Tintin o Asterix, carísimos en aquellos años sólo estaban disponibles en la biblioteca...y la verdad es que, aunque los leía, no “molaban” tanto como Spiderman o Los Vengadores. 

Tampoco recuerdo cual fue el primer tebeo Forum que compre, aunque casi podría asegurar que fue este, ya que tengo muy vivido el recuerdo de como me entusiasmo (¡¡la de veces que lo leí!!). En mis primeros tiempos comiqueros, no seguía ninguna colección concreta, la exigua paga se debía repartir entre golosinas, tebeos y muñecos cutres y no daba para todo. Picaba aquí y allí lo que iba pudiendo y me beneficiaba de que mi hermano mayor coleccionase Factor X, Nuevos Mutantes (cosa que dejó de hacer con la llegada de Sienkiewicz) y alguna otra que ya no recuerdo. 

Viviendo como vivía en un lo que podríamos llamar un pueblo grande (o una ciudad muy pequeña, depende de como se mire) el conseguir las grapas era bastante factible a nivel al menos de Forum, no tanto de Zinco, los retapados eran más difíciles y se pillaban más en ferias de libro viejo que se hacían una vez al año y tomos y proyectos más especiales apenas llegaban. Además algunas grapas parecía tener peor distribución que otras y cas siempre había que recorrer todos los quioscos de la localidad para ver que había salido y que no. 

No fue hasta mucho después cuando empecé a hacer mi propia colección regular, tras un par de intentos fallidos (El Castigador que no me gusto nada y La Cosa que tampoco me entusiasmo) y esta colección no podría ser otra que Daredevil. Es curioso, de Daredevil si tengo el vivo recuerdo del primer cómic que leí, fue este, que me dejo totalmente impactado, en su momento, me pareció algo mucho más oscuro y “adulto” que los cómics que yo solía leer. Con todo, mucho después, cuando vi en el quiosco el número uno de una colección de Daredevil, no dude y me lance de cabeza.

Tengo una curiosa anécdota curiosa a este respecto y es que, cómo decía antes la exigua paga no llegaba para todo y cuando llegó la hora de comprar el Daredevil 2, resulta que ya la había gastado en otros de menesteres lo que hacía parecer que mi intento por empezar una colección volvía a fracasar ante mi incapacidad para guardar algo de dinero para seguirla. Cual no sería mi sorpresa cuando un día al llegar a casa después de jugar en el parque, me encuentro el número 2 de Daredevil en el recibidor. Pocas veces me he llevado tal alegaría, mi hermano mayor me había comprado el tebeo, a ver si finalmente era capaz de coleccionar algo. No sé si hoy sería el fan del personaje que soy y si hubiera escrito un blog contando su historia si aquello no hubiera pasado, pero si recuerdo ese momento, incluso hoy en día, como el mejor regalo que he recibido nunca.

Los recuerdos de Forum se acumulan en mi cabeza y no sé si realmente sigo un verdadero orden cronológico, pero aparte del DD, más adelante y con una paga algo mayor pude seguir otras colecciones como La Patrulla X poco antes del 100 Forum, después X-Men siendo ya un fan absoluto de Jim Lee y gracias a un amigo, pude seguir el Spidey de McFarlane y Larsen. Todavía recuerdo como discutíamos sobre quien era mejor si Lee o McFalane, mientras que yo tenía que reconocer que Romita Jr. en DD estaba muy lejos de ambos (pecado de juventud, que se le va a hacer), aunque nadie me podía negar que los guiones eran mucho mejores, mucho más (de nuevo) “adultos”.

