miércoles, 27 de diciembre de 2017

Historia de Marvel: La Marvel de Axel Alonso.

Hace tiempo que por el blog vengo haciendo un somero repaso sobre las diferentes etapas de la historia de Marvel, ahora que Axel Alonso ha dejado de ser el Editor in chief de la casa tal vez convenga hacer un breve repaso de las principales características de su etapa.

Por un lado y como decía el amigo Pedro en su excelente blog UTCON resulta a veces complicado definir donde acaba la Marvel de Quesada y donde empieza la de Alonso, más que nada porque cuando el primero dejo de ser editor jefe su nuevo puesto era algo muy difuso y siempre hubo la sensación de que en realidad Alonso estaba tutelado por Quesada,. Pero dejando esto aparte y teniendo en cuenta que Alonso fue nombrado editor jefe en 2011 hay que tener en cuenta un par de condicionantes que contribuyen a entender su etapa.

Por un lado la definitiva, primero consolidación y luego explosión del Universo Marvel Cinematográfico puso los tebeos de Marvel en el foco, las películas de sus personajes arrasaban en taquilla, las ventas de los cómics debían estar a la altura. Esta sobrepresión, sin embargo, choco de frente con el gran problema con el que se tuvo que enfrentar Alonso: la explosión de Image y otras editoriales independientes que a base de libertad y derechos de autor han terminado llevandose a casi todos los grandes guionistas (y algún dibujante) de la casa a sus filas, dejando a la Casa de la Ideas en una alarmante situación de falta de talento.

Teniendo en cuenta estas dos premisas hay toda una serie de características de esta etapa que permiten diferenciarla de la inmediatamente anterior:

- La concepción de las colecciones como temporadas televisivas. Aunque el tema de las renumeraciones es algo que viene de lejos, lo cierto es que es en estos años cuando el uso y abuso de tal concepto se convierte en norma. Bastaba un simple cambio, no ya de equipo creativo, si no de estatus de algún elemento de una colección para que esta fuera renumerada y pasara a ser una nueva temporada de la misma tal y como si de una serie de TV se tratara. Se puede argüir que Marvel, siempre pegada a las modas de cada época no hizo sino reflejar en sus cómics la pujanza de la ficción televisiva y su paradigma organizativo, pero lo cierto es que tanta renumeración acabo siendo molesto y hasta algo ridículo.

- La concatenación de eventos. Si bien es cierto que la Marvel de Quesada, desde Vengadores Desunidos había descubierto la magia de la interconexión del UM y había tornado los eventos en hilo conductor global del mismo, con Axel Alonso las cosas fueron aun más lejos. Con Quesada tras cada evento había un “landscape” de mayor o menor duración que se dedicaba a explorar las consecuencias de ese evento, con Alonso se llego a un punto en el que un evento enlazaba con el siguiente sin dar tiempo a afrontar sus consecuencias, tornando lo que debía haber sido algo especial en una mera rutina de dudoso interés. Esto no ha impedido que dos de los mejores eventos de la historia de Marvel (Secret Wars e Imperio Secreto) se hayan producido bajo la égida de Alonso.

- La idea del legado: Uno de los principales elementos del Universo DC ha sido siempre la idea de legado, un concepto que en el Universo Marvel ha estado por regla general más olvidado...hasta estos años. Grupos como Los Campeones, la nueva Thor, Riri Williams, X-23 o Miles Morales encarnan con fuerza el concepto de legado que hasta ahora no había estado en el centro del UM y que es sin duda una de las grandes aportaciones de Alonso a la editorial.

- La multiplicación de colecciones: Durante estos años cientos han sido las colecciones que Marvel ha puesto a la venta, siempre con el objetivo de conseguir algún éxito (sobre todo de critica) como Visión de King/Walta o Estela Plateada de Slott/Alred, la Marvel de Alonso ha apostado por dar colección propia a personajes realmente peregrinos lo que ha llevado a que las colecciones con ventas por debajo de los 20,000 ejemplares o muy cerca se hayan multiplicado, con las consiguientes cancelaciones a veces tratadas de disimular con un “era una serie limitada” que no se cree nadie. Si antes era difícil ver colecciones Marvel por debajo del Top 100 de ventas, en estos años su presencia por esas zonas se ha multiplicado. Tal vez detrás de todo esta la presión de las ventas buscando la idea de que si no se alcanzan por calidad al menos llegar por cantidad.

- La diversidad: De nuevo enlazando con la idea de Marvel como caja de resonancia de la realidad, la diversidad cultural, étnica, religiosa y de genero tan definitoria de nuestros días ha tenido su reflejo con más fuerza que nunca durante la era Alonso. El cómic de superhéroes como fantasía de poder adolescente ha sido siempre un medido dirigido por y para hombres y por regla general para hombres blancos y heterosexuales. Teniendo esto en cuenta no es de extrañar las extraordinarias resistencias que la Marvel de Alonso ha encontrado en su decidida (y valiente) apuesta por la diversidad. Esta por ver en queda esto de cara al futuro, pero entre el legado y la diversidad no sería de extrañar que con el paso de los años la Marvel de Alonso sea mucho mejor valorada de lo que a día de hoy parece serlo. Así, personajes como Kamala Kahn o los ya mencionados Miles Morales o Riri Willians son maravillosos ejemplos de lo que ambos conceptos, bien entendido pueden dar de si.

Evidentemente hay muchas más cosas que ayudan a explicar estos años de Alonso al frente de Marvel Comics, pero creo que como idea general de lo que ha sido su mandato estos serían los elementos más destacables. Sea como sea lo que si parece innegable es que el mandato ha llegado un poco su fin natural cuando las ventas han terminado de hundirse y cuando las criticas hacía Alonso se multiplicaban. Se abre ahora una nueva etapa que promete clasicismo (empezando por recuperar las numeraciones y siguiendo con el retorno de los personajes clásicos a su lugar) menos eventos (que no crossovers) y recuperación de talento (eso esta por ver). Esperemos que esta nueva etapa sepa corregir los muchos errores de Alonso (renumeraciones, multiplicación de colecciones, exceso de eventos...) y a la vez no soslayar sus innegables aciertos (legado, diversidad...).