viernes, 12 de enero de 2018

2017 un año de cine.

Cuarenta y seis películas de estreno he visto finalmente este 2017 recién finalizado, tres más que el 2016. Como aquel ha sido también un año muy interesante en el que elaborar el top cinco ha resultado complejo. Como siempre el orden del top es descendente de la quinta a la primera película del año y esta representado por los carteles que ilustran el post.

Empezó potente el año con una delas películas más interesantes del mismo, Silencio de Martin Scorsese, una película dura y compleja, como el tema que trataba: la esencia misma de la fe, del acto del hombre de creer. Al final sin embargo, termina recompensando al espectador su fe en el cine. Le siguió La, la, land La ciudad de la de estrellas, otro de los estrenos más interesantes del año que con su precioso envoltorio escondía un amargo de relato de renuncia en pos de conseguir unos sueños que a veces tienen un precio demasiado elevado. Pasamos luego a Múltiple una escalofriante y claustrofobica propuesta de un renacido Shyamalan cuyo guiño final ha sido de lo más celebrado del año. También a principios de año llego otro de los estrenos más interesantes de este 2017, Trainspoptting 2 un desgarrador ejercicio de antinostalgia que se revela desde el principio, con acierto y valentía, contra la moda imperante en una época donde la nostalgia se ha convertido en la razón de ser de tantos productos culturales.

A partir de aquí entramos de lleno en el cine de superhéroes inaugurado con la muy mediocre Batman Lego, que si, esta plagado de guiños graciosos y luce como homenaje al personaje y a toda su trayectoria audiovisual pero que su desarrollo tan brutalmente conservador y tópico termina lastrando. Siguiendo con DC pero en este caso dentro de su Universo Cinematográfico brilla con luz propia Wonder Woman, más que por su película en si, que pese a momentos puntuales de brillantez es en general bastante mediocre, por como ha conseguido calar el personaje en el publico y como ahora si, se ha convertido por derecho propio en miembro de esa Trinidad de DC que hasta ahora parecía más bien un dueto. La Liga de la Justicia por su parte si por algo destaca es por su pequeñez. Más allá de sus errores (muchos) Batman vs Superman era una película grande y plagada de ambición, la JLA debería haber sido aun más grande, corrigiendo claro, los defectos de su predecesora pero al final resulta ser una mera aventurilla que en cómic hubiera ocupado una o dos grapas de una etapa de transición entre autores.

Entrando ya dentro de Marvel (aunque este caso de la mano de la Fox) empezamos con la interesante Logan, si bien es cierto que el concepto “crepuscular” se ha usado en exceso para hablar de esta película no lo es menos que le viene como anillo al dedo. En el debe de la misma esta en que pese a sus muchos e innegables aciertos, el tedio se apodera de ella en no pocos momentos. Algo que no encontramos en Guardianes de la Galaxia 2, y es que el espíritu festivo de esta franquicia es contagioso, aunque quizá cabe decir por otro lado que es demasiado formulaica en su semejanza a la primera. Muy distinta por contra a todas las películas de Spiderman realizadas hasta la fecha es Spiderman Homecoming que de tanto querer diferenciarse se pasa de frenada, y es que si bien es cierto que lo que menos necesitaba el personaje era que se volver a contar su origen, no hubiera estado mal dotarlo de motivaciones y no convertirlo en una caja vacía y menos aun en un mini Iron Man. En el haber de la peli esta el casting y el ambiente de instituto, así como el villano, en su debe destaca el que aunque la peli gira con acierto en torno a la idea de poder y responsabilidad tan central en el personaje, lo cierto es que parece que Peter no llega a aprender la lección. Cerrando Marvel Studios ya a final de año llego Thor Ragnarok, una suerte de comedia en el que sus múltiples y potentes momentos épicos quedan lastrados por un humor que no sabe cuando frenar.

Siguiendo con el mundo del cómic pero lejos ya de los superhéroes cuatro ha sido las adaptaciones que he visto este año, Ghost in the Sell que pese a su pirotecnia visual y su claro homenaje a Robocop se queda finalmente en nada. A otro nivel, algo parecido le pasa a Valerian y la ciudad de los mil planetas, visualmente es una autentica maravilla, pero al final termina quedando enterrada por un desarrollo previsible y manido. Kingsman y el circulo de oro, peca un poco de lo mismo que Guardianes 2, es demasiado parecida a la primera y ya no sorprende, lo que no quita que sea, al igual que aquella, una película tremendamente entretenida y disfrutable. Quedaría por mencionar Atómica una película de espías por momentos ininteligible y en la que sus escaso aciertos no compensan sus visionado, por suerte se olvida al poco de acabarla.

