lunes, 24 de julio de 2006

Marvel en los 90.

Si existe una “convención” asentado por norma general entre los fans de Marvel (y casi del comic de Superhéroes en general) es que los años 90 fuerón una mierda. Una década perdida, la peor de la historia de Marvel. Normalmente me gusta contradecir un poco las “opiniones generalizadas”, ya que en muchos casos cuando todo el mundo esta de acuerdo en algo casi parece obligatorio estarlo y si no lo estas te conviertes en una especie de “hereje”, sin embargo en este tema no puedo: Marvel fue una autentica mierda en los 90.

La década de los 90 en lo que mi análisis se refiere, la voy a dar por iniciada con la marcha de Claremont de los X-Men.  No es que esta marcha fuera la que provoco que se abrieran “las puertas del infierno”, pero si es una especie de símbolo de lo que sucedió en Marvel durante gran parte de esta década, y es que Claremont, fue en gran medida responsable del brutal éxito de los X-Men, que pasaron de desconocidos a superventas. Sin embargo nada de eso importo a Bob Harras cuando Claremont presento su dimisión harto de injerencias editoriales, no a Harras no le importo porque tenia a Jim Lee, y Jim Lee había conseguido que los X-Men vendieran más de 700.000 ejemplares mensuales, ¿qué se iba Claremont?  peor para el, pensaba sin duda Harras. Mientras tenga a Jim Lee...

El inicio de los 90 fue la era de los dibujantes estrella en Marvel, Todd McFarlane en Spiderman, Rob Liefeld en Los Nuevos Mutantes, o al ya mencionado Jim Lee en La Patrulla X, se habían convertido en superestrellas, y al igual que en su momento Frank Miller, John Byrne, o Jim Starlin, querían no solo ser dibujantes, querían ser guionistas, tener el control casi absoluto de sus obras, pero mientras que Miller, Byrne o Starlin demostraron ser incluso mejores guionistas que dibujantes, el triunvirato formado por Lee, Liefeld y McFarlane, lo único que demostraron es que no tenía ni pajolera idea de escribir un cómic.

El primero que tuvo la ocasión de demostrarlo fue McFarlane, al cual se le dio en solitario una cabecera de Spiderman para que hiciera lo que le diera la gana, y lo que hizo fue...malo, malo de solemnidad sin guión y sin ideas. Intento emular una de las sagas más míticas del trepamuros (La Ultima Cacería de Kraven) y lo único que consiguió demostrar es su absoluta incapacidad como guionista, pero daba igual el primer número vendió millones de ejemplares, contó con varias portadas alternativas y fue uno de los mayores éxitos de la historia de la editorial. Un éxito que pronto se vería superado por el X-Force 1 de Liefeld (aunque este más consciente de sus limitaciones contó con la colaboración de Nicieza como dialoguista) de nuevo la historia era un despropósito, convirtiendo a los entrañables Nuevo Mutantes en unos psicópatas sanguinarios liderados por un asesino a sangre fría que sin poderes conocidos en ese momento se caracterizaba tan solo por portar armas más grades que él. Además en esta ocasión los dibujos no acompañaban y es que Liefeld no seria capaz de dibujar bien una figura humana ni aunque le pagaran 1 millón de dólares por ello. Aun así como ya mencione el cómic fue un brutal éxito de ventas. Éxito solo superado por la irrupción del X-Men 1 que con dibujos de Jim Lee, supuso el inicio de la despedida de Claremont de la franquicia mutante que el había contribuido decisivamente a crear, y es que con 7 millones de ejemplares vendidos se convirtió en el cómic más vendido de la historia de la editorial. Claremont permaneció en la serie hasta el número 3, y a partir de ese momento Lee tomaría también el control literario, asistido primero por un Byrne que pronto acabaría harto y que seria sustituido por una de las lacras más malignas de la historia de los mutantes, Scott Lobdell. Harras se las prometía muy felices.

