domingo, 21 de enero de 2018

“Mis Comis” de 2017.

Este año, tal vez porque me he centrado más en las reediciones y en conseguir material antiguo de Marvel que en las novedades propiamente dichas me ha costado algo más elaborar un top. Pero siempre acaban saliendo maravillas que destacan y al final estas han sido las cinco novedades que más me gustaron del mundo del cómic el año pasado.

5.- Klaus de Gran Morrison y Dan Mora (Panini/BOOM! Studios): No es desde luego el mejor trabajo de Morrison, es más está lejos de ser un cómic que represente lo que suele hacer Morrison en el medio, y sin embargo es un cómic maravilloso. Contribuye mucho a ello el magnífico trabajo de Dan Mora, todo un descubrimiento, un autentico portento narrativo que un estilo claramente influenciado por la animación disneyana consigue dar al cómic un acabado formal que le hace destacar en un simple vistazo. Además Morrison traza un guion donde la aventura y la lucha contra la injusticia están en primer plano. Un cómic simple, pero tremendamente bien escrito, con un interesante subtexto sobre el paganismo, el autentico origen de la navidad y el control y oscurantismo traído por la iglesia.

4.- El caballero oscuro III: La raza Superior de Brian Azzarello/Frank Miller y Andy Kubert (ECC/DC Comics): Si ya el año pasado logro entrar en el top cinco este año con su conclusión no podía ser menos. Está claro que este DK III está muy lejos de la influencia y relevancia del DK original, no es desde luego un cómic adelantado a su tiempo como lo fue el DK II. También está claro que más allá de su labor (desatascada casi siempre) en las historias de complemento, en DK III el trabajo de Miller ha sido más el de consultor y el de diseñador global de la trama que no es de guionista. Todo esto no impide que este El caballero oscuro III: La raza Superior sea un magnifico cómic de superhéroes muy bien escrito y muy bien dibujado donde Superman tiene tanto protagonismo o más que Batman y donde los héroes han de hacer frente a una peligrosa amenaza fundamentalista lo que en cierta medida enlaza con Holy Terror pero de manera mucho más sutil e inteligente.

3.-Omega Men de Tom King y Barnaby Bageda (ECC/DC Comics): Realmente potente el año de Tom King en España, no solo hemos visto la conclusión de su soberbia Visión con su segundo tomo a primeros de año si no que también ha arrancado con fuerza su muy interesante etapa en Batman tras un inicio algo titubeante, además claro de la publicación del segundo tomo de la también magnifica El Sheriff de Babilonia. De todo su trabajo publicado este año me quedo sin embargo con estos Omega Men que tanto ha tardado ECC en traer a España. Una amarga historia de marcado tono político sobre las dictaduras, el genocidio y las revoluciones que no deja títere con cabeza mostrando como el ejercicio del poder sin control solo lleva al desastre. Además sin Dan Mora en Klaus fue un descubrimiento Barnaby Bageda lo es aún más con un dibujo brutal tanto en fuerza como en narración.

2. - The Wiked and the Divine de Kieron Gillen y Jaime McKelvie (Norma/Image Comics): Desde su colaboración en la muy sorprendente Jóvenes Vengadores de Marvel, la pareja Gillen/McKelvie ha sido una de las parejas artísticas que con más interés he seguido, a la altura de la Brubaker/Philips y quizá solo un poco por debajo de la de Morrison/Quitely. Este The Wiked and the divine es una obra de marcado carácter pop, donde la música, el fenómeno fan y la sociedad tremendamente mediática y tecnológica en la que vivimos se mezcla con éxito e interés con la magia y los dioses. Partiendo de una idea típica en torno a quien lo hizo, el cómic aparece como un certero reflejo de nuestra época de adoración a los famosos y ultrainformación. Dos tomos han caído este año a cada cual mejor.

1.- Provindece Lo innombrable de Alan Moore y Jacen Burrows (Panini/Avatar Press): Un poco lastrado por el excesivamente estático dibujo de Burrows, Alan Moore propone una relectura de la obra de Lovecraft en clave no solo sexual, pero si situando el sexo en el cetro que consigue tornarse en una de las más complejas, inteligentes y fieles interpretaciones del creador de los Mitos de Cthulhu. Providence aparte de cómo cómic funciona como ensayo sobre el trabajo de Lovecraft y el tipo de terror que este escribía tan diferente del de sus antecesores, consigue en su final englobar casi todo el trabajo de Moore sobre Lovecraft en una única visión teniendo un cierre tan satisfactoria como sorprendente. Sin duda el cómic del año.