Menos los escarceos iniciales, cuando no coleccionaba nada concreto, nunca fui muy de 4F o Vengadores y relacionados, pero si es verdad que me canse de los mutantes (que mi hermano siguió sin embargo) y trate de probar Vengadores, Iron Man, el Capitán América y Thor. En las dos ultimas tuve suerte, sobre todo con el Capi, con la etapa Waid/Garney, pero lo de las dos primeras fue un desastre con el tema de la Encrucijada. Con todo seguí Heroes Reborn, que eran bastante malas, pero bueno, hasta que me quede sin el 12 de tres de las 4 colecciones al no encontrarlo en ningún quiosco de mi localidad y decidí, un poco cansado de todo y metido ya de lleno en Magic The Gattering, que era otro sumidero de pasta, dejar los cómics. Mi hermano lo había dejado poco antes, más o menos con el fin de la saga Onslaugth, con lo que perdí todo contacto ya no sólo con Forum si con los cómics en general, durante varios años.

No fue hasta que con el estreno de la película de X-Men cuando Forum saco el primer coleccionable de La Patrulla X (al que me suscribí) cuando regrese al redil. Mirando ahora las fechas, son poco más de dos años alejado del mundillo, pero entonces me pareció mucho más tiempo. En aquellos días de currar en verano y cosas así, ya tenía más pasta y poco a poco recupere los números de Patrulla X y X-Men entre que lo dejo mi hermano y que regrese yo a la par que empecé a coleccionar muchos más cómics y conseguir atrasados de más colecciones. Estando ya en León capital y con librerías especializadas a mano ya no había posibilidad de perderse cómics que pudieran ser interesantes y desde entonces ya no he dejado de comprar cómics en ningún momento (aunque ahora de Marvel compro menos que nunca, pero ese es otro tema).

Años después llego la perdida de derechos de Forum (para mi siempre será Forum, por encima de Planeta) que fue menos traumática de los esperado, pero por el camino quedan iniciativas que marcaron la historia de Marvel en España: el contacto con los lectores, la no alteración del material de partida, la posterior sincronización de todas las colecciones, los retapados, la llegada de las Bibliotecas Marvel o los coleccionables...Son sólo algunos de los hitos de un sello editorial que tiene ganado su prestigio y su mítica por algo y que más allá de la nostalgia, termino haciendo un magnifico trabajo publicando Marvel en España.

jueves, 3 de noviembre de 2022

El regreso de las Biblioteca Marvel: historia de una revolución.

En plena escalda de precios sin aparente final y partiendo de la base de la brutal subida de la grapa de hace un par de años, Panini ha sorprendido, con el lanzamiento de un nuevo producto, en tapa blanda y a un precio (relativamente) económico, que además recupera un nombre que revoluciono la historia de Marvel en España y que tan querido ha sido siempre en este blog, el de Biblioteca Marvel.
 

Haciendo un pequeño repaso histórico, aunque hoy en día parezca ciencia ficción, en los albores del siglo XXI la idea de publicar los tebeos fundacionales de la antaño Casa de las Ideas era poco menos que algo utópico. Los fracasos de la línea Classic y de Orígenes Marvel o el que desde la propia editorial (Forum/Planeta en aquellos años) se escribiese en los correo que eran tebeos “muy viejos que los lectores de hoy en día aborrecerían” parecía condenar al olvido una recuperación que apenas si se podía esperar que quedase en recuperación de sagas puntuales. 

Todo esto cambio cuando Alejandro Martínez Viturtia decidió que había que ser valientes y pone toda la carne en el asador, que valía la pena un último intento por recuperar un material que realmente merecía la pena y que no se había editado en España desde Vértice. El proyecto, nacido como Línea Excelsior pronto se vio consumido por su producto más popular, estos es las Bibliotecas Marvel. De nuevo hoy en día, con el mercado actual y tal y como están los estándares de publicación, no se aceptaría algo así: cómics de Kirby o Ditko a tamaño reducido y en blanco y negro suenan hoy a herejía, pero en su momento para muchos de nosotros fue como si cayera mana del cielo. La idea de poder leer todos los 4F desde Kirby hasta la llegada de Byrne, con todos los cruces, anuales y demás, era algo tan increíble que sus defectos fueron abrazados incluso como virtudes. 