Pero no solo de cómics viven los blockbuster y Star Wars Episodio VIII: The last Jedi así lo demuestra. Enorme controversia la creada por una película que en todo caso es innegablemente superior en todos los aspectos a su predecesora y que cuenta con alguno de los momentos más impactantes del año. Cabe apuntar también aquí la excelente Guerra del Planeta de los Simios, un tipo de blockbuster a contracorriente de la forma en la que hoy se conciben y hacen este tipo de películas, aquí es la historia y los personajes las que que conducen a los set-pieces y estos no tiene valor por si mismos fuera de su lugar en la película. Una película que como toda la trilogía se centra más en el desarrollo y evolución de personajes que no en la pirotecnia que promete el titulo. Por presupuesto e intenciones comerciales, Blade Runner 2049 es sin duda un blockbuster aunque aun más que la Guerra del Planeta de los simios, es un blockbuster muy distinto, tanto por ritmo como por concepción de la acción/espectáculo del mismo. Centrado sobre todo en la historia, con una puesta en escena heredera del Blade Runner original pero a la vez con personalidad propia la película de Villeneuve es sin duda el flim del año. No lejos le andaría Dunkerque una autentica experiencia inmersiva de puro cine donde Nolan demuestra ser de los pocos directores capaz de arrasar en taquilla sin tener una marca/franquicia detrás. Mucho menos interesantes resultaron tanto La Momia, intento al parecer frustrado de Universal de crear un Dark Universe y Kong Island intento parece que con éxito de crear un Monster Universe, ambas películas con sus puntos de interés son francamente olvidables, siendo en todo caso la de Kong más salvable. Por peso del material que adaptan y por las intenciones originales La Torre Oscura debería haber sido un blockbuster, algo que sin embargo no fue, quedando en una adaptación de discutibles valores artísticos y de muy escasa ambición de una saga que debía dar para más. Más interesante es Alien Covenant secuela de la muy apreciable Prometheus y precuela de la seminal Alien, en Covenat hay una afortunada mezcla de los mejores elementos de ambas películas que dan como resultado una obra que sin ser plenamente satisfactoria, si resulta muy estimulante.

En un espectro muy distinto y en una de las grandes polémicas del año encontramos los estrenos de Netflix, de los cuales he podido ver tres este año muy distintos, todos muy distintos entre si. Dejando de lado la (muy) absurda polémica sobre si esto es cine o no, la película que más me ha interesado de la plataforma de streaming ha sido sin duda la española Fe de etarras, una amarga reflexión en tono de comedia negra sobre el fin de ETA, los nacionalismos y la convivencia. Okja, bienintencionado aunque extramadamente manipulador alegato ecologista esta muy por debajo de las expectativas creadas. Lo mismo pasa con Bright, donde pese a que el guión es de Max Landis, los temas e ideas de a misma entrocan de manera clara con el mundo de su director un David Ayer que tiene en su haber películas mucho más interesantes que esta.

Sin ser un gran fan del cine de terror son varias las películas de este genero las que acabado viendo en 2017. Más allá de la ya mencionada Múltiple, empezamos por Life, un claro homenaje a la original Alien que cuenta también con elementos de La Cosa de Carpenter y que ha sido una de las grandes sorpresas del año por la enrome tensión que consigue crear y por lo amargo de su final. También muy satisfactoria resulta la morbosa La cura del bienestar quizá algo lastrada por su excesiva duración y su perfeccionismo formal, pero en todo caso una de la películas del año. Al igual que lo fue la española Verónica que cuenta con una de las imágenes más potentes del 2017. Más decepcionante es sin duda It la película de terror más taquillera de la historia pero que pese a su acierto en el retrato de los personajes y su mundo, falla en su transmisión del terror por lo de manual, casi de pura formula que resulta en su planteamiento.

