sábado, 25 de febrero de 2017

Historia de un hombre sin miedo especial: Kingpin en Civil War II.

Como una suerte de prologo de la nueva colección regular del personaje (con muchos visos de ser más bien limitada) llega esta miniserie de cuatro números tangencialmente relacionada con la segunda guerra civil superheroica y que Panini ha recopilado en un único tomo en España.

Lo primero que llama la atención del cómic con un simple vistazo es su dibujo, un trazo feista, deslavazado y por momentos grotesco que no es muy habitual en un cómic Marvel. Sin embargo su elegancia narrativa y su capacidad expresiva es innegable lo que da al asunto un aura especial que desde luego no se deja ver en la historia en si. El autor de los lápices es un artista bastante desconocido para quien esto escribe: Ricardo López Ortíz y por lo que he podido ver este es uno de sus primeros trabajos. Llamativo y distinto, no se pude negar que su trabajo es cuando menos diferente.

A los guiones tenemos a Mattew Rosemberg otro ilustre desconocido que será el encargado de tomar las riendas de la futura serie regular del personaje. Por lo visto aquí el futuro de esta no es muy halagüeño. Y es que la historia que nos narra esta miniserie no aporta nada de verdadero peso al personaje que permita verlo de otra manera o que haga que su bagaje se enriquezca.. Es el enésimo relato que nos muestra el poder y la ambición de Wilson Fisk para controlar el crimen organizado de Nueva York y que se relaciona con la Civil War II por la presencia de Janus Jardeesh un criminal de baja estofa que transformado en Inhumano permite a Fisk ocultarse de las predicciones de Ulysses.

A lo largo de la historia asistimos a un desfile de algunos de los principales criminales callejeros de Marvel con especial relevancia de Turk aquí ascendido casi a lugarteniente de Kingpìn y se nos muestra como el maquiavelismo del personaje logra dar la vuelta a su captura por parte de S.H.I.E.L.D situación en la que Fisk se desenvolverá como pez en el agua. El cómic esta aderezado con la presencia del Punisher que estará muy cerca de lograr por fin su objetivo de asesinar a Kingpin.

El problema de todo es que Kingpin, como tantos otros personajes (Bullseye por ejemplo que parece que también va a contar con serie regular) funciona mejor como amenaza puntual, incluso como elemento en la sombra que controla toda la situación y que parece inalcanzable, exponerlo de esta manera, ya sea en una serie limitada de escaso o nulo interés como esta, ya sea en una serie regular (en lo que sería el segundo intento de dotar al personaje de colección propia) lo único que hace es quitarle parte de su aura y en definitiva convencionalizarlo. Fue lo que paso con Veneno en los 90 que de ser una amenaza poderosa y creíble paso a ser un personaje tremendamente vulgar y puede pasar con cualquier personaje de este estilo al que se sobreexplote.

En cualquier caso y en definitiva una cómic que no aporta nada a la Civil War II cuyo título en portada es un mero reclamo comercial y que lo que es peor no aporta nada a un personaje que es mucho más grande y temible cuanto más espaciadas e impactantes son sus apariciones. Un error de concepto que parece que se va a prologar en el tiempo.

domingo, 19 de febrero de 2017

Historia de un hombre sin miedo especial: Daredevil en Civil War II.

Nunca ha tenido Daredevil demasiado peso en los grandes eventos marvelitas, es más una de las claves de la calidad de muchas de sus etapas esta precisamente en eso, sus equipos creativos han podido trabajar con un grado de libertad desconocido en otros personajes más populares, no viéndose obligados a interrumpir sus tramas para contar algo relacionado con el evento de turno. Esta Civil War II no ha sido una excepción y la serie regular del personaje no se ha visto afectada por el crossover, lo que no ha impedido que tuviese un papel en la misma. Cuidado con los spoilers.