Y es que la elección del formato no fue ni mucho menos gratuita, por un lado, el tamaño, inspirado ligeramente en los tan exitosos mangas de la editorial, apelaba con gran inteligencia al factor nostalgia de una generación Vértice que pagaba burradas por material de segunda mano en condiciones cuestionables y pésimamente editado. Ahora podría acceder a ese material al completo (sin saltarse anuales o números de fuera de colección) y sin remontar viñetas, además de contar con una rotulación y traducción profesionales. Por otro lado la reducción de tamaño y el blanco y negro aseguraban dos cosas: precios imbatibles y en teoría disponibilidad de unos materiales en los que en muchos casos el color se había perdido, aunque esto al final también fue muy complejo. Esto unido a que en un año se podía publicar perfectamente cinco o seis de la colección original hacía del producto una joya y como tal fue recibida por un mercado que ahora si, se mostró ansioso de clásicos. 

El éxito de las Bibliotecas Marvel fue tan incuestionable como cuestionable y chapucero fue su final, parecía una vez más que la zozobra llegaba a los clásicos y que lo que había sido un triunfo absoluto paso a ser un lastre casi de un día para otro. Dejando aparte polémicas, lo cierto es que Panini filialmente y tras estar bastante tiempo perdida y sin un rumbo claro, encontró una manera de recuperar una vez más los clásicos y los hizo con algo, que también termino siendo revolucionario. 

En este caso la figura clave es la de la Juilan M. Clemente y la línea fundamental (que no única) es la cariñosamente conocida como Omnigold. Aquí la historia fue (sigue siendo, la línea todavía esta lejos de acabar) bastante distinta. Y es que sin duda inspirados por los tochales de Planeta (entre los que destaco La Muerte de Superman) Panini saco al mercado un ya mítico tomo de Estela Plateada que recopilaba en color y a tamaño USA todo el Silver Surfer de Stan Lee y John Buscema en sólo tomo. Al contrario que sucedió con las Bibliotecas Marvel, donde se puso toda la carne en el asador, aquí la editorial fue mucho más prudente y empezó despacio, muy despacio. 

Tiene sentido, claro, no estamos hablando de cómics baratos que permitan un lanzamiento más ambicioso, no estamos hablando de tomos de (por entonces) 35/40€, que si, tenían un gran relación cantidad de paginas/precio, pero que aún con eso era mucho dinero y estaba por ver como respondería la gente. El que al principio no fuera un recuperación sistemática y se hiciera de manera “desordenada” no fue óbice para que el producto fuera lo suficientemente exitoso y permitiera con el paso de los años situarse a la a la altura de las Bibliotecas Marvel, recopilando gran parte de la corriente principal del Universo Marvel desde sus orígenes hasta bien entrados los 80, pero con una diferencia fundamental: a color y a tamaño USA. 

A todo esto se unieron los ya extintos Marvel Gold en tapa blanda, los Marvel Limited Edition para colecciones más minoritarias o los Marvel Héroes para etapas más modernas, lo que dejando a un lado sus aspectos más “oscuros” (sobre todo el precio, en no pocas ocasiones abusivo) ha permitido ir recuperando un elevado porcentaje de lo publicado por Marvel desde su origen como tal (que cabría cifrar, con muchos matices, en el número 1 de los 4 Fantásticos) hasta finales de los 80, principios de los 90. Con todo esto, y con mucha expectación, Panini vendió por redes sociales la llegada de una nueva línea editorial que iba a hacer una vez más historia en la publicación de cómics Marvel en España, el tema que tuvo su polémica al filtrarse antes de tiempo se resumió en el regreso, conceptual al menos de las Bibliotecas Marvel

Al final, visto lo visto, esta claro que el anuncio de Panini ni es revolucionario, ni es histórico y es que precisamente sus predecesores las Bibliotecas Marvel originales (por publicar este material de manera sistemática) y los Omniglod (por hacerlo a color y en tamaño USA) son los que le arrebatan ese calificativo. Sin embargo eso no resta interés y ambición a esta nueva línea. Vayamos por partes: 

- Recuperar las 160 páginas y el precio estable (12€ al principio, con la duda de cuanto tiempo se mantendrá así) permite emular en ese aspecto a las Biblioteca Marvel originales, haciendo que las colecciones no se centren tanto en sagas o similares como en ser precisamente eso, colecciones con vocación de continuar.