Fuera se han quedado cosas tan interesantes como el Trees de Warren Ellis y Jason Howard una obra compleja que apenas si presente el escenario en su primer tomo pero que deja con ganas de más, The Unwritten: Tommy Taylor y el barco que se hundió dos veces, un portentoso cómic de Mike Carey y Peter Gross que sirve de precuela a esa maravilla que es The Unwritten (cuyo último tomo también cayó este año) pero que conviene leer después, La Patrulla Condenada de Gerald Way y Nick Derrintong un precioso homenaje a la Patrulla de Morrison con entidad propia, o las nuevas entregas que han caído este año de varias series de Image todas ellas de enorme calidad, Lazarus, Paletos Cabrones, Inyección, Ciencia Oscura, Saga o Paper Girls. Además claro de la nueva y muy esperada entrega de Invencible. Si, al final podría haber hecho un top ten pero prefiero hacer un solo post y no tan largo.

viernes, 12 de enero de 2018

2017 un año de cine.

Cuarenta y seis películas de estreno he visto finalmente este 2017 recién finalizado, tres más que el 2016. Como aquel ha sido también un año muy interesante en el que elaborar el top cinco ha resultado complejo. Como siempre el orden del top es descendente de la quinta a la primera película del año y esta representado por los carteles que ilustran el post.

Empezó potente el año con una delas películas más interesantes del mismo, Silencio de Martin Scorsese, una película dura y compleja, como el tema que trataba: la esencia misma de la fe, del acto del hombre de creer. Al final sin embargo, termina recompensando al espectador su fe en el cine. Le siguió La, la, land La ciudad de la de estrellas, otro de los estrenos más interesantes del año que con su precioso envoltorio escondía un amargo de relato de renuncia en pos de conseguir unos sueños que a veces tienen un precio demasiado elevado. Pasamos luego a Múltiple una escalofriante y claustrofobica propuesta de un renacido Shyamalan cuyo guiño final ha sido de lo más celebrado del año. También a principios de año llego otro de los estrenos más interesantes de este 2017, Trainspoptting 2 un desgarrador ejercicio de antinostalgia que se revela desde el principio, con acierto y valentía, contra la moda imperante en una época donde la nostalgia se ha convertido en la razón de ser de tantos productos culturales.

A partir de aquí entramos de lleno en el cine de superhéroes inaugurado con la muy mediocre Batman Lego, que si, esta plagado de guiños graciosos y luce como homenaje al personaje y a toda su trayectoria audiovisual pero que su desarrollo tan brutalmente conservador y tópico termina lastrando. Siguiendo con DC pero en este caso dentro de su Universo Cinematográfico brilla con luz propia Wonder Woman, más que por su película en si, que pese a momentos puntuales de brillantez es en general bastante mediocre, por como ha conseguido calar el personaje en el publico y como ahora si, se ha convertido por derecho propio en miembro de esa Trinidad de DC que hasta ahora parecía más bien un dueto. La Liga de la Justicia por su parte si por algo destaca es por su pequeñez. Más allá de sus errores (muchos) Batman vs Superman era una película grande y plagada de ambición, la JLA debería haber sido aun más grande, corrigiendo claro, los defectos de su predecesora pero al final resulta ser una mera aventurilla que en cómic hubiera ocupado una o dos grapas de una etapa de transición entre autores.

