En formato 100% Marvel y con los 6 primeros números del volumen III americano del personaje en su interior, Panini publica por fin una de las series más esperadas y con mejores criticas de la Marvel actual: el Daredevil de Mark Waid, Marcos Martín y Paolo Rivera.
Hacía ya tiempo que Daredevil necesitaba un cambio de rumbo. La alargada sombra de Frank Miller ha calado tan hondo en el personaje que para trabajar con él parece condición indispensable el tratar de hundirlo, de hacerle sufrir sin limites, de llevarle más allá de la razón. Dentro de esta desesperación continua que es la vida de Matt Murdock ha habido guionistas (Nocenti, DeMatties o Bendis) que han sabido sacar partido al carácter indomable del protagonista, a su inquebrantable fe en si mismo. El ciclo de caída/redención de nuestro héroe también esta presente en manos de estos autores, pero consiguiendo que el personaje salga fortalecido cada vez. Por contra otros escribas, ya sea por falta de talento (Chichester), de implicación, comprensión y cariño para con el personaje (Brubaker) o por imposiciones editoriales (Diggle) no han sabido tratar con el personaje, mostrandolo no en pocas ocasiones como pusilánime y convirtiendo su vida en un infierno tal que llegaba agobiar al lector. El que dos de estas etapas hayan coincido seguidas (Brubaker-Diggle) y el que se quisiera seguir adelante con el personaje (nada de dejarlo como villano o retirado) hacía imprescindible un cambio radical de dirección, cambio que ha dado lugar a un relanzamiento multipremiado que por fin hemos podido leer en España.
Al contrario que en otras ocasiones, la cabezas pensantes de Marvel han sido inteligentes y han elegido un equipo creativo ideal para lo que necesitaba el personaje. Como guionista tenemos a Mark Waid, autor de corte clásico, con una trayectoria ejemplar (Flash, Kingdome Come, Capitán América...) y con gran conocimiento de la continuidad, que se ve acompañado por dos dibujantes europeos, Marcos Martín y Paolo Rivera, de trazo limpio y sencillo claramente influidos ambos por Mazzuchelli y con una narrativa digna de admiración. El planteamiento del equipo creativo recuerda a aquel que en los años 90 Joe Kelly y sobre todo Karl Kesel siguieron para la serie (y que en su momento paso bastante desapercibido): revindicar el Daredevil más clásico, el que antes de la llegada de Miller a la colección tenía siempre la sonrisa en la boca y que vivía aventuras desbordantes de energía y muy centradas en su faceta como abogado.
Como ya hicieran Kelly y Kesel en su momento, Waid no niega el pasado de Daredevil, ni lo contradice, ni lo ignora, simplemente lo asume y decide mirar adelante consciente de que el personaje es poco menos que insostenible si se centra en las continuas tragedias que han rodeado su vida. Así el Daredevil que Waid/Martin/Rivera nos proponen, es un Daredevil más superhéroico y menos noir que nunca, un Daredevil que lucha más contra supevillanos y menos con mafiosos o ninjas, pero también un Daredevil que ha de enfrentarse a las consecuencias de su pasado más reciente (Shadowland) como bien le recuerda el Capitán América o las continuas argucias de los abogados rivales que no dejan de recordarle que Matt Murdock es Daredevil, al menos “presuntamente”.
Sin duda este planteamiento, fresco, desenfadado e inteligente (la solución que Waid encuentra a los problemas judiciales de Murdock es muy interesante) era lo que necesitaba un personaje que se había asomado al abismo demasiadas veces. Aventuras más ligeras, no por ello carentes de interés, que nos descubren nuevas facetas del cuernecitos. Si a esto añadimos un trabajo visualmente esplendoroso por parte de dos artistas que encajan como un guante en el personaje, resulta fácil entender el espectacular éxito de critica (no tanto de público) y sus, sin duda bien merecidos premisos Eisner.
No se sabe cuando va durar esta etapa, ni cuando va a volver el Daredevil más oscuro (que lo hará antes o después, el genero es su vertiente más industrial es como es), pero mientras tanto esta etapa apunta muy buenas maneras para convertirse en una de las más interesantes de un personaje que se acerca paulatinamente a su cincuenta aniversario.