 - Al contrario que los Omniglod en sus inicios aquí si estamos ante una recuperación sistemática y ordenada. Esto eso se empieza por el principio y sale de forma mensual, lo que de nuevo enlaza con las Bibliotecas Marvel originales. Y es que aunque seguir Daredevil (cuatro años sin un tomo), Iron Man o Hulk en Omnigold, se esta haciendo un dolor eterno que parece que nunca va acabar. Esto no parece que vaya a pasar con las nuevas BM.

- Tal vez el aspecto más novedoso y que si tiene algo de revolucionario, sea la recuperación cronológica que sin duda busca transmitir esa sensación de universo compartido tan propia del Universo Marvel, emulando en cierta medida las sensaciones que pudiera tener un lector primigenio de ese material. 

Con todo y aunque sinceramente deseo que la línea triunfe y llegue lo más lejos posibles, si veo puntos oscuros en el horizonte de una línea, que nace con la incertidumbre del precio ante la salvaje escalada que estos están teniendo casi mes a mes en Panini. Y es que ¿realmente hay un publico nuevo ahí fuera interesado en este material?, ¿no es una línea que se pisa con unos Omnigold que ya ha sacado el material a color y a tamaño USA? Como digo son dudas, no conozco las respuestas, pero en todo caso iniciativas como esta siempre son cosas que desde aquí voy a aplaudir. El dicho de cómics populares a precios populares,  casi un lema para este blog y que por desgracia, tan lejos parece hoy en día, se refuerza con estas ediciones. Así que una vez más ¡A MI DADME BIBLIOTECAS MARVEL!

martes, 8 de septiembre de 2020

Superman Año Uno de Frank Miller y John Romita Jr.

Miniserie de tres números sacada en España por ECC en formato de lujo (ultracara) que, como siempre pasa con cualquier cosa que hace últimamente Miller (y Romita Jr.) ha causado un gran división de opiniones. 

Desde que en Dark Knight, Miller retratara a Superman como una especie de títere del gobierno americano (aunque en realidad el asunto es muucho más complicado), este siempre ha declarado sentirse en “deuda” con el personaje, añadiendo que el motivo de sacarlo así tenía más que ver con el contraste buscado con la representación de Batman como outsider que no con una su visión como tal del último hijo de Krypton

Deseoso de tener en su particular comicgrafia un tomo con la gran S en el lomo y recuperado de sus problemas de salud, Miller, tras el ensayo que supuso DKIII regresa a su peculiar Universo DC con control completo en los guiones y al igual que hiciera en el excelente One-Shot, La última cruzada , lo hace acompañado de Romita Jr., con quien en los 90 pergeñara una de las grandes obras maestras del genero: Daredevil, el hombre sin miedo

Siendo innegable que Romita Jr ha conocido épocas mejores, no lo es menos que conserva su fuerza que tanto recuerda a Jack Kirby y que permite que sus cómics tengan una energía arrolladora que disimula sus defectos en cuanto a anatomía y proporciones. Miller por su parte ha firmado (y muy recientemente además) trabajos francamente mejores que este Año Uno de Superman, pero su estilo es netamente inconfundible al igual que lo que desea contar. 

Cada uno de los tres libros esta ambientado en tres situaciones bien distintas, pero siempre entrelazadas de la vida de Superman, cada una dejando claro desde el principio como es el Superman que ve Miller: alguien que no soporta a los abusones, que actúa siempre en favor de lo que considera que es justo, posicionándose siempre del lado del más débil y que pese a ser criado como humano sigue sintiéndose algo alienado y ajeno en el mundo. 

