Esta serie me vino recomendada por Lord Pengallan, y entre eso y que la primera temporada eran solo 7 episodios me puse a verla, ahora que la serie ha iniciado su tercera temporada, parece un buen momento para hablar de ella.
La trama que configura la serie ya es en principio muy llamativa, Walter H. White (interpretado por un colosal Bryan Cranston, actor detrás del padre de Malcolm, en la excelente Malcolm in the Middle), profesor de química de un instituto americano, padre de familia y respetado ciudadano, descubre poco después de cumplir 50 años, que tiene cáncer, intentar curarse requiere un desembolso económico tal que arruinaría a su familia, no hacerlo implicaría dejar a su familia casi sin recursos para salir adelante, ante esta disyuntiva y aprovechando sus conocimientos en química, decide fabricar metanfetamina y poniéndose en contacto con un antiguo alumno suyo (Jesse Pinkman, interpretado por Aaron Paul), iniciar su distribución.
La serie desde un primer momento mezcla un humor negro, negrísimo, con situaciones kafkianas (cada vez que Jesse y Walter van con su “laboratorio móvil” -poco más que una destartalada caravana- a fabricar droga, solo puedes esperar que la situación más absurda inimaginable les ponga al borde de la muerte), y un intenso drama que crece a medida que Walter se mete en un mundo que no es el suyo pero que le cambia de manera radical, cambio que también se producirá en Jesse, un delincuente de poca monta hasta que Walter se cruza en su camino.
Construida como esta en torno a los personajes, destaca sobre todo Walter, del que a medida que va avanzando la serie conocemos más, el Walter que empieza la serie, dócil, alienado, casi patético, ahogado en fin, por una vida que no era la que imaginaba cuando era uno de los químicos más prometedores del país, nada tendrá que ver con el que va surgiendo episodio a episodio, un Walter mucho más duro, incluso cruel y manipulador que no duda en adoptar un nombre de guerra (Heisenberg, el del principio de incertidumbre, brillantes los guionistas, simplemente brillantes) para negociar con los distribuidores cuando Jesse demuestra no estar a la altura, a esto se añaden el delicado equilibrio que ha de mantener para ocultar la verdad a su familia en una situación cada vez más insostenible y más teniendo en cuenta que su cuñada es agente ni más ni menos que de la DEA (agencia antidroga americana), las barbaridades que ha de hacer para proteger su vida e identidad en un mundo criminal mucho más complejo de lo que nunca llego a imaginar, o el propio cáncer y la dureza de su tratamiento, todo se ve complicado además porque Walter sabe que tenía otra alternativa que su orgullo le impidió siquiera plantearse, con todo esto, Walter, poco a poco va consumiéndose por dentro en una situación en apariencia sin salida.
Junto con los personajes, otra de las claves de la serie es su entorno, situada en Albuquerque (Nuevo México), juega con elegancia con el contraste entre la ciudad y el inagotable desierto que la rodea, desierto donde Walter y Jesse fabrican la droga y donde el silencio casi se puede sentir, la fuerza de muchas de las imágenes de la serie, como consigue transmitir esa sensación de desamparo y de falta absoluta de orden que se produce allí está reflejada con maestría en muchas de las introducciones, que no pocas veces tiene carácter casi surrealista.
En definitiva, Breaking Bad es una serie distinta, inteligente, bien escrita y mejor plasmada que en sus dos primeras temporadas ha rozado el sobresaliente, a ver que nos trae ahora la tercera.
2 comentarios:
Puf, me alegro de que mi recomendación te haya gustado.
La serie esta muy bien aunque a mi el final de la 2º temporada me ha parecido demasiado radical.
Te has olvidado hablar de los cuñados, que son geniales y le dan un toque de tensión a la serie, con esa lucha encubierta, que es uno de los elementos maestros de la serie.
A mi me hubiera gustado que siguiesen más en la línea de la 1º temporada, comedia negra y esperpento, pero bueno así tampoco esta nada mal, la serie es original, esta muy bien hecha e interpretada y esta llena de momentazos o puntos. Magnífica la lucha imposible del prota por mantenerse igual ha pesar de que ha cambiado totalmente.
Bueno el final de la segunda temporada me parece lógico, casi el único posible, me quedo con lo que tu dices "la lucha imposible de Walter por seguir igual pese a cambiar totalmente".
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