Entrando ya dentro de Marvel (aunque este caso de la mano de la Fox) empezamos con la interesante Logan, si bien es cierto que el concepto “crepuscular” se ha usado en exceso para hablar de esta película no lo es menos que le viene como anillo al dedo. En el debe de la misma esta en que pese a sus muchos e innegables aciertos, el tedio se apodera de ella en no pocos momentos. Algo que no encontramos en Guardianes de la Galaxia 2, y es que el espíritu festivo de esta franquicia es contagioso, aunque quizá cabe decir por otro lado que es demasiado formulaica en su semejanza a la primera. Muy distinta por contra a todas las películas de Spiderman realizadas hasta la fecha es Spiderman Homecoming que de tanto querer diferenciarse se pasa de frenada, y es que si bien es cierto que lo que menos necesitaba el personaje era que se volver a contar su origen, no hubiera estado mal dotarlo de motivaciones y no convertirlo en una caja vacía y menos aun en un mini Iron Man. En el haber de la peli esta el casting y el ambiente de instituto, así como el villano, en su debe destaca el que aunque la peli gira con acierto en torno a la idea de poder y responsabilidad tan central en el personaje, lo cierto es que parece que Peter no llega a aprender la lección. Cerrando Marvel Studios ya a final de año llego Thor Ragnarok, una suerte de comedia en el que sus múltiples y potentes momentos épicos quedan lastrados por un humor que no sabe cuando frenar.

Siguiendo con el mundo del cómic pero lejos ya de los superhéroes cuatro ha sido las adaptaciones que he visto este año, Ghost in the Sell que pese a su pirotecnia visual y su claro homenaje a Robocop se queda finalmente en nada. A otro nivel, algo parecido le pasa a Valerian y la ciudad de los mil planetas, visualmente es una autentica maravilla, pero al final termina quedando enterrada por un desarrollo previsible y manido. Kingsman y el circulo de oro, peca un poco de lo mismo que Guardianes 2, es demasiado parecida a la primera y ya no sorprende, lo que no quita que sea, al igual que aquella, una película tremendamente entretenida y disfrutable. Quedaría por mencionar Atómica una película de espías por momentos ininteligible y en la que sus escaso aciertos no compensan sus visionado, por suerte se olvida al poco de acabarla.

Pero no solo de cómics viven los blockbuster y Star Wars Episodio VIII: The last Jedi así lo demuestra. Enorme controversia la creada por una película que en todo caso es innegablemente superior en todos los aspectos a su predecesora y que cuenta con alguno de los momentos más impactantes del año. Cabe apuntar también aquí la excelente Guerra del Planeta de los Simios, un tipo de blockbuster a contracorriente de la forma en la que hoy se conciben y hacen este tipo de películas, aquí es la historia y los personajes las que que conducen a los set-pieces y estos no tiene valor por si mismos fuera de su lugar en la película. Una película que como toda la trilogía se centra más en el desarrollo y evolución de personajes que no en la pirotecnia que promete el titulo. Por presupuesto e intenciones comerciales, Blade Runner 2049 es sin duda un blockbuster aunque aun más que la Guerra del Planeta de los simios, es un blockbuster muy distinto, tanto por ritmo como por concepción de la acción/espectáculo del mismo. Centrado sobre todo en la historia, con una puesta en escena heredera del Blade Runner original pero a la vez con personalidad propia la película de Villeneuve es sin duda el flim del año. No lejos le andaría Dunkerque una autentica experiencia inmersiva de puro cine donde Nolan demuestra ser de los pocos directores capaz de arrasar en taquilla sin tener una marca/franquicia detrás. Mucho menos interesantes resultaron tanto La Momia, intento al parecer frustrado de Universal de crear un Dark Universe y Kong Island intento parece que con éxito de crear un Monster Universe, ambas películas con sus puntos de interés son francamente olvidables, siendo en todo caso la de Kong más salvable. Por peso del material que adaptan y por las intenciones originales La Torre Oscura debería haber sido un blockbuster, algo que sin embargo no fue, quedando en una adaptación de discutibles valores artísticos y de muy escasa ambición de una saga que debía dar para más. Más interesante es Alien Covenant secuela de la muy apreciable Prometheus y precuela de la seminal Alien, en Covenat hay una afortunada mezcla de los mejores elementos de ambas películas que dan como resultado una obra que sin ser plenamente satisfactoria, si resulta muy estimulante.

