jueves, 3 de enero de 2013

Alias, de agentes dobles, buscadores de tesoros y familias disfuncionales.

En su momento me llamo bastante la atención esta serie. El mundo del espionaje siempre ha sido atractivo ya sea en la pequeña o en la gran pantalla y que J.J Abrams estuviera detrás del proyecto era una baza a su favor. Sin embargo entre unas cosas y otras Alias siempre había sido una serie que quedaba en ese indefinido “para más adelante”. Hasta ahora.

Haciendo un poco de balance global Alias puede resultar sin duda una serie irregular, pero lo que nadie puede negar es que su comienzo es arrollador. Con un piloto ejemplar, en el que su protagonista, Sidney Bristow ha de hacer frente a una situación imposible para salir viva apenas de milagro, las dos primeras temporadas de la serie son de matricula de honor. Lejos de la formula, Alias crea un mundo complejo, de lealtades difusas, agentes dobles y hasta triples que combina lo mejor de las series de espionaje y acción con el drama familiar. Con una protagonista magníficamente caracterizada que se aferra con fuerza a la ficción en la que se ha convertido su vida y unos secundarios a la altura, sobre todo el padre de Sidney, Jack, y el magnifico Ron Rifkin en el papel del maquiavelico y superdotado Arvin Sloane, Alias muestra en cada episodio varias misiones llenas de ritmo y energía a la par que ahonda en el complejo carácter de unos personajes con los que es imposible no empatizar de uno u otro modo. Será también en estos primeros años cuando se establecen las bases de lo que sera la gran historia de fondo de la serie: la de Rambaldi, una suerte de Da Vinci hipervitaminado que esta presente de una forma u otra en todas temporadas y que permite enlazar en Alias el espionaje internacional con los elementos míticos que se manejan en películas como Indiana Jones, a la par de proporcionar una mitología propia a la serie. Mitología que enlaza con el drama familiar de Sidney: un padre distante, una madre desaparecida y unos intereses amorosos siempre en peligro de muerte, todos ellos configurados en torno a la figura de Rambaldi y el destino que sus profecías revelan para ellos.

Con una audiencia fiel pero no espectacular, la calidad de la serie, sus valores de producción, los actores implicados, los personajes creados...todo hacía creer que Alias merecía más éxito. Con alguno de cliffhangers más brutales que recuerdo haber visto en televisión, el mundo de Alias se iba volviendo tan complejo que cada vez era más difícil entrar de nuevas en el si no habías seguido la serie desde el principio. Por desgracia para conseguir captar nuevo publico se busco la vía de simplificar la serie, así a mediados de la segunda temporada Alias pega un volantazo radical que cambia por completo la serie tal y como la conocíamos hasta ese momento. Pese a lo cual la segunda temporada sigue rindiendo a gran altura y tiene un final impactante que genera enormes expectativas de cara al tercera temporada.

Visto hoy resulta cuando menos curioso ver los extras de los DVD que componen la segunda temporada. Todos: actores, guionistas, productores...niegan que la serie se vaya a simplificar, solo que va a ser más accesible. Pero lo cierto que llegada la tercera temporada y pese a la expectativas generadas, el nivel baja bastante. Lejos de la tensión que se palpaba antes, la tercera temporada sin ser mala es resulta por un lado mucho más tramposa que lo que nunca lo fueron las dos primeras y por otro cuenta con una trama mucho menos interesante. Concebida como una gran historia rió a imagen y semejanza de 24, la tercera temporada, resulta dinámica, cargada de acción y con buenos momentos. Pero sus sorpresas parecen impostadas, su amenaza se disuelve cual azucarillo y su final es harto decepcionante.

Así las cosas la serie parecía haber perdido ya su magia algo que confirma una cuarta temporada que cae en todo aquello que nunca fueron las dos primeras: la repetición de una formula de éxito semana a semana haciendo que cada episodio sea una isla, aunque es cierto que en los últimos episodios intentan crear una trama que hilvane todo lo sucedido en la temporada y enlace con temas tocados a lo largo de la serie. Con todo Alias esta lejos de la frescura y el dinamismo de los primeros años y empieza poco a poco a acartonarse. Todo lo cual encuentra su culminación en la desastrosa quinta y última temporada. Un despropósito de principio a fin con situaciones injustificables y gratuitas que tiene al menos la virtud de dar un final digno a los protagonistas sin que eso sirva para justificar los desmanes que a lo largo de la temporada se comenten. Queda por tanto como balance global de Alias un sabor agridulce, empañado por el desastre absoluto de la última temporada que sin embargo no consigue anular ni la excelencia de los dos primeros años de vida de la serie, ni el carisma de unos personajes magníficos que han escrito con letras de oro sus nombres en la historia de la ficción televisiva.



Fuente vídeo: Youtube

4 comentarios:

Txema SG dijo...


Gran serie donde comenzaron a despuntar los ahora famosos jennifer garner y Bradley Cooper.

Creo que es una de las primeras series a las que me enganché de sobre manera y además que seguí en DVD cansado de los cambios de emisión en Telecinco.

La última temporada fue un poco irregular pero las dos primeras eran un wtf continuo. Y la minisaga con Tarantino, genial.

Fer1980 dijo...

La quinta más que irregular me pareció un engendro del mal, xd. Las dos primeras eso si, son buenísimas.

El cautivo dijo...

Hace demasiado tiempo, pero yo recuerdo peor la cuarta, dedicandose a capítulos autoconclusivos que la hacían una serie mas del monton, perdiendo toda su mitología. La quinta quiso meter personajes nuevos, quizás esperando una renovación, pero en el momento que se dan cuenta que la serie se acaba, ponen la serie a todo gas y termina con un final bastante digno

Fer1980 dijo...

Yo es que la quinta con lo que hicieron con cierto personaje ya no la puede ni ver. La cuarta al final mejora mucho y me parece muy superior a la última.