El primer libro, sin duda el mejor de todos, narra la vida de Clark en Smallville y como hacer frente a unos abusones sin hacer un uso desmedido de su poder, Miller deja claro que ante un problema complejo no caben soluciones fáciles. No es es la especialidad de Romita Jr dibujar niños pero si consigue recrear el aspecto presuntamente bucólico de un pequeño pueblo americano...que también esconde monstruos en su interior. En todo un rito iniciático de transición hacía la madurez, Miller se esfuerza en mostrar como Clark aprende de su entono mientras que trata (con éxito discutible) de encontrar soluciones no violentas.

El segundo libro parte de la idea de la necesidad de Superman de seguir aprendiendo, de seguir creciendo, lo que le lleva a alistarse al ejercito, decisión harto cuestionable de lo que el propio personaje se dará cuenta al ser incapaz de seguir ordenes, actuando en pos de aquello que cree necesario, el tomo, tal vez el más flojo de los tres, narra también una bizarra historia de amor submarino que parece concebida para hacer ver a Superman que el mundo es mucho más grande y maravilloso de lo que podía sospechar. 

En el tercer libro, llegamos por fin a Metrópolis con un Superman mucho más seguro de si mismo y sobre el que Miller deja una vez más clara su visión del persona. Clark Kent es una máscara, una herramienta que le permita hacer su trabajo. Un enfoque que choca bastante con la tradicional visión del personaje desde Byrne y que lo emparenta más con el famoso discurso de Bill en el Kill Bill de Tarantino, pero que dentro del peculiar universo milleriano tiene su sentido. En el cómic vemos también los primeros encuentros de Superman con Luthor, con Batman o con Wonder Woman, ampliando los horizontes del personaje por todo el Universo DC en su versión made in Frank Miller. 

Así tenemos al Batman chulito y pagado de si mismo de All Star, que no siente el más mínimo miedo (casi ni respeto) por Superman, o una Wonder Woman irremediablemente atraída por él y sin duda la más madura e inteligente de los tres. Luthor por su parte es mostrado como un poderoso empresario manipulador y con toques psicopáticos no muy distinto a su visión tradicional. 

El enfoque de Miller parte de una narración con perenne voz en off en la que la voz interior de Superman y sus puntos de vista son casi omnipresentes, resultando refrescante cuando se cambia el punto de vista, ya sea al de Luthor o la de Wonder Woman, Su idea de un Superman, con todo inocente y dispuesta a creer siempre en la bondad de la gente contrasta con la actitud cínica de Batman o la mucho más guerrera de Wonder Woman, 

Estamos pues ante una obra que se centra en el crecimiento de Superman, en la forja de su carácter y en los motivos que le llevan a usar sus vastos poderes sólo para ayudar, nunca para conquistar o imponer, un cómic que con sus problemas, deja claro que Superman siempre piensa en el bien mayor.

domingo, 21 de junio de 2020

Historia de un hombre sin miedo especial: El Daredevil de Charles Soule III.



Tras analizarla a nivel numérico/estadístico y tras centrar sus claves temáticas, cerramos la serie de post dedicados al Daredevil de Charles Soule con un breve resumen de su larga etapa en Daredevil.

Como viene siendo habitual desde los albores del siglo XXI, la estructura de las diferentes etapas de las colecciones superheroicas están enfocada en torno a arcos argumentales , de mayor o menor duración, para su posterior recuperación en tomos. La publicación en España de toda la etapa en tomos directamente, ha potenciado esa estructura. Son en total ocho tomos (mas uno en forma de epílogo ya sin Soule) los que recopilan la etapa completa y aunque no coinciden exactamente con los arcos argumentales (algunos muy cortos de dos o tres números) si sirve como clara guía de lo que será el conjunto de la etapa.