En un espectro muy distinto y en una de las grandes polémicas del año encontramos los estrenos de Netflix, de los cuales he podido ver tres este año muy distintos, todos muy distintos entre si. Dejando de lado la (muy) absurda polémica sobre si esto es cine o no, la película que más me ha interesado de la plataforma de streaming ha sido sin duda la española Fe de etarras, una amarga reflexión en tono de comedia negra sobre el fin de ETA, los nacionalismos y la convivencia. Okja, bienintencionado aunque extramadamente manipulador alegato ecologista esta muy por debajo de las expectativas creadas. Lo mismo pasa con Bright, donde pese a que el guión es de Max Landis, los temas e ideas de a misma entrocan de manera clara con el mundo de su director un David Ayer que tiene en su haber películas mucho más interesantes que esta.

Sin ser un gran fan del cine de terror son varias las películas de este genero las que acabado viendo en 2017. Más allá de la ya mencionada Múltiple, empezamos por Life, un claro homenaje a la original Alien que cuenta también con elementos de La Cosa de Carpenter y que ha sido una de las grandes sorpresas del año por la enrome tensión que consigue crear y por lo amargo de su final. También muy satisfactoria resulta la morbosa La cura del bienestar quizá algo lastrada por su excesiva duración y su perfeccionismo formal, pero en todo caso una de la películas del año. Al igual que lo fue la española Verónica que cuenta con una de las imágenes más potentes del 2017. Más decepcionante es sin duda It la película de terror más taquillera de la historia pero que pese a su acierto en el retrato de los personajes y su mundo, falla en su transmisión del terror por lo de manual, casi de pura formula que resulta en su planteamiento.

Entramos ya en el terreno de producciones más independientes/pequeñas de presupuesto y ambiciones comerciales más limitadas que corren el riesgo de ser desterradas de la cartelera ante la proliferación de marcas y franquicias como centro de las mismas. Dentro de este tipo de películas encontramos gran variedad entre las que se incluyen algunas de las más relevantes del año. Tal es el caso de Madre! la valiente y compleja película de Darren Aronofsky que puede ser tanto interpretada como una fabula ecológica como defiende el autor, como también como una suerte de estudio del proceso de inspiración/creación/autodestrucción que no pocas veces acompaña al arte. En otro estilo pero también fundamental encontramos a Detroit donde la extraordinaria dirección de Kathryn Bigelow consigue introducir al espectador en la historia de tal modo que parece estar viviendo en sus carnes todo el terror y angustia de un acto extremo de brutalidad policial y racismo por desgracia tan de actualidad incluso hoy en día. En realidad, nunca estuviste allí es otro tipo de película de gran potencia visual y con un cierto cuestionamiento de la masculinidad como subtexto sostenida por una desgarradora interpretación de el siempre excepcional Joaquin Phoenix. También espectacular es la interpretación de Casey Affleck en la interesante Manchester by the sea, drama sin concesiones, bastante deprimente y que basa toda su fuerza en el trabajo del actor. Entraría aquí también la oscarizada pero terriblemente aburrida Moonlight , película no carente de valores que sin embargo no logran superar el tedio de su visionado. Todo lo contrario sucede con The Disaster Artist otro tour de force interpretativo en este caso de James Franco que en su reflexión del cine dentro del cine consigue hacer de Tommy Wiseau alguien con quien simpatizar en cierta medida más allá de sus defectos y fobias. Lady Macbeth por su lado presenta un personaje con el que es casi imposible empatizar en un flim de nuevo sostenido por la portentosa actuación de una actriz, Florence Pugh en este caso. Una historia de ambición, control, poder y deseo llevados al extremo. También como historia de poder, control, ambición y falta total de ética o escrúpulos hay que mencionar El Fundador, atractiva película sobre los orígenes de McDonalds. En La seducción Sofia Coppola consigue un ejemplar remake de la original de Don Siegel sin aportar, eso si, nada que no estuviera ya en aquella.

A ghost story como reflexión sobre el paso del tiempo y lo liquido de los tiempos que nos ha tocado vivir rima con la francesa Personal Shopper donde  Olivier Assayas con su habitual pulso narrativo consigue trazar un afortunado retrato de la sociedad que estamos construyendo. También de Francia llegó la provocadora La amante doble, película de retorcida morbosidad que consigue atrapar al espectador en su tela de araña arratrandolo hacía el inesperado giro final. Quedan para acabar cuanto películas muy distintas entre si, primero el gran fracaso del año Vivir de Noche de Ben Affleck un neonoir que pese a su elegancia termina cayendo por sus interpretaciones muy planas y por una historia carente de verdadero interés. No es el caso de Baby Driver, película de marcado tono pop con magnificas interpretaciones y personajes cargados de interés que ademas supone un autentico disfrute visual y sonoro. Como disfrute visual es John Wick: Pacto de Sangre, tal vez no tan estimulante como la primera entrega pero aún así tremendamente entretenida y dinámica. Colossal por su parte como película sobre el maltrato y el empoderamiento de la mujer a través de una historia de monstruos supone una propuesta tan original como interesante.

lunes, 1 de enero de 2018

Mis series de 2017.