8 comentarios:
Acabo de leer el primer tomo de la etapa de Waid/Rivera/Martín publicado por Panini y debo decir que me ha reconciliado con un personaje al que tengo muchísimo cariño pero que se había vuelto (oscuramente) tedioso tras la marcha de Bendis. Tanto que ni siquiera me animé a echarle un ojo a "Shadowland" (aunque quizás lo rescate ahora, aunque sólo sea por saber qué perrerías le hicieron Diggle y sus editores el personaje).
Me encanta el nuevo enfoque, más lúdico y luminoso, me gustan los enemigos (todos con un punto hortera/silver age) y me alucina el trabajo gráfico de Rivera y Martín, tanto a nivel de dibujo (con ese aire algo cartoon y con reminiscencias de Mazzuchelli y Tim Sale que acompaña a las mil maravillas al nuevo y sonriente Murdock) como puramente narrativo: la composición de página, el sentido de radar, el oído hiper-sensible, el uso de las onomatopeyas...
En fin: creo que "La sonrisa del diablo" debe ser el mejor tebeo Marvel que se ha publicado (y he leído) en muchísimo tiempo. A ver si este equipo creativo se mantiene en la cabecera mucho tiempo y sin cruces con otras series, porque si la cosa sigue a este nivel podemos estar ante una etapa memorable de las aventuras del diablo guardián...
Ojala dure mucho esta etapa, aunque por la parte gráfica es complicado Rivera ya ha dejado Marvel y algo he léido de que Martín iba a hacer lo mismo. En cualquier caso espero que dejen a Waid trabajar a gusto y durante el tiempo suficiente como para crear una etapa de peso y relvante para el personaje.
Óbviamente, superar el desaguisado de Diggle&editores era bien fácil, tan bajo estaba el listón. De esta nueva etapa, me encanta la manera que tiene Waid de describir los poderes de DD y su percepción del mundo, y me encantan asimismo los dibujos del dúo Rivera/Martín, pero sin embargo (lo siento, tenía que haber un "sin embargo") lo que no me gusta son las historias (basándome en las seis primeras publicadas por estos lares). Que tengan un cierto toque añejo está bien, pero de momento las encuentro un poco tontorronas, no sé, no me han emocionado en ningún momento. Pero bueno, demos tiempo al nuevo guionista para afianzarse y a ver con qué nos sorprende. De todos modos, también estoy convencido de qué —según vayan las ventas, claro— tarde o temprano volveremos a ver al DD atormentado de los últimos tiempos. Y por cierto, me da a mí que en Los Vengadores, con el cambio de guionista, va a durar bien poco.
Si, son historias un poco simples, pero es casi una primera toma de contacto, una aproximación y pienso que tiene muy buena pinta, a ver como sigue. Pero esta claro que antes os despues la versión "oscura" va a volver, esto es ciclico y es inevitable.
Por lo demas no creo que DD pinte mucho en Los Vengadores, al menos de momento no ha hecho nada de nada, no se no creo que Los Vengadores lo necesiten y tampoco creo que él los necesite, funciona mejor en su mundo particular y no en historias tan "grandes".
Yo antes de nada, decir que no me he leido el tomo publicado aqui, pero hoy mismo me lo empiezo ya que le tengo muchas ganas. Al leer el articulo solo echo en falta el hecho de que no comentes que Marcos Martin es español. Si. Ya he leido que pones que son europeos pero es que además Paolo Rivera (si no me equivoco) creo que es americano.
Solo eso. Enhorabuena por el articulo. Yo tambien tengo ganas de disfrutar de un diablo menos atormentado y más fresco. Y ahora voy a repasar otros posts de tu blog que me parece muy interesante
Si tiene razon en lo de Rivera, aunque me referia más al estilo de dibujo que me parece de corte europeo. Sobre lo de no poner que Martin sea español, no se, no le vi demasiada importancia a la nacionalidad aunque tal vez debería haber realizado alguna mención al respecto.
Voy a ser la voz discordante.
Este tomo de DD es soso, aburrido como pocos (me ha costado días terminarlo) y ñoño a mas no poder.
Si la colección de DD hubiera seguido con la linea anterior al "oscurecimiento" del personaje, hace años que Marvel la habría cerrado por falta de ventas.
No se, yo me lo lei de un tirón y lo disfrute mucho. Es cierto que las historias de Waid no tienen, al menos de momento, mucha densidad dramática, pero pienso que ahora este es el tono que precisa el personaje.
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