El primer tomo, Chinatown, sirve de presentación del nuevo estaus del personaje, con su traje oscuro, el retorno de su identidad secreta, su papel como fiscal o su regreso a Nueva York y de paso a asistimos a la presentación de Punto Ciego como particular sidekick de Daredevil. Soule intenta retornar el trasfondo social, tan querido a la strip, con el tema de la inmigración, con personas indefensas ante la explotación, por el estatus legal de su situación en el país. Hay buenas intenciones y el dibujo de Garney es fantástico, pero el conjunto termina siendo decepcionante al no conseguir implicar al lector en la situación que describe y presentar un villano de todo punto ridículo.

No supone un gran mejora el segundo tomo, El bluff del hombre ciego. Incluye dos arcos argumentales que exploran el nuevo estatus del personaje dejando claro que ni siquiera aliados (Spiderman) o antiguas amantes (Elektra) recuerdan la identidad secreta de Daredevil, mientras que el misterioso responsable de ese estatus se dedica a jugar con con el Matt, tratando de complicarle la vida. De nuevo Soule no consigue ninguna implicación emocional con el personaje y sus aliados y el secreto en torno a como a recuperado su identidad, empieza a ser más molesto que misterioso,.

Es el tercer arco, Arte Oscuro, de nuevo con Garney a plena potencia, cuando la etapa empieza a crecer y ganar interés, sobre todo al conseguir implicar por primera vez, emocionalmente, al lector con lo que le pasa a los personajes. Todo empieza con la creación de un espeluznante y psicopatico villano que hace entender a Punto Ciego el verdadero precio a pagar por se un héroe y que pone en cuestión todo lo que Daredevil estaba intentado hacer con él.

La buena racha sigue con Identidad, donde por fin se da a conocer el motivo tras la recuperación de la identidad secreta de Daredevil, en una historia construida con lógica, que sienta sus bases en la anterior etapa, la de Waid/Samnee y que ofrece respuestas más que satisfactorias para el nuevo estatus del personaje que ha de enfrentarse a si mismo para conseguir salir adelante, eso sí, más reforzado que nunca.

En la misma línea cabe situar el arco Supremo que da sentido a la labor de Matt como fiscal y que justifica con creces lo que se había venido construyendo desde el primer número de la etapa. Aquí Soule hace por fin honor a su faceta de abogado y sin perder nunca al lector, consigue crear un cambio sustancial en la estructura y el estatus jurídico del superhéroe dentro del Universo Marvel. Con los dos últimos arcos, Solule había conseguido dejar a las claras cual era su idea central tras la etapa, que estaba contando esta poco a poco pero sin perderse, faltandole quizá algo de pulso narrativo, pero siempre con el destino claro en el horizonte.

Acabados esos dos arcos, parece que lo que Soule quería contar ya estaba contado y entramos ahora en otra fase de la etapa que, plagada de ideas y conceptos interesantes, no termina de concluir y deja un poso de insatisfacción. En primer lugar tenemos Alcalde Fisk, donde, por temas que coleaban del asunto de Punto Ciego, y con La Mano de por medio, Daredevil ha de ausentarse de Nueva York durante meses y se encuentra a su regreso que Fisk a ganado la alcaldía de su ciudad.

La idea, con ecos de actualidad (hay evidentes paralelismos entre Fisk y Trump), será lo suficientemente potente como para que trascienda las páginas del Guardián de la Cocina del Infierno y afecto en pleno al Universo Marvel, en especial a Spiderman, lo que impide a que Soule deje cerrada esta trama al final de su etapa. Con todo, con lo que aquí Soule vuelve a jugar es, con la estrecha relación de odio que une a Fisk y Matt y como ambos desean controlarse mutuamente, uno ofreciendole ser su mano derecha en la alcaldía, para desactivar su posible labor en la fiscalía y de paso blanquear su imagen, otro aceptando para controlar a Fisk y tratar de desmontar su administración desde dentro.