Cada año escribo por aquí mi top personal de las tres principales opciones de ocio que se reparten mi tiempo libre: cómics, series y cine. El año pasado empece por los cómics y acabe con las series, este voy a hacerlo al revés.

Las distintas plataformas de streaming facilitan el acceso a una gran cantidad de series a las que es muy fácil acceder sin complicaciones prácticamente en su estreno sin importar el idioma. Esto ha condicionado que este año hayan sido múltiples las series que he visto y en consecuencia más complicada la elección. Aunque eso es lo divertido de este juego, claro. Sin más mis cinco series favoritas el año:

5,- Glow: Diez episodios de apenas media hora de duración en torno al surgimiento de un programa de lucha libre femenina que alcanzo cierto culto en los 80, La mano de Jenji Kohan creadora de esa maravilla que es Orange is the New Black se deja sentir en el retrato de toda una serie de mujeres que tratan de abrirse camino en un mundo despiadadamente masculino y donde la ironía y el humor son los hilos conductores de una trama esencialmente dramática. Imposible no encariñarse con los distintos personajes que pueblan esta serie de Netflix plagada de perdedores en busca de su oportunidad.

4,- Mindhunter: De nuevo de la mano de Netflix y con la figura de David Fincher detrás llego esta serie que narra los orígenes de la criminología moderna y como esta impacto tanto a sus creadores como al mundo que intentaban transformar. Desoladora por momentos, profundamente humana en otros, los dilemas que plantea la serie y el impacto de sus protagonistas tuvieron en el mundo tal y como lo conocemos hoy en día son algunos de los elementos que hacen de esta serie algo tan especial.

3,- The Deuce: Definir la nueva serie de David Simon y George Pelecanos para HBO como una serie sobre los orígenes del porno es casi reducirla al absurdo. Si claro eso esta ahí, pero la serie es eso y mucho más. La serie es el retrato de una época y lugar concretos y de como el capitalismo es capaz de adaptarse a todo para seguir engordando su cuenta de resultados. Y la cosa no ha hecho más que empezar, deseando ver la segunda temporada.

2,- Twin Peaks 3: Probablemente la mayor revolución televisada de lo que va de siglo XXI, todo un paso adelante a la que se adivina sin embargo muy poca influencia (¿como se puede imitar algo así?) y una muestra de lo lejos que puede llegar la ficción televisada si se le da un autor libertad y medidos para contar una historia de más de 17 horas dividida por comodidad en 18 capítulos pero concebida como un todo. Si alguien esperaba que David Lynch se refugiase en la nostalgia y recuperase sin más lo que fue el Twin Peaks original se llevara toda una sorpresa. Esta nueva Twin Peaks más que verla hay que sentirla. Las serie de Showtime en los USA se pudo ver en Movistar Televisión en España.

1,- Por 13 Razones: Y hablando de sentimientos, hay sin duda en este lista (y probablemente fuera de ella) series mejores que Por 13 razones, pero desde un punto de vista de impacto emocional ninguna serie me ha llegado tanto al alma como esta de Netflix. La profunda humanidad de sus personajes centrales, la inteligencia y valentía a la hora de tratar un tema tan complejo como el suicidio, las actuaciones y la estructura misma de la serie han echo de esta la única serie que he visto dos veces este 2017. Al final las dos veces me dejando congelado en el sitio.

Hay muchas más series, Manhunt: Unabomber con ecos de Mindhunter es otra maravilla, la segunda temporada de Stranger Things es aun mejor que la primera, pese a sus pegas me ha encantado Juego de Tronos este año, al igual que Feud o la distopica The Handmaid's Tale pero había que elegir y esta ha sido mi lección.