A lo largo de los años se ha ido viendo como Brian Michael Bendis, arquitecto fundamental de Marvel tras Vengadores Desnudos, ha ido construyendo sus eventos en torno a grandes golpes de efecto salpicados de muertes y resurrecciones, tenemos caso como el de Ojo de Halcón (que conoció de su mano ambos elementos), La Avispa, Ares y un largo etcétera. Esta Civil War II no podía ser menos y si ya la historia tuvo como punto de arranque la muerte de James Rhodes fue la muerte de Bruce Banner lo que termino de precipitar las cosas.

Dejando de lado la esencia del conflicto (muy rollo Minority Report) la muerte de Banner a manos de Clint “Ojo de Halcón” Barton precipito el pequeño papel de Daredevil en este nuevo drama marvelita en el que nada volverá a ser igual... hasta que en menos de un año llegue un nuevo megaevento y tiro por que me toca. En fin a lo que íbamos, el nuevo status de Matt Murdock como fiscal en Nueva York le convertía en el personaje ideal tanto para acusar a Burton como para describir lo que realmente había detrás de su juicio, un “juicio del siglo” que apenas si ocuparía un par de páginas en la miniserie central pero que sería objeto de un one-shot donde Daredevil seria el autentico protagonista.

Así las cosas en Civil War II: El acusado de la mano de Marc Guggenheim a los guiones y Ramon Bach con Garry Brown al dibujo se nos narra el juicio que ha de terminar la culpabilidad o no de asesinato por parte del acusado Clint Barton sobre el caído Bruce Banner, una acusación que se ve complicada por la aparición de un vídeo donde el propio Banner pedía a Burton que, si ahora que se había librado de la pesadilla de Hulk, volvía a convertirse en este, Burton debería asegurarse de que moría antes de convertirse. La cosa esta claro en que solo Burton vio en Banner un supuesto destello verde en sus ojos que implicaba que iba a convertirse de nuevo en Hulk. El juicio se planteaba por tanto en estos términos: ¿fue la muerte de Banner un asesinato o fue un suicidio asistido?

Guggenheim que entre otras cosas cuenta en su curriculum con colaboraciones en diversas series de abogados y conocedor por tanto de los mecanismo que hacen funcionar un drama judicial, cuenta aquí como Matt dándose cuenta de que el Estado pretende condenar a Burton de la manera más rápida posible y trata de anular pruebas fundamentales, decide como Daredevil investigar que hay detrás de todo esto y aunque perjudique su caso esta dispuesto a ofrecer al acusado un juicio justo. Y es que lejos de lo que el Estado puede pensar, Matt pese a lo precario de su situación (acaba de recuperar su licencia para poder ejercer en Nueva York) y su falta de experiencia como fiscal, no esta dispuesto a dejarse manipular. Quiere condenar a Burton si, piensa que es culpable, pero cree que merece un juicio justo y esta dispuesto a que el jurado emita su veredicto contando con todos las pruebas encima de la mesa.

En El acusado se nos presenta por tanto y ante todo como un drama moral, donde un héroe que por encima de todo cree en la justicia esta dispuesto a apostar por ella aunque signifique perder el caso y dañar su carrera y otro que más allá del veredicto de culpabilidad o inocencia sabe que ha matado a un amigo y no esta seguro de como va poder vivir con ello. Una historia muy bien contada con un sólido dibujo que muestra el carácter de dos de los héroes secundarios pero más reconocibles de la editorial y que mientras que refuerza a Daredevil en su inquebrantable moralidad, deja a Ojo de Halcón hundido y con un futuro incierto por delante.

sábado, 11 de febrero de 2017

La última cruzada del Caballero Oscuro.

Ambientada antes de los narrado en El Regreso del Caballero Oscuro (DK a partir de ahora), La última cruzada narra el momento más traumático de la historia Batman en el particular Universo DC de Frank Miller, que aquí está acompañado por Brian Azzarello al guión, John Romita Jr. a los lápices y Peter Steigerwald a las tintas y al color.

Una de las cosas que más impacto del DK del Frank Miller en un primer momento fue contemplar a ese Bruce Wayne, hundido, demacrado y casi al borde la de la muerte que hacía ya tiempo que había dejado de ser Batman. En el cómic se daban algunas de las razones que había llevado a ese momento, pero sin duda este La última cruzada permite profundizar más en ello.