Marvel, no parecía darse cuanta y si  se daba cuenta no le importaba demasiado, que sus ventas millonarias, eran en realidad ficticias, que se basaban en por un lado los ultra coleccionistas, dispuestos a comprar cinco ejemplares de X-Men 1, al tener portadas distintas y por otro lado en los especuladores que compraban los cómics solo para guardarlos y venderlos aun coste mucho mayor que el de portada con el paso de los años, que tampoco parecían conscientes de que si todo el mundo había comprado X-Men 1, ¿a quien se le iban a vender? Por otro lado Marvel dependía de forma total de estos dibujantes superestrella, si algún día se iban... pero claro ¿cómo se iban a ir?, pesaban los jefazos de Marvel, si aquí están mejor que en ninguna parte. Pero resulto si que se si iba a ir, y es que vale en Marvel se estaban forrando, pero ¿acaso no se forrarían más teniendo todos los derechos sobre sus obras?, ¿no ganaría más dinero escribiendo y dibujando sus propios personajes?, Alguno podría pensar que no vendería los mismo un personaje cualquiera que Spiderman pero McFarlane y compañía no estaban de acuerdo, solo importaban los artistas, no los personajes y lo iba a demostrar. Así las grandes superestrellas de Marvel, abandonaron la compañía y fundaron la suya propia con sus propio personajes, una compañía cuyo nombre definía a la perfección, el tipo de cómics que iba a ofrecer. El nombre Image, los cómics, solo imagen, no importan los guiones no importan las historias si están bien dibujadas (y en algunos casos como con Liefeld ni eso), y las ventas parecían darle la razón, Image entró con fuerza en el mercado, arrasando, aunque de nuevo en gran medida gracias a los especuladores que repetían jugada.

¿Y Marvel?, ay Marvel, despechada y dolida por la “traición”se sus estrellas decidió vengarse, y lo mejor que se les ocurrió, fue ni más ni menos que la “brillante” idea de inundar el mercado de series, series realizadas por autores mediocres. Autores que en condiciones normales no podrían ni trabajar ilustrando rollos de papel higiénico, empezaron a pulular por las series de la casa. Escritores que no valían ni para escribir en un libro de caligrafía se convirtieron en guionistas de multitud de series. Marvel estaba dispuesta a ahogar el mercado y para ello nada mejor que inundarla de series que echaran a sus competidores del mismo.

A todo esto se le unió el prototipo de “héroe” que empezó a pulular en los 90, autores y editores mediocres influidos por una pésima interpretación, de dos de las obras maestras del genero (Watchmen y Dark Knigth), convirtieron a los héroes en amargados con los dientes apretados, llenos de armas hasta las cejas, y que no dudaban en matar a sus enemigos sin ningún tipo de cuestionamiento moral. Fue la década de Punisher, que llego a contar hasta con tres series, de un Motorista Fantasma más oscuro y terrorífico que nunca y de un Lobezno más sanguinario y menos preocupado por controlar su lado animal. Todos ellos compartian además un nuevo poder: el de la ubicuidad. No había serie que se preciara de no contara con la presencia de algunos de estos tres (o de Spiderman) como invitado especial. Una formula que solo provocaba el desgaste en unos personajes sobreexplotados.

Las grades series de las casa se vieron claramente afectadas por este maremagnun: así Spiderman pronto se vería inmerso en una de las sagas más lamentables de su historia, la Saga del Clon, interminable aventura a lo largo de la cual se llego a cuestionar que el Peter Parker de los últimos 20 años fuera el verdadero Spiderman. La Patrulla X se vio “infectada” por continuos croossover que castigaban el bolsillo del fan, y que además no aportaban nada nuevo a unos personajes que en manos de un mediocre Scott Lobdell, parecía haber perdido su encanto. Daredevil se volvía más duro e incluso cambiaba su traje por una armadura gris, símbolo de los nuevos tiempos, el Capitán América veía como una versión suya mucho más salvaje y casi fascista (el USA Agente), cobraba casi más protagonismo que el y así sucedió con muchos otros héroes. Muchos de los cuales fueron endurecidos o sustituidos por personajes supuestamente más "acordes a los tiempos". Lo que en realidad quería decir más violentos.

De esta forma error tras error y cómic pésimo tras cómic pésimo (hubo una época en la que solo el Hulk de un Peter David que parecía ir a su bola se salvaba de la quema), las ventas fueron disminuyendo, hasta tal punto que unido a una serie de decisiones comerciales erróneas, Marvel declaro la bancarrota y se llego a temer por su supervivencia. En este oscuro panorama, había joyas que lucían con luz propia: el ya mencionado Hulk o el Factor X de Peter David, el Excalibur o el Clandestine de Alan Davis (incluso aunque en menor medida su etapa en X-Men), o Marvels obra de 1994 en la que Busiek y Ross. Obras todas que  enseñaban el camino a seguir para recuperar la grandeza, pero que no tuvieron la influencia que merecía en Marvel pese al éxito de critica y público.