Entramos ya en el terreno de producciones más independientes/pequeñas de presupuesto y ambiciones comerciales más limitadas que corren el riesgo de ser desterradas de la cartelera ante la proliferación de marcas y franquicias como centro de las mismas. Dentro de este tipo de películas encontramos gran variedad entre las que se incluyen algunas de las más relevantes del año. Tal es el caso de Madre! la valiente y compleja película de Darren Aronofsky que puede ser tanto interpretada como una fabula ecológica como defiende el autor, como también como una suerte de estudio del proceso de inspiración/creación/autodestrucción que no pocas veces acompaña al arte. En otro estilo pero también fundamental encontramos a Detroit donde la extraordinaria dirección de Kathryn Bigelow consigue introducir al espectador en la historia de tal modo que parece estar viviendo en sus carnes todo el terror y angustia de un acto extremo de brutalidad policial y racismo por desgracia tan de actualidad incluso hoy en día. En realidad, nunca estuviste allí es otro tipo de película de gran potencia visual y con un cierto cuestionamiento de la masculinidad como subtexto sostenida por una desgarradora interpretación de el siempre excepcional Joaquin Phoenix. También espectacular es la interpretación de Casey Affleck en la interesante Manchester by the sea, drama sin concesiones, bastante deprimente y que basa toda su fuerza en el trabajo del actor. Entraría aquí también la oscarizada pero terriblemente aburrida Moonlight , película no carente de valores que sin embargo no logran superar el tedio de su visionado. Todo lo contrario sucede con The Disaster Artist otro tour de force interpretativo en este caso de James Franco que en su reflexión del cine dentro del cine consigue hacer de Tommy Wiseau alguien con quien simpatizar en cierta medida más allá de sus defectos y fobias. Lady Macbeth por su lado presenta un personaje con el que es casi imposible empatizar en un flim de nuevo sostenido por la portentosa actuación de una actriz, Florence Pugh en este caso. Una historia de ambición, control, poder y deseo llevados al extremo. También como historia de poder, control, ambición y falta total de ética o escrúpulos hay que mencionar El Fundador, atractiva película sobre los orígenes de McDonalds. En La seducción Sofia Coppola consigue un ejemplar remake de la original de Don Siegel sin aportar, eso si, nada que no estuviera ya en aquella.

A ghost story como reflexión sobre el paso del tiempo y lo liquido de los tiempos que nos ha tocado vivir rima con la francesa Personal Shopper donde  Olivier Assayas con su habitual pulso narrativo consigue trazar un afortunado retrato de la sociedad que estamos construyendo. También de Francia llegó la provocadora La amante doble, película de retorcida morbosidad que consigue atrapar al espectador en su tela de araña arratrandolo hacía el inesperado giro final. Quedan para acabar cuanto películas muy distintas entre si, primero el gran fracaso del año Vivir de Noche de Ben Affleck un neonoir que pese a su elegancia termina cayendo por sus interpretaciones muy planas y por una historia carente de verdadero interés. No es el caso de Baby Driver, película de marcado tono pop con magnificas interpretaciones y personajes cargados de interés que ademas supone un autentico disfrute visual y sonoro. Como disfrute visual es John Wick: Pacto de Sangre, tal vez no tan estimulante como la primera entrega pero aún así tremendamente entretenida y dinámica. Colossal por su parte como película sobre el maltrato y el empoderamiento de la mujer a través de una historia de monstruos supone una propuesta tan original como interesante.

4 comentarios:

Tarquin Winot dijo...

Hemos vivido un año cinéfilo casi paralelo. Creo que salvo Dunkerke y Madre y la segunda de Kingsman, que aún se me resisten, las he visto todas.

Mi Top Five sería el siguiente:

1.- Detroit.
2.- Verónica.
3.- La cura del bienestar.
4.- Spiderman Homecoming.
5.- Happy Death Day.

A esta última, no la localizo en tu lista y sé que el terror no te termina de encajar, pero yo haría un esfuerzo. Ahí lo dejo, jejejeje.

Fer1980 dijo...

Happy Death Day la tengo pendiente, ya que aunque el terror no es lo mio la premisa me llama mucho la atención. Creo que caerá esta semana que entra casi seguro.

Unknown dijo...

Bright es muy pesada. Aunque tengo que reconocer que el universo creado para la película resulta bastante atractivo. No me disgustaría ver alguna película o serie con algo más de ritmo y con unos guiones mejor planteados, en la ambientación de Bright

Fer1980 dijo...

Se supone que van a hacer secuela, a ver, esta claro que tiene mucho potencial.