El Batman que Miller y Azzarello nos presentan aquí no es el bisoño novato de Año de Ano, ni tampoco la ola de energía y engreimiento de All Star, estamos antes un Batman mucho más cercano al Bruce Wayne que se nos muestra al principio de DK. Un Batman cansado que se siente viejo, que incluso se ve superado físicamente por Killer Croc, piensa que Jason Todd puede llegar a sustituirle mientras él puede vigilar sus esfuerzos desde la Batcueva y sin embargo…

Jason está preparado físicamente, el propio Batman comenta que es mejor que él a su edad, si, hay que pulir sus habilidades de detective, pero ahí se puede trabajar, después de la decepción que supuso Dick Grayson (cuyo nombre Batman ni siquiera puede pronunciar), Jason parece el candidato ideal. Pero el problema es que Jason disfruta demasiado con lo que hace, y aunque es cierto que Bruce en su momento también llegó a hacerlo (como bien le recuerda Alfred, ahí está su época All Star para recordarlo), la forma en lo que lo hace Jason tiene algo de inquietante. Teniendo opciones de causar menos daño siempre busca hacer el máximo posible, aun enfrentándose a inocentes dominados mentalmente por Hiedra Venenosa, Jason no duda en emplearse al máximo sin ningún tipo de piedad, además Jason tiene su propia forma de ver las cosas y no son pocas las veces que desobedece ordenes…

Ante este panorama la ominosa presencia del Joker no hace si no aumentar la sensación de que algo grande va a pasar, un Joker capaz de provocar una rebelión en el psiquiátrico solo hablando y capaz de salir andando del mismo en mitad del caos sin que nadie pueda impedirlo. Un Joker que aquí de la mano de un inspirado Romita Jr. (en uno de sus mejores trabajos de los últimos años) aparece como más peligroso y amenazador que nunca.

En estas circunstancias, un convaleciente Batman (al que Killer Croc a estado cerca de matar) ordena directamente al Jason que no se acerque al Joker que no lo busque, pero como decíamos Jason tiene sus propios planes y harto de las dudas de su maestro está dispuesto a demostrar de una vez por todas que puede jugar en las grandes ligas. La tragedia, la mayor derrota en la historia de Batman, lo que explica gran parte del estado de Wayne al principio de DK está a punto de suceder y nada volverá a ser igual.

Las ampliación del Universo DK que trajo primero DK 2 y después la idea de Miller de que todas sus obras con el personaje (Año Uno, All Star, ¿Spawn/Batman?) forman, bajo su punto de vista, parte del mismo universo abría un montón de posibilidades que ahora sólo se está empezando a explorar con DK III. Este One-Shot especial no viene más que a confirmar ese potencial al ahondar en uno de los momentos más oscuros de la historia de Batman y lo hace siendo por un lado totalmente fiel al canon del personaje y por otro mostrando también gran coherencia con todo este Universo DK que Miller ha venido construyendo con las décadas, demostrando una vez más que Azzarello era el guionista ideal para acompañar a un, debilitado por la enfermedad, Miller en el proyecto.

Al dibujo tenemos a un Romita Jr. que no trata de imitar tanto el trazo del maestro como hemos visto en alguno de los minicómics que complementan el DK III (y que de nuevo ahondan en la idea de profundizar en este Universo DK) y que parece haberse tomado más tiempo para acabar el trabajo, ya que aunque tiene trabajos más potentes, si muestra con plenitud la fuerza de su trazo y la energía que transmiten algunos de sus mejores trabajos. Su labor esta aquí potenciada por Peter Steigerwald que, especialmente en el color, con sus tonos apagados, trasmite la tristeza de una historia en la que el héroe está a punto de sufrir uno de los momentos más duros de su vida.

jueves, 2 de febrero de 2017

Historia de un hombre sin miedo especial: Daredevil y Masacre. Incordura transitoria.