Aunque Matt esta convencido de la imposibilidad de que Fisk ganara las elecciones limpiamente, la saga deja a la claras que es más que posible que así pasase...aunque también puede ser lo contrario, una ambigüedad que queda en nada cuando la Mano ataca brutalmente Nueva York en busca de Punto Ciego y Daredevil, y cuando con Fisk herido de muerte, Matt tiene que asumir la alcaldía en un arco (llamado explícitamente Alcalde Murdock,) plagado de acción y con Matt manteniendo un equilibrio delicado entre su identidad superheroica y su faceta pública, donde Foggy jugara un papel clave.

Queda el último arco, La muerte de Daredevil, donde lejos de aprovechar para cerrar tramas, Soule narra números muy locos, donde con los inhumanos de por medio (Soule fue el guionista principal del intento fallido de creación de una franquicia en torno a ellos y en toda su etapa en DD han tenido un protagonismo más o menos relevante) asistimos al sorprendente regreso de Mike Murdock, o donde Matt, sufre un accidente similar al que doto de sus poderes quedando al borde de la muerte. Lo curioso es que todo el arco juega con una idea, que hubiera puesto un broche de oro a la etapa...para tirarlo todo a la basura en el último minuto, lo que deja una cierta sensación de impotencia y desencanto en el lector.

De esto sale el epilogo a la saga, ya sin Soule, la miniserie a cargo de Erica Schultz y Marcio Takara, Daredevil: ¡El hombre sin miedo! (que si alguien en Marvel tuviera sentido común, hubiera llamado de otro modo, ya que ese es el titulo de la canónica miniserie noventera de Miller y Romita jr.) que básicamente trata del proceso de recuperación, física y mental de Daredevil y que sinceramente es perfectamente prescindible.

Nos queda pues, una etapa irregular, que empieza mal, mejora a medida que avanza llegado a tener tramos más que notables y que termina de manera muy decepcionante, sin cerrar tramas y con una sensación de que todo podía y debería de hecho (lo que casi pasa en el último arco, es la prueba) haber sido mucho mejor. Y es que, uno no puede evitar preguntarse si lo que esta a punto de pasar, es como realmente Soule quería cerrar su etapa (famoso es el caso de Englehart en los 4F cuando al final de su etapa se dedico a contar historias alternativas con aquello que realmente quería contar, pero la editorial no le dejo) pero la editorial no quería que se cerrasen determinadas tramas por su potencial. Pero esto es, claro, mera especulación.

domingo, 31 de mayo de 2020

Historia de un hombre sin miedo especial: El Daredevil de Charles Soule II.



La etapa de Charles Soule en Daredevil, aunque larga es bastante fácil de estructurar dada su condición de historia río, y es que con sus muchos defectos, lo que no se puede negar al guionista de Milwaukee, es que tenía muy claro la historia que quería contar. Hoy vamos a analizar un poco las claves de la etapa y su estructura, para en el tercer y definitivo post quedará un breve resumen/crítica de los diferentes arcos de la etapa.

A la hora de afrontar la etapa Soule en Daredevil hay que tener en cuenta varios condicionantes previos que serán en si, los tres pilares sobre los que se apoyara su estancia en la guiones del hombre sin miedo. La exitosa y larga etapa de Mark Waid (pronto con Chris Samnee como dibujante regular) se había caracterizado, entre otras muchas cosas, por rebajar el tono hard boiled del personaje y revindicar en cierta medida su faceta más alegre y desenfada del personaje pre-Miller. Con este nuevo relanzamiento (enmarcado dentro de el enésimo movimiento publicitario de Marvel, ahora llamado All New, All Diferent) se pretendía, muy influenciados por la magnifica serie de televisión de Netflix, recuperar esas raíces más oscuras y sucias del personaje, acudiendo a un tono más milleriano.