Uno de los momento culminantes de la década de los 90 en lo que se refiere a la decadencia de Marvel, fue Héroes Reborn, y es que algún lumbrera de Marvel , debió pensar, “vamos a ver a principios de la década vendíamos cómics como churros y ahora no los comprar ni el tato, ¿qué ha cambiado?, bien cuando vendíamos estaban Liefeld, Lee y McFarlane, así que a contratarlos otra vez”. Mc rechazo la oferta pero no así Lee y Liefeld, que aceptaron volver a Marvel retomando en este caso a los héroes clásicos de la casa (Los 4 Fantasticos, Iron Man, Los Vengadores y el Capitán América), pero exigieron retomarlos desde el principio, sin estar atados a la continuidad y contando de nuevo sus orígenes (algo parecido a la línea Ultimate, solo que en los 90 si se cancelaron las series originales) lo que consiguieron sin demasiada pegas. De esta forma Marvel aprovecho el enésimo crossover mutante (Onslaught) para cargarse a los héroes más “tradicionales”de la casa. El experimento no fue del todo mal en lo económico (aunque no tan bien como se esperaba como demuestra la dimisión de Liefeld a los 6 meses, al negarse a revisar su contrato ante unas ventas menores de lo esperado)  pero resulto un desastre en lo creativo y al cabo de un año llego el relanzamiento de la cabeceras en el Universo Marvel normal. Queda para la especulación si Marvel pretendía que esto solo durara un año desde el principió o le fue algo impuesto por las criticas y la baja calidad de las obras. Fuera como fuera, Reborn tuvo un efecto positivo, los Thunderbolts, serie que sorprendía desde el primer número y donde Busiek volvía a mostrar el camino a seguir, en este caso Marvel si se dio por aludida y entrego a Busiek los guiones de Iron Man y los Vengadores ( en este caso con el legendario George Pérez a los lápices) en evento denominado Heroes Return.

De esta forma el Universo Marvel, parecía salir del bache creativo en el que se encontraba, pero todavía quedaba por arreglar la situación de un Spiderman cuyo relanzamiento a manos de Byrne resulto un fracaso creativo y Patrulla X que pese al regreso de Claremont no veía la luz al final del túnel. Las dos mayores franquicias de Marvel estaban sin dirección y nadie parecía encontrar una salida.Tendría que ser el arrollador éxito de la película de X.Men, la que permitiera arreglar las cosas, y es que el éxito pillo por sorpresa a una Marvel que no supo aprovechar en absoluto el mismo lo que llevo al entonces presidente de Marvel, Bill Jemas a tomar decisiones drásticas: despidió a Bob Harras como editor en jefe y nombro en su lugar al hasta entonces editor de la línea Marvel Knights, Joe Quesada el cual revolucionaría por completo el panorama de la editorial. Pero eso (al igual que la línea Marvel Kinghts) es otra historia que tratare en un próximo post.

4 comentarios:

J Calduch dijo...

"queda para la especulación si Marvel pretendía que esto solo durar un año desde el principió"

Así es, a los pocos meses de empezar el experimento ya empezaron los movimientos para fichar los creativos para la vuelta, o sea que tenían claro que el contrato con Extreme y Wildstorm era para un año, que a última hora se alargó a un 13 para dar tiempo a todo.

Me acuerdo que con el equipo que más se especulaba era con el de los 4F, y todo apuntaba a Kesel y Grumett, pero no pudo ser e hicieron el apaño de 3 números con Lobdell y Davis para no desentonar antes de la etapa Clarmeont-Larroca.

fer1980 dijo...

Pues no sabia eso, gracias por comentarlo, es que he oido varias teorias acerca de que Marvel al principio pensaba que el experimento duraria más, pero como tambien habia leido lo contrario, pues claro, no sabia a que carta quedarme.

Anónimo dijo...

Gran artículo si señor, la Marvel de los 90, es la Marvel más bizarra, pero también se dio impulso a personajes secundarios o peores, lo malo es que los autores nunca fueron buenos, y claro la calidad así era ...
Por cierto el otro día en un capitulo del nuevo coleccionable de los X-men, dibujaba un primerizo Rob Liefeld que era bastante mejor de lo que llego a ser despues en su época "hot".

fer1980 dijo...

No creo que marvel necesie tanto unas crisis como DC en su momento, pero si es verdad que de haberlas realizado HoM hubiera sido una gran ocasion.