Tal vez el crossover más peculiar en el que nunca haya participado Daredevil (también es verdad que no es que haya participado en muchos), Incordura transitoria es una divertida aventura que pese a su intrascendencia no deja de tener su miga.

Si hay un personaje que en los últimos años se ha convertido en una autentica estrella por sus propios méritos, sin necesidad de respaldo cinematográfico, este ha sido Masacre, que tiempo antes de su (no tan) sorprendente éxito fílmico se estaba tornando en una estrella que la antigua Casa de la ideas no veía desde Lobezno o Punisher. Una de las claves del triunfo del personaje ha pivotado en torno a su imprevisibilidad, Masacre es el tipo de personaje con el se puede hacer cualquier cosa (retrocontinuidad, ruptura permanente de la cuarta pared, historias violentas, humorísticas, de ciencia ficción, de amor..) sin que se resienta, demostrando un grado de adaptabilidad que es sin duda una de las claves de su éxito.

En este contexto, la idea de crear un crossover del personaje de un solo número pero que en realidad son cuatro podría resultar rara y hasta un poco confusa, pero en realidad es solo una pieza más del conjunto de locuras y libertad creativa que han hecho del personaje lo que es. Así a la altura del número 13 del volumen 6 del personaje (número 9 del actual volumen de Panini en España) al guionista Gerry Duggan se le ocurre la idea de cruzar a su personaje con Daredevil, Luke Cage y Puño de Hierro en un número especial de 96 páginas divido en cuatro partes. Deadpool 13 y Deapdpool 13,1 con guiones del propio Duggan y dibujos de Jacopo Camangi y de Paco Díaz respectivamente, Daredevil 7.1 con guiones de Charles Soule (actual guionista de la serie regular del personaje) y dibujos de Guillermo Sanna y Power Man and Iron Fist 4.1 con guiones de David Walker y lápices de Elmo Bondoc.

Con estos mimbres evidentemente la historia solo podía tener un corte netamente humorístico en el que el elemento clave de unión entre Daredevil y Masacre pasa por las presencia como villana de María Tifoidea, la cual surgida en la páginas del hombre sin miedo tuvo cierto protagonismo en la colección del mercenario bocazas durante la ya clásica etapa de Joe Kelly al frente de los guiones de la misma. La trama gira en torno a un contable que se ve metido en apuros cuando unas malas inversiones dejan sin dinero a clientes muy peligrosos, clientes que no están dispuesto a aceptar un “fluctuaciones del mercado “ como respuesta. Contra la cuerdas y temiendo por su vida el contable recurre a Masacre en su faceta de mercenario para protegerle de María Tifoidea, contratada para matarle. Masacre decide acudir a Matt Murdock que como fiscal puede ofrecerle un trato a su cliente para conseguir una nueva vida a costa de empapelar a los mafiosos para los que trabajaba.

La historia cuenta con varios guiños a Daredevil, como el que esta narrada por Ben Urich que trata de sacar un articulo de todo esto sin saber muy bien como hacerlo o el que Masacre se quede temporalmente ciego, surgiendo multitud de situaciones cómicas sobre sus “sentidos aumentados” y como Daredevil no puede comprenderlo y así un largo etcétera. Tal vez lo que no este del todo bien hilvanado es como se incorporan al asunto Cage y Puño de Hierro pero en cualquier caso a estas alturas es lo de menos ya que su llegada termina propiciando nuevas situaciones hilarantes con pañales de bebes y vertederos de por medio.

En cualquier caso y obviando su innegable intrascendencia, este peculiar cruce se antoja como enormemente divertido, original en su concepción y con un dibujo que pese a la presencia de cuatro artistas muy diferentes consigue mantener un cierto tono estilístico que funciona a la perfección para las pretensiones de lo que se esta contando. Guste o no Masacre, son cómics como este los que permiten explicar en gran medida su éxito, ya que aquí encontramos casi todos los elementos que le han hecho llegar tan lejos: humor autoparodico, ruptura de la cuarta pared y atrevimiento conceptual para probar con éxito formulas diferentes.