Por otro lado, Soule, abogado de profesión, parecía un guionista ideal para poner en valor esa faceta del personaje, cosa que había conseguido en su celebrada etapa en Hulka con dibujos de Javier Pulido y cuyo protagonismo en la colección siempre había sido muy irregular. Por último y desde el final de la etapa Bendis/Maleev el personaje venía arrastrando el que su identidad secreta fuese pública, algo que había condicionado todas las etapas posteriores del personaje en una medida u otra, unos había lidiado muy bien con ello (Waid) otros muy mal (Brubaker), pero en cualquier caso era una losa que pesaba mucho sobre el personaje.

Con estos elementos como base del trabajo de Soule, tenemos en primer lugar un oscurecimiento del personaje que se nota ya en el traje diseñado por Ron Garney y el tono de las historias más detectivesco y con el noir como base. Partiendo también de la idea (muy discutible) de que Daredevil es el Batman de Marvel, Soule decide dotarle de un sidekick al más puro estilo Robín. Punto Ciego será el muchacho que con una especie de armadura (¡¡que va a pilas!!) creada por el mismo y que le da invisibilidad, usara su leve conocimiento de artes marciales para defender su comunidad de varios mafiosos..

La idea aunque algo ridícula, sirve a Soule para dar un toque social a la colección, algo que siempre a funcionado muy bien en Daredevil, Punto Ciego es un inmigrante ilegal chino y Daredevil le toma bajo su ala, consciente de que lo haga o no, el chico va a seguir defendiendo a los suyos, así al menos tendrá un entrenamiento decente que mejorara sus habilidades. Todo esto enlaza bastante con la etapa Nocenti/Romita Jr recordando el personaje de Punto Ciego a Tyrone. El que Daredevil ejerza de maestro cual Stick, traerá problemas y la carrera heroica de Punto Ciego tendrá múltiples consecuencias, sin embargo el tema social que era el enfoque que mejor parecía funcionar aquí, muy pronto dejara de tener importancia.

Respecto al tema de la abogacía, en principio pareciera que su importancia iba a ser relativa, ya que muy pronto pasa a segundo plazo, sin embargo la construcción de la etapa y el verla en su conjunto deja claro los planes a largo plazo que tenía Soule y como esta faceta será uno de los puntos culminantes de su etapa, con cambios muy importantes para el estatus legal de los superhéroes que deberían tener importantes repercusiones en todo el Universo Marvel. Con todo al principio de la etapa nos encontramos a Matt habiendo dejado la abogacía por libre y pasándose al “enemigo”, siendo así fiscal dentro del la ciudad de Nueva York y empezando realmente por lo más bajo, siendo su despacho un cubículo en lo que antes era el hueco del ascensor y teniendo varias dificultades en sus primeros casos.
En cuanto al tema de la identidad, fue una de la mayores polémicas con las que empezó la etapa. Si con Waid, Matt estaba en San Francisco, con pareja y habiendo asumido que su identidad secreta sería algo que nunca podría recuperar, la etapa Soule se inicia con Matt de regreso a Nueva York soltero y sin que nadie, absolutamente nadie, recuerde su identidad secreta. Sin explicaciones, la etapa empieza así y más de un lector puede tener la sensación de haber sido engañado, sin embargo, poco a poco, Soule va dejando pistas aquí y allí de lo que ha sucedido. El como, el porque y lo que esta dispuesto a hacer Matt para protegerlo, será el tema de fondo de por lo menos la mitad de la etapa hasta que, de manera sorprendentemente coherente y muy bien pensada todo tiene su explicación.

El tema de la identidad secreta y la recuperación de la misma, le sirven a Soule para ahondar en la esencia misma del personaje, sus motivaciones, su psique, por que hace lo que hace y sobre todo porque sigue haciéndolo y todo aquello a lo que ha de renunciar por el camino. Y es el que guionista de Inhumanos, lo que si deja claro es que comprende al personaje a la perfección y cuales son los mecanismos que le hacen funcionar. Identidad secreta, noir y mundo judicial serán por tanto los pilares en torno a los que se estructura una etapa que empezó mal, se desarrollo de manera magnifica con dos arcos espectaculares y concluyo de manera algo decepcionante. Pero esa queda ya para el próximo día.